La explosi¨®n de vivienda tur¨ªstica acerca a Asturias al modelo masificado de M¨¢laga
Oviedo y Gij¨®n son las dos ciudades con mayor subida de pisos vacacionales de Espa?a y consolidan al Principado como destino en el norte peninsular
En el Cerro de Santa Catalina de Gij¨®n se alza la monumental obra de Eduardo Chillida, Elogio del horizonte. La escultura, ahora s¨ªmbolo de la ciudad, se abre frente al conf¨ªn entre el cielo y la mar, ¡°patria que hermana a todos los seres humanos¡±, por voluntad del donostiarra. A la izquierda, los antiguos astilleros, las chimeneas fabriles, el Museo del Ferrocarril y el puerto de El Musel. A la derecha, los hoteles lujosos de la ciudad y el paseo mar¨ªtimo de San Lorenzo provisto de restaurantes, cafeter¨ªas, helader¨ªas y locales de ocio. Entre los dos modelos est¨¢ el pasado y el presente de la regi¨®n.
Oviedo y Gij¨®n fueron las dos ciudades que mayor subida de viviendas de uso tur¨ªstico (VUT) experimentaron (85,5% y 56,4% respectivamente) de entre las 25 principales urbes espa?olas desde el primer trimestre del a?o 2023 al mismo periodo de 2024, seg¨²n Exceltur, centro de an¨¢lisis conformado por las firmas tur¨ªsticas espa?olas m¨¢s importantes. Las m¨¢s de 5.300 viviendas en Gij¨®n y las m¨¢s de 3.300 de la capital asturiana quedan a¨²n muy lejos de otros destinos emblem¨¢ticos como M¨¢laga, Madrid o Barcelona, pero superan a ciudades como Santiago de Compostela (2.186), Palma de Mallorca (4.772), Ibiza (946) o Bilbao (4.187).
De espaldas al monumento, al bajar por el barrio de Cimadevilla, se ven pintadas, pegatinas y carteles contra el turismo masivo y los pisos tur¨ªsticos. Este barrio tiene la mayor densidad de VUT de toda la ciudad. Los vecinos bromean sobre que casi una de cada diez viviendas, seg¨²n el INE, sean de uso tur¨ªstico: ¡°Este barrio ye [es] una casilla del Monopoly¡±.
El motivo del aumento de este tipo de alojamientos est¨¢ intr¨ªnsecamente ligado al del turismo, se?ala Libertad Troiti?o, doctora del departamento de Geograf¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora de Turismo. El crecimiento del volumen de turistas en Asturias se debe a tres factores principales: la p¨¦rdida de relevancia del tejido econ¨®mico tradicional, la saturaci¨®n de otros destinos vacacionales y su condici¨®n de ¡°refugio clim¨¢tico¡±. La doctora enfatiza que se potenci¨® tras el confinamiento por la percepci¨®n de que el Principado en particular y el norte, en general, ¡°daban una sensaci¨®n de seguridad sanitaria¡±.
Sobre la nueva tendencia la profesora se muestra cauta. ¡°Es demasiado pronto para considerar a la regi¨®n como nueva meca del turismo, pero ya se pueden identificar conflictos en zonas saturadas¡±. S¨ª tiene claro que ¡°es el momento de evitar que Asturias se convierta en M¨¢laga¡±.
Entre las medidas que se han tomado desde el Principado destaca la modificaci¨®n de la Ley de Turismo que refuerza el control, endurece los requisitos de las VUT y aumenta la cuant¨ªa de algunas sanciones muy graves. Sin embargo, Manuel Herminio Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Asturiana de Titulares de Vivienda Tur¨ªstica, considera que esta modificaci¨®n no regula nada que no lo estuviera ya y tacha la medida de ¡°pol¨ªtica barata y populista¡±. Seg¨²n ¨¦l, se pretende dar a entender que el problema que existe, generado por la Ley de Vivienda, se agrava con las VUT ¡°cuando no existen vasos comunicantes entre una situaci¨®n y otra¡±.
Por el contrario, Jes¨²s Daniel S¨¢nchez, responsable de la Direcci¨®n General de Vivienda del Principado, sostiene que la medida es clave para amortiguar los problemas de vivienda en Asturias. La categoriza como una particularidad regional: ¡°Se necesita vivienda donde se genera trabajo: en el ¨¢rea metropolitana y en las zonas tur¨ªsticas. Hay poca oferta y se la lleva el turismo¡±. Aunque insiste en que el problema no es el turismo, pues su objetivo es que sea sostenible. La principal plataforma de pisos tur¨ªsticos en Espa?a, Airbnb, se neg¨® a conceder una entrevista para este reportaje.
El soci¨®logo italiano Marco d¡¯Eramo en su ensayo El selfie del mundo (Anagrama) argumenta que, a pesar de que la automatizaci¨®n del proceso tur¨ªstico replica la cadena de montaje de la producci¨®n industrial, no se identifica como una industria. Este concepto est¨¢ unido a ¡°las grandes naves, a las chimeneas y a los humos sulf¨²reos¡± y no a ¡°las zapatillas de muchedumbres descamisadas con pantalones cortos¡±. Para el italiano, muchas regiones tuvieron que pasar por un proceso de desindustrializaci¨®n para emerger como destinos tur¨ªsticos.
Fernando Rubiera, catedr¨¢tico de Econom¨ªa aplicada en la Universidad de Oviedo, defiende que Asturias es un caso similar. ¡°La regi¨®n ha tocado fondo en el proceso de desindustrializaci¨®n hace unos 10 a?os¡±, explica el profesor, cuya tesis la corroboran otros cinco expertos consultados: ¡°Ahora ha encontrado un desarrollo en la industria de alta tecnolog¨ªa, y el sector servicios ha empujado un modelo productivo agotado¡±.
Efecto contagio desde Cantabria
Tan solo 175 kil¨®metros de carretera separan Gij¨®n de Santander. Seis concejos y once comarcas. Si se observa el mapa elaborado por el INE de porcentaje de viviendas tur¨ªsticas sobre el total de viviendas, que divide a Asturias y Cantabria por concejos y comarcas respectivamente, parecen estar conectados. Toda la costa aparece te?ida de un intenso color rojo, distintivo de una alta densidad de viviendas de uso tur¨ªstico. En el Principado, resalta Llanes con un 6,73% de VUT, solo superada por la comarca c¨¢ntabra Santillana del Mar, con un 7,65%.
Rubiera argumenta que en el oriente de Asturias existe una relaci¨®n de amor-odio con el turismo. ¡°De amor porque dinamiza econ¨®micamente la zona, es la actividad prioritaria desde hace d¨¦cadas. [...] De odio por las masificaciones que genera y por los efectos distorsionadores terribles en el mercado inmobiliario¡±, explica.
En Llanes los repartidores de propaganda alternan entre castellano e ingl¨¦s (alguno incluso se aventura en un franc¨¦s de dudosa fluidez). Hay cola en los restaurantes y helader¨ªas, dos de los tres negocios m¨¢s numerosos. El tercero probablemente sea el de las inmobiliarias, anunciadas tambi¨¦n en varios idiomas. El municipio censa algo m¨¢s de 13.500 habitantes y recibi¨® el a?o pasado m¨¢s de 268.000 turistas seg¨²n el INE, casi 20 per c¨¢pita.
El alcalde del concejo, Enrique Riestra, defiende el turismo, pero puntualiza: ¡°Vivimos de ¨¦l, no para ¨¦l; hay que alejarse de la turismofobia y manejar los problemas, no satanizarlos¡±. Reconoce que es una zona muy tensionada y que la vivienda es el principal problema que afrontan, basado fundamentalmente en su vinculaci¨®n con el turismo que hace, dice, que ¡°a la gente que vive aqu¨ª le cueste encontrar un alquiler para todo el a?o¡±. Hecho que refrendan al menos una quincena de vecinos consultados. El regidor adelant¨® que pretende sacar adelante una moratoria, en el pr¨®ximo pleno municipal de septiembre, para atajar el problema de la alta densidad de VUT, gracias a las competencias adquiridas por la reforma de la Ley de Turismo del Principado del pasado marzo.
De casas para mineros a VUT para turistas
En 1958 se edific¨® al sur de la creciente Gij¨®n el pol¨ªgono Ciudad Sat¨¦lite que pasar¨ªa a ser conocido popularmente como ¡°Las Mil Quinientas¡±. El germen de Pumar¨ªn, el hist¨®rico barrio obrero gijon¨¦s. Con el aumento y concentraci¨®n de la actividad sider¨²rgica en la ciudad durante 1960 comenzaron a llegar grandes masas desde las Cuencas Mineras lo que origin¨® una gran especulaci¨®n sobre la construcci¨®n y el alquiler. M¨¢s de 60 a?os despu¨¦s, Cristina P¨¦rez, de 24 a?os y natural de Pumar¨ªn, se escandaliza con los precios de su barrio, tras pasar unos a?os estudiando fuera. ¡°Llegu¨¦ de vuelta a Gij¨®n con mis padres, mir¨¦ alquiler por mi barrio. ?Y est¨¢ car¨ªsimo! Gij¨®n nunca ha sido superbarato, pero es que ahora tampoco lo es ni mi barrio¡±, lamenta.
Los representantes de las Asociaciones de Vecinos de La Arena, Jovellanos-Centro y Cimadevilla, los barrios con m¨¢s porcentaje de VUT de todo Gij¨®n ¨DMaria Jos¨¦ Cuervo, Maite Mart¨ªn y Sergio ?lvarez respectivamente¨D, defienden que este hecho afecta a cada vez m¨¢s zonas de la ciudad. Experimentado por, entre otros motivos, el desplazamiento de vecinos de sus residencias por la falta de oferta de vivienda asequible y disponible. Rubiera valora que los procesos de gentrificaci¨®n por el turismo en Gij¨®n ¡°a¨²n no son lo suficientemente grandes como para ser observables¡±. Aunque defiende que pueden estar ocurriendo porque, ¡°al igual que el resto de Espa?a, es la tendencia¡±.
En esos tres barrios, desde enero, y tras una ampliaci¨®n este pasado junio por parte del Ayuntamiento, no se pueden conceder m¨¢s licencias para este tipo de viviendas durante un a?o. Los tres portavoces recalcan que no est¨¢n en contra del turismo, sino que demandan que sea sostenible y garantice una convivencia respetuosa. ?lvarez explica que desde la pandemia en su barrio empezaron a aumentar los pisos tur¨ªsticos, que ya apenas quedan alquileres y que tiene constancia de personas que se han mudado por no poder pagarlo. En el bloque de Cuervo, en el barrio de La Arena, hay tres VUT y los problemas con los inquilinos son habituales. Desde despedidas de soltero que se van de las manos a ruidos excesivos en d¨ªas laborables.
¡°Sabemos de muchos casos de gente joven que tiene que irse a otros barrios por unos alquileres inasumibles¡±, explica Mart¨ªn. Eso afecta tambi¨¦n a los comercios. ¡°Yo cuando veo que en los bajos se hacen viviendas pienso: se acab¨®¡±, apostilla. Mart¨ªn critica que el Centro se est¨¢ homogeneizando con otras ciudades: ¡°Se va el paisano, la muyer, el guaje y esa cafeter¨ªa ser¨¢ un Starbucks. El centro se convertir¨¢ en un museo de c¨®mo era la ciudad, porque no vas a encontrar a los vecinos¡±.
Como propietario de VUT, Luis Mecerreyes que tiene una empresa dedicada a la log¨ªstica del mueble como actividad econ¨®mica principal, difiere de esos comentarios. Posee cuatro viviendas de este tipo en el barrio de La Arena y en el centro de Gij¨®n. Mecerreyes reconoce que algunos vecinos s¨ª que est¨¢n ¡°de u?as¡±, a pesar de que no ha tenido ning¨²n problema con ning¨²n inquilino. ¡°La Polic¨ªa Nacional tiene un registro de quien se aloja, similar a un hotel ?Alguien cree que esa gente monta jaleo?¡±, defiende. Sostiene, sin embargo, que el problema con la vivienda nada tiene que ver con las VUT, que desempe?an una labor tur¨ªstica l¨ªcita que ¡°se ha hecho durante toda la vida¡± y que generan empleo en el municipio. ¡°El problema real es la turismofobia y la gente que lleva a cabo esta actividad ilegalmente¡±, apostilla.
El centro ovetense cada vez m¨¢s prohibitivo
Un grupo de turistas sigue un bander¨ªn naranja por la calle Fierro en Oviedo, para girar hacia la calle Font¨¢n. El gu¨ªa explica que siguen una ruta tur¨ªstica inspirada en La Regenta de Leopoldo Alas, Clar¨ªn. Waldo Valbuena, representante de la Asociaci¨®n de Vecinos de Oviedo Redondo, comenta que estas actividades proliferaron tras la pandemia y que se han visto reforzadas por las iniciativas destinadas a aumentar el turismo como ¡°Oviedo, Origen del Camino¡± del a?o 2021.
Habla especialmente del casco hist¨®rico, al que denomina siempre ¡°el antiguo¡±, y cuenta que desde la asociaci¨®n ha escuchado decenas de casos de vecinos que se han tenido que marchar del centro de la capital por subidas de alquiler: ¡°Luego me enter¨¦ de que muchos son viviendas tur¨ªsticas¡±. Puntualiza que todo este proceso ha ido aumentando los alquileres hasta hacer ¡°el antiguo¡± inhabitable, y encareciendo los pisos de la capital.
Navegar por portales inmobiliarios para encontrar un apartamento al que mudarse con su pareja se hab¨ªa convertido en rutina para Mayte Cambero, ovetense de 22 a?os. Mientras tanto, se alojaban con unos familiares. A pesar de que los dos trabajaban, cuando encontraban un alquiler razonable para sus ingresos, no pod¨ªan asumir los requisitos econ¨®micos que les exig¨ªan. Buscar en el centro de la ciudad, nunca fue una opci¨®n. Cuando al fin encontraron casa fue por suerte, la arrendadora era amiga de la madre de su pareja y les exigi¨® menos condiciones.
Valbuena se detiene a tomar sidra en La Caleyina, su ¡°bar de confianza¡±. Desde ah¨ª se?ala la esquina por la que giraron los turistas: ¡°Eso es la Plaza del Font¨¢n ?Ves las columnas? Pues solo las dos del final son aut¨¦nticas, el resto, imitaci¨®n¡±. Es la respuesta que da al impacto que han tenido las VUT en la capital asturiana.
El portavoz vecinal augura que si no se reacciona contra las viviendas tur¨ªsticas pasar¨¢ como con las terrazas despu¨¦s del confinamiento, que siguen ah¨ª. ¡°Ye como con los chisqueros [recipiente sobre el que se escancia la sidra para que recoja lo que se ha vertido mal], que acabaron qued¨¢ndose¡±, a?ade. ¡°Antes, si se escanciaba y se ca¨ªa, se echaba serr¨ªn. Esperemos que con los pisos tur¨ªsticos no pase como con la sidra¡±.
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