El riesgo de pandemias ha aumentado en las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas por el maltrato al planeta

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Es esencial proteger los bosques y cambiar las pr¨¢cticas agr¨ªcolas actuales para prevenir futuras pandemias. As¨ª ha concluido el Grupo de Trabajo Cient¨ªfico Internacional en Prevenci¨®n de Pandemias, organizado por el Instituto de Salud Global de Harvard junto con la Escuela de Salud P¨²blica T.H. Chan de Harvard, en un informe publicado este 18 de agosto que analiza el riesgo actual de que surjan nuevas enfermedades como la covid-19 y las acciones necesarias para reducir esta amenaza.

El riesgo de propagaci¨®n de enfermedades infecciosas emergentes que puedan causar otra pandemia ha aumentado en las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas debido a la creciente alteraci¨®n o destrucci¨®n de los ecosistemas. Esto genera un desplazamiento forzado de especies que, frente a la proximidad con los humanos, puede provocar zoonosis, es decir, que un pat¨®geno de riesgo presente en un animal se transmita a la especie humana y se desarrolle una enfermedad que pueda desencadenar una pandemia.

Este estudio demuestra que el cambio clim¨¢tico, la deforestaci¨®n, el mercado de animales salvajes, la agricultura intensiva y otras actividades de destrucci¨®n ambiental influyen en la propagaci¨®n de pat¨®genos presentes en animales salvajes. ¡°Las evidencias citadas en este informe muestran que la mejor forma de prevenir una pandemia es impedir esta transmisi¨®n de virus zoon¨®ticos de animales a humanos¡± afirma la catedr¨¢tica en patobiolog¨ªa Deborah Kochevar, directora del proyecto contra la propagaci¨®n de enfermedades de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID-funded STOP Spillover project). Asimismo, Kochevar cita que esto debe ser llevado a cabo con protecci¨®n ambiental y fortalecimiento de los sistemas de salud, tal y como indica el informe, que propone la creaci¨®n de plataformas de salud unificadas denominadas ¡°Una sola salud¡± o One Health en ingl¨¦s. El objetivo de estas iniciativas es incluir una perspectiva multidisciplinar que implique la salud humana, salud animal, medio ambiente y agropecuaria para evitar las pandemias.

La creciente alteraci¨®n de ecosistemas genera un desplazamiento forzado de especies que puede provocar la transmisi¨®n de enfermedades animales a humanos

Algunas experiencias de esta iniciativa ya han sido llevadas a cabo en ¨¢mbitos locales y muestran, por ejemplo, c¨®mo la deforestaci¨®n se redujo en Borneo con un fortalecimiento del sistema de salud o c¨®mo el virus Nipah fue controlado en algunas ¨¢reas de granjas en Malasia gracias a la construcci¨®n de barreras naturales de bamb¨² para evitar que los murci¨¦lagos de la fruta entrasen en contacto con los cerdos, que hab¨ªan sido el origen de un brote que se transmiti¨® a los humanos en 1998. ¡°Lo importante es que los que otros pa¨ªses vean estos ejemplos de ¨¦xito y los repliquen, ya que a partir de las experiencias locales pretendemos crear plataformas globales de trabajo contra pandemias entre organizaciones internacionales y gobiernos¡± explica Marcos Espinal, director de enfermedades transmisibles y determinantes ambientales de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS/OMS).

Prepararse para la llegada de una pandemia es tan esencial como prevenirla

El grupo de investigadores pone de relieve que las medidas de prevenci¨®n de la diseminaci¨®n de pat¨®genos para evitar nuevas pandemias est¨¢n siendo subestimadas frente a las dificultades para controlar la covid-19. Hasta ahora, los esfuerzos se est¨¢n centrando exclusivamente en la contenci¨®n: fortalecimiento de los sistemas de salud, aumento de pruebas de diagn¨®stico, medicamentos y vacunas, que son ¡°fundamentales, pero insuficientes para poder controlar otras futuras pandemias¡±, tal y como presentan los investigadores. El doctor Aaron Bernstein, l¨ªder del grupo de investigaci¨®n y director del Centro de Investigaci¨®n para el Clima, Salud y Medio Ambiente Global de la Escuela de Salud P¨²blica T.H. Chan de Harvard, afirma que hasta el momento se han gastado m¨¢s de seis billones de d¨®lares para combatir la pandemia provocada por el coronavirus. Conforme a los c¨¢lculos de este cient¨ªfico, solo un 2% de este gasto (22.000 millones de d¨®lares) bastar¨ªa para financiar las actividades de reducci¨®n de la deforestaci¨®n y control del comercio de especies silvestres para prevenir la diseminaci¨®n de cualquier virus con potencial zoon¨®tico.

¡°Existe una cierta dicotom¨ªa entre la prevenci¨®n de la propagaci¨®n de un virus a la especie humana y la preparaci¨®n para la contenci¨®n de una epidemia porque invertir en algo que no sucedi¨® no favorece tanto al discurso p¨²blico¡±, explica Guilherme Werneck, profesor de epidemiolog¨ªa de la Universidad Estatal de R¨ªo de Janeiro (UFRJ) e integrante del grupo de investigadores. No obstante, ¨¦l defiende que no existe ning¨²n antagonismo entre estas acciones y que ambas deben ser llevadas a cabo. Asimismo, defiende que el proceso de vacunaci¨®n actualmente para la covid-19 es esencial, as¨ª como tambi¨¦n lo es desarrollar otras vacunas para evitar contagios de posibles virus entre animales.

El 50% de las enfermedades infecciosas emergentes detectadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas proven¨ªan de animales salvajes, seg¨²n muestran los investigadores en el estudio. Los principales portadores de virus potencialmente contagiosos son los murci¨¦lagos ¡ªcon predominancia para virus tales como coronavirus (SARS), paramyxovirus (Nipah), filovirus (?bola) y rhabdovirus (rabia)¡ª, los roedores ¡ªpotenciales transmisores de arenavirus (fiebre de Lassa) y bunyavirus (s¨ªndrome por Hantavirus)¡ª y los simios que principalmente portan retrovirus como el VIH. El contagio respiratorio es el modo de transmisi¨®n con mayores probabilidades de provocar una pandemia; no obstante, la r¨¢pida propagaci¨®n del Zika ¡ªque atraves¨® del hemisferio este al oeste entre 2013 y 2015¡ª indica el potencial de propagaci¨®n que tienen las enfermedades virales transmitidas por vectores, es decir, por organismos vivos tales como mosquitos o garrapatas.

?reas m¨¢s vulnerables

Entre 1960 y 2019, las nuevas pr¨¢cticas de uso de la tierra, principalmente la deforestaci¨®n y la agricultura intensiva, alteraron un tercio de la superficie de tierra del planeta. Los cambios en el uso de la tierra son responsables de m¨¢s del 50% de las enfermedades infecciosas zoon¨®ticas que han afectado a la especie humana desde 1940, tal y como explica el grupo cient¨ªfico. Este informe coloca sobre la mesa estudios que demuestran c¨®mo la deforestaci¨®n en Am¨¦rica Central provoc¨® el aumento de roedores portadores de Hantavirus con s¨ªndrome pulmonar, as¨ª como la deforestaci¨®n en pa¨ªses de ?frica central y oeste provoc¨® una mayor incidencia de brotes de ?bola.

¡°No es sorprendente que los lugares considerados con mayores riesgos de propagaci¨®n de pat¨®genos de animales a humanos est¨¦n en China, en el sudeste asi¨¢tico, en ?frica y en Am¨¦rica del Sur, puesto que hay todav¨ªa grandes selvas tropicales y los ecosistemas est¨¢n siendo alterados muy r¨¢pidamente, con modificaciones sustanciales de h¨¢bitats naturales para fines productivos¡±, explica el epidemi¨®logo Werneck. ?l a?ade que la precariedad en los sistemas de vigilancia y bioseguridad en las granjas de animales tambi¨¦n es un factor de vulnerabilidad ante posibles pandemias. La expansi¨®n de la agropecuaria coloca a la humanidad y al ganado en una mayor proximidad con la fauna salvaje y con otros vectores de transmisi¨®n de enfermedades. Las granjas porcinas o av¨ªcolas, que han aumentado considerablemente en las ¨²ltimas d¨¦cadas en China y en el sur de Asia, han sido focos de contagios de influenza con altos riesgos pand¨¦micos.

Los cambios en el uso de la tierra son responsables de m¨¢s del 50% de las enfermedades infecciosas zoon¨®ticas que han afectado a la especie humana desde 1940

Asimismo, los cient¨ªficos encontraron indicios de 36 agentes zoon¨®ticos, entre ellos variantes de SARS coronavirus, en animales vendidos en mercados locales como el de Laos. A partir de esta y otras evidencias, el informe insiste en la importancia del control del comercio tanto de carne de caza como de animales ex¨®ticos vivos. El mercado ilegal de especies silvestres se ha valorizado un 500% desde 2004, con Estados Unidos como principal consumidor con una importaci¨®n de entre 10 y 20 millones de animales por a?o.

Otras actividades humanas que impactan los ecosistemas son las alteraciones de cursos de agua dulce, como sucede por ejemplo en la construcci¨®n de represas hidroel¨¦ctricas. Este es el caso de la central de Asu¨¢n en Egipto, relacionada con el aumento de un mosquito vector de la filariasis linf¨¢tica, o de otras hidroel¨¦ctricas en Sri Lanka e India que han provocado el aumento de la malaria, tambi¨¦n transmitida por un mosquito. ¡°El estudio global de los factores que influyen sobre la zoonosis de enfermedades emergentes muestra que hay partes del mundo que son focos potenciales para que se d¨¦ la propagaci¨®n de virus entre especies¡±, explica Jonathan Epstein, vicepresidente de ciencia y divulgaci¨®n de la Alianza EcoHealth. ¡°Identificar los lugares con mayor probabilidad de surgimiento de pandemias permite que la comunidad sanitaria global concentre los recursos y las estrategias para prevenir el salto de especies y la propagaci¨®n de un virus entre los humanos¡±, a?ade.

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