Sobre los cuatro grandes riesgos a los que se enfrenta la UE el pr¨®ximo a?o
En Bruselas se aplaude a los que pronuncian discursos inspiradores sobre la integraci¨®n europea, no a los que advierten de los escollos que se avecinan

La UE ya ha sufrido tres grandes crisis esta d¨¦cada: Brexit, covid y la guerra de Ucrania. A medida que nos acercamos a 2024, veo otras cuatro megasacudidas en el horizonte: una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses del pr¨®ximo a?o; la posible derrota de Ucrania; una recesi¨®n seguida de inestabilidad financiera; y un aumento del apoyo a la extrema derecha en las elecciones europeas del a?o que viene. No estoy prediciendo que vayan a ocurrir las cuatro cosas. Pero es posible que algunas de ellas s¨ª acaben sucediendo.
Los europeos han empezado al menos a considerar la posibilidad de que Trump gane. Pero no est¨¢n haciendo nada al respecto. Ya en 2016 lo subestimaron. Volvieron a subestimarlo en 2020, cuando estuvo a punto de ganar un segundo mandato. La victoria de Joe Biden les adormeci¨® en una peligrosa complacencia sobre el futuro de las relaciones entre la UE y Estados Unidos. La estrategia transatl¨¢ntica de la UE se basa fundamentalmente en que Biden se quede para siempre en la Casa Blanca.
Anteriormente, los l¨ªderes de la UE tambi¨¦n infravaloraron la din¨¢mica del Brexit desde el principio hasta el final. Infravaloraron a Vlad¨ªmir Putin. Y no vieron venir la crisis financiera de 2012. Aqu¨ª observamos un patr¨®n. La integraci¨®n europea siempre ha sido un proyecto de esperanza. Atrae a optimistas, pero tambi¨¦n a personas con una actitud complaciente. Tambi¨¦n seduce a pol¨ªticos que valoran m¨¢s el simbolismo y las apariencias que el contenido. Muchos analistas proeuropeos entran asimismo en esa categor¨ªa. En Bruselas se aplaude a los que pronuncian discursos inspiradores sobre la integraci¨®n europea, no a los que advierten de los escollos que se avecinan. Por lo tanto, no deber¨ªa sorprendernos que la UE y los Estados miembros m¨¢s grandes no est¨¦n anticip¨¢ndose a las adversidades que he esbozado m¨¢s arriba.
La prioridad en Bruselas es la preparaci¨®n de las conversaciones con Ucrania sobre la adhesi¨®n a la UE, en lugar de la tarea m¨¢s urgente de apoyar ahora mismo a Ucrania, para quien este ha sido un a?o terrible en el frente de batalla. La contraofensiva se ha estancado. Los pron¨®sticos demasiado confiados de los pol¨ªticos, acad¨¦micos y expertos militares occidentales han resultado ser en su mayor¨ªa err¨®neos. El Estado Mayor ucranio discrepaba sobre la estrategia. Los l¨ªderes occidentales prometieron de m¨¢s y cumplieron menos de lo que prometieron. Uno de esos l¨ªderes es Olaf Scholz. Ha estado trabajando entre bastidores para bloquear la entrega de los misiles de crucero Taurus. No quiere que Ucrania ataque el puente de Kerch, que conecta Crimea con el territorio ruso continental y que es fundamental para las l¨ªneas de suministro rusas. Por otro lado, el Gobierno estadounidense ha advertido de que su apoyo a Ucrania concluir¨¢ a finales de a?o, a menos que el Congreso apruebe un nuevo paquete.
Un riesgo muy poco apreciado para Europa es la econom¨ªa. Alemania y Francia llevan tiempo distanci¨¢ndose en lo que respecta a la energ¨ªa, sobre todo en lo relativo a la energ¨ªa nuclear, pero ¨²ltimamente tambi¨¦n divergen en pol¨ªtica macroecon¨®mica, lo cual es mucho m¨¢s grave. El Tribunal Constitucional en Alemania acaba de declarar inconstitucional el presupuesto alem¨¢n, un gran paquete de austeridad que est¨¢ a punto de aplicarse y que probablemente prolongar¨¢ la recesi¨®n. Por otra parte, el presidente Emmanuel Macron de Francia est¨¢ gastando como si no hubiera un ma?ana. Desde el punto de vista econ¨®mico, la eurozona diverge m¨¢s que nunca, aunque esta vez, la divergencia no es entre el norte y el sur, sino entre los dos miembros principales.
Pero por grave que pudiera ser una crisis econ¨®mica, el m¨¢s aterrador de todos los riesgos, desde una perspectiva europea, ser¨ªa una victoria de Trump. Ha amenazado con poner fin a la ayuda militar y financiera a Ucrania y dejar que los europeos se ocupen de la situaci¨®n por s¨ª solos. Ellos, naturalmente, no est¨¢n preparados. Tampoco est¨¢n preparados para una retirada de Estados Unidos de la OTAN.
Cabr¨ªa pensar que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatir¨¢n posibles escenarios de crisis en su reuni¨®n de esta semana. Pero no ser¨¢ as¨ª. Tratar¨¢n de desbloquear una disputa interna con Hungr¨ªa sobre la ayuda financiera a Ucrania, debatir¨¢n la ampliaci¨®n de la UE e intentar¨¢n resolver el gran desfase que ha surgido en el presupuesto de la UE. En cuanto al futuro de la seguridad europea, en el orden del d¨ªa de la cumbre solo se dice que los l¨ªderes har¨¢n balance de los progresos realizados desde que se reunieron por ¨²ltima vez, y que dar¨¢n orientaciones adicionales, lo que es otra forma de decir que no es una prioridad.
S¨¦ que es imposible que los pol¨ªticos se preparen para todas las eventualidades. Pero m¨¢s vale hacer frente a las crisis que golpear¨¢n tarde o temprano, como una desvinculaci¨®n de Estados Unidos de la seguridad europea o las tensiones financieras derivadas de la divergencia econ¨®mica.
La gran ganadora de la par¨¢lisis pol¨ªtica en Europa ha sido la extrema derecha. A juzgar por sus resultados actuales en los sondeos, podr¨ªa salir muy beneficiada en las elecciones europeas de junio del a?o que viene. Cuanto mayor sea su n¨²mero, mayor ser¨¢ su poder para bloquear la legislaci¨®n europea. Con los a?os, se han hecho m¨¢s fuertes, m¨¢s inteligentes y m¨¢s subversivos. Ya no hacen campa?a para abandonar la UE, sino para combatirla desde dentro. Y lo est¨¢n consiguiendo. Est¨¢n dictando el orden del d¨ªa pol¨ªtico en materia de inmigraci¨®n y, ¨²ltimamente, tambi¨¦n en lo que respecta a la suavizaci¨®n de las pol¨ªticas medioambientales. El centroderecha los est¨¢ imitando.
Cuanto m¨¢s crece la extrema derecha, m¨¢s fr¨¢gil se vuelve el centro pol¨ªtico. La mayor¨ªa de los l¨ªderes pol¨ªticos europeos gobiernan con coaliciones multipartidistas. La coalici¨®n alemana empez¨® con grandes esperanzas, pero lleva un a?o en permacrisis. Emmanuel Macron no tiene mayor¨ªa propia en la Asamblea Nacional francesa. Pedro S¨¢nchez solo consigui¨® la mayor¨ªa tras pactar una ley de amnist¨ªa para los separatistas catalanes.
Para el a?o que viene, preveo que la UE seguir¨¢ apoyando a Ucrania, con palabras, dinero y armas, en ese orden. Presiento que la econom¨ªa se debilitar¨¢. Todav¨ªa no veo una crisis financiera, pero s¨ª que la extrema derecha consolidar¨¢ su apoyo. No hago predicciones sobre si Trump ganar¨¢. Pero estoy seguro de que si saliera vencedor, ser¨ªa una sorpresa total.
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