Reformas constitucionales: dos proyectos de naci¨®n
La revelaci¨®n del paquete de iniciativas fue un tejemaneje pol¨ªtico categ¨®rico y perfilador que termin¨® por delinear las dos propuestas de pa¨ªs que los votantes encontrar¨¢n en la boleta
Hace unos meses, en un par de conferencias matutinas en abril del a?o pasado, el presidente comparti¨® un consejo con la oposici¨®n. Destacando la importancia de antagonistas s¨®lidos para la vida democr¨¢tica, les revel¨® un secreto. Explic¨® que la gente vota por tres aspectos fundamentales: la organizaci¨®n pol¨ªtica ¡ªya sea un partido, una coalici¨®n o una alianza¡ª, el candidato y el programa. Un tri¨¢ngulo is¨®sceles con el programa como base de la pir¨¢mide.
El consejo presidencial fue ignorado. La oposici¨®n desafi¨® la sugerencia matinal y se entreg¨® a la improvisaci¨®n. Los tres partidos ¡ªPRI, PAN y PRD¡ª centraron su atenci¨®n ¨²nicamente en un elemento: la candidata. El ¨¦xtasis generado por su aparici¨®n eclips¨® los otros dos componentes. Los partidos pol¨ªticos que la respaldan son los ¨²nicos con balances negativos de opini¨®n y, para colmo ¡ªo como consecuencia directa del mosaico heterog¨¦neo que representan¡ª carecen de agenda definida. Sabr¨¢ dios qu¨¦ planes tienen para dirigir al pa¨ªs si logran colocar a su candidata ¡ªde nueva cuenta¡ª en Los Pinos. Un enigma.
El lunes pasado la neblina se disip¨®. La revelaci¨®n del paquete de reformas constitucionales por parte del Ejecutivo federal lleg¨® al rescate. Un tejemaneje pol¨ªtico categ¨®rico y perfilador que ¡ªcon intenci¨®n o sin ella¡ª termin¨® por delinear los dos proyectos de naci¨®n que los votantes encontrar¨¢n en la boleta el dos de junio.
Por un lado, encontraremos la alianza que aboga por un Estado robusto y se empe?a en la ampliaci¨®n de derechos. Un futuro al cual aspirar. Por el otro, se perfila el acuerdo de regresar a un pa¨ªs pret¨¦rito, evocando la melancol¨ªa de un pasado que se a?ora. Dos caras de la misma moneda, interpretadas de manera opuesta seg¨²n la perspectiva de cada bando.
No hay espacio para la intersecci¨®n ni para los t¨¦rminos medios. Las iniciativas de reforma constitucional presentadas por L¨®pez Obrador al Congreso han sido descritas como autoritarias, transformadoras, antidemocr¨¢ticas, portentosas, restauradoras y tramposas. Todo al mismo tiempo. En donde algunos encuentran deleite, otros observan tormento. En la Torre de Babel de la pol¨ªtica mexicana, todos parecen luchar contra el cielo.
El lunes cinco de febrero, L¨®pez Obrador ¡ªcon su intacto despliegue de entusiasmo¡ª anunci¨® las iniciativas de reforma constitucional que perfilan su visi¨®n de Estado. Dentro de ellas, es posible distinguir entre aquellas que podr¨ªamos considerar negociables y otras que resultan m¨¢s controvertidas. Las reformas susceptibles de transacci¨®n ser¨¢n objeto de discusi¨®n, no por afecto de la oposici¨®n al presidente, sino a su comprensi¨®n de la coyuntura electoral.
Las propuestas aceptables incluyen medidas que ampl¨ªan derechos y abordan aspectos econ¨®micos, como programas sociales y mejoras en el sistema de pensiones para quienes se jubilaron despu¨¦s de 1997. Tambi¨¦n buscan establecer aumentos del salario m¨ªnimo por encima de la inflaci¨®n y promover la construcci¨®n de viviendas sociales comprendiendo el derecho al arrendamiento. Esta ¨²ltima, una obligaci¨®n descuidada por el Estado mexicano durante d¨¦cadas. Adem¨¢s, buscan proteger el ma¨ªz, el agua y los trenes de pasajeros, as¨ª como reconocer a los pueblos y comunidades ind¨ªgenas y afrodescendientes. Asimismo, incluyen la prohibici¨®n de la miner¨ªa a cielo abierto y del fracking.
La segunda camada de reformas, las m¨¢s pol¨¦micas, se enfoca en aspectos estructurales y buscan redise?ar ¡ªo prender fuego dir¨¢n algunos¡ª ciertos fundamentos del sistema pol¨ªtico tal y como lo conocemos. En primer lugar, est¨¢ la reforma judicial que ¡ªlejos de ser siquiera una aspirina para el disfuncional sistema de Justicia¡ª propone la elecci¨®n popular indirecta de ministros de la Corte, reduciendo su n¨²mero de 11 a 9, as¨ª como de otros jueces y magistrados. Esta iniciativa tambi¨¦n incluye la creaci¨®n del flamante Tribunal de Disciplina Judicial, como resultado de la apremiante remodelaci¨®n del Consejo de la Judicatura Federal. Se anticipa que esta propuesta genere un rechazo considerable, no tanto por ser desafortunada, sino porque contempla el reemplazo de todos los cargos judiciales para el 2025.
En segundo lugar, est¨¢ la reforma electoral que contempla innegociables, como la eliminaci¨®n de plurinominales. Tambi¨¦n se plantea la reducci¨®n de consejeros electorales y funcionarios locales, la supresi¨®n de tribunales electorales locales y la sustituci¨®n del INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas. Por otro lado, se refinan mecanismos de democracia participativa y se reduce el financiamiento de partidos pol¨ªticos, entre otros.
En tercer lugar, se contempla la adscripci¨®n de la Guardia Nacional a la SEDENA. En cuarto y ¨²ltimo lugar, se plantea devolver las atribuciones de algunos ¨®rganos aut¨®nomos, reguladores y descentralizados ¡ªaquellos que alguna vez brillaron como oro y ahora parecen opacos¡ª a las dependencias que anteriormente las cumpl¨ªan. Adem¨¢s, se sugiere prohibir la creaci¨®n de este tipo de ¨®rganos de manera injustificada. En el caso del CONEVAL, se garantiza la autonom¨ªa de sus funciones al transferirlas a un ¨®rgano aut¨®nomo como el INEGI.
Ambas camarillas de reformas ¡ª tanto las transitables como las que son m¨¢s complicadas¡ª, adem¨¢s de continuar con el ejercicio de modelaci¨®n estatal por parte del presidente, servir¨¢n de contraste. Permitir¨¢n perfilar con absoluta claridad los proyectos de naci¨®n, distintos y contrapuestos, que ofrece un bando y el otro: el oficialismo y la oposici¨®n. Un sencillo ejercicio de contradicci¨®n a los ojos del votante.
La estrategia presidencial es astuta y arriesgada. Astuta, porque nadie podr¨¢ hacerse el desentendido: el paquete entregado al Congreso es se?al y se?uelo. Arriesgada, porque la maquinaria opositora ¡ªechando mano de las emociones que desaf¨ªan las leyes de la perspectiva¡ª ya ha activado las gastadas alarmas del peligro democr¨¢tico. A 16 semanas para la elecci¨®n, L¨®pez Obrador ya puso la m¨²sica. Toca el turno de saber a qu¨¦ ritmo bailar¨¢ la oposici¨®n.
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