Memorias y mestizajes que construyen comunidad en Espa?a
Una exposici¨®n re¨²ne en La Casa Encendida de Madrid los trabajos de ocho artistas emergentes, seleccionados entre 500. Creadores espa?oles y provenientes de distintas di¨¢sporas reflexionan sobre identidades en movimiento
¡°Me parece importante estar aqu¨ª y animar a las generaciones m¨¢s j¨®venes a atreverse. Ahora es el momento en el que coincidimos muchos artistas racializados del mundo en este punto de visibilidad y tenemos que aprovecharlo¡±, sostiene Agnes Essonti Luque (Barcelona, 1996). La artista pl¨¢stica, hija de padre camerun¨¦s y madre andaluza (de C¨®rdoba), habla desde una de las salas de La Casa Encendida de Madrid, mientras se inaugura la exposici¨®n colectiva Generaci¨®n 2024. Identidad, memoria y comunidad de una generaci¨®n con ra¨ªces diversas nacida en los noventa.
Essonti explica que poco importa si lo que se busca con una muestra como esta es una ¡°representaci¨®n ¡®a nivel Benetton¡±, y anima a otros hijos de emigrantes a ¡°ocupar todos los espacios posibles¡±, ya que hubo anteriores referentes art¨ªsticos que ¡°no han tenido los lugares de representatividad¡± a los que pueden acceder ahora. Cita, por ejemplo, a ¡°una generaci¨®n de ecuatoguineanos que vienen produciendo arte aqu¨ª, pero que no han podido estar en La Casa Encendida o en el Reina Sof¨ªa¡±.
La convocatoria Generaciones de la Fundaci¨®n Montemadrid celebra con esta muestra su 24? edici¨®n, como una plataforma dedicada al arte actual, con el prop¨®sito de que los autores emergentes puedan darse a conocer a los mecenas, el p¨²blico y la cr¨ªtica. En esta edici¨®n, que recibi¨® cerca de 500 candidaturas, se eligieron los trabajos de ocho creadores, en los que la experiencia de las di¨¢sporas, la memoria y lo colonial, la formaci¨®n de la identidad y de los lazos comunitarios son algunos de los temas comunes. Estos discursos se dan en m¨²ltiples formatos, entre los que predominan las instalaciones que conjugan pintura, escultura y registros audiovisuales.
El jurado destaca el valor de ¡°una reflexi¨®n altamente personal y emotiva¡± sobre las identidades, que, inclusive cuando son el ¡°resultado de procesos hist¨®ricos pol¨¦micos¡±, pueden dar pie ¡°al desarrollo de espacios comunitarios f¨ªsicos y territoriales, por una parte, y sociales, afectivos y culturales, por otra¡±.
Los proyectos elegidos son: A m¨ª de peque?ita me daban nostalgia a cucharadas, de Agnes Essonti Luque; Amparo, de An Wei (Madrid, 1990); Vista a vuelo de ¨¢guila, de Daniel De La Barra (Lima, 1992); Al final de tu cabello, de Irati Inoriza (Balmaseda, Vizcaya, 1992); Ukemi Ushiro Ukemi, de Milena Rossignoli (Quito, 1990); Catch the living manners as they rise (alcanzar las formas vigentes mientras surgen), de Ra¨²l Silva (Lima, 1991); Dialogues 2023, de Salem Amar (Barcelona, 1999) y Succulentbonds/ lazossuculentos, de Weixin Quek Chong (Singapur, 1988).
Lavapi¨¦s, Hospitalet, Singapur
Essonti es una de las activas artistas que expresa sin ambages ese af¨¢n por no desperdiciar oportunidades para difundir sus obras. En esta ocasi¨®n, presenta una obra en la que despliega fotos tomadas por ella misma en Camer¨²n, el pa¨ªs de su padre, textos de las memorias de una ni?a crecida en L¡¯Hospitalet de Llobregat, intervenidos con historias de otras personas y hasta elementos de ficci¨®n que le permiten expandirse. Lo m¨¢s llamativo de la instalaci¨®n es la alfombra hecha en colaboraci¨®n con el sindicato Top Manta (vendedores ambulantes de Barcelona): ¡°La cosimos juntas en su taller, y he utilizado diferentes objetos que son met¨¢foras de nuestra vida y de los procesos que nos afectan, como la migraci¨®n, el extractivismo, el colonialismo y el universo espiritual¡±.
Consultada por la noci¨®n de identidad, la artista indica que, a su entender, es ¡°algo en un constante fluir¡±. De hecho, aclara, ella misma se ha definido de distintas maneras, ¡°como mujer afroespa?ola o mujer de la etnia manyu (la de mi padre) o, simplemente, mujer espa?ola¡±. All¨ª radica, en su criterio, ¡°la riqueza de la vida¡±, en el ¡°poder jugar con la identidad y explicarnos de manera diferente en cada momento¡±.
Por su parte, An Wei, un artista que naci¨® en Madrid y que luego pas¨® varios a?os en China antes de regresar a su ciudad de nacimiento, se asume sin conflictos como parte del colectivo de la segunda generaci¨®n (la de los hijos) de inmigrantes en Espa?a. En este caso, Lavapi¨¦s marca el origen de la escultura que presenta, llamada Amparo por una de las calles que ¡°vertebran este barrio con el car¨¢cter de viajeros, comunidades de inmigrantes y nuevas generaciones¡± que han ido llegando. Se trata de una ¡°caja de escaleras, con la fragmentaci¨®n que caracteriza el barrio y las relaciones¡±.
Otra artista de linaje asi¨¢tico, Weixin Quek Chong, que lleg¨® a Madrid desde Singapur hace cerca de una d¨¦cada, muestra en La Casa Encendida esculturas sobre los ¡°lazos suculentos¡± que la ligan a su lugar de origen. Su obra est¨¢ hecha de ¡°nidos¡± (algas entrelazadas y revestidas en resina) y l¨¢minas de l¨¢tex natural, ya que ¡°esta materia es la sangre (o jugo) de los ¨¢rboles de caucho¡± de plantaciones en las que trabajaban sus propios abuelos. Weixin explica que el ¨¢rbol del caucho (Hevea brasiliensis) es una planta originaria de Brasil, de cuya savia se obtiene el l¨¢tex, una materia preciada para su explotaci¨®n industrial, tambi¨¦n en el mundo de la moda y el fetichismo, porque se adhiere a la piel como ning¨²n otro tejido. Fue ¡°uno de los primeros productos de exportaci¨®n de Malasia y Singapur, (desde las selvas del sudeste asi¨¢tico), por iniciativa de los brit¨¢nicos, que quer¨ªan competir con el mercado del caucho sudamericano¡±.
Sobre la posibilidad de ver con nuevas perspectivas el lugar de procedencia, la artista de Singapur advierte que, ¡°a veces, es dif¨ªcil saber cosas de tu contexto original si no sales de ah¨ª¡±. Y a?ade: ¡°Me he dado cuenta de elementos que antes eran invisibles (o normales) para m¨ª, como el clima, que es una experiencia corporal intensa, o las din¨¢micas comunales y las est¨¦ticas¡±.
Ante la repregunta sobre las distintas pr¨¢cticas comunitarias a las que alude, se?ala que ¡°el sentido de espacio es muy diferente en Singapur¡±, ya que ¡°all¨ª hay poco espacio privado, est¨¢s siempre rodeado de un mont¨®n de gente, en movimiento, y a la vez puedes estar muy aislado¡±. En cambio, asevera, ¡°aqu¨ª hay m¨¢s sensaci¨®n de que es posible contar con un lugar privado como ser individual¡±.
Desde el puerto del Callao a la Amazon¨ªa
Entre los llegados de Latinoam¨¦rica, cabe destacar la obra de dos artistas peruanos. Daniel de la Barra desembarc¨® en Europa con 18 a?os a ¡°buscarse la vida¡±, como lo define a los 31. Su instalaci¨®n Vista a vuelo de ¨¢guila destaca por el rojo oscuro de un gran tr¨ªptico en el que De La Barra satiriza contra el extractivismo actual, a trav¨¦s de una reinterpretaci¨®n de Almuerzo sobre la hierba, de ?douard Manet, con ¡°los fabricantes de todas las semillas transg¨¦nicas del mundo¡± como figuras centrales, tal como ¨¦l mismo detalla.
¡°Las corporaciones tienen caras, por qu¨¦ no mostrarlas¡±, enfatiza. En la pintura, que tambi¨¦n, seg¨²n sus palabras, recuerda el estilo de las escenas catastr¨®ficas de Bruegel El viejo, se muestra un tractorazo frente al Parlamento Europeo y los paisajes que soportan las fumigaciones. Habla del envenenamiento de los suelos por pesticidas y de ¡°la venganza del cacique lomiamarillo¡±, un p¨¢jaro sudamericano que, en su cuadro, ¡°defeca sobre la cabeza de los principales fabricantes de pienso animal, a partir de la soja que deforesta la Amazon¨ªa¡±. En su obra ¡°no hay pensamiento lineal, a la manera de la cosmogon¨ªa ind¨ªgena, donde pasado, presente y futuro conviven siempre¡±, afirma el pintor que, de ni?o, dibujaba caricaturas de pol¨ªticos.
Frente al tr¨ªptico, una pantalla reproduce la ¡°reedici¨®n de una pel¨ªcula franquista del a?o 41, en la que se propagandizaba el fascismo agrario¡±, seg¨²n lo define el artista pl¨¢stico, ya que ¡°se enaltece el sentimiento del campesino y el sentir identitario de una naci¨®n, nutri¨¦ndose de los ideales del romanticismo, para rehacer un imperio¡±. El audio de la pel¨ªcula original sigue intacto, con el aliento a la producci¨®n agr¨ªcola ¡°para alimentar a los soldados¡±, mientras las im¨¢genes se sustituyen con las de visitas a los centenares de pueblos fundados durante la dictadura de Franco, para ¡°entender c¨®mo respiran esos fantasmas hist¨®ricos en el presente¡±, concluye.
En tanto, Ra¨²l Silva presenta un proyecto vinculado a la historia comercial del Per¨² en el siglo XIX, coincidiendo con sus primeros a?os de independencia. El punto de partida es la exportaci¨®n de guano de aves de las islas de Chincha (en la costa del Pac¨ªfico) hacia los pa¨ªses anglosajones. Como las heces de este p¨¢jaro local llamado guanay (Leucocarbo bougainvillii) contienen un alto contenido de nitr¨®geno y f¨®sforo, los brit¨¢nicos ¡ªconsignatarios de las islas¡ª se encargaban de su distribuci¨®n como fertilizante, pagando un porcentaje al pa¨ªs de origen. En ese marco se construye la primera l¨ªnea de ferrocarril de Sudam¨¦rica (inaugurado en 1851), que conecta la capital con el puerto de El Callao. ¡°Esa l¨ªnea de transporte, financiada con el dinero del guano, teje este primer v¨ªnculo del pa¨ªs con las potencias coloniales del mundo, a trav¨¦s de algo que se produce en el ciclo de la naturaleza y que alimenta la industria¡±, se?ala Silva. Esta conexi¨®n lleva al artista a pensar en las otras redes que tejen los sistemas tecnol¨®gicos y los vectores inform¨¢ticos, y c¨®mo la velocidad de la informaci¨®n se acelera. Su creaci¨®n parte de estas reflexiones para plasmarlas en pintura al ¨®leo e im¨¢genes en movimiento. Su idea es ¡°representar la pretendida infinitud del crecimiento del capitalismo en contraposici¨®n a la limitaci¨®n de lo material¡±.
En el jurado de esta edici¨®n de Generaciones han participado Carla Acevedo Yates, del Museum of Contemporary Art Chicago; Jo?o Mour?o, director del Arquip¨¦lago Centro de Artes Contempor?neas; Lu¨ªs Silva, director del Kunsthalle Lissabon, Lisboa, y Mabel Tapia, exsubdirectora del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa. Cada uno de los proyectos seleccionados ha recibido 10.000 euros en concepto de gastos de producci¨®n y honorarios.
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