La ganader¨ªa reinventa la trashumancia para paliar la sequ¨ªa

El recorrido diario de Rafael Gonz¨¢lez y un millar de cabras por un monte polvoriento es un remedio a un problema grave: sus tierras se han quedado secas. Hace un a?o que el ganadero, de 56 a?os, arrienda 300 hect¨¢reas en una ladera a un kil¨®metro de su finca en Colmenar Viejo, al norte de Madrid, para que su reba?o pueda pastar. Entre los balidos de la ola de animales negros, explica que el alquiler le cuesta 10.000 euros anuales. ¡°Un precio necesario¡±, cuenta, debido a la sequ¨ªa que azota al pa¨ªs.

¡°Estamos asustados¡±, admite Enrique Acci¨®n, representante de la Uni¨®n de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Andaluc¨ªa. ¡°El sector primario peligra en Espa?a. No hay pastos porque no llueve y los precios del pienso se han disparado un 40% por la guerra en Ucrania. No sabemos si vamos a aguantar el verano¡±.

El paseo de Gonz¨¢lez con su reba?o discurre por un campo de tierra marr¨®n y de ¨¢rboles sin hojas. Colmenar Viejo es el epicentro de la sequ¨ªa en Madrid. En los primeros siete meses del a?o ha habido un 42,6% menos de lluvias en el municipio que la media de ese mismo periodo en la ¨²ltima d¨¦cada. Con los picos de la sierra de Hoyo de Manzanares a sus espaldas, el ganadero explica que ante la falta de agua ha recurrido a una t¨¦cnica ganadera ancestral.

Se trata de la trasterminancia, una variedad de la trashumancia que se caracteriza por ser de corto recorrido y de poco tiempo. Todas las ma?anas, la mitad de las 2.000 cabras de Gonz¨¢lez amanecen con un viaje por sus tierras ¨¢ridas al monte en busca de alimentos. La otra mitad desciende por las tardes a un r¨ªo cercano ¨Ctambi¨¦n arrendado¨C cuando el calor les da un respiro. El reba?o pasa entre cuatro y cinco horas en el monte hasta que vuelve a su finca. Los recorridos son esenciales, asegura el ganadero, pero no bastan para paliar los efectos de la sequ¨ªa.

Adem¨¢s de trashumar, el ganadero ha habilitado en su finca dos enormes charcas capaces de captar 1.500 metros c¨²bicos de agua y sistemas de filtraci¨®n que la hacen potable. Tambi¨¦n recicla el suero de la leche que no se usa en la fabricaci¨®n del queso para que las cabras beban. Pese a sus esfuerzos, no est¨¢ seguro de que las medidas sean suficientes. ¡°Si no hay tormentas en las pr¨®ximas semanas, puede que tenga que buscar otras alternativas en septiembre¡±, sostiene frente a una charca cubierta de algas verde lima. Prev¨¦ que el negocio pierda dinero este a?o.

Las mismas dificultades que vive Gonz¨¢lez las sufren las ganader¨ªas en gran parte del pa¨ªs, explica la Uni¨®n de Peque?os Agricultores y Ganaderos (UPA). ¡°El sur ha sido la regi¨®n m¨¢s afectada¡±, asegura la organizaci¨®n. Sin embargo, el norte tampoco ha escapado de la crisis.

Castilla y Le¨®n, por ejemplo, ha tenido en 2023 la segunda peor cosecha de los ¨²ltimos 20 a?os, seg¨²n la Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores (ASAJA). Los cultivos que comen los animales son un reflejo de la situaci¨®n de las tierras. La entidad prev¨¦ que la sequ¨ªa provoque p¨¦rdidas de 2.000 millones de euros en esa comunidad aut¨®noma, y los trabajadores castellanoleoneses, al igual que los madrile?os y andaluces, temen por su futuro. ¡°El modelo de producci¨®n est¨¢ en riesgo. Los ganaderos son aut¨®nomos y se han endeudado pidiendo cr¨¦ditos. El agua lo es todo¡±, declara Teresa Sanz, portavoz del Gabinete de Prensa de ASAJA.

A media hora en coche de la finca de Gonz¨¢lez, ?ngel del Valle camina por una llanura de hierba amarilla cubierta de un centenar de vacas. El colmenare?o de 42 a?os pertenece a la quinta generaci¨®n de ganaderos que utiliza la trasterminancia como el pilar de su negocio. Es una noche de julio y las temperaturas superan los 30 grados. Frente a un toro musculoso, Del Valle explica que el 80% de las m¨¢s de 600 hect¨¢reas en las que pastan sus animales son arrendadas.

Al igual que Gonz¨¢lez, intenta aprovechar la tierra todo lo que puede. Sus 200 vacas rotan de finca en finca y se alimentan de la comida natural de la tierra. ¡°Es mejor para los animales y para la naturaleza. Adem¨¢s, no tengo que comprar pienso y forraje¡±, explica con el canto de los grillos de fondo.

La t¨¦cnica no ha dado sus frutos este a?o. Durante una primavera mucho m¨¢s seca de lo normal, Del Valle calcul¨® que no habr¨ªa suficiente agua en el verano para su reba?o, que asegura que bebe un promedio de m¨¢s de 35.000 litros al d¨ªa, el equivalente a llenar cuatro piscinas urbanas. Vendi¨® 30 terneros por 24.000 euros para ahorrar gastos y, con ese dinero, compr¨® la comida que la tierra no le hab¨ªa dado.

El sol se esconde poco a poco tras las monta?as. Del Valle observa el anochecer rosado. Ha tenido un poco de suerte en las ¨²ltimas semanas por las tormentas de finales de primavera: algunos de sus pastos han vuelto a florecer. Pese a la buena noticia, asegura que el futuro de la finca es incierto. ¡°Cada a?o es una aventura nueva. Nunca puedes contar con ingresos estables¡±, arguye. Camina entre los animales mientras comen tranquilamente. Los mima. Habla con tono nost¨¢lgico: ¡°Este a?o tendr¨¦ beneficios, pero ser¨¢n cort¨ªsimos¡±.

¨D?Y no piensa dejarlo?

¨DEs lo que siempre he hecho.

Este trabajo forma parte de un especial sobre la sequ¨ªa realizado por los alumnos de la Escuela de Periodismo UAM-EL PA?S. Consulta aqu¨ª m¨¢s informaci¨®n sobre el m¨¢ster.