Resolver el dilema de Ir¨¢n
Para evitar el riesgo de un enfrentamiento nuclear en Oriente Pr¨®ximo, Estados Unidos deber¨ªa promover un acuerdo que incluya el control de las armas de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y el levantamiento de sanciones
La campa?a de ¡°m¨¢xima presi¨®n¡± del expresidente norteamericano Donald Trump contra Ir¨¢n claramente no ha logrado mejorar la seguridad regional o global. Su sucesor, Joe Biden, no debe cometer el mismo error. La pieza central de la pol¨ªtica de Trump hacia Ir¨¢n fue su retirada unilateral de Estados Unidos del Plan de Acci¨®n Integral Conjunto (PAIC) de 2015 ¡ªconocido como el acuerdo nuclear iran¨ª¡ª en 2018. Esta medida, promovida de manera directa y agresiva por el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, permiti¨® que Estados Unidos volviera a imponer sanciones severas a Ir¨¢n.
En aquel momento, Ir¨¢n cumpl¨ªa plenamente con las condiciones del PAIC, cosa que sigui¨® haciendo durante un a?o completo despu¨¦s de que la decisi¨®n de Trump entrara en vigor, para darle a Europa la posibilidad de respetar su promesa de eludir las sanciones de Estados Unidos. Pero Europa no cumpli¨®, de manera que Ir¨¢n comenz¨® a romper las reglas.
Ahora, como observ¨® recientemente un jefe adjunto saliente del Mossad, la situaci¨®n es peor de lo que era cuando se firm¨® el PAIC. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, cree que Ir¨¢n est¨¢ s¨®lo a meses de poder producir suficiente material para construir un arma nuclear. Si el pa¨ªs sigue superando los l¨ªmites impuestos por el PAIC, podr¨ªa llegar a esa instancia en ¡°cuesti¨®n de semanas¡±.
Sin embargo, lejos de aprender la lecci¨®n, Israel ¡ªjunto con Arabia Saud¨ª y los Emiratos ?rabes Unidos¡ª quiere que Biden mantenga la pol¨ªtica fallida de Trump. En enero, el jefe militar de Israel, el teniente general Aviv Kochavi, advirti¨® a la Administraci¨®n de Biden en contra de volver a sumarse al PAIC, incluso si se endurecieran sus t¨¦rminos. Tambi¨¦n anunci¨® que las fuerzas israel¨ªes est¨¢n redoblando los preparativos para una posible acci¨®n ofensiva contra Ir¨¢n este a?o.
Para los vecinos de Ir¨¢n, una relajaci¨®n de las tensiones entre Estados Unidos e Ir¨¢n que no tenga en cuenta el programa de misiles bal¨ªsticos de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y su apoyo a organizaciones en todo Oriente Pr¨®ximo es un escenario aterrador. Temen que una vez que se relajen las tensiones con Ir¨¢n, Estados Unidos probablemente deje de prestarle atenci¨®n a Oriente Pr¨®ximo. La pr¨®xima Revisi¨®n de la Postura Global, que hoy est¨¢ siendo preparada por el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, probablemente reafirme esta perspectiva.
En este contexto, ser¨ªa imprudente poner en pr¨¢ctica la sugerencia del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, de que Arabia Saud¨ª y otros actores regionales se involucren en cualquier negociaci¨®n nueva sobre el PAIC. Por supuesto, Arabia Saud¨ª ¡ªque, junto con Emiratos ?rabes Unidos, ha exigido la participaci¨®n de los Estados del Golfo¡ª ha recibido positivamente la petici¨®n de Macron. Pero, como reconoce Ir¨¢n, ¨¦ste es un camino seguro al fracaso diplom¨¢tico y la perpetuaci¨®n del conflicto.
Si estos pa¨ªses no act¨²an como saboteadores, existe una oportunidad de ¨¦xito. Sin duda, la pol¨ªtica dom¨¦stica limitar¨¢ la capacidad de Ir¨¢n de aceptar cambios en el acuerdo original. A?os de sanciones devastadoras ¡ªjunto con el asesinato por parte de Estados Unidos del general Qasem Soleimani, el comandante militar m¨¢s poderoso de Ir¨¢n, en enero de 2020 y las operaciones encubiertas de Israel dentro del pa¨ªs¡ª han impulsado a los halcones de Ir¨¢n, a quienes les fue muy bien en la elecci¨®n parlamentaria del a?o pasado.
De hecho, d¨ªas despu¨¦s del ataque a Soleimani, Ir¨¢n lanz¨® misiles contra fuerzas estadounidenses en Irak, hiriendo a m¨¢s de 100 soldados. Ataques similares con misiles se han lanzado este mes, despu¨¦s de ataques norteamericanos contra las milicias respaldadas por Ir¨¢n en la frontera entre Siria e Irak. Esto, junto con los ataques persistentes contra Arabia Saud¨ª por parte de los rebeldes huthis apoyados por Ir¨¢n en Yemen, sugiere que Ir¨¢n no tiene ninguna intenci¨®n de permitir que la confrontaci¨®n por el PAIC obstaculice sus juegos regionales de poder.
Todas las grandes revoluciones aspiran a garantizar su legado a trav¨¦s de la expansi¨®n. Para Ir¨¢n, el imperativo es proteger la credibilidad de la Rep¨²blica Isl¨¢mica no s¨®lo entre sus ciudadanos, sino tambi¨¦n entre las organizaciones que respalda y que canalizan su influencia en Irak, L¨ªbano, Siria y Yemen. Por esto, tantas voces poderosas en Ir¨¢n se opondr¨¢n a regresar inclusive al acuerdo de 2015: las capacidades nucleares son la garant¨ªa del r¨¦gimen. Estados Unidos no entabla guerras contra potencias nucleares.
Sin embargo, Ir¨¢n no ha cerrado la puerta al PAIC. Por el contrario, recientemente se?al¨® su voluntad persistente de acordar, accediendo a mantener durante tres meses las grabaciones de los equipos de monitoreo instalados en sitios nucleares por la Agencia Internacional de Energ¨ªa At¨®mica. Si Estados Unidos revoca las sanciones dentro de ese plazo, las grabaciones ser¨¢n entregadas. (Ir¨¢n anteriormente hab¨ªa decidido que, a menos que se levantaran las sanciones norteamericanas el 21 de febrero, se prohibir¨ªan los controles intrusivos de sus instalaciones nucleares).
La Administraci¨®n de Biden deber¨ªa usar esta ventana de oportunidad para asegurar un acuerdo directo: Estados Unidos levanta las sanciones a cambio de que Ir¨¢n cumpla con las restricciones del PAIC a sus actividades nucleares. Esto impulsar¨ªa significativamente la postura moderada del presidente Hasan Rohan¨ª frente a su contendiente de l¨ªnea dura, Hosein Dehghan, en la elecci¨®n presidencial de junio.
Pero esto no bastar¨ªa para mitigar el riesgo de una conflagraci¨®n a escala regional. Para ello, Estados Unidos tendr¨ªa que negociar un acuerdo de ¡°dos fases¡± que se ocupe del programa de misiles bal¨ªsticos de Ir¨¢n y el respaldo de actores no estatales en todo Oriente Pr¨®ximo, adem¨¢s de la ¡°cl¨¢usula de suspensi¨®n¡± del PAIC, que levantar¨ªa las restricciones al programa de enriquecimiento nuclear de Ir¨¢n despu¨¦s de 2025.
Dadas sus gigantescas inversiones en Oriente Pr¨®ximo ¡ªy su dependencia energ¨¦tica de esta regi¨®n¡ª, China podr¨ªa ser un aliado ¨²til en este esfuerzo. De hecho, ya ha propuesto establecer un foro en el cual los pa¨ªses del golfo P¨¦rsico puedan abordar cuestiones de seguridad regional, entre ellas el cumplimiento del PAIC.
Hay motivos para pensar que Arabia Saud¨ª y Emiratos ?rabes Unidos ¡ªque, a pesar de sus grandes presupuestos militares, no pueden permitirse una guerra total con Ir¨¢n¡ª estar¨ªan dispuestos a alcanzar alg¨²n tipo de acuerdo regional negociado en el marco de un foro de estas caracter¨ªsticas. Mientras los dos pa¨ªses ponen la mira en el poder nuclear, un plan de no proliferaci¨®n tambi¨¦n puede ser una posibilidad.
Israel, sin embargo, quedar¨ªa excluido de este foro. En cualquier caso, es sumamente improbable entablar negociaciones con Ir¨¢n. La responsabilidad de ponerle un freno, por ende, recae en Estados Unidos. Con ese objetivo, Biden deber¨ªa abordar las cuestiones de seguridad de Israel y expandir el proceso multilateral para ocuparse de los intereses estrat¨¦gicos centrales de Israel en Siria y L¨ªbano.
Nada de esto ser¨¢ f¨¢cil. Pero un acuerdo de dos fases es la mejor apuesta para Estados Unidos, la regi¨®n y el mundo.
Shlomo Ben-Ami fue ministro de Relaciones Exteriores israel¨ª y es vicepresidente del Centro Internacional Toledo para la Paz. Autor de Scars of War, Wounds of Peace: The Israeli-Arab Tragedy.
? Project Syndicate, 2021.
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