La crisis clim¨¢tica interrumpi¨® el acceso a la educaci¨®n de 242 millones de ni?os en 2024, seg¨²n Unicef
Los fen¨®menos extremos impidieron el a?o pasado acudir a clase a uno de cada siete alumnos en el mundo, el 74% provenientes de pa¨ªses de renta baja y media-baja. La situaci¨®n afecta de forma desproporcionada a las ni?as y adolescentes y pone en riesgo su futuro
Las inundaciones, tormentas, incendios forestales, olas de calor, olas de fr¨ªo, ciclones tropicales y sequ¨ªas que arrasaron el planeta el a?o pasado provocaron que al menos 242 millones de estudiantes de 85 pa¨ªses vieran interrumpido su acceso a la escuela. Estos fen¨®menos extremos, consecuencia de la crisis clim¨¢tica, impidieron a uno de cada siete alumnos acudir a clase, seg¨²n un nuevo informe de Unicef publicado este viernes, coincidiendo con el D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n.
Una cifra ¡°conservadora¡±, indican en el estudio, debido principalmente a las limitaciones de los datos. Adem¨¢s, explican, estos n¨²meros no tienen en cuenta los impactos secundarios de estos peligros inducidos por el clima, ¡°como la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica causada por los incendios forestales o las sequ¨ªas, las tensiones geopol¨ªticas derivadas de la competencia por el agua o las epidemias resultantes de la reducci¨®n del acceso al agua potable debido a inundaciones o sequ¨ªas¡±. El an¨¢lisis se centra en la ¡°interrupci¨®n escolar¡±, que define como cualquier acontecimiento que provoque la suspensi¨®n de las clases regulares, desde el cierre de escuelas, a la reducci¨®n de las horas lectivas, el adelanto de las vacaciones, el retraso en la apertura o la destrucci¨®n de colegios y aulas.
Adem¨¢s de las consecuencias sobre las infraestructuras escolares, estas interrupciones, sobre todo aquellas que son prolongadas, tienen un alto coste en la infancia y adolescencia. ¡°Cuanto m¨¢s duren, m¨¢s impacto van a tener en la vida de los ni?os y ni?as, sobre todo en sus procesos de aprendizaje, que se van a ver interrumpidos, y tambi¨¦n en la calidad de estos¡±, explica por videollamada Carlos Garc¨ªa de Bakedano, especialista en Educaci¨®n de Unicef Espa?a. Estos riesgos, incide el informe, se hacen mayores en aquellos contextos m¨¢s fr¨¢giles. ¡°Cuanto m¨¢s tiempo pase sin que vayan a la escuela o sin que accedan a la educaci¨®n, m¨¢s va a costar que vuelvan de nuevo, con lo cual se pueden ver m¨¢s expuestos a riesgos de trabajo infantil, matrimonio infantil, embarazo temprano u otros tipos de abusos y explotaci¨®n¡±, a?ade el experto.
En Etiop¨ªa y Kenia, durante 2021 el matrimonio infantil aumento? en ma?s de un 90% en las regiones ma?s afectadas por la sequi?a, expulsando a las nin?as de las escuelas
En estos casos, las ni?as y adolescentes suelen verse afectadas de forma m¨¢s desproporcionada. ¡°Esto pasa, en general, no solamente con las crisis derivadas del cambio clim¨¢tico, sino tambi¨¦n, por ejemplo, en emergencias derivadas de conflictos. Por una discriminaci¨®n de g¨¦nero, a muchas de ellas se les asigna una serie de roles de cuidado, de tareas dom¨¦sticas, etc¨¦tera, que de alguna manera hacen que abandonen o dejen de ir a la escuela¡±, inciden desde Unicef. ¡°Esto les va a limitar en sus procesos de desarrollo y de oportunidades de futuro y tambi¨¦n les va a exponer m¨¢s a situaciones de abuso o de violencia. Hay estudios que dicen que aquellas ni?as que son capaces de terminar la etapa secundaria tienen seis veces menos riesgo de sufrir matrimonio infantil¡±, cuenta Garc¨ªa de Bakedano.
El informe destaca, al hilo de esta problem¨¢tica, que en Asia meridional y ?frica oriental los fen¨®menos clim¨¢ticos van asociados a un aumento de las tasas de matrimonio infantil, interrumpiendo para siempre la educaci¨®n de miles de ni?as y adolescentes. ¡°En Etiop¨ªa y Kenia, durante 2021 el matrimonio infantil aumento? en ma?s de un 90% en las regiones ma?s afectadas por la sequi?a, expulsando a las nin?as de las escuelas¡±, detalla el an¨¢lisis de Unicef.
En cuanto a la divisi¨®n por regiones, de los 242 millones de estudiantes que vieron su asistencia a clase interrumpida, casi el 74% se encontraban en pa¨ªses de renta baja y media-baja. Asia meridional fue la zona m¨¢s perjudicada, con 128 millones de ni?os y adolescentes afectados. Le siguen Asia Oriental y el Pac¨ªfico, con 50 millones de estudiantes, y Am¨¦rica Latina y el Caribe, con 30 millones de damnificados. En Oriente Pr¨®ximo y el Norte de ?frica, las tormentas y las inundaciones provocaron interrupciones escolares que afectaron a 8 millones de alumnos. Mientras tanto, en ?frica occidental y central y ?frica oriental y meridional, las inundaciones afectaron a 12 millones y 8 de estudiantes, respectivamente. En el continente africano, donde m¨¢s de 107 millones de ni?os ya est¨¢n sin escolarizar, las perturbaciones relacionadas con el clima en 2024 han puesto en riesgo de abandono escolar a otros 20 millones.
M¨¢s de 118 millones de alumnos afectados por olas de calor
Dentro de los fen¨®menos extremos, las olas de calor fueron el principal riesgo clim¨¢tico que llev¨® al cierre de escuelas en 2024, el a?o m¨¢s c¨¢lido registrado en el planeta. En abril, m¨¢s de 118 millones de alumnos resultaron afectados por las altas temperaturas, seg¨²n Unicef, que destaca que pa¨ªses como Banglad¨¦s o Filipinas sufrieron cierres generalizados en ese mes, mientras que otros, como Camboya, redujeron su jornada escolar dos horas. En mayo, los term¨®metros alcanzaron los 47 grados en algunas zonas de Asia meridional, poniendo en riesgo la salud de los m¨¢s peque?os.
¡°Los ni?os son m¨¢s vulnerables a los efectos de las crisis meteorol¨®gicas, como olas de calor, tormentas, sequ¨ªas e inundaciones m¨¢s fuertes y frecuentes¡±, declar¨® en un comunicado Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. ¡°Su cuerpo es especialmente vulnerable. Se calientan m¨¢s r¨¢pido, sudan de forma menos eficiente y se enfr¨ªan m¨¢s lentamente que los adultos. Los ni?os no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante, y no pueden llegar a la escuela si el camino est¨¢ inundado, o si las escuelas son arrasadas por el agua¡±.
Seg¨²n las previsiones de otro informe de Unicef publicado recientemente, esta problem¨¢tica ir¨¢ a peor en los pr¨®ximos a?os. En 2050, el n¨²mero de menores expuestos a olas de calor extremas ser¨¢ ocho veces mayor al registrado en la d¨¦cada de 2000. El de ni?os y ni?as expuestos a inundaciones extremas ser¨¢ tres veces superior, y el de afectados por incendios forestales extremos pr¨¢cticamente se duplicar¨¢.
M¨¢s financiaci¨®n y escuelas m¨¢s resilientes
¡°Las escuelas y los sistemas educativos est¨¢n en gran medida mal equipados para proteger a los alumnos de estos impactos, ya que las inversiones financieras en educaci¨®n centradas en el clima siguen siendo sorprendentemente bajas, y los datos globales sobre las interrupciones escolares debidas a peligros clim¨¢ticos son limitados¡±, dice el comunicado de la organizaci¨®n. Para ello, desde Unicef piden acelerar la financiaci¨®n para mejorar la resiliencia clim¨¢tica en el sector educativo.
¡°Los ni?os no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante, y no pueden llegar a la escuela si el camino est¨¢ inundado, o si las escuelas son arrasadas por el agua¡±Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef
¡°Cuando se da alg¨²n tipo de crisis humanitaria, del tipo que sea, l¨®gicamente se pone mucho el foco en el acceso a agua segura, a la salud, nutrici¨®n, a la protecci¨®n de ni?os y ni?as para que no se vean expuestos. Pero es verdad que la inversi¨®n en educaci¨®n, que tambi¨¦n es un sector fundamental en un contexto de emergencia y que permite de alguna manera a los ni?os y ni?as verse m¨¢s protegidos, muchas veces es mucho m¨¢s baja. Habr¨ªa que poner el foco en que la educaci¨®n en emergencias reciba la financiaci¨®n suficiente. Ya no solamente la respuesta cuando se da un fen¨®meno, sino incluso en toda la parte de prevenci¨®n y de construcci¨®n de resiliencia¡±, incide Garc¨ªa de Bakedano.
Adem¨¢s, las soluciones pasan, explica el especialista, por aumentar la capacidad de respuesta de las infraestructuras escolares, hacerlas m¨¢s resistentes a los efectos de estos fen¨®menos extremos y poner en marcha planes de gesti¨®n de riesgos y contingencia. ¡°Es fundamental preparar a toda la comunidad escolar y que se impliquen. Por otro lado, es necesario incorporar contenidos sobre el cambio clim¨¢tico en los curr¨ªculos escolares. Todo esto con la participaci¨®n relevante e importante del profesorado como figura clave¡±, a?ade.
Sin olvidar tampoco a los afectados, los ni?os y ni?as. Incentivar la participaci¨®n del alumnado y de la poblaci¨®n adolescente como motores del cambio, de sensibilizaci¨®n y de generaci¨®n de nuevas din¨¢micas es imprescindible para Garc¨ªa de Bakedano. ¡°Los y las j¨®venes nos est¨¢n poniendo las pilas llamando la atenci¨®n sobre lo que nos estamos jugando, sobre todo para su futuro¡±.