¡°Es la ¨²nica manera de lograr un cambio¡±: pese a la creciente represi¨®n, la oposici¨®n de Zimbabue acude a las urnas
El pa¨ªs africano elige un nuevo presidente este mi¨¦rcoles en un clima de hostigamiento a los detractores del Gobierno. Pero el complicado contexto econ¨®mico podr¨ªa penalizar al partido que lleva 43 a?os en el poder
Once candidatos y unas elecciones impregnadas de represi¨®n, descontento de la poblaci¨®n, crisis financiera y miedo a fraudes. Este es el panorama que acompa?a a los zimbabuenses a las urnas este mi¨¦rcoles, en unos comicios en los que los opositores al presidente, Emmerson Mnangagwa, y a su partido, la Uni¨®n Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patri¨®tico (ZANU-PF), en el poder desde hace 43 a?os, acusan al Gobierno de controlar cada d¨ªa m¨¢s a los organismos p¨²blicos y de restringir las protestas. Pero pese a este contexto hostil, los detractores han decidido no boicotear los comicios.
En las ¨²ltimas semanas, varios simpatizantes de la Coalici¨®n Ciudadana por el Cambio (CCC), liderado por Nelson Chamisa, de 45 a?os, el principal rival de Mnangagwaha han terminado detenidos por la polic¨ªa antidisturbios ?Su delito? Asistir a una reuni¨®n de la oposici¨®n en las afueras de la ciudad.
Las organizaciones internacionales de derechos humanos condenan estos arrestos, pero los zimbabuenses ya no se sorprenden. En v¨ªsperas de las elecciones, la polic¨ªa ha prohibido m¨¢s de 100 m¨ªtines de la formaci¨®n pol¨ªtica CCC. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os, las autoridades han aumentado sus herramientas para actuar contra manifestaciones o actos de masas contrarios a sus intereses: en 2016 se modific¨® una ley que restringi¨® considerablemente el derecho a manifestarse y el pasado junio, entr¨® en vigor la llamada ¡°ley patri¨®tica¡±, en virtud de la cual cualquiera que cause ¡°da?os deliberados a la soberan¨ªa y al inter¨¦s nacional¡± puede acabar condenado a un m¨¢ximo de 20 a?os de c¨¢rcel.
Las leyes represivas tienen como principal objetivo garantizar la permanencia en el poder del presidente Emerson Mnangagwa, de 80 a?os. El pol¨ªtico, conocido como El cocodrilo por su astucia pol¨ªtica, lleg¨® al poder en 2017 tras un golpe militar en el que derroc¨® a su mentor, Robert Mugabe, fallecido dos a?os despu¨¦s. La posici¨®n de Mugabe, el primer y ¨²nico presidente que gobern¨® Zimbabue desde su independencia en 1980, se hab¨ªa vuelto insostenible: desde que en el a?o 2000 confisc¨® las tierras de cultivo a los agricultores blancos y las redistribuy¨® entre los zimbabuenses negros, el pa¨ªs se hab¨ªa sumido en una profunda crisis econ¨®mica.
Aunque los seguidores de Emerson Mnangagwa se?alan ¨¦xitos ¡ªcomo un sector minero en auge y una cosecha r¨¦cord de cereales gracias a las reformas de las nuevas leyes agr¨ªcolas¡ª, las elecciones que se celebran este mi¨¦rcoles se ven ensombrecidas por la recesi¨®n econ¨®mica. Seg¨²n el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el brazo de Naciones Unidas para combatir el hambre, al menos el 49% de la poblaci¨®n de Zimbabue vive en condiciones de extrema pobreza y el pa¨ªs registra una de las tasas de inflaci¨®n m¨¢s elevadas del mundo, que en el a?o 2022 super¨® el 100%, seg¨²n el Banco Mundial.
El ZANU-PF tiene el control de los tribunales (...) y la polic¨ªa hace cumplir sus leyes y pol¨ªticas represivas. Es la expresi¨®n m¨¢xima de la ilegalidadDavid Coltart, abogado
La campa?a electoral es, por tanto, muy similar a la de 2018, cuando Mnangagwa obtuvo un estrecho margen en las urnas. ¡°Incluso entonces, las elecciones giraron en torno a la econom¨ªa¡±, afirma el abogado de derechos humanos David Coltart. El experto prev¨¦ que el partido CCC registrar¨¢ un impulso en este contexto financiero complicado. ¡°La econom¨ªa est¨¢ fallando, lo que puede significar que la oposici¨®n puede jugar su baza. Adem¨¢s, Mnangagwa tambi¨¦n es sospechoso de lavado de dinero, lo cual ha provocado un palpable descontento social, e incluso en las zonas rurales, tradicionalmente un feudo del ZANU-PF, los votantes se est¨¢n decantando por el CCC¡±, agrega.
En un manifiesto titulado Para todos, Nelson Chamisa, l¨ªder del CCC, ha prometido atajar la corrupci¨®n, crear empleo y acabar con la pobreza en Zimbabue. Coltart, que lleva m¨¢s de 40 a?os participando en la pol¨ªtica zimbabuense, se ha afiliado recientemente al CCC y afirma que nunca ha vivido ¡°unos comicios tan ilegales y fraudulentos¡± como estos. ¡°El ZANU-PF tiene el control de los tribunales (...) y la polic¨ªa hace cumplir sus leyes y pol¨ªticas represivas¡±, asegura. ¡°Es la expresi¨®n m¨¢xima de la ilegalidad¡±, resume.
Un polvor¨ªn
El abogado de derechos humanos Musa Kika tambi¨¦n lamenta que el ZANU-PF se haya hecho con un mayor control de las instituciones zimbabuenses en los ¨²ltimos a?os, lo que ha creado un terreno de juego desigual para las elecciones. ¡°La manipulaci¨®n que estamos sufriendo ahora es mucho m¨¢s sofisticada que la de las elecciones anteriores¡±, afirma. Solo en el a?o 2000, tras las expropiaciones de tierras llevadas a cabo por Mugabe, Zimbabue consigui¨® una oposici¨®n estable. Y ya entonces y por primera vez, el partido en el poder respondi¨® con represi¨®n e intimidaci¨®n.
Al menos el 49% de la poblaci¨®n de Zimbabue vive en condiciones de extrema pobreza y el pa¨ªs registra una de las tasas de inflaci¨®n m¨¢s elevadas del mundo
¡°En el a?o 2002 fue la primera vez que tuvimos que lidiar con la violencia electoral, algo que se ha repetido en cada votaci¨®n posterior¡±, agrega Kika. ¡°La violencia electoral fue peor en 2008, cuando murieron al menos 100 personas y tambi¨¦n nos acecha este a?o¡±, advierte. ¡°El pa¨ªs est¨¢ incre¨ªblemente dividido. Gane quien gane, el resultado de las elecciones ser¨¢ impugnado. Esto es un polvor¨ªn¡±. El abogado recuerda que, el pasado 4 de agosto, un simpatizante del CCC muri¨® tras sufrir una emboscada cuando se dirig¨ªa a una reuni¨®n del partido.
A pesar de este clima adverso y de los temores crecientes, el partido de Chamisa considera que la ¨²nica opci¨®n era presentarse. Si los opositores hubieran boicoteado los comicios, opina, el ZANU-PF habr¨ªa ganado sin obst¨¢culos. ¡°Queremos demostrar que podemos movilizar a tanta gente que no puede haber m¨¢s trampas¡±, dijoha declarado el abogado y portavoz de CCC Fadzayi Mahere. En 2018, Mnangagwa obtuvo un 50,8% de los votos y seg¨²n sus detractores, ese 0,8% de las papeletas que supuso la victoria se debi¨® al voto fraudulento. ¡°Pero esta vez la diferencia ser¨¢ demasiado grande para ama?arla¡±, afirma Mahere, con entusiasmo. ¡°Creemos en una democracia constitucional. Solo as¨ª podremos lograr un cambio pol¨ªtico en nuestro pa¨ªs¡±, concluye.
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