Espa?a y las Enfermedades Tropicales Desatendidas, una oportunidad

Es posible que usted conozca qu¨¦ dolencias componen el grupo de las Enfermedades Tropicales Desatendidas, ETD, cuyo d¨ªa internacional celebramos este jueves, porque el diario informa puntualmente sobre ellas. Pero es muy probable que ignore que la sociedad espa?ola ha tenido un rol de primer orden en los avances logrados en los ¨²ltimos a?os contra estas afecciones, algunas muy conocidas como la sarna o la lepra, y otras que lo son menos, como la leishmaniasis o la filariasis linf¨¢tica.

Se trata de un conjunto heterog¨¦neo de 20 enfermedades que en muchos casos suelen provocar aparatosas manifestaciones cut¨¢neas generadoras de estigma y padecimientos asociados de toda ¨ªndole. En otras palabras, las ETD son un problema que trasciende el ¨¢mbito sanitario y requiere de un enfoque que integre los ¨¢mbitos social y econ¨®mico.

Seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), las ETD tienen un impacto muy importante sobre m¨¢s de 1.000 millones de entre las personas m¨¢s pobres del mundo. Es decir, sobre alrededor del 12,5% de la poblaci¨®n mundial, distribuida en zonas del sur de Asia, Sudam¨¦rica y ?frica, pero particularmente concentrada en el ?frica Subsahariana. Dada la dimensi¨®n del problema, las ETD est¨¢n incluidas como una meta principal de la Agenda 2030. En concreto, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 recoge, como una de sus metas ¡°para 2030, poner fin a las epidemias del sida, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas¡±.

Espa?a juega un rol muy importante para mejorar la calidad de vida de algunas de las comunidades m¨¢s vulnerables de todo el mundo y este a?o tiene la ocasi¨®n de reforzar este liderazgo

Es decir, aunque siguen siendo un problema important¨ªsimo para al menos una de cada ocho personas vivas, transcurridas dos d¨¦cadas desde que se acu?ara el t¨¦rmino ETD quiz¨¢ hoy en d¨ªa sea inexacto decir que est¨¢n desatendidas. Desde luego, Espa?a ha venido haciendo frente a su parte de esta responsabilidad global. Solo a trav¨¦s del esfuerzo de la sociedad espa?ola, puedo decir con orgullo que los ¨²ltimos cinco a?os la organizaci¨®n que dirijo, Fundaci¨®n Anesvad, ha canalizado m¨¢s de 30 millones de euros a la lucha contra estas enfermedades. Esta inversi¨®n, y utilizo esta palabra deliberadamente, incluye financiaci¨®n para la investigaci¨®n cient¨ªfica, distribuci¨®n masiva de medicamentos o acuerdos con gobiernos de pa¨ªses como Costa de Marfil, Ghana, Ben¨ªn o Togo para fortalecer sus sistemas nacionales de Salud en relaci¨®n con estas enfermedades.

Estos esfuerzos, sumados a los del resto de la comunidad internacional, han logrado avances significativos. Por ejemplo, la OMS acaba de hacer p¨²blico que ya se ha logrado reducir en un 31% la cantidad de personas que necesitan una intervenci¨®n contra alguna de estas enfermedades. De los 2.190 millones de personas que la necesitaban en 2010 hemos pasado a 1.499 millones de personas, un tercio del objetivo para 2030. Otra de estas metas es lograr que para 2030 al menos 100 pa¨ªses hayan eliminado alguna de las ETD. Ya lo han conseguido 54.

El liderazgo espa?ol en la lucha contra las ETD ha estado impulsado tradicionalmente por el sector privado. De hecho, Fundaci¨®n Anesvad est¨¢ ultimando negociaciones con otras grandes fundaciones internacionales para dar un salto cualitativo en su misi¨®n. Pero en este 2025 concurren varias circunstancias que abren una ventana de oportunidad para que el sector p¨²blico contribuya a consolidar una presencia benefactora de Espa?a en el ?frica subsahariana, en un contexto general de recesi¨®n de la influencia europea en la regi¨®n.

Por un lado, el Plan Director de la Cooperaci¨®n Espa?ola para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global 2024-2027 establece el ?frica Subsahariana como una de las tres regiones prioritarias para la cooperaci¨®n espa?ola. Durante un acto coorganizado por Fundaci¨®n Anesvad hace pocos meses en el Ateneo de Madrid, el director de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo, Ant¨®n Leis, mostr¨® su disposici¨®n a incrementar la inversi¨®n p¨²blica espa?ola contra las ETD porque se considera una actividad alineada con la estrategia global de la cooperaci¨®n espa?ola.

Por el otro, el pasado 30 de octubre la ministra espa?ola de Sanidad, M¨®nica Garc¨ªa, fue nombrada miembro del Consejo Ejecutivo de la OMS en representaci¨®n de Europa. Este nombramiento llega en el momento preciso en el que Costa de Marfil est¨¢ recabando apoyos para que la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrar¨¢ en Ginebra el pr¨®ximo mes de mayo, apruebe una nueva resoluci¨®n que sit¨²e a las enfermedades de la piel, entre ellas las ETD de manifestaci¨®n cut¨¢nea, en un lugar privilegiado de la agenda pol¨ªtica internacional de salud de manera estable. El apoyo espa?ol a esta resoluci¨®n y su ayuda para lograr que otros pa¨ªses la voten podr¨ªa resultar decisivo.

Es resumen, Espa?a juega un rol muy importante para mejorar la calidad de vida de algunas de las comunidades m¨¢s vulnerables de todo el mundo y este a?o tiene la ocasi¨®n de reforzar este liderazgo. M¨¢s si cabe por la retirada de EE UU de la OMS, de la que Fundaci¨®n Anesvad es una orgullosa donante. Por eso, animo al Gobierno de Espa?a a que aproveche esta oportunidad.

En su pr¨®logo a la Estrategia Espa?a-?frica 2025-2028 presentada el pasado mes de diciembre, el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, afirma que durante los pr¨®ximos 25 a?os ?frica va a duplicar su poblaci¨®n hasta alcanzar los 2.500 millones de personas. En este mismo periodo, se prev¨¦ que el PIB africano, actualmente el 3% mundial, se multiplique por seis. Con estas transformaciones en mente, en los pr¨®ximos meses, en Madrid y en Bilbao se van a tomar decisiones muy importantes en la lucha contra las ETD. Tengo la esperanza de que durante la X edici¨®n de los Premios Anesvad, que celebraremos el pr¨®ximo mes de mayo en el Palacio Euskalduna de Bilbao, podamos anunciar que hemos aprovechado esta oportunidad.