La bondad de Frankenstein

Cuanto m¨¢s est¨¦ril es un tema para la ciudadan¨ªa, m¨¢s f¨¦rtil es para la pol¨ªtica. Es la l¨®gica en la que se mueven los partidos hoy. Dan m¨¢s importancia a las especulaciones sobre las parejas de sus oponentes que a las decisiones de sus propios ejecutivos, a las reuniones en restaurantes que a las del Consejo de Ministros, a la Guerra Civil que a la de Gaza, a las leyes de memoria hist¨®rica que a la memoria econ¨®mica de las leyes. Presentan las leyes de concordia en la ONU y el Parlamento Europeo, pero no los Presupuestos Generales del Estado. El centro espiritual de nuestra democracia no est¨¢ en el Congreso, sino en Cuelgamuros. Y quiz¨¢s es la mejor estrategia para robar unos votos a corto plazo, pero no para ganar los corazones de los espa?oles a largo.

El Gobierno est¨¢ perdiendo una oportunidad, ¨²nica en lo que llevamos de siglo, de vender su gesti¨®n econ¨®mica. Somos casi 21 millones de afiliados a la Seguridad Social y crecemos cinco veces m¨¢s que Alemania. S¨¢nchez tiene una ocasi¨®n de oro para desmontar dos mitos sobre su Gobierno: los costes econ¨®micos de su izquierdismo y los de su debilidad parlamentaria.

Quienes desde el primer minuto trazaron paralelismos entre este Ejecutivo y los reg¨ªmenes bolivarianos deber¨ªan saber que, si Europa nos tira las orejas, no es por ser muy, sino poco socialistas. Por ejemplo, el Comit¨¦ Europeo de Derechos Sociales consider¨® que el despido en Espa?a, al ser relativamente asequible y de bajo coste, no se ajustaba a la Carta Social Europea. Ni la aprobada reforma laboral ni la proyectada reforma fiscal despiertan miedo en Bruselas. Y el comunismo de Yolanda D¨ªaz ha consistido en subir el SMI de (unos insuficientes) 736 a (unos m¨¢s decentes) 1.134 euros al mes.

La segunda f¨¢bula dice que una coalici¨®n de gobierno multipartidista produce peores pol¨ªticas econ¨®micas que uno con mayor¨ªa absoluta. Seg¨²n varios estudios, cuando tienes que poner de acuerdo a actores con intereses muy distintos (como PNV, ERC, Bildu o CC), el producto resultante, aunque cueste gestarlo, suele ser m¨¢s resiliente, porque se compensa a los grupos sociales perjudicados. Por el contrario, la bondad de las pol¨ªticas econ¨®micas de un Gobierno con mayor¨ªa absoluta dura lo que dura su hegemon¨ªa parlamentaria. Todas las reformas laborales aprobadas por el rodillo de la mayor¨ªa absoluta han sufrido contrarreformas.

Si yo fuera S¨¢nchez, vender¨ªa eso: la debilidad de Frankenstein nos hace m¨¢s fuertes. Y as¨ª perder¨ªa las peleas en las redes sociales, pero ganar¨ªa el debate p¨²blico.

@VictorLapuente