Equilibrios ante la fragmentaci¨®n
Con las bazas del fin del ¡®proc¨¦s¡¯ y un horizonte econ¨®mico despejado, S¨¢nchez debe afinar la mayor¨ªa parlamentaria en el arranque del curso
Espa?a inicia el curso pol¨ªtico sin urnas en el horizonte, una vez superado el ciclo de las elecciones generales, gallegas, vascas, catalanas y europeas. Atr¨¢s queda un a?o capitalizado por la ley de amnist¨ªa a los encausados por el proc¨¦s, cuya aplicaci¨®n efectiva est¨¢ en manos de los jueces a la espera del pronunciamiento definitivo que en su momento hagan tanto el Constitucional como la justicia europea. No menos relevante ha sido la llegada del socialista Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat, que pone fin a casi tres lustros de gobiernos soberanistas en Catalu?a y que contribuir¨¢ a rebajar la tensi¨®n institucional. A esas bazas se suma un horizonte econ¨®mico despejado. El Gobierno tendr¨¢ que lidiar con la fragmentaci¨®n parlamentaria y la formidable inestabilidad en algunos de sus apoyos ¡ªespecialmente, Junts y ERC¡ª en el arranque de un curso en el que tiene dos grandes desaf¨ªos: los presupuestos y la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica.
Con el viento de cola de la econom¨ªa ¡ªEspa?a roza un crecimiento del 3%, el triple que la media europea, y tiene el desempleo en m¨ªnimos desde 2008¡ª, el Gobierno se prepara para una posible pr¨®rroga de los Presupuestos ante un escenario de serias dificultades para forjar mayor¨ªas. Esa es una decisi¨®n de lo m¨¢s trascendente; el presupuesto es una de las principales palancas pol¨ªticas para un Gobierno. El Ejecutivo pretende explorar f¨®rmulas para sacarlos adelante, pero de alguna manera ya est¨¢ poniendo pa?os calientes por si no lo consigue. Es verdad que el crecimiento del PIB es superior al de los presupuestos que se prorrogar¨ªan, que no hay graves dificultades por el flanco fiscal ¡ªa diferencia de Francia, Espa?a no tiene abierto un procedimiento de d¨¦ficit excesivo en Bruselas¡ª y que incluso tendr¨ªa cierto margen para adoptar decisiones de gasto. Pero una vez aparcado el proc¨¦s y sin elecciones por delante, al Gobierno le toca gobernar. Y el primer objetivo debe ser sacar adelante las cuentas p¨²blicas.
Sin una mayor¨ªa parlamentaria s¨®lida, un fen¨®meno que se repite en varios pa¨ªses de nuestro entorno, el Ejecutivo va a tener que fajarse en la gesti¨®n cotidiana y abordar el gran debate que va a marcar, a priori, el periodo que se abre ahora: la denominada financiaci¨®n singular para Catalu?a pactada entre PSC y ERC. Un debate que, por cierto, no deber¨ªa circunscribirse exclusivamente a esta comunidad, sino que deber¨ªa abrirse al conjunto de las autonom¨ªas del r¨¦gimen com¨²n, cuyo sistema de financiaci¨®n est¨¢ caducado desde hace una d¨¦cada. Corregir las inequidades del modelo actual es una obligaci¨®n para garantizar los servicios esenciales que prestan las administraciones auton¨®micas. Una vez constituido el Gobierno catal¨¢n, S¨¢nchez deber¨ªa hacer un ejercicio de pedagog¨ªa, pr¨¢cticamente inexistente hasta ahora, sobre el alcance del pacto entre socialistas y republicanos. El PP, que gobierna 11 comunidades, ya ha anunciado una ofensiva total contra el acuerdo. M¨¢s all¨¢ de la habitual pirotecnia, el partido de Alberto N¨²?ez Feij¨®o deber¨ªa aprovechar la coyuntura para abordar con pragmatismo un problema que tambi¨¦n sufren sus presidentes auton¨®micos (la Comunidad Valenciana, Murcia o Andaluc¨ªa son algunas de las autonom¨ªas infrafinanciadas). Ni siquiera el consenso entre las comunidades del PP est¨¢ garantizado.
El curso empieza tambi¨¦n con las peticiones de ayuda que han lanzado Canarias o Ceuta por la presi¨®n migratoria. Es urgente buscar f¨®rmulas que garanticen un reparto justo entre las autonom¨ªas de los migrantes que llegan a las costas espa?olas. Exigir solidaridad con la financiaci¨®n, argumento razonable, y negarla para afrontar el fen¨®meno migratorio pone ante el espejo a quienes han hecho de la pol¨ªtica un ejercicio cotidiano de cinismo. Ni se puede gobernar solo a golpe de decreto ni se puede hacer oposici¨®n desde la negativa constante: el desaf¨ªo migratorio requiere la responsabilidad de todos.
Y eso vale no solo para la migraci¨®n. Desde 2018, S¨¢nchez se las ha apa?ado para forjar mayor¨ªas a varias bandas para gobernar: la pol¨ªtica contempor¨¢nea pivota sobre esa habilidad para formar mayor¨ªas en un entorno de fragmentaci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de Espa?a. En el curso que empieza, la coalici¨®n de Gobierno deber¨¢ afinar a¨²n m¨¢s en los equilibrios parlamentarios ante una legislatura extremadamente compleja.
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