D¨ªa del Maestro: cada vez hay menos profesores varones

Hoy 27 de noviembre es el D¨ªa del Maestro, aunque casi ser¨ªa mejor decir D¨ªa de la Maestra. Los hombres nunca han sido mayor¨ªa en los claustros de profesores de primaria (de seis a 12 a?os), pero su n¨²mero no para de menguar. En apenas 40 a?os, su presencia en las aulas de los m¨¢s peque?os se ha quedado en menos de la mitad. En 1987 eran un 42,13%, una d¨¦cada despu¨¦s el 36,6%, en 2004 pasaron a ser uno de cada cuatro (24,4%) y en 2016 ¡ª¨²ltimos datos del Ministerio de Educaci¨®n¡ª?apenas uno de cada cinco.

La desproporci¨®n por sexos es a¨²n mayor en los primeros a?os. Cuanto m¨¢s peque?o es el ni?o, m¨¢s posibilidades hay de que su maestra sea una mujer. Hasta el extremo de que en la etapa de infantil (alumnos de tres a seis a?os, una ense?anza no obligatoria) el 97,6% de los educadores eran maestras en el curso 2015/20016, seg¨²n datos del ministerio. Las mujeres han interiorizado que ¡°la ternura, la dulzura y la paciencia son cualidades femeninas¡± y que, por tanto, son las m¨¢s indicadas para ocuparse de los m¨¢s peque?os, se?ala la soci¨®loga de la Educaci¨®n Sonsoles San Rom¨¢n, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. La ense?anza temprana se ve "como una prolongaci¨®n de la maternidad, se les pide que en clase sean m¨¢s maternales que profesionales", a?ade.

?C¨®mo se ha fraguado esta desigualdad por sexos en los colegios?

En 1834 se instaur¨® el Sistema Nacional de Educaci¨®n y cuatro a?os despu¨¦s comenzaron a abrirse escuelas para varones que depend¨ªan de los Ayuntamientos. Se copi¨® el modelo brit¨¢nico de infant school que obligaba al maestro de p¨¢rvulos a casarse para que pudiesen echarle una mano su mujer y su hija (de haberla), aunque ambas apenas supiesen leer. De esta manera, cuenta la soci¨®loga Sonsoles San Rom¨¢n en el libro Los or¨ªgenes del proceso de feminizaci¨®n docente en Espa?a (Ariel, 1999), se trataba de "reproducir el ambiente familiar" . "Este modelo se consolid¨® en Espa?a, con modificaciones, con la ley Moyano de 1857, una ley que dur¨® hasta 1970", argumenta en su libro San Rom¨¢n, profesora de Magisterio en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.

La ley Moyano estableci¨® que ser maestro era compatible con cualquier "profesi¨®n honrosa" pero no con ning¨²n cargo p¨²blico y ello, relata San Rom¨¢n en su libro, llev¨® a muchos hombres a dejar de ense?ar dejando espacio a las mujeres, aunque a ellas se les aplic¨® otro rasero en el sueldo. "Las maestras tendr¨¢n de dotaci¨®n una tercera parte menos de lo se?alado a los maestros en la escala", se afirma en la ley Moyano.

La desigualdad salarial entre sexos termin¨® con la II Rep¨²blica, pero entonces ellos volvieron a impartir. "Historialmente crece el n¨²mero de hombres cuando sube el prestigio y el sueldo de los maestros", explica San Rom¨¢n, "y baja en la situaci¨®n contraria, como ahora con la crisis". Tras la Guerra Civil, hubo depuraci¨®n de maestros republicanos y durante casi una d¨¦cada, desde 1945, se prohibi¨® por ley que ellos fuesen profesores de infantil. En 1968 las estudiantes de Magisterio dejaron de examinarse de labores.

Y por el contrario, el n¨²mero de docentes hombres aumenta con m¨¢s edad del alumno, es decir, en los claustros de los institutos, aunque estos siguen siendo una minor¨ªa. En secundaria estos representan un 39,7% del total del profesorado. Eso significa que hay m¨¢s varones ense?ando cuando se exige una licenciatura y no estudios medios ¡ªMagisterio antes era una diplomatura de tres a?os y hoy a los nuevos se les requiere un grado de cuatro a?os¡ª?lo que se recompensa con un mayor sueldo. Un maestro cobra unos 32.389 euros brutos al a?o cuando lleva 15 a?os trabajando, mientras un profesor de secundaria alcanza los 36.153 euros. Pese a aprobar m¨¢s y temer mejores expedientes, San Rom¨¢n a?ade que, como ocurre en otros sectores, ellas tienen siempre unas expectativas laborales menores que ellos, que apuntan m¨¢s alto, y m¨¢s cuando existe una crisis econ¨®mica como la vivida en los ¨²ltimos a?os.

El cuello de botella y el techo de cristal tambi¨¦n est¨¢n presentes en las aulas espa?olas. Apenas uno de cada cinco maestros es hombre. Y, sin embargo, ellos ocupan muchos de los puestos de responsabilidad de los centros. Son el 38,7% de los directores de los colegios que ofertan solo primaria o el 25,2% de sus jefes de estudio.

Preocupaci¨®n en la OCDE, tranquilidad en el ministerio

Hubo un tiempo que la incorporaci¨®n de las mujeres a la ense?anza en el mundo rejuvenec¨ªa a las plantillas, pero esa etapa est¨¢ amortizada y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) muestra su preocupaci¨®n por la asimetr¨ªa entre sexos. Espa?a est¨¢ justo en la media de los pa¨ªses de la organizaci¨®n. En 11 de los 42 pa¨ªses hay, incluso, menos de un 10% de maestros en primaria. "La brecha de g¨¦nero es particularmente pronunciada en primaria, cuando los ni?os interiorizan los estereotipos y la percepci¨®n de las profesiones por sexos", se se?ala en La b¨²squeda de la igualdad de g¨¦nero: una batalla cuesta arriba (2017), de la OCDE. "Como resultado, cada vez menos ni?os est¨¢n expuestos a maestros hombres, particularmente en la infancia, acrecentando los estereotipos". Seg¨²n un estudio de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y la Universidad de John Hopkins los estereotipos se arraigan a los 10 a?os.

Tambi¨¦n en un informe el sindicato CC OO alert¨® en 2014 de la desproporci¨®n: ¡°A la vista de la composici¨®n por sexos que se est¨¢ produciendo en el ingreso a la funci¨®n p¨²blica docente, nos parece preciso investigar el n¨²mero y g¨¦nero de opositores y opositoras, para disponer de nuevos datos sobre esta situaci¨®n. Si tiene la composici¨®n por g¨¦nero que parece, las autoridades habr¨ªan de incentivar la incorporaci¨®n de varones en educaci¨®n infantil y primaria, de manera que no se ofrezca a alumnado una imagen casi exclusivamente femenina en las primeras edades¡±.

El Ministerio de Educaci¨®n no comparte la opini¨®n de la OCDE y CC OO. "El g¨¦nero del profesor es irrelevante a la hora de transmitir a los alumnos los conocimientos y valores. La ley educativa establece, desde su modificaci¨®n de 2013 [la LOMCE], que en primaria y ESO la educaci¨®n c¨ªvica y constitucional debe impartirse de forma transversal en todas las materias, y para ello se han incluido contenidos y est¨¢ndares de aprendizaje evaluable en el curr¨ªculo b¨¢sico de todas las asignaturas", afirma un portavoz ministerial. "Cualquier profesor, sea hombre o mujer, debe incluir en su programaci¨®n estos elementos, sin que resulte diferencia alguna por g¨¦nero del profesorado".

Un equipo de la Universidad Ram¨®n Llull (Roser Vendrell, Mariona Dalmau, Sofia Gallego y Marian Baqu¨¦s) estudi¨® en Los varones, profesionales en la educaci¨®n infantil (2015) la presencia de estos en las aulas y concluy¨® que hab¨ªa "prejuicios" de las familias que se superaban por "la profesionalidad y la calidad humana de los educadores" y que se favorec¨ªa "la reflexi¨®n sobre la equidad de g¨¦nero".

La desproporci¨®n por sexos en los colegios no tiene visos de pararse. Los chicos son una rara avis en las escuelas de Magisterio, pero nadie ha reaccionado. Ocurre lo contrario a otros campos, como el t¨¦cnico o el cient¨ªfico, donde hay una gran movilizaci¨®n para despertar vocaciones femeninas. Los campus tecnol¨®gicos ofrecen a las estudiantes tutela y las grandes empresas organizan muchos eventos para seducirlas aunque, por el momento, sin demasiado ¨¦xito.