J¨®venes africanos al rescate de un patrimonio en peligro
El 16 de noviembre se conmemora el 50 aniversario de la convenci¨®n del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La regi¨®n de Saint Louis, en Senegal, con dos sitios clasificados, acogi¨® las celebraciones de ?frica del Oeste centradas en c¨®mo involucrar a los j¨®venes en la conservaci¨®n
Empieza el mes de noviembre y los cielos de la regi¨®n de Saint Louis, al norte de Senegal, regalan im¨¢genes de extraordinarias: millones de aves de todos los colores y tama?os que llegan al continente africano escapando del fr¨ªo invierno europeo. El parque Djoudj, situado en el delta del r¨ªo Senegal, es uno de los lugares predilectos de acogida y refugio para la reproducci¨®n de muchas especies, que se quedan por la zona hasta bien entrada la primavera.
Clasificado como Patrimonio de la Humanidad en 1981, este parque acogi¨® la semana pasada la inauguraci¨®n de las celebraciones en ?frica del Oeste del 50 aniversario de esta convenci¨®n, reuniendo a representantes de las instituciones regionales de referencia en la salvaguarda del patrimonio (ICCROM, UICN, African World Heritage Fund,...), cargos pol¨ªticos y educativos, y un centenar de estudiantes de la subregi¨®n. Bajo el t¨ªtulo Next 50, la UNESCO comienza as¨ª un periodo de reflexi¨®n sobre el patrimonio ¡°como herramienta de resiliencia, humanidad e innovaci¨®n¡±, a trav¨¦s de actividades por todo el mundo que se extender¨¢n los pr¨®ximos meses.
De los 1.154 bienes inscritos hoy en d¨ªa en esa lista de la UNESCO, 98 se encuentran en ?frica, una representaci¨®n juzgada escasa ¨Cya que supone tan solo un 8% del total¨C por los pa¨ªses africanos
¡°?Por qu¨¦ fue clasificado el Djoudj como lugar de inter¨¦s mundial?¡±, pregunt¨® un estudiante al conservador del parque, durante la visita a terreno. Con ¨¢nimo did¨¢ctico, el comandante Cheikh Diagne, gestor del sitio, record¨® los diez criterios que establecen ¡°el valor universal excepcional¡± y, por tanto, el deber internacional de salvaguardarlo que, en este caso, se define por la importancia ¡°vital y la situaci¨®n de fragilidad de un santuario natural de 16.000 hect¨¢reas¡±. Pese a esta intenci¨®n, los conservadores comparten con los j¨®venes las amenazas a las que se enfrentan, como la proliferaci¨®n de especies invasoras, la caza furtiva o la presi¨®n agr¨ªcola de la zona.
De los 1.154 bienes inscritos hoy en d¨ªa en esa lista de la UNESCO, 98 se encuentran en ?frica, una representaci¨®n juzgada escasa ¨Cya que supone tan solo un 8% del total¨C por los pa¨ªses africanos, que a su vez se ven confrontados a grandes desaf¨ªos para la correcta protecci¨®n del patrimonio que s¨ª ha sido clasificado.
¡°El 40% de los sitios catalogados como Patrimonio de la Humanidad en ?frica se encuentra en peligro debido a la crisis clim¨¢tica, los conflictos armados y la inseguridad, pero tambi¨¦n a proyectos mal concebidos econ¨®micamente¡±, explica Muhammad Juma, jefe de la unidad ?frica en el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La protecci¨®n del patrimonio mundial es objeto de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ¨Cel (11.4)¨C pero tambi¨¦n de una aspiraci¨®n (la 5) marcada en la Agenda 2063 de la Uni¨®n Africana.
Ante estos datos, toca tomar decisiones. Y para la primera hay un consenso: implicar a la juventud en la gesti¨®n de los bienes clasificados y en la identificaci¨®n de soluciones para su conservaci¨®n, junto con los gestores de los sitios. En eso se centr¨® la segunda jornada de la celebraci¨®n que tuvo lugar en la isla de Saint Louis, tambi¨¦n clasificada como Patrimonio de la Humanidad en 2000.
Las diferentes agencias internacionales desplegaron ese d¨ªa su arsenal de acompa?amiento a la juventud del continente, que representa actualmente m¨¢s del 60% de la poblaci¨®n total. El representante del programa Youth Heritage Africa del ICCROM, Esp¨¦ra Donouvossi, incidi¨® en la ¡°capacidad del patrimonio de ser fuente de desarrollo econ¨®mico y social a trav¨¦s de las industrias culturales y creativas¡±, como los heritage hubs promovidos en varios puntos del continente: Ciudad del Cabo (Sud¨¢fica), Kenia, Ruanda o Senegal, ligado al Museo de las Civilizaciones Negras de Dakar.
Para ello, la capacitaci¨®n es clave: promover programas de formaci¨®n hacia oficios relacionados con el patrimonio ¨Cidentificaci¨®n, gesti¨®n, transmisi¨®n, preservaci¨®n¨C para preparar el relevo de la actual generaci¨®n de gestores de los sitios clasificados. En este sentido, a la oferta de la Escuela de Patrimonio Africano se le une la de centros de estudio y universidades de todo el continente, como la Universidad Gaston Berger de Saint Louis, que ha integrado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada el Centro de Investigaci¨®n y Documentaci¨®n de Senegal (CRDS) y cuenta con una filial espec¨ªfica sobre Oficios del Patrimonio, contribuyendo as¨ª a la formaci¨®n de expertos africanos en la materia, uno de los mandatos de la Estrategia operacional por la prioridad ?frica (2022-2029). Para Senegal, este sector es una prioridad, ya que tiene siste sitios clasificados (dos culturales y cinco naturales), adem¨¢s de tres pr¨¢cticas de patrimonio inmaterial inventariadas.
Romper con el elitismo y el colonialismo
?Est¨¢ el discurso patrimonial alejado del vivir y sentir de las gentes que lo habitan? La directora del Centro Cultural Regional de Saint Louis, Sira Ba, quiso se?alarlo en el evento. ¡°No hay que olvidar a los j¨®venes que no son universitarios. La juventud socialmente activa, en los barrios o en las asociaciones deportivas y culturales, tambi¨¦n debe de ser involucrada en la reflexi¨®n sobre la herencia patrimonial de nuestras ciudades y espacios naturales¡±, advirti¨®.
?C¨®mo hacer que los j¨®venes de la subregi¨®n, confrontados muchas veces a dificultades para realizar sus quehaceres cotidianos, sientan inter¨¦s por la salvaguarda patrimonial? Dimitri Sanga, director regional de UNESCO para ?frica del Oeste, cree que una de las claves es hablar en t¨¦rminos de ¡°finalidad¡±. ¡°Los sitios clasificados, incluso de las pr¨¢cticas de patrimonio inmaterial, como la recientemente incorporada receta del ¡°ceebu j?n¡± senegal¨¦s, son elementos de atracci¨®n para un turismo sostenible que puede ser fuente de empleo y emprendimiento para la gente joven¡±. Aporta un ejemplo en clave local: ¡°Las comunidades que viven en el Djoudj, agrupadas en grupos de eco-guardas, han creado actividades en torno a los recursos del parque, como la recogida y transformaci¨®n de plantas y frutos locales, un albergue, paseos en piragua... Y con eso han conseguido, en 2021, 12 millones de FCFA (unos 18.000 euros) que han dedicado a mejorar infraestructuras comunitarias, como escuelas o la casa de salud. Se han dado cuenta de que el sitio aporta y hay recursos que vuelven a ellos, lo que puede conseguir que los j¨®venes se sientan interpelados y atra¨ªdos¡±.
La tecnolog¨ªa no es un lujo, sino una aliada para gestionar y para proyectarse en el futuroDimitri Sanga, director regional de UNESCO para ?frica del Oeste
Otra de las cuestiones a debate, comentada por uno de los estudiantes durante la jornada, fue la de la ¡°patrimonializaci¨®n¡±, es decir, la identificaci¨®n de la poblaci¨®n con la herencia que recibe. ?C¨®mo identificarse con bienes culturales clasificados (como Cidade Velha en Cabo Verde o las islas de Gor¨¦e y Saint Louis en Senegal) cuyas descripciones aluden directamente a legados de la ¨¦poca colonial? Para Sanga ¡°no se puede borrar la historia, pero s¨ª ponerla en un contexto m¨¢s amplio y relativizar y, sobre todo, educar para la democratizaci¨®n del patrimonio desde la infancia, en el curr¨ªculo escolar, para evitar que haya una desconexi¨®n con el relato hist¨®rico¡±.
Iniciativas en marcha y tecnolog¨ªa
No hay muchas lenguas africanas que manejen una sola palabra para traducir ¡°patrimonio¡±, comenta Sanga aludiendo a un grupo de estudiantes que han puesto a su asociaci¨®n el nombre wolof de Book Moomel. Este es el t¨¦rmino que les aconsej¨® el escritor, periodista y acad¨¦mico Boubacar Boris Diop, que significar¨ªa algo as¨ª como ¡°compartir nuestras pertenencias¡±. Su presidente, Oumar Gaye, fue invitado a exponer el trabajo que realizan de promoci¨®n de lenguas locales y pr¨¢cticas culturales entre estudiantes universitarios en Saint Louis. Vocaci¨®n similar a la de los vecinos del sur, reagrupados en la plataforma Arch¨¦ogroupe para intercambiar virtualmente sobre sus investigaciones acad¨¦micas, presentada por Ladji Dianifaba.
El objetivo de esta parte de las jornadas era mostrar iniciativas puestas en marcha por j¨®venes comprometidos con propuestas innovadoras y divulgativas. Jean Paul Cypriano Lawson, presidente de Patrimundus, de Ben¨ªn, comparti¨® con el auditorio el programa One heritage, one familly (una herencia, una familia) que incluye un trabajo espec¨ªfico con infancia y familias.
Por su parte, Dimitri Sanga apel¨® a la juventud a ¡°rivalizar en ingeniosidad sobre el uso de nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n e informaci¨®n al servicio del patrimonio¡±, algo en lo que en lo que la UNESCO tambi¨¦n lleva tiempo trabajando. ¡°La crisis de la covid-19 nos ense?¨® que la tecnolog¨ªa no es un lujo, sino una aliada para gestionar y para proyectarse en el futuro. Por ejemplo, en el Djoudj empezamos a usar drones para la supervisi¨®n ecol¨®gica: vigilar la caza furtiva o la tala de plantas, disminuyendo as¨ª el tiempo de intervenci¨®n y el n¨²mero de personas necesarias sobre el terreno. Igualmente, aprovechamos las restricciones para hacer videos divulgativos y visitas virtuales a los sitios patrimoniales¡±.
Fruto de los debates de este encuentro en Saint Louis, estudiantes de los 15 pa¨ªses que conforman la CEDEAO se han mostrado interesados en crear una Red de J¨®venes de ?frica de Oeste al servicio de patrimonio, redactar un plan de acci¨®n conjunto y marcarse hitos a corto y medio plazo. Los diferentes servicios t¨¦cnicos (UNESCO, ICCROM, UICN) se han comprometido a apoyarles, estudiar la viabilidad de sus propuestas y hacer seguimiento de los logros, manteniendo la independencia de esta juventud que pide paso.
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