¡®Toxic Tour¡¯, un paseo guiado por las zonas contaminadas por el petr¨®leo en la Amazon¨ªa
Los afectados por los vertidos de las petroleras de Ecuador han querido convertir el desastre ambiental en que viven desde hace a?os en turismo y denuncia creando una ruta donde ver ¡®mecheros¡¯, pozos de petr¨®leo y lugares da?ados
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La selva est¨¢ en constante en peligro. Las multinacionales y las compa?¨ªas petroleras explotan algunas zonas de la Amazon¨ªa ecuatoriana desde hace d¨¦cadas, causando da?os irreversibles al ecosistema y a las poblaciones. En la provincia de Sucumb¨ªos, la multinacional Texaco (luego Chevron) ha contaminado irremediablemente la regi¨®n, provocando da?os a pueblos ind¨ªgenas y campesinos, seg¨²n numerosos informes oficiales y seg¨²n se aprecia a simple vista. Esta provincia y la de Orellana se encuentran entre las m¨¢s afectadas por la poluci¨®n petrolera causada por la explotaci¨®n del oro negro.
En 1972, Texaco (luego Chevron) comenz¨® a extraer petr¨®leo en Sucumb¨ªos. Desde entonces, se han vertido en los r¨ªos y en el bosque de la Amazon¨ªa unos 64.000 millones de litros de agua t¨®xica y 650.000 barriles de petr¨®leo crudo, seg¨²n la Uni¨®n de Afectados y Afectadas por las Operaciones Petroleras de Texaco (UDAPT). Petroecuador y Petroamazonas, compa?¨ªas nacionales, se hicieron cargo de las instalaciones de Texaco, y continuaron vertiendo residuos t¨®xicos en la zona, hoy una de las m¨¢s da?adas del pa¨ªs, con aproximadamente mil pozos de petr¨®leo.
La comida y el agua est¨¢n afectadas por los vertidos, incluso en plena pandemia, y la pesca y la agricultura en peligro. Los habitantes de las comunidades ind¨ªgenas y campesinas informan de enfermedades. El aire tampoco se libra. La selva de Sucumb¨ªos est¨¢ llena de mecheros, enormes chimeneas que queman los gases de escape de la extracci¨®n petrol¨ªfera y que tambi¨¦n estropean el agua de la lluvia, la primera fuente de abastecimiento de los habitantes de la zona.
Desde hace algunos a?os han surgido asociaciones que re¨²nen a los afectados y que han llevado a varias audiencias en los tribunales contra Texaco-Chevron e incluso contra el Estado. Figura central de la lucha contra la multinacional es el abogado Pablo Fajardo, que desde hace a?os lleva adelante las batallas legales de los afectados, coordinando las actividades de la UDAPT.
Esta asociaci¨®n de activistas ind¨ªgenas y campesinos naci¨® con la intenci¨®n de proteger la vida y los derechos de las personas que viven en las zonas contaminadas en Ecuador. Las batallas legales contra los gigantes de la industria han continuado durante m¨¢s de 20 a?os. El Estado de Ecuador ha dado la raz¨®n a las poblaciones y se conden¨® incluso a Texaco-Chevron a pagar penalizaciones por cerca de 9,5 millones de d¨®lares (unos ocho millones de euros) para sanear cerca de 480.000 hect¨¢reas de ¨¢rea afectada a la que algunos llaman ¡°la Chern¨®bil del Amazonas¡±. Pero Chevron-Texaco se neg¨® a pagar las multas, y en septiembre de 2018, el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya anul¨® la sentencia contra la multinacional por considerar que el Estado ecuatoriano hab¨ªa violado el Tratado de Inversi¨®n Bilateral con los Estados Unidos, seg¨²n recoge la propia web de la compa?¨ªa.
La batalla legal no ha terminado, y los afectados esperan que alg¨²n d¨ªa se les d¨¦ la raz¨®n y se haga pagar a la multinacional lo que debe
A d¨ªa de hoy, la batalla legal no ha terminado y los afectados esperan que en alg¨²n momento se les d¨¦ la raz¨®n y se haga pagar a la multinacional lo que debe. Sin embargo, el desastre medioambiental no puede ser compensado. Y quieren que el problema sea conocido a nivel mundial.
Para ello, un buen d¨ªa tiraron de originalidad y la UDAPT cre¨® una nueva forma de turismo: el Toxic Tour, un recorrido para sensibilizar a los visitantes y llamar la atenci¨®n sobre este desastre ambiental. La iniciativa consiste en una visita guiada a las zonas m¨¢s contaminadas de las provincias. Permite ver, adem¨¢s de varios mecheros, numerosos pozos de petr¨®leo, piscinas de crudo y lugares contaminados. Llevan ya m¨¢s de 700 realizados.
El tour atrae a activistas, periodistas, fot¨®grafos y realizadores de v¨ªdeo, visitantes ideales para la UDAPT, cuyos miembros buscan desesperadamente justicia, y quieren que su historia sea contada, para poder dar voz a las poblaciones ind¨ªgenas y campesinas que sufren las consecuencias de las malas pr¨¢cticas.
Los pueblos ind¨ªgenas en particular sufren aqu¨ª, al igual que en muchos otros lugares del Amazonas, una invasi¨®n de sus territorios por distintas actividades extractivas. Muchas de las de petr¨®leo se efectuaron en tierras ancestrales de las tribus nativas de la regi¨®n, cuya supervivencia est¨¢ hoy amenazada pese a que han vivido durante milenios en simbiosis con el ecosistema del mayor bosque del mundo. Existe tambi¨¦n el riesgo de una p¨¦rdida de sus tradiciones ancestrales. Los a¡¯I cofan y siekopai, habitantes de estas tierras desde hace siglos, se han reducido a la mitad en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Actualmente, apenas son unos pocos cientos de personas.
El Estado y las propias multinacionales petroleras han intentado abrir v¨ªas de cooperaci¨®n y de compensaci¨®n de los da?os causados por la actividad minera. A menudo los ind¨ªgenas aceptan sumas en dinero o inversiones en las infraestructuras de los pueblos a cambio de licencias y concesiones territoriales. Es el caso de la Comunidad del Milenio, en el pueblo tribal A¡¯I Cofan de Dureno, cerca del r¨ªo Aguarico, uno de los m¨¢s da?ados. El territorio Cofan es tierra de extractivismo desde los a?os setenta y ha sufrido mucha violencia por los nuevos colonos.
La creaci¨®n de esta comunidad fue fruto de una negociaci¨®n entre el Gobierno y Petroamazonas en 2014, en la que se aprob¨® la reapertura de Dureno 1, un pozo ya cerrado, y la ampliaci¨®n del pozo Guante 12, ambos en territorio Cofan. Desde entonces, Dureno se ha convertido en un pueblo modelo, dotado de iluminaci¨®n, chozas de cemento, una escuela biling¨¹e, donde los ni?os estudian tanto el espa?ol como su lengua tribal y cisternas de agua. Por todo ello, la comunidad paga impuestos. Cada n¨²cleo familiar recibi¨® una casa, y tambi¨¦n se construyeron dependencias para el desarrollo del ecoturismo. Gracias a estas inversiones, la empresa petrol¨ªfera ha obtenido del Gobierno la concesi¨®n para abrir nuevos pozos en la zona. Muchos habitantes de Dureno est¨¢n, sin embargo, en desacuerdo con la decisi¨®n.
Los ancianos recuerdan bien la llegada de las compa?¨ªas petroleras, mientras que los m¨¢s j¨®venes nunca han conocido su territorio ancestral limpio
La poblaci¨®n de Siekopai, por su parte, se ha reducido mucho a lo largo de los a?os debido, dicen, a la violencia, las amenazas y las presiones de las compa?¨ªas que operan en su territorio y a las enfermedades derivadas de la contaminaci¨®n. Algunos pueblos se encuentran cerca del r¨ªo Aguarico, como San Pablo de Kantesiyia, muy contaminado. Los ancianos recuerdan bien la llegada de las multinacionales, mientras que los m¨¢s j¨®venes nunca han conocido su territorio ancestral limpio.
Los vertidos han estropeado el curso de agua, poniendo en serio peligro la salud de los que sobreviven gracias al r¨ªo Aguarico, donde la poblaci¨®n de San Pablo se ba?a, lava, y los ni?os a menudo juegan. Algunos habitantes se?alan que, cuando la producci¨®n petrolera era alta, los que se ba?aban sal¨ªan con manchas negras de crudo. Se aprecia el creciente proceso de occidentalizaci¨®n de las comunidades, sobre todo por la llegada de empresas agroalimentarias que experimentan con nuevos cultivos y plantaciones de palma en el territorio, y por la apertura de tiendas que se abastecen semanalmente de productos que los Siekopai nunca antes hab¨ªan consumido, como la Coca-Cola. Por primera vez, las nuevas generaciones de las tribus est¨¢n en contacto con la globalizaci¨®n y el mundo digital. Y ya empiezan a cambiar los h¨¢bitos, la ropa y la alimentaci¨®n. Su cultura ancestral y sus tradiciones milenarias son cada vez menos frecuentadas por los m¨¢s j¨®venes. Y existe el peligro real de que se olviden tambi¨¦n los idiomas.
Muchos de los m¨¢s j¨®venes son grandes defensores de la Amazon¨ªa, el bosque m¨¢s grande del mundo, con un territorio que abarca nueve estados sudamericanos. Estados que no encuentran el modo de proteger ni al medio ambiente y a las poblaciones. La extracci¨®n de materias primas y la deforestaci¨®n no perdonan y sus consecuencias se aprecian en el paisaje. Salvaguardar este ecosistema es fundamental para la supervivencia del planeta.
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