Las monta?as de ma¨ªz blanco sin compradores asfixian al campo de Sinaloa
Los productores del norte denuncian un precio de venta que les lleva a la quiebra, mientras el Gobierno trata de negociar una soluci¨®n para salvar la cosecha del principal ingrediente de la dieta mexicana
El calor abrasador de Culiac¨¢n madura el ma¨ªz dorado que cosecha Heriberto Uriarte. El agricultor tiene que achinar la vista para recorrer con la mirada sus 400 hect¨¢reas de cultivo dorado, deslumbrado por el resplandor del sol. La inmensidad del terreno da v¨¦rtigo, y no solo por la extensi¨®n. A Uriarte apenas le queda tiempo para pensar, tiene que cosecharlo todo antes de que se seque demasiado. ¡°Lo estoy aguantando todo lo que puedo¡±, confiesa, abrumado por la incertidumbre. Trillar el campo ahora, recoger el ma¨ªz, significar¨ªa venderlo al precio internacional: 5.200 pesos por tonelada. A Uriarte este a?o le ha costado producir esa misma cantidad 6.000 pesos en los terrenos que ha rentado. En otras palabras, significar¨ªa la quiebra.
La guerra de Ucrania, el tipo de cambio y las pol¨ªticas para paliar la inflaci¨®n crearon la tormenta perfecta para que el valor del producto se desplomara y aumentar¨¢ el coste de producci¨®n. El riesgo de vender a p¨¦rdidas empuj¨® a Uriarte a salir a tomar las calles de la capital de Sinaloa con su tractor, junto a una horda de campesinos con su misma situaci¨®n, enfadados y desesperados. Consiguieron comprar un poco de tiempo al lograr iniciar las negociaciones con el Gobierno para un precio justo, para una protecci¨®n. Sin embargo, solo se ha encontrado soluci¨®n para la tercera parte de la producci¨®n del Estado. El resto forma abismales monta?as de grano de ma¨ªz blanco en las bodegas colapsadas, esperando un comprador que salve la econom¨ªa local del desastre.
La soluci¨®n m¨¢s r¨¢pida para que los campesinos abandonaran las calles y las sedes de Pemex que tomaron en Puerto de Topolobampo fue garantizar la compra de una porci¨®n del problema. El Gobierno se comprometi¨® a adquirir dos millones de toneladas de las seis que produce Sinaloa. Esa parte la adquirir¨¢ a los 6.965 pesos de garant¨ªa por tonelada que piden los productores, pero quedan pendientes cuatro millones de toneladas sin destino y sin un precio claro.
Baltazar Valdez Arment¨ªa, presidente de la asociaci¨®n Campesinos Unidos, explica que la estrategia del Gobierno reducir la oferta para que aumentara el precio de lo restante. Sin embargo, Segalmex, protagonista del mayor desfalco de dinero p¨²blico registrado hasta ahora en el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, no solo fracas¨® en aumentar el precio. Tambi¨¦n a?adi¨® dos problemas. Al comprometerse a comprar solo las toneladas que procedan de los productores m¨¢s peque?os ¡ªque tengan m¨¢ximo 10 hect¨¢reas¡ª gener¨® el descontento del resto de campesinos que quedaron fuera de la protecci¨®n. Adem¨¢s, las pocas bodegas que pueden almacenar grano en Sinaloa quedaron saturadas por guardar el producto adquirido por la Administraci¨®n, colapsando el almacenamiento para los dem¨¢s. En un a?o normal, el producto de las bodegas va rotando a medida que se env¨ªa a los compradores y se vuelve a rellenar con m¨¢s cosechas, pero ahora mismo no hay nadie comprando ma¨ªz.
Las colas de camiones fuera de las bodegas que no pueden dejar su producto generaron m¨¢s tensi¨®n. Los campesinos no tienen instalaciones para guardarlo del sol, que puede da?ar el producto o llegar a quemarlo. Tampoco de los incendios forestales que provoca el sofocante calor ni de la inminente lluvia que empezar¨¢ a caer con la temporada de huracanes. En las situaciones m¨¢s desesperadas, no les queda otra opci¨®n que malvenderlo.
Esta situaci¨®n es la que motiv¨® una nueva protesta campesina, pero esta vez a gran escala. Ocupar el aeropuerto de Culiac¨¢n y detener el tr¨¢fico de aviones consigui¨® escalar el conflicto que solo hab¨ªa resonado en los peri¨®dicos locales a la rueda de prensa ma?anera del presidente. ¡°Que se queden en el aeropuerto, pero no vamos a dejarnos chantajear por corruptos¡±, advirti¨® con severidad L¨®pez Obrador. Horas antes, el gobernador de Sinaloa, Rub¨¦n Rocha, les hab¨ªa sugerido a los manifestantes trasladarse a las sedes de las principales empresas compradoras de ma¨ªz blanco: ¡°Los invito a que vayamos juntos a protestar contra los verdaderos responsables de que sus cosechas se malbaraten: Gruma, Cargill y Minsa¡±.
Valdez explica que un grupo de campesinos no pueden enfrentarse solos contra esas industriales, que manejan casi en totalidad el comercio del ma¨ªz en M¨¦xico. ¡°Nosotros no tenemos nada que hacer con todo su poder¨ªo econ¨®mico, es el Gobierno el que nos tiene que ayudar a conciliar un precio justo con ellos¡±, apunta. ?l y su grupo se retiraron del aeropuerto y volvieron a casa con sus tractores. Asegura que, aunque las palabras del presidente minaron el ¨¢nimo de los productores, consiguieron una peque?a victoria: que se reconozca el problema a nivel nacional y el apoyo del Gobierno estatal para volver a dialogar. ¡°Queremos ser corresponsables de la soluci¨®n, no estamos cerrados al precio¡±, agrega sobre las negociaciones que se llevar¨¢n a cabo con la Administraci¨®n, las empresas y los campesinos. La propuesta actual es que cada parte aporte un 33% de la diferencia del precio que necesita el campo respecto al que da el mercado. Es decir, los campesinos aceptar¨¢n ganar menos y quedarse con un precio de venta de 6.400 pesos la tonelada, las empresas aceptar¨¢n pagar un poco m¨¢s y el Gobierno subvencionar¨¢ el resto. ¡°Es dif¨ªcil vivir con tan poca ganancia, pero al menos que no nos queden las deudas¡±, se resigna Valdez.
Ese temor por no llegar a pagar pr¨¦stamos es la que impacienta a campesinos como Uriarte. ?l, como la mayor¨ªa, pidi¨® un pr¨¦stamo bancario antes de la temporada de siembra. ¡°Si yo hubiera sabido esto no le hubiera entrado¡±, admite. Pidi¨® en octubre lo necesario para los fertilizantes, las semillas, el diesel de la maquinaria, los permisos para uso de agua, adem¨¢s de para rentar hect¨¢reas y conseguir que este a?o sea m¨¢s producto, con las buenas perspectivas de temporadas pasadas. El plazo para pagar esa deuda se termina en julio, cuando normalmente ya habr¨ªa vendido toda la cosecha. Ahora no sabe ni qui¨¦n va a comprarlo o siquiera cu¨¢nto van a darle por su ma¨ªz.
Omar Ahumada, asesor de la asociaci¨®n AARC de agricultores y profesor de Ingenier¨ªa de Agronegocios en la Universidad de Aut¨®noma de Occidente, explica que los cr¨¦ditos para sembrar son una de las razones del descontento en el campo. La Administraci¨®n de L¨®pez Obrador desapareci¨® la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), conocida como Financiera Rural, que era la prestamista de los agricultores. ¡°La tasa de inter¨¦s pas¨® del 3,5% al 11.25% con los cr¨¦ditos interbancarios con bancos privados para sustituir la financiera¡±, subraya Ahumada. En el caso de Uriarte, el cr¨¦dito tiene un inter¨¦s del 20%.
La falta de pol¨ªticas p¨²blicas para subsidiar al campo se a?aden a la lista de ingredientes de esta tormenta perfecta para una crisis agraria. La extinci¨®n de los fideicomisos tambi¨¦n se llev¨® el Fonden, el fondo para desastres naturales que serv¨ªa de respaldo para los campesinos en caso de perder sus cosechas por heladas, sequ¨ªas o incendios. ¡°En EE UU por ejemplo, que es competidor directo con M¨¦xico por el tratado de libre comercio, hay subsidios. Cuando Donald Trump tuvo pelea con China y perdi¨® ese comprador, dio 200.000 millones en subsidios para subsanar las p¨¦rdidas de ventas¡±, narra Ahumada.
Sin apoyo p¨²blico, el campo se qued¨® desprotegido cuando la guerra de Ucrania elev¨® por las nubes los precios en fertilizantes y cuando la inflaci¨®n arrastr¨® en la subida de precios otros insumos, como las semillas. ¡°Con el PACIC [Paquete contra la inflaci¨®n y la carest¨ªa] se quitaron los aranceles a muchos pa¨ªses como Argentina, Brasil o Sud¨¢frica. A principio de este a?o puso un 50% de arancel a la exportaci¨®n del ma¨ªz blanco. Todo pensado para bajar el precio al consumidor a costa del productor. Ahora los precios han bajado y tenemos la competencia del mundo entero¡±, concluye el profesor.
La compra del Gobierno de 521.000 toneladas de ma¨ªz blanco a Sud¨¢frica para bajar el precio de la tortilla fue una gota m¨¢s de hartazgo del vaso que se ha derramado en el campo. Y finalmente sin resultados, pues no impidi¨® que subiera el precio de la tortilla. Ahumada recuerda que en Sud¨¢frica se cultiva ma¨ªz transg¨¦nico, prohibido para el consumo humano en M¨¦xico. Esa pol¨ªtica contra los transg¨¦nicos tambi¨¦n pone en posici¨®n de desventaja al productor mexicano contra el mercado internacional, ya que sale m¨¢s caro cultivar sin glifosato y no tiene tanto rendimiento como las semillas modificadas.
El tipo de cambio actual del d¨®lar al peso termin¨® de rematar al agonizante campo. Mientras M¨¦xico celebra positivamente el llamado ¡®superpeso¡¯ a poco m¨¢s de 17 d¨®lares por unidad, los campesinos que tienen su producto en un r¨¦gimen de d¨®lar reciben menos pesos por su mismo producto. Exportar es una opci¨®n muy poco atractiva.
A la vor¨¢gine del campo, Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa y profesora e investigadora de la Universidad Aut¨®noma de Sinaloa, le a?ade otro factor de contexto. En M¨¦xico se produce m¨¢s ma¨ªz blanco del que se consume, y el volumen de ma¨ªz cosechado aumenta cada a?o porque es muy rentable. En 2022, se cultivaron 23,5 millones de toneladas de este grano, pero solo la mitad se usaron en consumo humano, seg¨²n el Servicio de Informaci¨®n Agroalimentaria y Pesquera. El resto, al no tener demanda nacional y tener un arancel del 50% para las exportaciones, solo queda para el mercado agropecuario. El ma¨ªz blanco de excelente calidad sobrante que sirve para las maravillas gastron¨®micas mexicanas como las tortillas, los tamales y los pozoles se da de comer al ganado. El cambio de destino de humanos a animales supone abaratar el producto al precio del ma¨ªz amarillo, a 5.200 pesos por tonelada.
El futuro para la pr¨®xima siembra se ve incierto para Marte Nicol¨¢s Vega Rom¨¢n, presidente de la asociaci¨®n CAADES. Advierte que de no encontrar una soluci¨®n ahora, en el pr¨®ximo ciclo de cosecha no habr¨¢ dinero para sembrar, ni bancos que quieran prestar dinero para intentarlo. ¡°Si dejamos de producir nosotros, si nos vamos a la quiebra, ?qu¨¦ va a comer el mexicano? No existe en el mundo un ma¨ªz como el nuestro que no sea transg¨¦nico¡±, sentencia.
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