Del gris al verde en la ciudad
?Qu¨¦ papel juegan las administraciones p¨²blicas, empresas, cooperativas y la propia sociedad en el cambio de paradigma de la movilidad urbana?
La crisis de la covid-19 ha destacado la necesidad de afrontar un cambio estructural en nuestro modelo productivo, ambiental y social. Las instituciones gubernamentales han planteado, con atino, la recuperaci¨®n econ¨®mica de la crisis post-pand¨¦mica no solo con el objetivo de reactivar la econom¨ªa, sino tambi¨¦n con una visi¨®n transformadora que modifique las estructuras de un modelo que nos llevaba al colapso. La orientaci¨®n de la recuperaci¨®n deber¨ªa tener tres pilares: cohesi¨®n social, sostenibilidad ambiental y cambio del modelo productivo (basado en las herramientas de la ¨²ltima revoluci¨®n tecnol¨®gica). El paquete de est¨ªmulo Next Generation EU y el European Green Deal van en esa direcci¨®n.
Como hemos visto estos meses, uno de los elementos esenciales para dicha transformaci¨®n pasa por redefinir el modelo de movilidad. Las urgencias relacionadas con las emisiones, el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas en el modo de producci¨®n y consumo y la voluntad ciudadana de recuperar el espacio p¨²blico representan los retos esenciales para las administraciones y las empresas.
En este sentido, algunas ciudades han empezado a replantearse la organizaci¨®n urban¨ªstica y pensar en dise?ar un nuevo modelo de movilidad que contribuya a hacer las ciudades m¨¢s c¨®modas, habitables y ambientalmente m¨¢s saludables y sostenibles. El modelo de la ciudad de los 15 minutos, que aspira a una policentricidad en la que un residente pueda llegar a todo lo que necesita en un cuarto de hora a pie o en bicicleta, ejemplifica este cambio.
Este cambio resulta esencial para el cumplimiento del objetivo de neutralidad clim¨¢tica de la Uni¨®n Europea para 2050 que requiere de una reducci¨®n del 90% en las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte. Las ciudades, que representan el 40% del transporte total por carretera en la UE, tienen un papel fundamental para la consecuci¨®n del ambicioso objetivo. No solo son importantes emisores, sino los gobiernos municipales y otros actores de la ciudad tambi¨¦n est¨¢n promoviendo la transici¨®n hacia la movilidad sostenible.
Durante la pandemia, la necesidad de crear un transporte seguro y socialmente distanciado dio un impulso clave en muchas ciudades europeas. Medidas de urbanismo t¨¢ctico como la introducci¨®n de nuevos carriles bici, ¨¢reas peatonales y zonas de tr¨¢fico reducido se implementaron en un tiempo r¨¦cord. Sin embargo, ahora el desaf¨ªo es integrar estas medidas en la planificaci¨®n de la movilidad urbana a m¨¢s largo plazo para cumplir el objetivo clim¨¢tico intermedio de la UE de reducir las emisiones en al menos un 55% de aqu¨ª a 2030.
Hay dos frentes principales en los que las ciudades europeas est¨¢n trabajando para crear sistemas de movilidad sostenibles a largo plazo: innovaci¨®n urbana y la relaci¨®n entre lo p¨²blico y lo privado
Hay dos frentes principales en los que las ciudades europeas est¨¢n trabajando para crear sistemas de movilidad sostenibles a m¨¢s largo plazo: la experimentaci¨®n e innovaci¨®n urbana y establecer un nuevo marco relacional p¨²blico-privado.
En relaci¨®n a lo primero, se requiere un cambio en el tejido f¨ªsico de la ciudad y c¨®mo las personas y veh¨ªculos se mueven por ella para reducir la contaminaci¨®n del aire y la congesti¨®n. Las medidas principales aqu¨ª son, por un lado, las zonas de tr¨¢fico reducido, como las Superilles de Barcelona que dan prioridad a los peatones y otras formas de transporte activo, y que est¨¢n demostrando un ¨¦xito en muchas ciudades, haci¨¦ndolas m¨¢s habitables y saludables.
Por otro lado, est¨¢n las pol¨ªticas para restringir la circulaci¨®n de autom¨®viles privados. En los ¨²ltimos a?os se han multiplicado las zonas de bajas emisiones (ZBEs) en muchas ciudades europeas, como en Madrid en 2018 y en Barcelona en 2020. Adem¨¢s, algunas urbes como Londres, Estocolmo y Mil¨¢n han dado un paso m¨¢s all¨¢ y han introducido peajes por congesti¨®n que se aplican a todos los veh¨ªculos que entran y salen de la ciudad. Datos recientes muestran que si bien ambas pol¨ªticas son efectivas para combatir la contaminaci¨®n, s¨®lo los peajes logran reducir la congesti¨®n.
Pero la transici¨®n va mucho m¨¢s all¨¢ de intervenciones en el tejido urbano. La revoluci¨®n tecnol¨®gica ser¨¢ esencial para establecer nuevas formas de producci¨®n y consumo y estructuraci¨®n de la movilidad. Efectivamente, la disminuci¨®n de la necesidad de la presencia f¨ªsica en las tareas productivas y de consumo pueden representar un aporte emp¨ªrico significativo de los meses de pandemia en la reducci¨®n de la movilidad y las emisiones y dejan unas lecciones y pautas adquiridas de valiosa importancia.
La revoluci¨®n tecnol¨®gica ser¨¢ esencial para establecer nuevas formas de producci¨®n y consumo y estructuraci¨®n de la movilidad
Asimismo, la econom¨ªa de plataforma ha de permitir dise?ar un modelo de transporte basado en la demanda efectiva. As¨ª, se est¨¢ trabajando para crear la arquitectura de la movilidad del futuro. Los elementos cl¨¢sicos de esa relaci¨®n parecen obsoletos para los nuevos tiempos. Nuevas necesidades orientadas hacia un transporte colectivo por encima del particular y nuevos operadores como las cooperativas de movilidad o las empresas de plataforma con nuevas tecnolog¨ªas suponen un cambio de paradigma en el que la Administraci¨®n no puede quedarse atr¨¢s.
La nueva realidad se configurar¨¢ tambi¨¦n a partir de las caracter¨ªsticas de los operadores. La sostenibilidad y la inclusi¨®n social no pueden ser fuente de transformaci¨®n si las empresas no lo adoptan en su funci¨®n de producci¨®n. Las implicaciones laborales y de justicia empresarial tambi¨¦n deber¨ªan formar parte de la ecuaci¨®n.
Un buen liderazgo de la Administraci¨®n debe ser un pilar b¨¢sico para alcanzar est¨¢ndares efectivos y satisfactorios en la cohesi¨®n social y territorial. La movilidad es una de las piezas esenciales del gran engranaje de cambio que requiere nuestra actual sociedad; se hace necesario administraciones proactivas, abiertas e innovadoras, que busquen en el operador un aliado eficaz para dicha transformaci¨®n. Flexibilidad, transici¨®n energ¨¦tica e impacto social van a ser los elementos por donde van a ir los requerimientos
A Espa?a le corresponden casi 70.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperaci¨®n. M¨¢s del 30% de estos ir¨ªan a la industria de la movilidad, la construcci¨®n y la Administraci¨®n P¨²blica. Es una buena oportunidad para acercarnos al nuevo mundo que pretendemos construir.
Hannah Abdullah, investigadora s¨¦nior del Programa Ciudades Globales de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) y Eloi Serrano, director de la C¨¢tedra de Econom¨ªa Social Tecnocampus - Universidad Pompeu Fabra y investigador asociado del CIDOB.
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