Bruselas ve con una mezcla de inquietud y estupor el desaf¨ªo independentista de Catalu?a
Arias Ca?ete a EL PA?S: ¡°La Comisi¨®n espera que todas las autoridades, ya sean nacionales, regionales o locales, act¨²en en el marco de la Constituci¨®n¡±
Mi¨¦rcoles 27 de septiembre: inesperado sol en Bruselas a media tarde. E insospechada manifestaci¨®n de nacionalistas flamencos que bloquean la entrada de la embajada de Espa?a ante la UE. C¨¢nticos, proclamas, griter¨ªo en favor de la independencia de Catalu?a (pese a que Flandes aparc¨® sus propias aspiraciones independentistas en 2014). No hay mucha gente pero s¨ª cierto colorido: banderas con las garras del le¨®n bramante, negro sobre fondo amarillo, mezcladas con un buen n¨²mero de esteladas. Y un cacao mental considerable entre los manifestantes, que hablan de colonialismo fiscal de Espa?a, de Franco, de la inevitable Guardia Civil (convertida en un cuerpo ¡°paramilitar¡± en la prensa de media Europa) y dem¨¢s excesos del discurso independentista catal¨¢n de los ¨²ltimos tiempos, que comparte denominadores comunes con el nacionalismo flamenco. Todo eso, a un paso del centro de la capital belga.
A un par de quil¨®metros, en el distrito europeo, el sentir en las instituciones de la UE es una mezcla de inquietud y estupor. Bajo los focos, Bruselas cierra filas con Espa?a. Pero en los kilom¨¦tricos pasillos de las sedes de la UE hay diversos grados de intranquilidad: Bruselas ve con preocupaci¨®n e indisimulada atenci¨®n el desaf¨ªo secesionista, convertido ya en una crisis de Estado. La Comisi¨®n Europea (el brazo ejecutivo de la UE), el Consejo (que representa a los Estados miembros), la Euroc¨¢mara y la constelaci¨®n de lobistas, think tanks, corresponsales internacionales y dem¨¢s fauna bruselense miran con cada vez m¨¢s intranquilidad los acontecimientos pol¨ªticos en Espa?a. El Gobierno insiste en que no ha pedido nada a Bruselas y subraya que no va a haber refer¨¦ndum, pero a la vez es consciente de que est¨¢ perdiendo posiciones en la batalla por la opini¨®n p¨²blica internacional, a pesar de la catarata de medias posverdades que circulan. Y las instituciones adoptan el perfil bajo que suelen dar a los ¡°asuntos internos¡± de los Estados miembros, pero admiten que el problema est¨¢ saltando a la agenda europea. En parte por incomparecencia: la ausencia del presidente Rajoy en la cumbre de Tallin es la demostraci¨®n de que la tensi¨®n es m¨¢xima.
Bruselas gir¨® la vista hacia Espa?a tras los atentados yihadistas de agosto, un golpe tremendo que no mitig¨® el continuo cruce de acusaciones entre Madrid y Barcelona.Con el desaf¨ªo del refer¨¦ndum, las im¨¢genes de una Barcelona insurgente que ha salido a la calle han causado un fuerte impacto en toda Europa. Y aun as¨ª, Catalu?a es una especie de elefante en la habitaci¨®n: todo el mundo es consciente de que el problema est¨¢ ah¨ª, pero a la vez ¡°Bruselas no quiere saber nada¡±; ¡°no queremos entrar en ese foll¨®n¡±, resume una alta fuente europea, que admite la expectaci¨®n pero quita hierro a la preocupaci¨®n.
El respaldo al Gobierno espa?ol es notable, pero Bruselas es una especie de teatro donde cada detalle cobra importancia. Las interpretaciones sobre la ausencia de Mariano Rajoy de la cumbre informal de Tallin son variadas como los colores de una verduler¨ªa: Espa?a aduce que el resto de l¨ªderes ya est¨¢n firmemente convencidos; otras delegaciones confiesan cierto alivio por esa ausencia, algo inc¨®modas por los esfuerzos jur¨ªdicos y policiales de Espa?a para impedir el refer¨¦ndum. "De la cita del domingo cuentan tanto la participaci¨®n y los resultados como la posibilidad de que el asunto salte de dimensi¨®n definitivamente si hay algaradas en la calle", apunta el embajador de uno de los pa¨ªses fundadores de la Uni¨®n.
En el ¨²ltimo lustro, Espa?a ha pasado de ser uno de los principales elementos de incertidumbre en la crisis europea a fuente de estabilidad. Es una de las econom¨ªas que m¨¢s crece. Sigue presentado unos niveles de deuda y de paro pr¨¢cticamente sin parang¨®n en todo el Atl¨¢ntico Norte, pero ha logrado sacar la cabeza del hoyo. A la vez, en el ¨²ltimo lustro Espa?a ha sufrido no solo una crisis econ¨®mica sino tambi¨¦n una crisis social, con un fuerte componente moral (vinculado a la corrupci¨®n y a los rescates bancarios) y una crisis pol¨ªtica de baja intensidad: el PP gobierna con una de las mayor¨ªas m¨¢s exiguas de la democracia y tanto el PSOE como Podemos viven tiempos convulsos. ¡°La conjunci¨®n de estas crisis, esa tormenta perfecta, ha hecho aflorar desequilibrios que se hab¨ªan ido acumulando durante cuatro d¨¦cadas: Catalu?a y el debate territorial es solo uno de ellos, pero ahora mismo el m¨¢s importante de largo¡±, aseguran fuentes europeas.
Este es el resumen de la posici¨®n de las instituciones y de los actores m¨¢s relevantes en la capital europea, tras una veintena de entrevistas.
Comisi¨®n. El presidente Jean-Claude Juncker ha dejado claro su apoyo ¡°a lo que digan las Cortes y al Constitucional¡±: el brazo Ejecutivo de la UE no acepta un refer¨¦ndum que se convoca al margen del marco legal. Bruselas ha acu?ado el mantra de que el proc¨¦s ¡°es un asunto interno de Espa?a¡±, aunque la Comisi¨®n subraya desde hace m¨¢s de una d¨¦cada que una Catalu?a independiente ¡°quedar¨ªa fuera de la UE¡±. Juncker ha explicado al final de la cumbre de Tallin que "El Parlamento espa?ol y el Tribunal Constitucional ya han tomado una decisi¨®n, y nosotros nos atenemos a eso".
Preguntado al respecto, el comisario espa?ol Miguel Arias Ca?ete asegura a EL PA?S que ¡°uno de los valores en los que se fundamenta la Uni¨®n Europa es el respeto al Estado de derecho¡±. ¡°La Comisi¨®n espera que todas las autoridades, ya sean nacionales, regionales o locales, act¨²en en el marco de la Constituci¨®n¡±, advierte Arias Ca?ete: de sus palabras se deduce que en Europa no gusta ese continuo desaf¨ªo a la legalidad, pero el entrecomillado es el que es, y llega hasta donde llega. Bajo la condici¨®n de anonimato, los altos funcionarios son m¨¢s expl¨ªcitos. Uno de los principales colaboradores de Juncker ha expresado esta semana una honda ¡°preocupaci¨®n¡± por Catalu?a: ¡°Estaremos atentos si el asunto tiene consecuencias de una forma o de otra¡±, ha dicho con cierta ambig¨¹edad. Otras fuentes de la misma instituci¨®n admiten que el brazo ejecutivo de la UE est¨¢ ¡°a la expectativa¡±, pero rechazan que haya ¡°preocupaci¨®n¡±. ¡°No queremos saber nada. Y lo mismo sucede en las capitales: ni en Berl¨ªn ni en Par¨ªs ni en Bruselas hay mercado para lo que quiere Catalu?a; no hay ning¨²n mercado¡±.
Octavi Quintana, alto funcionario comunitario, solo ha empezado a detectar cierta inquietud ¡°en los ¨²ltimos d¨ªas¡±, pero advierte que el catal¨¢n es a¨²n hoy un asunto "secundario". Quintana no apoya el proc¨¦s; pero critica que el Gobierno central ¡°no tiene discurso, carece de narrativa, no ha sido capaz de explicar nada m¨¢s all¨¢ de los argumentos jur¨ªdicos y legales, cuando este es un asunto pol¨ªtico de primera magnitud¡±. Y cree que esa falta de relato perjudica con claridad a Espa?a: ¡°Bruselas es consciente de que el Parlamento catal¨¢n viol¨® la Constituci¨®n y el Estatuto con una ley de refer¨¦ndum que se aprob¨® sin las m¨ªnimas garant¨ªas democr¨¢ticas. Todo el mundo ve que el Gobierno catal¨¢n ha tergiversado el debate con posverdades y posmentiras, como si el Brexit y la elecci¨®n de Trump no hubieran sucedido ya. Espa?a tiene la raz¨®n de su parte: este es un refer¨¦ndum ilegal, y saltarse las leyes tiene consecuencias. Pero Madrid pierde la batalla de la comunicaci¨®n si no es capaz de explicarse, de dar argumentos pol¨ªticos a un desaf¨ªo pol¨ªtico. Las im¨¢genes que llegan de Barcelona perjudican la posici¨®n del Gobierno espa?ol, m¨¢s a¨²n si no hay relato, si Madrid no es capaz de aceptar la mediaci¨®n de Bruselas simplemente porque le parece que ese ser¨ªa un signo de debilidad¡±. ¡°Pero el verdadero problema est¨¢ en Barcelona. Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil decir esto all¨ª. No se puede hablar, no se puede criticar el hecho de que el Gobierno catal¨¢n mienta con descaro. Empieza a extenderse un silencio como el que hab¨ªa hace unos a?os en el Pa¨ªs Vasco. Y cuidado porque eso es algo parecido al fascismo¡±, asegura tajante uno de los pocos entrevistados que se avienen a dar su opini¨®n con nombre y apellidos.
Consejo. El presidente Donald Tusk ha evitado pronunciarse: se agarra al mantra del "asunto interno". Preguntado en una comparecencia ante la prensa hace unos meses, tir¨® de la doctrina de su predecesor, el belga Herman Van Rompuy: ¡°Un nuevo Estado independiente que se independiza de un Estado miembro ser¨ªa un tercer pa¨ªs respecto a la Uni¨®n, los tratados dejar¨ªan de aplicarse en su territorio¡±. Los refer¨¦ndums escoc¨¦s y catal¨¢n "son distintos", dijo en su d¨ªa Van Rompuy, "por restricciones constitucionales": uno se hizo dentro de la normativa vigente, y el otro salt¨¢ndose a la torera los dict¨¢menes del Constitucional. El equipo de Tusk sigue de cerca los acontecimientos, pero subraya que no hubo una sola palabra sobre Catalu?a en la cena de la cumbre informal de Tallin, el jueves. Otras fuentes dentro de la instituci¨®n admiten ¡°preocupaci¨®n¡±, pero destacan que ning¨²n pa¨ªs ha dado el m¨¢s m¨ªnimo apoyo a las tesis catalanas: "Alemania y Francia han sido rotundas, se han puesto del lado de Rajoy". ¡°Es altamente improbable que tras un refer¨¦ndum sin garant¨ªas y despu¨¦s de saltarse las leyes el Gobierno catal¨¢n vaya a obtener ning¨²n tipo de apoyo¡±, admiten las fuentes consultadas, ¡°pero es evidente que ese asunto est¨¢ entrando en la agenda y que hay muchos pa¨ªses nerviosos: varios Estados miembros tienen minor¨ªas nacionalistas y miran con expectaci¨®n e inquietud lo que sucede¡±.
Parlamento Europeo. El presidente de la Euroc¨¢mara, Antonio Tajani, ha sido quiz¨¢ el alto cargo institucional m¨¢s rotundo hasta ahora. ¡°Cualquier acci¨®n contra la Constituci¨®n es una acci¨®n contra la UE; respetar el Estado de derecho es una obligaci¨®n¡±. Los grandes partidos cierran filas con Espa?a, pero medio centenar de eurodiputados de seis partidos y 18 nacionalidades reclamaban hace unos d¨ªas a Rajoy que ¡°detenga inmediatamente¡± las ¡°acciones represivas¡± contra Catalu?a y abra ¡°un di¨¢logo pol¨ªtico¡±. Uno de los firmantes, Ernest Urtasun (ICV), asegura que ¡°aunque la posici¨®n oficial no ha variado, existe preocupaci¨®n creciente por el choque institucional, y una incomprensi¨®n cada vez mayor por la falta de iniciativa pol¨ªtica de Rajoy¡±. El l¨ªder del PPE, el alem¨¢n Manfred Weber, afirma a este diario que la situaci¨®n de Catalu?a ¡°no tiene nada que ver con las de Escocia o Quebec, que pactaron un refer¨¦ndum dentro de sus respectivos marcos constitucionales¡±. ¡°Los tratados subrayan la importancia del imperio de la ley y de la integridad territorial de los Estados miembros. La propaganda que estamos viendo no deber¨ªa cergarnos¡±, remacha rotundo. Para Gianni Pittella, l¨ªder de los socialistas, la batalla por el autogobierno ¡°es justa, pero tiene que ser compatible con la Constituci¨®n. Una cosa es reformar el autogobierno regional, y otra pretender una total independencia con un refer¨¦ndum inconstitucional¡±. ¡°Rajoy pod¨ªa haber evitado ese desencuentro con di¨¢logo: tiene una grave responsabilidad pol¨ªtica¡±, ataca. En las ¨²ltimas horas, la izquierda y los verdes han intentado poner en la agenda de la semana pr¨®xima un debate sobre Catalu?a en la Euroc¨¢mara; el centroderecha y el centroizquierda (PPE y PSE) han votado en contra, y los liberales se han abstenido. No habr¨¢ debate.
'Think tanks'. Eurointelligence, el laboratorio de ideas que dirige el influyente Wolfgang M¨¹nchau, analiza a diario la situaci¨®n en Catalu?a y sostiene que el desaf¨ªo ha saltado a una nueva etapa: ¡°Espa?a va a impedir el refer¨¦ndum pero el proceso ha dado un salto imprevisible con las protestas callejeras. A pesar del env¨ªo masivo de polic¨ªas, esa dimensi¨®n en la calle puede minar la autoridad del Estado y deja la iniciativa en manos de los pol¨ªticos catalanes, que decidir¨¢n el martes si declaran unilateralmente la independencia¡±. Federico Santi, de Eurasia Group, considera ¡°muy preocupantes¡± los ¨²ltimos acontecimientos. ¡°La mayor agresividad de Madrid va a dificultar el refer¨¦ndum: eso limitar¨ªa el riesgo de que el Gobierno catal¨¢n declare unilateralmente la independencia, aunque las tensiones sociales pueden provocar disturbios". A los an¨¢lisis de los think tanks se han sumado las preguntas en la sala de prensa de la Comisi¨®n de la prensa internacional, con un claro sesgo, de momento, a favor de las tesis del Gobierno catal¨¢n tras las im¨¢genes de la intervenci¨®n de la Guardia Civil. En la opini¨®n publicada hay un poco de todo, aunque los grandes medios europeos no parecen apoyar las tesis independentistas: los editoriales del Financial Times, The Economist o el Die Zeit, por ejemplo, han sido duros contra el refer¨¦ndum; el escritor irland¨¦s Colm Toibin, buen conocedor de Catalu?a, escribe hoy mismo en The Guardian un alegato en favor del proc¨¦s.
Madrid y Barcelona en Bruselas. El Gobierno espa?ol ha empezado a dar la batalla en la capital europea con mucha m¨¢s claridad en los ¨²ltimos d¨ªas. ¡°Las instituciones y los Estados miembros apoyan sin fisuras a Espa?a¡±, aseguran fuentes del Ejecutivo, "hay decenas y decenas de declaraciones que lo demuestran". ¡°Las capitales y Bruselas son conscientes de que nos jugamos el Estado de derecho no solo en Espa?a: nos jugamos una forma de entender la aplicaci¨®n de las leyes y el respeto institucional despu¨¦s del reguero de disparates del Gobierno catal¨¢n¡±. Madrid cree que en Bruselas hay una ¡°preocupaci¨®n contenida¡±, y teme, eso s¨ª, que ¡°una mala foto¡± pueda agravar los problemas. "Pero el trasfondo de la cuesti¨®n es claro: el Gobierno catal¨¢n se ha saltado las leyes y los jueces han actuado. El refer¨¦ndum no se va a celebrar y nadie, absolutamente nadie en Europa va a apoyar este desaf¨ªo". Amadeu Altafaj, jefe de la delegaci¨®n de Catalu?a en Bruselas, apunta en otra direcci¨®n: ¡°Detectamos un grado de preocupaci¨®n sin precedentes en Bruselas. Sobre todo por la incertidumbre y la falta de escenarios para el d¨ªa siguiente al 1-O, pase lo que pase. La preocupaci¨®n obedece a los instrumentos elegidos para lidiar con un problema pol¨ªtico, y al mismo tiempo a la ausencia de un plan para reconducir la situaci¨®n con di¨¢logo pol¨ªtico¡±.
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