M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial no tiene acceso a agua potable segura, seg¨²n un estudio que duplica las cifras de la ONU

Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable en 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Esta meta, que ya parec¨ªa dif¨ªcil de alcanzar para los 2.000 millones de personas que, seg¨²n Naciones Unidas, carec¨ªan en 2020 de servicios de agua potable gestionados de forma segura ¡ªcomo se denomina el indicador global usado para medir los progresos¡ª, se aleja a¨²n m¨¢s a la vista de una nueva estimaci¨®n, hecha p¨²blica este jueves en la prestigiosa revista cient¨ªfica Science. Seg¨²n el estudio, ser¨ªan m¨¢s del doble, 4.400 millones, las personas que viven sin agua potable segura, es decir, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial, que se acerca a los 8.200 millones.

¡°Es posible que se est¨¦ subestimando significativamente el n¨²mero de personas cuyo derecho humano b¨¢sico al agua potable no se est¨¢ cumpliendo¡±, afirma Esther Greenwood, estudiante de doctorado en Eawag, el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnolog¨ªa Acu¨¢ticas, y autora principal del estudio, en una nota de prensa de la instituci¨®n. El informe estima que ¡°solo una de cada tres personas utilizaba servicios de agua potable gestionados de forma segura¡± en 2020 en los 135 pa¨ªses de renta baja y media analizados, que la materia fecal contamina el agua potable de casi la mitad de la poblaci¨®n de dichos Estados, y que un tercio de sus habitantes necesita ir a buscar agua a un punto compartido.

El agua para consumo humano contaminada con microbios puede transmitir enfermedades diarreicas, c¨®lera, disenter¨ªa, fiebre tifoidea y poliomielitis, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Esta contaminaci¨®n causa cada a?o 505.000 muertes por enfermedades diarreicas, seg¨²n el organismo, que eleva a un mill¨®n las muertes anuales por enfermedades diarreicas contra¨ªdas como resultado de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de las manos.

No existen datos certeros sobre en qu¨¦ condiciones consumen agua la mitad de los habitantes del planeta. Por ello, los investigadores de Eawag desarrollaron modelos, utilizando un aprendizaje autom¨¢tico basado en datos existentes de encuestas en hogares y en datos geoespaciales, para hacer una estimaci¨®n en 135 pa¨ªses de renta baja y media, de los cuales aproximadamente la mitad carec¨ªan de datos nacionales previos.

De los 4.400 millones de personas sin agua potable segura, seg¨²n este estudio, 1.200 millones viven en el sur de Asia y casi 950 millones en ?frica subsahariana

Los mapas mundiales elaborados por los investigadores muestran d¨®nde faltan servicios de agua potable, que son sobre todo las zonas rurales de los pa¨ªses de renta baja con altas temperaturas y fuertes fluctuaciones estacionales de las precipitaciones. De los 4.400 millones de personas sin agua potable segura, seg¨²n este estudio, 1.200 millones viven en el sur de Asia, casi 950 millones en ?frica subsahariana, unos 850 millones en el este de Asia, casi 500 millones en el sudeste asi¨¢tico y m¨¢s de 400 millones en Latinoam¨¦rica y Caribe.

?frica subsahariana tiene las tasas porcentuales nacionales m¨¢s bajas del mundo de uso de servicios de agua potable gestionados de forma segura. La regi¨®n registra una media del 15%, aunque en 12 pa¨ªses de esta regi¨®n no llega al 10% y en 89 regiones concretas de varios pa¨ªses no supera el 5%. En el sudeste asi¨¢tico, solo uno de cada cuatro habitantes tiene agua potable segura, una cifra que solo es ligeramente superior en Am¨¦rica Latina y el Caribe.

Para su trabajo, los investigadores contaron con el apoyo de la OMS y Unicef, encargados en un programa conjunto de vigilar el acceso al agua potable, aunque Greenwood cree, en respuesta a un cuestionario por correo electr¨®nico, que se necesitar¨¢ m¨¢s investigaci¨®n antes de que sus estimaciones se hagan oficiales, ante las grandes diferencias encontradas respecto a estimaciones previas en algunas regiones.

Fuente de agua mejorada

En sus mapas, la investigaci¨®n recoge los cuatro componentes utilizados por la OMS y Unicef para medir el uso de servicios de agua potable gestionados de forma segura: si los hogares utilizan una ¡°fuente primaria de agua mejorada¡± (como agua corriente, pozos y manantiales protegidos o agua embotellada), si es accesible in situ en el hogar, si est¨¢ disponible cuando se necesita y si est¨¢ libre de contaminaci¨®n fecal y qu¨ªmica (aspecto que no analiza el estudio por falta de informaci¨®n). Para ello, los investigadores utilizaron datos de encuestas recopilados por Unicef sobre m¨¢s de 60.000 hogares en 27 pa¨ªses entre 2016 y 2020. Tambi¨¦n utilizaron datos geoespaciales obtenidos por sat¨¦lite, datos a¨¦reos y terrestres disponibles en todo el mundo.

El 88% de las personas que viven en los pa¨ªses de ingresos bajos y medios utilizan una fuente de agua potable mejorada, definida como aquella que tiene ¡°el potencial de suministrar agua potable por la naturaleza de su dise?o y construcci¨®n¡±. Sin embargo, los resultados del estudio ¡°ponen de relieve que el acceso a una fuente de agua potable mejorada no siempre proporciona agua potable segura, ya que se calcula que casi la mitad de las poblaciones (48%)¡± de estos pa¨ªses ¡°est¨¢n expuestas a contaminaci¨®n fecal en su fuente primaria de agua potable¡±, se lee en el art¨ªculo. ¡°Nuestras predicciones indican que m¨¢s de la mitad de las poblaciones de Ocean¨ªa, ?frica subsahariana, Asia suroriental y Am¨¦rica Latina y el Caribe pueden estar expuestas a agua de consumo contaminada¡±, contin¨²a.

Greenwood afirma a este diario que ¡°los datos de vigilancia mundial no reflejan con precisi¨®n la calidad del agua¡±, lo que les ¡°limita a la hora de realizar estimaciones precisas a escala mundial. Es urgente realizar pruebas m¨¢s exhaustivas de la calidad del agua a escala nacional y de informar sobre las estimaciones mundiales¡±. ¡°Necesitamos invertir en una mejor explotaci¨®n y gesti¨®n de los sistemas, el tratamiento y las captaciones, siendo los planes de seguridad del agua una herramienta clave¡±, urge la experta.

La falta de accesibilidad in situ al agua potable fue el segundo componente m¨¢s com¨²n, que afecta a un 36% estimado de la poblaci¨®n. ¡°Se necesitan grandes inversiones para acercar el suministro de agua potable a los hogares, especialmente en el ?frica subsahariana, donde estimamos que m¨¢s de 650 millones de personas carecen de servicios de agua potable in situ. Aumentar el acceso al agua potable dentro del hogar, el patio o la parcela es clave para reducir la pobreza y mejorar la igualdad de g¨¦nero y la salud, ya que reduce el tiempo que las mujeres dedican a recoger agua de fuentes lejanas¡±, afirma el estudio.

Factores medioambientales y socioecon¨®micos

La disponibilidad, accesibilidad y calidad del agua potable dependen de distintos factores medioambientales y socioecon¨®micos, como el clima, la geolog¨ªa, la vegetaci¨®n, la densidad de poblaci¨®n y la proporci¨®n de tierras agr¨ªcolas, urbanas y bosques.

La escasez de lluvias se ha asociado con la falta de disponibilidad del agua, con el aumento de distancias recorridas para recogerla y con el uso de fuentes de agua alternativas no seguras. Por su parte, ¡°las variables clim¨¢ticas fueron las que m¨¢s contribuyeron a la predicci¨®n de la contaminaci¨®n fecal, con temperaturas medias anuales m¨¢s altas que contribuyeron a estimaciones m¨¢s altas de contaminaci¨®n por E.coli, lo que refleja la sensibilidad de la contaminaci¨®n microbiana de las fuentes de agua potable a las condiciones ambientales¡±.

¡°Con los datos que tenemos, no podemos predecir con exactitud las tendencias futuras ni c¨®mo puede afectar el cambio clim¨¢tico a los servicios de agua potable. La calidad del agua potable puede variar r¨¢pidamente en los pa¨ªses de renta baja y media, y los estudios han mostrado tendencias en las que la contaminaci¨®n est¨¢ asociada a condiciones meteorol¨®gicas extremas¡±, afirma Greenwood.

En un art¨ªculo de opini¨®n independiente publicado tambi¨¦n en Science, Rob Hope, director del Programa de Agua de la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford, resalta que ¡°las pol¨ªticas y pr¨¢cticas habituales suelen centrarse en mejorar el acceso mediante la construcci¨®n de nuevas infraestructuras h¨ªdricas¡±. ¡°Sin embargo, el servicio del agua es algo m¨¢s que proporcionar acceso. (...) Deben garantizar la cantidad suficiente, la seguridad, la fiabilidad, la proximidad f¨ªsica, la asequibilidad y la no discriminaci¨®n. Estos objetivos suponen un reto en las zonas rurales de ?frica y Asia y en las regiones escasamente pobladas, donde los servicios de agua potable in situ son costosos y complicados de mantener¡±, recalca.

Hope, que subraya la necesidad de ¡°sistemas de datos nacionales m¨¢s s¨®lidos, oportunos y precisos para mejorar los servicios h¨ªdricos¡±, afirma que ¡°un objetivo de 4.000 millones [de personas] debe reflejar las desigualdades sociales de los servicios de agua que recaen desproporcionadamente en mujeres, ni?as, pastores y otros grupos que a menudo viven en entornos con inseguridad h¨ªdrica. Las pol¨ªticas deben encontrar un equilibrio entre servir al mayor n¨²mero de personas de forma rentable y garantizar la equidad, para que los m¨¢s vulnerables no queden excluidos ni sean los ¨²ltimos en beneficiarse¡±.

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