La cooperaci¨®n y el d¨ªa de la marmota
Reflexiones de un pediatra sobre lo que significa ir a trabajar como m¨¦dico a un pa¨ªs africano como Etiop¨ªa y c¨®mo lo vive la poblaci¨®n local
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Poco se habla del s¨ªndrome del d¨ªa de la marmota en cooperaci¨®n, quiz¨¢ porque quienes m¨¢s lo sufren son los locales y no los cooperantes. Hace m¨¢s de ocho a?os que pis¨¦ por primera vez Etiop¨ªa, no soy el mismo que lleg¨®: en este tiempo me he equivocado, he cometido errores. Para no tropezar dos veces con la misma piedra, he preguntado, le¨ªdo, analizado, escuchado. Espero estar aprendiendo, aunque confieso que si sigo tropezando con piedras en el camino, al menos, que no sea siempre la misma. Ahora ya no esconder¨ªa medicamentos caducados entre la ropa al fondo de la maleta para pasar el control del aeropuerto.
Sin embargo, muchas veces he tenido la sensaci¨®n de estar atrapado en el tiempo viviendo el mismo d¨ªa: ?hab¨¦is visto la pel¨ªcula Groundhog Day (Atrapado en el tiempo, en Espa?a)? Como Bill Murray en ella, he tenido la sensaci¨®n de revivir cada d¨ªa la misma escena. La llegada, las expectativas, los prejuicios, los pensamientos salvadores¡ Los cooperantes cambian, quienes no lo hacen son las personas locales, que permanecen atrapadas en el tiempo.
Esta es la sensaci¨®n que tienen las personas locales ante las rotaciones de cooperantes de corta estancia. Un volver a empezar continuo, situaciones repetidas. El voluntario crece, aprende y al regreso no es el mismo. Las comunidades se quedan esperando al siguiente voluntario y vivir¨¢n la misma historia una vez m¨¢s.
Llega el calor, se ha acabado el estado de alarma, queremos sentirnos ¨²tiles y buscamos un viaje de cooperaci¨®n. Se puede presentar ante nosotros a trav¨¦s de las siguientes preguntas: ¡°?Te sientes deprimido? ?Quieres encontrarte a ti mismo? ?Quieres sentirte ¨²til? ?Buscas la experiencia de tu vida?¡±. Los preparativos: ?Y qu¨¦ ropa me llevo para ir a ?frica de cooperaci¨®n? Yo asociaba al continente africano con el calor, lo que significa cargar la maleta con pantalones cortos, tirantes, chanclas y un chaleco de bolsillo, en plan aventurero porque, claro, a ?frica me voy de aventura.
La respuesta es que depende del lugar, no es lo mismo ir en agosto a Kolda ¨Dubicado en el interior de Senegal y a nivel del mar, donde la temperatura m¨¢xima se acercar¨¢ a los 40?C y la m¨ªnima no bajar¨¢ de los 25?C¨D que a Sura, al sur de Etiop¨ªa a m¨¢s de 3.000 metros de altura con una m¨¢xima que no alcanza los 20?C y una m¨ªnima por debajo de los 10?C, donde es imprescindible un abrigo. Incluso yendo a Etiop¨ªa no es lo mismo estar en el Danakil, por debajo del nivel del mar, uno de los puntos m¨¢s c¨¢lidos del planeta, que en el monte Batu a 4.300 metros de altura.
Por otra parte, si voy a trabajar tendr¨¦ que ir con ropa de trabajo. En mi equipaje ya os adelanto que me faltaban camisas, pantalones de vestir, zapatos e incluso alguna americana para las reuniones, por el contrario me sobraban gorros y pantalones cortos. Aqu¨ª os dejo, desde mi experiencia, algunas reflexiones si os asalta o se os presenta alguna de estas oportunidades de voluntariado:
10 cosas que el voluntariado no es:
- Un curso de idiomas.
- Un campamento de verano.
- Un centro de terapia para encontrarte a ti mismo.
- El lugar para mejorar tu estado an¨ªmico.
- Una catapulta para influencers (personajes influyentes en las redes sociales).
- Unas vacaciones baratas.
- Un lugar para solucionar tus problemas personales.
- Un centro de autoayuda.
- Un campo de experimentaci¨®n de tus habilidades m¨¦dicas, sociales, ling¨¹¨ªsticas.
- Un lugar para ampliar la experiencia en tu curr¨ªculo profesional.
Y he aqu¨ª 10 consejos que hubiese agradecido antes de realizar voluntariado:
- Ir sin capa de superh¨¦roe.
- No utilizar el voluntariado como una huida.
- Controlar las fotograf¨ªas.
- Evitar el postureo.
- Evitar prejuicios.
- No llevar medicamentos caducados.
- Convalidar siempre los t¨ªtulos.
- Para m¨ª es la experiencia de mi vida, pero para ellos es el d¨ªa a d¨ªa.
- Mi actuaci¨®n durante unos meses seguramente no provocar¨¢ ning¨²n cambio inmediato.
- No tengo que querer cambiar todo lo que no me gusta.
10 cosas que me encontr¨¦ en ?frica y no me explicaron antes:
- Riqueza.
- Smartphones de ¨²ltima generaci¨®n.
- Rascacielos.
- Prestigiosas universidades en las que se grad¨²an cada a?o profesionales con una formaci¨®n excelente.
- Restaurantes de lujo.
- ONG locales que promueven el desarrollo.
- Movimientos feministas liderados por mujeres et¨ªopes.
- Realidades diversas m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos.
- Trabajar en un pa¨ªs de ?frica exige la misma calidad, profesionalidad que hacerlo en uno de Europa.
- Hospitales con tecnolog¨ªa puntera.
Cooperar en Etiop¨ªa como en Noruega
¡°?Hola! Soy m¨¦dico, vengo de cooperaci¨®n a ayudar en lo que haga falta. Puedo visitar ni?os, adultos, mujeres embarazadas, atender partos, puedo ayudar a limpiar, a cocinar... ?A lo que sea!¡±. As¨ª me present¨¦ ante el director de un hospital en Etiop¨ªa. Imagino que no te sorprende mi carta de presentaci¨®n con la voluntad de ayudar en cuanto haga falta sin acreditar formaci¨®n, ya se sabe que en ?frica la buena voluntad es suficiente.
Pero ahora imaginaos que, en lugar de llegar a Etiop¨ªa, llego a Noruega y me presento al director del hospital n¨®rdico:
¨D?Hola! Soy m¨¦dico, vengo de cooperaci¨®n a ayudar en lo que haga falta. Puedo visitar ni?os, adultos, mujeres embarazadas, atender partos, puedo ayudar a limpiar, a cocinar... ?A lo que sea!
?Qu¨¦ les parecer¨ªa? De entrada, ni se me pasar¨ªa por la cabeza presentarme en el hospital n¨®rdico sin el t¨ªtulo homologado, pero pensamos que en Etiop¨ªa no es necesario. Adem¨¢s, tampoco me presentar¨ªa en el hospital europeo como cooperante, sino como m¨¦dico. ?Entonces, me pregunto, por qu¨¦ si voy a un pa¨ªs como Etiop¨ªa soy cooperante? ?Quiere decir que estoy etiquetando y calificando de inferior al pa¨ªs?
Expatriados o inmigrantes
Otra palabra que me llam¨® la atenci¨®n es que en Etiop¨ªa era un expatriado. Pero en cambio, si un et¨ªope viene a trabajar a Espa?a: ?le llamamos tambi¨¦n expatriado o quiz¨¢ inmigrante? Despu¨¦s de este viaje entend¨ª que la pobreza no estaba en ?frica sino en mi mirada hacia ella. Entend¨ª tambi¨¦n que los estereotipos nos separan y nos dividen, que vivimos en un mundo lleno de fronteras, pero la m¨¢s peligrosa no es el mar o la valla, sino nosotros mismos, nuestros prejuicios.
He aprendido que no todo vale, ni tampoco de cualquier manera. La buena intenci¨®n no es suficiente. Es necesario que lo haga sin paternalismos, con humildad, con respeto, profesionalidad y excelencia. Todo esto lo he podido hacer por ser blanco en Europa e irme a ?frica. ?Qu¨¦ hubiese sucedido si soy negro en ?frica y me voy a Europa? Deber¨ªamos actuar como una persona que viaja de un continente a otro.
El privilegio de cooperar
¡°Quiero ir a ayudar y me han dicho que no¡±. Esta es una de las frases que m¨¢s habitualmente me encuentro. La buena intenci¨®n es necesaria e importante, pero no es suficiente. Ser cooperante es una profesi¨®n, exige una formaci¨®n y experiencia, disponer de unos conocimientos espec¨ªficos en campos profesionales. Tambi¨¦n es necesario un conocimiento previo del pa¨ªs que nos va a acoger, de su contexto cultural, social y econ¨®mico. Existen formaciones de m¨¢ster, posgrado, cursos y distintas entidades que te pueden asesorar. Cooperar es un privilegio.
La historia desde el otro lado
Desde un lado, me hab¨ªan hablado en abundancia de los aspectos m¨¢s negativos, de la pobreza, conflictos, enfermedades y otras miserias; que existen, pero igual que existen tambi¨¦n estos aspectos m¨¢s positivos que se hab¨ªan ignorado por completo.
Al vivir en Etiop¨ªa, he visto y he escuchado la otra historia, que en realidad no deber¨ªa ser la otra sino una m¨¢s, ya que al fin y al cabo la historia se debe escribir con muchas voces, opiniones, perspectivas; y no tan solo con una. Les invito a abrir la mirada y dejar en casa la mochila de los prejuicios, a derribar las fronteras.
I?aki Alegr¨ªa es pediatra coordinador del programa de salud materno-infantil y emergencias en el Hospital General Rural de Gambo, Etiop¨ªa.
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