El muro entre informaci¨®n y opini¨®n se erosiona
El peri¨®dico incumple a menudo esa garant¨ªa para los lectores de separar hechos y juicios de valor
La n¨ªtida separaci¨®n entre informaci¨®n y opini¨®n no es solo una exigencia ¨¦tica clave en periodismo, sino tambi¨¦n una garant¨ªa para el lector, que solo as¨ª puede distinguir entre hechos contrastados y apreciaciones subjetivas. Sin embargo, la constante difusi¨®n de textos informativos trufados con opiniones personales se ha convertido en una de las m¨¢s graves lacras del sector. El Libro de estilo de EL PA?S recoge m¨²ltiples referencias a ese principio, pero su sistem¨¢tico incumplimiento se traduce en una p¨¦rdida de credibilidad que los lectores no perdonan.
Muchos de esos desv¨ªos se registran bajo el ep¨ªgrafe La Cr¨®nica, que, seg¨²n el Libro de estilo, es ¡°una informaci¨®n con interpretaciones que no contengan juicios de valor¡±. El lector Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno sostiene que se abusa de ese g¨¦nero porque, con un mal empleo del mismo, ¡°el redactor estructura la informaci¨®n y la opini¨®n como le parece¡±.
En piezas presentadas como informaciones, cr¨®nicas o reportajes, en las ¨²ltimas semanas se han colado pareceres como estos: ¡°Nadie en el Gobierno va a celebrar, ni en p¨²blico ni en privado, un Govern independentista en Catalu?a¡± (18 de mayo); ¡°El Gobierno y el PSOE a¨²n est¨¢n conmocionados ante el resultado de Madrid. Desconcertados. No lo vieron venir. Nadie imagin¨® una derrota tan aplastante¡± (6 de mayo); ¡°Los errores del PSOE se ven ahora con nitidez, pero ya durante la campa?a se apreciaron vaivenes y actuaciones incomprensibles¡± (10 de mayo).
M¨¢s casos: ¡°La campa?a de Madrid est¨¢ siendo tensa, sucia, salpicada de agresividad verbal. Y tambi¨¦n con un punto extravagante y hasta folletinesco¡± (29 de abril); ¡°El ayusismo, una forma de agitaci¨®n pol¨ªtica no siempre fiel a los hechos contra la que casi nada han podido hacer hasta ahora sus rivales¡± (26 de abril); ¡°La estabilidad de la pol¨ªtica espa?ola est¨¢ en manos de tres personajes ¡ªIv¨¢n Redondo, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez y Pablo Iglesias¡ª m¨¢s preocupados por la lucha por el poder que por gobernar de veras¡ m¨¢s propensos al ajedrez electoral (21 de abril); ¡°Ambos ¡ªS¨¢nchez y Ayuso¡ª conciben la pol¨ªtica como una campa?a permanente en la que todo tiene efecto electoral¡± (18 de abril); ¡°Los junteros o juntistas, ese partido de convergentes centrifugados que afirman no ser de derechas, pero tienen los pelos como escarpias por el pacto que ERC ha firmado ya con los anticapitalistas de la CUP¡± (31 de marzo); ¡°Ayuso siempre va por libre. Se lanza una vez m¨¢s a la piscina en contra de todo y contra todos¡± (11 de marzo);
En ocasiones, el c¨®ctel entre informaci¨®n y opini¨®n ya se destapa en el titular: Pablo Iglesias, en todos los charcos (19 de febrero). El lector Javier ?lvarez avisa: ¡°No son pocas las informaciones que aparentan ser menos veraces por abusar de frases hechas o de expresiones desiderativas que denotan la propia opini¨®n del informante¡±.
Entre los lectores que alertan de esta creciente deriva, Miguel Atencia cont¨® su enfado mientras le¨ªa un texto sobre una inauguraci¨®n protagonizada por Ayuso. ¡°He subido (el cursor) varias veces para asegurarme de que no estaba bajo la cabecera de Opini¨®n¡±. Alguna frase de esa pieza: ¡°La consigna casi siempre es la misma: salir a diario en todos los telediarios. Hay que ara?ar minutos como sea. Esta vez, al aire libre¡±. Conclusi¨®n de Atencia: ¡°Puedo estar de acuerdo con la opini¨®n del periodista, pero me parece contrario al Libro de estilo su inclusi¨®n como informaci¨®n¡±. El 5 de febrero, otro periodista escribe: ¡°Solo el inter¨¦s por lograr cortes televisivos y para las redes sociales explica que la presidenta (Ayuso) lanzara ayer tantas andanadas¡±.
El subdirector ?lex Grijelmo, responsable de Edici¨®n y del Libro de estilo, se?ala que ese c¨®digo ¨¦tico es muy claro al separar la informaci¨®n de la opini¨®n y al distinguir tipogr¨¢ficamente los distintos g¨¦neros period¨ªsticos en funci¨®n de la mayor o menor subjetividad que el autor vuelca en ellos, lo que constituye una garant¨ªa para el lector. ¡°Un texto que se presenta como informaci¨®n o como cr¨®nica no puede ser luego un an¨¢lisis o una cr¨ªtica. Debemos pedir disculpas a los lectores por no haber atajado ese problema en los ejemplos que denuncian¡±.
Hace unos meses, un lector censur¨® esta confusi¨®n entre informaci¨®n y opini¨®n y a?adi¨® que en esta columna se defiende un periodismo ¡°que existi¨®, pero que ya no existe y que no volver¨¢ a existir¡±. Acaba de salir la XXIII edici¨®n del Libro de estilo, que dice: ¡°El periodista transmite noticias comprobadas, y se abstiene de incluir en ellas sus opiniones personales¡±. O sea, ese periodismo est¨¢ muy vivo. Solo hay que respetarlo.
Puede enviar sus cuestiones a defensor@elpais.es
O preguntar en el blog El Defensor del Lector contesta
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