?Es posible hablar del concepto ¡°buena madre¡±?
Las expectativas sociales sobre la maternidad est¨¢n moldeadas por estilos de crianza inalcanzables y juicios externos. En esta narrativa polarizada de buenas y malas se invisibilizan las verdaderas complejidades y ambivalencias de la crianza
¡°En la cocina del patriarcado, las mujeres nunca podremos dar con las dosis exactas de los ingredientes de la buena maternidad. A ninguna mujer se la cubre de gloria por hacer de madre de sus hijos, al fin y al cabo est¨¢ en su instinto, pero si no lo hace se convierte en la encarnaci¨®n del mal¡±, escribe Mar Garc¨ªa Puig en La historia de los vertebrados (Random House, 2023). Las expectativas de la ¡°buena madre¡± trazan una narrativa en la que las mujeres quedan atrapadas entre ideales inalcanzables y juicios externos. Autoras como Mar Garc¨ªa Puig, Rachel Cusk, Sheila Heti, Silvia Federici, Adrienne Rich o Jane Lazarre han explorado las m¨²ltiples exigencias que enfrentan las mujeres en la maternidad y c¨®mo, en esta narrativa polarizada de buenas y malas, se invisibilizan las verdaderas complejidades y ambivalencias del ser madre.
El estudio What makes a good mother? Two decades of research reflecting social norms of motherhood (?Qu¨¦ hace a una buena madre? Dos d¨¦cadas de investigaci¨®n que reflejan las normas sociales de la maternidad, en castellano), publicado en noviembre de 2022 en el Journal of Marriage and Family (JMF), revis¨® m¨¢s de un centenar de art¨ªculos publicados en los ¨²ltimos 20 a?os para explorar las normas sociales que definen la maternidad y las diversas respuestas de las madres ante esas expectativas. A trav¨¦s de un an¨¢lisis de 115 investigaciones referenciadas en el Social Science Citation Index de pa¨ªses WEIRD (occidentales, educados, industrializados, ricos y democr¨¢ticos), la investigaci¨®n revel¨® c¨®mo las expectativas sobre la ¡°buena maternidad¡± son tan variadas como contradictorias, y c¨®mo esas presiones sociales contribuyen a perpetuar desigualdades en lugar de ofrecer apoyo real a las madres. Adem¨¢s, destacaba que el modelo neoliberal exige que las madres no solo sean exitosas en su rol de cuidadoras, sino que tambi¨¦n logren destacar en otros ¨¢mbitos de la vida, como el trabajo y el crecimiento personal, lo que coloca una carga inalcanzable sobre ellas.
Eva-Maria Schmidt, investigadora del departamento de Sociolog¨ªa de la University of Vienna (Austria) y una de las autoras del estudio, explica a EL PA?S que para los pa¨ªses occidentales se espera que una buena madre est¨¦ presente y atenta al ni?o. Y que, adem¨¢s, est¨¦ orientada al futuro y asegure el desarrollo exitoso del ni?o; que tenga trabajo, pero integre su empleo en la maternidad presente; y que est¨¦ contenta y feliz, o al menos mostrando esto.
?C¨®mo es en el caso concreto de Espa?a? Para Mar¨ªa Isabel Jociles Rubio, catedr¨¢tica de Antropolog¨ªa, doctora en Sociolog¨ªa e investigadora del Departamento de Antropolog¨ªa Social de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), estos resultados son f¨¢cilmente aplicables a Espa?a. Jociles considera que, si bien hay muchas definiciones de buena madre, todas comparten un conjunto de ideas comunes que tienen que ver con la responsabilidad que se le atribuye a las mujeres en el bienestar f¨ªsico y mental de los hijos y las hijas. ¡°No solo se las considera responsables en sus funciones y su papel en la crianza de los hijos, sino que tienen que presentarse ante s¨ª mismas y ante los dem¨¢s como unas personas que est¨¢n pendientes de todo, que conocen a fondo las necesidades de sus hijos y responden de forma r¨¢pida ante las necesidades¡±, se?ala.
Las propias mujeres asumen desde antes de ser madres esas expectativas como algo casi incuestionable. ¡°La mujer parece que debe tener todo claro, y todos los recursos para garantizar las necesidades y la felicidad de los hijos antes de dar el paso¡±, cuenta la soci¨®loga, que ha trabajado con mujeres en procesos de reproducci¨®n asistida que hab¨ªan retrasado la maternidad hasta cumplir con los requisitos esperados (trabajo, vivienda, pareja). Tambi¨¦n observ¨® que, durante estos procesos, las mujeres se sent¨ªan responsables por el uso de esperma donado ¡ªla ley actual impide que se conozca la identidad de ese donante ¡ªante los posibles traumas futuros de sus hijos e hijas. ¡°Vivimos en una sociedad en la que se nos exige que podamos prever lo que va a pasar en el futuro. Debemos ser absolutamente previsoras, como si fuera posible anticipar los traumas futuros y enfermedades¡±, apunta Jociles.
Los ritmos y demandas de la crianza inevitablemente chocan con el ritmo impuesto por un contexto neoliberal. ?C¨®mo est¨¢ afectando esto a la experiencia de la maternidad? Responde Schmidt que las demandas neoliberales conllevan crecientes tensiones y desaf¨ªos para las madres que deben resolverse a nivel individual. Adem¨¢s, estas tensiones refuerzan para la experta las estructuras patriarcales e interseccionales de poder y las desigualdades de g¨¦nero. ¡°Se exige una conciliaci¨®n perfecta entre la vida personal y la profesional, algo que es inalcanzable¡±, a?ade Jociles, quien considera que este puede ser uno de los factores que est¨¢n incidiendo en las bajas tasas de maternidad.
La p¨¦rdida de la familia extensa y la soledad con la que se vive en muchos lugares la maternidad influye en que las familias anden cada vez m¨¢s perdidas en la crianza, pero tambi¨¦n influyen las expectativas excesivas: ¡°Las exigencias son tan grandes que buena parte de las mujeres dudan que las puedan cumplir¡±, se?ala Jociles. Esto ha provocado que los expertos en crianza y los libros, cursos y talleres que ofrecen se hayan multiplicado en los ¨²ltimos a?os. ¡°Se ha llenado el vac¨ªo de conocimientos sobre c¨®mo criar, algo que antes se transmit¨ªa de generaci¨®n en generaci¨®n, ya fuera entre madres e hijas, amigas, vecinas o familiares¡±, sostiene. Hoy, estos saberes tradicionales se desacreditan y pierden valor frente a las propuestas de los especialistas, quienes se han convertido en la referencia predominante. Esto para la antrop¨®loga resulta problem¨¢tico, ya que impulsa una visi¨®n homog¨¦nea de lo que deben ser la maternidad, la crianza y la relaci¨®n con los hijos. As¨ª, cada vez m¨¢s personas buscan la gu¨ªa de expertos, lo que fomenta una dependencia creciente de estas voces externas.
Anna Escobedo, doctora en Sociolog¨ªa y profesora de la Universidad de Barcelona, cree que conviene escuchar m¨¢s a las madres y decirles menos lo que deben hacer. ¡°En nuestra sociedad (que se desea m¨¢s igualitaria) es necesario escuchar m¨¢s a las madres, respetar y atender a sus distintas necesidades f¨ªsicas y sociales, de forma m¨¢s plural y democr¨¢tica, e imponerles menos lo que deben hacer y sentir bajo est¨¢ndares normativos que no se corresponden a muchas de sus realidades, sino a est¨¢ndares masculinos o de mujeres que no son madres o que si¨¦ndolo han gozado de condiciones laborales privilegiadas¡±. Las identidades b¨¢sicas familiares son, seg¨²n la experta, una fuente de significaci¨®n vital y de bienestar, que hay que comprender y apoyar como mecanismos de cohesi¨®n social, de solidaridad intergeneracional y de mejora de los funcionamientos sociales.
En este sentido, Escobedo cree que son necesarias unas pol¨ªticas de conciliaci¨®n que hagan las vidas de las familias m¨¢s vivibles, sin olvidar las necesidades de la infancia. ¡°Lo ideal desde la sociolog¨ªa de la infancia es que la familia disponga del primer a?o para el cuidado de los hijos¡±, ejemplifica. Despu¨¦s, la experta apuesta por un modelo flexible de cuidados en el que puedan participar tanto la madre como el padre, con permisos por enfermedad y servicios de cuidado infantil de calidad. Y a?ade: ¡°Es urgente repensar las expectativas de maternidad, escuchar a las madres y crear pol¨ªticas centradas en las necesidades reales¡±.
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