Israel Vallarta: ¡°Me mantengo en pie para sacar a flote la verdad, no mi verdad, la verdad¡±
V¨ªctima de uno de los grandes montajes de la polic¨ªa mexicana. Acusado de seis secuestros y organizaci¨®n criminal. Despu¨¦s de 18 a?os y nueve meses en la c¨¢rcel sin sentencia, EL PA?S entrevista a Vallarta en la fase final de su proceso judicial, para el que sigue esperando una sentencia absolutoria
¡ªBuenas tardes, hablo del Cefereso n¨²mero 1. Recibe la llamada de Israel Vallarta Cisneros.
Es el 3 de septiembre de 2024. Mar¨ªa Guadalupe Vicencio S¨¢nchez pone los tel¨¦fonos a grabar encima de una mesa de pl¨¢stico, en medio de un comedor abarrotado, de la colonia Portales, en Ciudad de M¨¦xico. La esposa de Israel Vallarta suspira aliviada, son las 21.37 horas, explica, y ¨¦l solo puede llamar hasta las 10 de la noche y solo puede hacerlo un d¨ªa a la semana y solo puede durar 10 minutos. Hoy no va a hablar ella, pero igual empieza a grabar, as¨ª despu¨¦s puede reproducir su voz, traerlo de vuelta.
Israel Vallarta Cisneros lleva 18 a?os y nueve meses en la c¨¢rcel. Todav¨ªa no ha recibido una sentencia. Acaba de conseguir que se cierre la fase de instrucci¨®n del juicio, gracias a un amparo interpuesto por el Instituto Federal de la Defensor¨ªa P¨²blica, quien lo representa. Solo eso le ha costado a?os. Est¨¢ acusado de seis secuestros, de organizaci¨®n criminal, de portaci¨®n de armas de uso exclusivo del Ej¨¦rcito y de portarlas sin lincencia. Lo imputa la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, quien nunca se ha desistido de las acusaciones formuladas por la antigua Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR).
Israel Vallarta fue, junto a la francesa Florence Cassez, el protagonista de uno de los mayores montajes de la historia de la polic¨ªa mexicana. Fueron las v¨ªctimas de la recreaci¨®n orquestada por el entonces secretario de Seguridad Genaro Garc¨ªa Luna y su jefe de polic¨ªa, Luis C¨¢rdenas Palomino. Hay decenas de reportajes sobre lo ocurrido en el caso Cassez-Vallarta, libros, documentales y sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n (SCJN) han desenredado las artima?as que utiliz¨® el Estado mexicano para cubrir una mentira con otra, una tortura con otra, un falso testimonio con otro, una prueba fabricada con otra, hasta construir un castillo de naipes que, 18 a?os y nueve meses despu¨¦s, va a ser visto para sentencia. En esta recta final, EL PA?S entrevista en dos ocasiones de forma telef¨®nica a Vallarta, quien contesta desde el penal de m¨¢xima seguridad de El Altiplano.
Pregunta. ?C¨®mo se siente ante un final que est¨¢ cada vez m¨¢s cerca?
Respuesta. Estoy desesperado, pero no estoy desesperanzado. Yo espero que este juez se apliegue a derecho. Si es as¨ª, mi libertad est¨¢ garantizada. No dejo de confiar en el Poder Judicial, a pesar de que es important¨ªsima esta reforma. Pero no es eso de lo que quiero hablar en este momento, sin embargo, s¨ª viene en cuesti¨®n con lo que te digo porque han pasado 18 a?os y nueve meses y todav¨ªa estoy esperando. Ya el cierre est¨¢, falta que se escojan agravios y a ver cu¨¢nto tiempo me da el juez para darme la sentencia absolutoria. O la que ¨¦l considere.
P. ?Qu¨¦ recuerdos tiene ahora de aquellos primeros momentos, de la detenci¨®n, de c¨®mo empez¨® todo?
R. Son recuerdos v¨ªvidos, frescos. No se me olvida desde el momento mismo que me detienen la camioneta para informarme de que est¨¢n haciendo un operativo de despistolizaci¨®n, de armas, una revisi¨®n en curso. No opongo resistencia, que lo hagan, yo no ten¨ªa nada que deber. No encuentran absolutamente nada, a Florence tambi¨¦n la checan. Despu¨¦s me piden mi identificaci¨®n y confirman que soy yo. A partir de ah¨ª son golpes y golpes, vejaciones y vejaciones, y pues toda la vor¨¢gine de abusos por parte de las autoridades mexicanas de ese entonces y que continuamente se siguieron dando. Son recuerdos tan fuertes que no son f¨¢ciles de superar a¨²n al tiempo.
Israel Vallarta Cisneros fue detenido el 8 de diciembre de 2005 alrededor de las 11 de la ma?ana junto a Florence Cassez. Fueron arrestados cuando conduc¨ªan hacia Ciudad de M¨¦xico por una carretera federal. Ella fue retenida durante casi un d¨ªa dentro del veh¨ªculo. ?l fue llevado a una especie de s¨®tano donde fue brutalmente torturado por polic¨ªas de la Agencia Federal de Investigaci¨®n (AFI). Fue quemado; asfixiado, con bolsas de pl¨¢stico, con trapos y con agua; destrozado a golpes, con los pu?os, con palos de escobas, con las botas policiales.
En la madrugada del 9 de diciembre fueron devueltos al rancho de Las Chinitas para el show televisivo. Ambos fueron obligados a aparecer frente a las c¨¢maras de Televisa y TV Azteca, que transmitieron a las 06.47 de la ma?ana lo que llamaron el arresto ¡°en vivo¡± de una peligrosa banda de secuestradores y el rescate de tres de sus rehenes. Despu¨¦s de preparar el decorado ¡ªlas armas, las credenciales, los muebles¡ª, empez¨® la acci¨®n. Los espectadores mexicanos pudieron ver a Florence Cassez enojada y gritando su inocencia, y a Israel Vallarta, sometido y agredido en directo. Durante m¨¢s de 24 horas, no fueron presentados a la autoridad judicial, solo eso hubiera servido para liberarlos. En cambio, en ese escenario, con el rostro inflado a golpes, la mirada baja y un jersey verde, se congel¨® para siempre a Israel Vallarta. Clic.
¡°Esa imagen... lo he dicho yo siempre y ante todas las autoridades, Israel est¨¢ secuestrado desde el 2005, desde ese 8 de diciembre de 2005. Su imagen se qued¨® congelada. Si todo mundo ahorita ve a Israel no es Israel, a Israel le quitaron su identidad, su vida y lo dejaron congelado¡±, dice Mary Vicencio, mientras rebusca entre los papeles del caso, m¨¢s de 20.000 hojas, 45 tomos de carpeta de investigaci¨®n.
El Estado contra la familia Vallarta
P. Israel, s¨¦ que tiene que ser muy r¨¢pido, pero, ?qu¨¦ momentos clave guarda desde entonces?
R. Caray, son muchos.
Y enumera. ¡°Ese golpe a mi psique, a mi moral, a mi pensamiento cuando me entero por televisi¨®n de que detienen a mi hermano Ren¨¦ en el taller, y lo acusan de los mismos secuestros que me acusan a m¨ª¡±.
El 7 de mayo de 2009, en medio de un conflicto diplom¨¢tico entre Felipe Calder¨®n y Nicolas Sarkozy por la liberaci¨®n de Florence Cassez y con el objetivo de probar la existencia de un grupo de secuestradores liderado por la francesa, son detenidos Ren¨¦ Vallarta, hermano de Israel, junto a Alejandro y Juan Carlos Cortez Vallarta, sus sobrinos. Se los llevan del taller mec¨¢nico del primero, donde estaban celebrando una reuni¨®n familiar. Los tres son ferozmente torturados en la delegaci¨®n de la PGR en Chalco. Los agentes buscan que reconozcan que todos forman parte de la llamada banda del Zod¨ªaco.
Para justificar los arrestos, la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica difunde entonces una declaraci¨®n en video de un comerciante llamado David Orozco, quien entre titubeos y errores incrimina a los Vallarta. Orozco, quien declarara despu¨¦s ante un juez haber sido secuestrado por los polic¨ªas y torturado para grabar esas im¨¢genes, morir¨¢ en prisi¨®n en 2015. ¡°Me parece dif¨ªcil hablar un momento m¨¢s aciago en esta historia plagada de enga?os y abusos de autoridades: el instante en que, impuesta la raz¨®n de Estado, a un montaje se le suma otro y, para satisfacer al presidente, el Gobierno mexicano utiliza todo su poder contra una sola familia¡±, escribe Jorge Volpi en su investigaci¨®n Una novela criminal.
Sigue por tel¨¦fono Israel Vallarta: ¡°Cuando abusan de mi familia, de mis padres, c¨®mo los humillan cuando van a defender a mis hermanos¡±. Tres a?os despu¨¦s de Ren¨¦ es detenido Mario Vallarta, quien fue torturado por C¨¢rdenas Palomino. Tambi¨¦n se llevaron en 2012, al hermano de Alejandro y Juan Carlos, a Sergio Cortez Vallarta.
¡°Otra m¨¢s podr¨ªa ser cuando fallece mi madre en 2011, fue un golpe bastante fuerte en mi vida; luego mi padre; luego mi hermano mayor, que era como mi padre, porque despu¨¦s de mi padre fue quien siempre estuvo al pendiente de mi persona: me daba muchos consejos, platicaba mucho con ¨¦l... Pues no pude despedirme de ninguno de ellos. No cerr¨¦ mi ciclo y hasta hoy me sigue doliendo¡±.
La liberaci¨®n de Florence
¡°Pero por otra tambi¨¦n ha habido cosas buenas¡±, dice por el altavoz, y enumera. ¡°Cuando se dio la noticia de que Florence se iba, est¨¢bamos todos expectantes, mis compa?eros y yo, ese 23 de enero de 2013, de ver la resoluci¨®n de la Suprema Corte de Justicia, yo ya lo esperaba, por supuesto, la libertad de Florence. Tanto es as¨ª que le di una carta con semanas de anticipaci¨®n donde aclaramos ciertas cosas. Yo le deseaba lo mejor del mundo, que hasta la fecha lo hago, cada quien su camino. Eso fue un buen momento porque cr¨¦eme que mi carga se me alivian¨® un poquito, se me aliger¨® un poco el peso¡±.
Ese d¨ªa, la SCJN revoc¨® la condena a Cassez, invalid¨® la sentencia a 60 a?os que le hab¨ªan dado por las violaciones cometidas en su proceso: la polic¨ªa no ten¨ªa orden de arresto, no llev¨® a los detenidos ante el ministerio p¨²blico, no se respet¨® la presunci¨®n de inocencia y todo form¨® parte de una ¡°escenificaci¨®n ajena a la realidad¡±. El entonces ministro Arturo Zald¨ªvar acu?¨® el t¨¦rmino del ¡°efecto corruptor¡± que tuvo el montaje televisivo, que ocup¨® todo e impidi¨® que Cassez accediera un juicio justo. La ministra Olga S¨¢nchez Cordero enumer¨® las inconsistencias entre las declaraciones de las tres v¨ªctimas que salieron aquella madrugada de Las Chinitas (Cristina R¨ªos, su hijo Christian Ram¨ªrez R¨ªos y Ezequiel Elizalde) con los partes polic¨ªacos sobre la detenci¨®n. Despu¨¦s de m¨¢s de siete a?os, Cassez sali¨® libre.
Dice otras cosas buenas: ¡°Cuando me entero de la liberaci¨®n de mi hermano Ren¨¦, de mis sobrinos, c¨®mo se van dando las cosas a favor¡±. En 2016 un juez absuelve a Alejandro y Juan Carlos, y despu¨¦s a Ren¨¦, porque se violaron sus garant¨ªas y porque no hab¨ªa pruebas concluyentes de su participaci¨®n en ning¨²n secuestro. Mientras, Mario Vallarta y Sergio Cortez Vallarta siguen con Israel en prisi¨®n. Hace poco que han conseguido que, al menos, los coloquen a los tres en el mismo pasillo. ¡°Es una vor¨¢gine de recuerdos, una cascada de sentimientos y de pensamientos¡±.
La verdad
Es 11 de septiembre de 2024. Se cierra el plazo de la defensa para presentar las conclusiones. Llega la llamada y los tel¨¦fonos graban. Contesta Mary con voz apurada al personal del Cefereso, nombre y parentesco: ¡°Mar¨ªa Guadalupe Vicencio S¨¢nchez, esposa¡±. Jarocha. Activista. Costurera y artista. Se hicieron novios cuando ¨¦l se lo pidi¨® dentro del penal con un anillo de papel; se casaron un par de a?os despu¨¦s, en 2017. Desde entonces, ha hecho plantones frente a Palacio Nacional, huelgas de m¨¢s de 100 d¨ªas, ha exigido pruebas de vida, ha ido semanalmente a Almoloya de Ju¨¢rez, a Guadalajara, a Michoac¨¢n, donde ¨¦l estuviera, ha hablado con medios nacionales e internacionales, con Rosa Icela Rodr¨ªguez, ha recibido cientos de cartas de amor. ¡°?Alejaste mis miedos, mis complejos, mis fantasmas! ?Retiraste esa coraza que jam¨¢s cre¨ª quitarme!¡±, escribe ¨¦l. ¡°Para m¨ª fue una historia tipo Romeo y Julieta¡±, dice ella.
P. ?C¨®mo est¨¢, Israel?
R. Pues aqu¨ª sufriendo las inclemencias del tiempo y el fr¨ªo. Y con sentimientos encontrados, se acaba el sexenio, la persona que tuvimos en la presidencia fue demagogo, pero no dejamos de creer en que pronto se logre el objetivo que se ha buscado desde el primer d¨ªa que empezamos en esta ruta, no hay que desfallecer. No es f¨¢cil. Nos han tenido tantos a?os amordazados, no nos han permitido expresar nuestros pensamientos, nuestros puntos de vista sobre las injusticias. Pero bueno, pues seguimos para delante en la lucha porque si no, ?c¨®mo enfrentamos esto?
P. ?Qu¨¦ le ayuda ahora a mantenerse fuerte, en pie?
R. Sacar a flote la verdad, no mi verdad, la verdad. Esa que nos han negado por tantos a?os y que en alg¨²n momento como avalancha tambi¨¦n se llev¨® a mis hermanos, a mis sobrinos, a mi familia. Es una p¨¦rdida general. Pero, mira, estamos vivos, creo yo que tengo lucidez a¨²n. Porque esto ha estado de locos, no tienes idea, un d¨ªa o una semana en este lugar. Este tipo de prisiones m¨¢s que corporales, son psicol¨®gicas, simplemente date cuenta tenemos 10 minutos de llamada por semana, entonces imag¨ªnate te viene un c¨²mulo de pensamientos que quiere brotar, salir para comunicarse, pero tenemos que escoger las palabras para poder hacernos entendernos.
Cuenta Israel que pasa la mayor parte del tiempo en su estancia, que una hora y media al d¨ªa sale al patio, coronado por vallas de tres metros, donde puede jugar voleibol o f¨²tbol, o simplemente caminar. Que tiene unos 20 minutos para cada comida. Que no hay mucha cosa para leer all¨¢ adentro y que lleva a?os pidiendo que le permitan terminar la preparatoria para acceder a la universidad, y as¨ª podr¨ªa estudiar Derecho por videoconferencia, pero que a ¨¦l le gustar¨ªa m¨¢s algo relacionado con la mec¨¢nica o la construcci¨®n. Cuenta que le cambian el uniforme una vez a la semana y la cobija cada 15 d¨ªas. Que recibe una visita a la semana. ¡°Todo el tiempo te est¨¢n observando, hay c¨¢maras por todos lados¡±.
Ansiedad, artrosis, insomnio, migra?a
Israel Vallarta Cisneros es un hombre de 53 a?os. Sufre de artrosis en las rodillas, sordera, problemas de tensi¨®n arterial, migra?a cr¨®nica, una lesi¨®n vertebral, trastorno ansioso mixto de personalidad, insomnio cuatro veces por semana, cuadros frecuentes de bronquitis y gastroenteritis, insuficiencia venosa que se refleja en ¡°unas venas tortuosas, retorcidas que se pueden apreciar a simple vista¡±, dice el ¨²ltimo informe m¨¦dico, de un perito de la Defensor¨ªa P¨²blica. Nada de eso le ocurr¨ªa antes del 8 de diciembre de 2005, y mucho es una consecuencia directa. Fueron las palizas durante su detenci¨®n las que le mermaron la capacidad auditiva; fue la tortura continuada la que le lesion¨® la columna y el nervio ci¨¢tico; fue el brutal mordisco de un perro polic¨ªa, en una supuesta revisi¨®n dentro de la c¨¢rcel, infectado y sin curar, el que le ha dejado la cicatriz en el muslo izquierdo; fue el ataque con un picahielos, de nuevo dentro de la prisi¨®n, el que le dej¨® ese agujero mal cosido en el brazo; fueron los golpes de Luis C¨¢rdenas Palomino los que dejaron las marcas en la barbilla.
El perito de la Defensor¨ªa establece en su estudio que la salud del acusado se ha deteriorado de forma importante en prisi¨®n, porque tampoco recibe seguimientos ni los tratamientos que necesita.
Algunas cosas que Israel Vallarta ha solicitado mediante peticiones administrativas, desde 2023: un banco para sentarse a escribir; que se proporcione agua caliente en las regaderas; ingresar unos lentes porque se le hab¨ªan roto los anteriores; que le hicieran una nueva valoraci¨®n de la vista; que le entregaran los lentes; que le ingresaran una tobillera, unas medias de compresi¨®n y una faja lumbar.
En unos pocos p¨¢rrafos, la valoraci¨®n m¨¦dica recoge lo que Israel Vallarta cree que ha perdido en estos 18 a?os y nueve meses en la c¨¢rcel: antes ten¨ªa una familia muy unida, ahora est¨¢n muertos sus padres y su hermano, y ¨¦l no pudo despedirlos, tampoco ir al sepelio; antes trabajaba remodelando casas, comprando y vendiendo carros, ahora no ha sido autorizado para asistir ni siquiera a un taller dentro del penal; antes ten¨ªa amigos con los que organizar reuniones, ahora solo compa?eros de prisi¨®n; antes viv¨ªa de sus propios ingresos, ahora depende de su familia para comprar unas galletas, papel higi¨¦nico, algo para limpiar su celda.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa hacer, Israel, si hay una sentencia absolutoria?
R. Primero, respirar el aire fresco de all¨¢ fuera, que es diferente del que hay aqu¨ª. No pienso, f¨ªjate, no visualizo todav¨ªa, no traigo el d¨ªa hoy a mi presente hasta que me toque vivirlo, porque ya han pasado otras ocasiones en que ha habido falsos positivos y duelen, entonces ahorita no pienso en otra cosa m¨¢s que en salir. S¨ª con mi esposa he platicado de¡
Se han terminado los 10 minutos. El Cefereso n¨²mero 1 de M¨¦xico cuelga la llamada. Dentro Israel Vallarta Cisnero sigue contando los d¨ªas.
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