C¨®mo ayudar a tu hijo a hacer frente a la muerte de un ser querido
Un menor necesita que en casa sus padres hablen de los fallecimientos sin rodeos, sin eufemismos que le confundan, sin explicaciones sin sentido: educar ante la muerte es educar para la vida
Este mi¨¦rcoles 1 de noviembre se celebra el D¨ªa de Todos los Santos y el tema de la p¨¦rdida y la muerte toma protagonismo, aunque aun en muchos hogares contin¨²a siendo un tema tab¨² cuando debemos hablarlo con nuestros ni?os o j¨®venes. Es un contenido al que los adultos nos cuesta enfrentarnos porque no queremos que el hijo o hija sufra, porque nos hace estar inseguros o produce angustia y revuelve muchos sentimientos.
Resulta muy complicado para las familias acompa?ar a un hijo cuando ha sufrido la p¨¦rdida de un ser querido. Alguien al que el menor adoraba, con el que compart¨ªa sus preocupaciones o alegr¨ªas y necesitaba a su lado. Una persona importante en su d¨ªa a d¨ªa que le sosten¨ªa cuando las cosas se torc¨ªan y le animaba a aprender y a mejorar.
Es muy dif¨ªcil y triste ver a un hijo llorar desconsoladamente al saber que jam¨¢s volver¨¢ ver a su madre, hermano o abuelo. Mantener la calma cuando busca culpables a una enfermedad sin cura o a un accidente de tr¨¢fico fortuito. Cuando se derrumba y se apodera de ¨¦l la tristeza y la nostalgia. Qu¨¦ complejo es para un adulto compartir el dolor que siente ante una p¨¦rdida sin derrumbarse y sostener cuando es ¨¦l el que no tiene fuerzas para seguir adelante.
La vida y la muerte van de la mano, son parte ineludible de la existencia. Educar ante la muerte pertenece a la vida y debe formar parte de la educaci¨®n emocional familiar y escolar. Los ni?os y j¨®venes deben desarrollar las estrategias necesarias para poder enfrentarse a una p¨¦rdida cuando esta aparezca en su camino, para conseguir que el dolor encuentre todas las respuestas que necesita, para enfrentarse a ella con naturalidad poni¨¦ndole nombre a todos los miedos que vayan apareciendo.
Se trata de una ense?anza para la que las familias deben prepararse bien si quieren dar respuesta a las necesidades que le surjan al ni?o o joven de forma adecuada. Una criatura necesita que en casa sus padres hablen de la muerte sin rodeos, sin eufemismos que le confundan, sin explicaciones sin sentido o con mentiras que le hagan creer que podr¨¢n volver a ver a la persona que ha fallecido.
Es esencial que los adultos que acompa?an al ni?o o joven se sientan seguros para hablar de la muerte o la p¨¦rdida desde la serenidad y la empat¨ªa. Que tengan claro, seg¨²n la edad de la criatura, qu¨¦ puede o no entender. Que aprendan a calmar las emociones que tanto da?o hacen o remueven en el coraz¨®n.
Educar ante un fallecimiento favorece el crecimiento personal, permite al menor construir nuevos conceptos sobre la salud, la tristeza o la felicidad, sobre el sentido de la vida y las relaciones que establece con su entorno. Una formaci¨®n clave en el desarrollo de la inteligencia emocional y la empat¨ªa.
Claves para ayudar a un ni?o o joven a hacer frente a una p¨¦rdida de un ser querido:
- Educar en el concepto de la muerte antes de que se produzca permite al ni?o o joven conocer esta realidad y enfrentarse a ella con m¨¢s seguridad y menos incerteza. Un hijo debe saber que es algo natural, universal e irreversible, que es parte del proceso natural de la vida y que ninguna persona o animal la puede evitar.
- Favorecer una comunicaci¨®n abierta y honesta con el ni?o o adolescente, dando respuesta a todas las dudas que le despierta la muerte y el proceso de duelo desde la serenidad y el cari?o, utilizando un lenguaje sencillo que pueda entender. Sin mentirle ni esconderle nada que para ¨¦l pueda ser importante. Deberemos ajustar a la edad, las experiencias vitales y a la realidad del chico a nuestra explicaci¨®n.
- Compartir sin verg¨¹enza ni tapujos todas las emociones que nos puede generar el tema. Facilitando espacios para compartir nuestros sentimientos o dudas, creando un clima lleno de dulzura, comprensi¨®n y afectividad. No debemos evitar que nos vean llorar o estar tristes cuando recordamos a una persona que ya no est¨¢.
- Si nos toca acompa?ar la p¨¦rdida de un ser querido, deberemos animar y permitir al ni?o o joven, siempre que lo desee, a participar en los rituales de despedida que realice la familia. Compartir el dolor, la tristeza o la rabia con las personas que le quieren y le cuidan le ayudar¨¢ a aceptar mejor la p¨¦rdida y a sentir que es alguien valioso dentro del n¨²cleo familiar. Mantener el recuerdo de la persona que ha fallecido record¨¢ndolo en la memoria ayudar¨¢ mucho al ni?o a sanar su herida.
- Ayudarles a transitar y entender las diferentes etapas del duelo permitir¨¢n al ni?o o adolescente superar la p¨¦rdida de forma serena y constructiva. Validar su ira, tristeza o frustraci¨®n hasta que llegue a aceptar la muerte del ser querido ser¨¢ clave para superar el dolor.
Como dice el profesor Jon Kabat-Zinn: ¡°No podemos detener las olas del mar, pero s¨ª podemos aprender a surfearlas¡±. La muerte es el final del ciclo vital al que todos, en un momento u otro, deberemos hacer frente: educar ante la muerte es educar para la vida.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.