Las mujeres que firmaron para cambiarnos la vida

Luc¨ªa ten¨ªa tan solo siete a?os cuando muri¨®. A su madre, Nieves Casado, le tiembla la voz al recordar: "Cuando te dicen que tu hijo tiene c¨¢ncer entras en una locura, pero m¨¢s cuando te dicen que no tiene tasa de supervivencia y que se muere en menos de un a?o; entras en un infierno¡±.

A Luc¨ªa los m¨¦dicos le diagnosticaron DIPG, glicoma de tronco encef¨¢lico infantil, un tipo de tumor que se desarrolla en el cerebro y resta capacidades f¨ªsicas a medida que va empeorando. No existe cura, pero Nieves no pensaba quedarse de brazos cruzados. Inici¨® una petici¨®n dirigida al Congreso de los Diputados para el aumento de la inversi¨®n en investigaci¨®n del c¨¢ncer infantil. En unos meses logr¨® aunar m¨¢s de 250.000 firmas y su petici¨®n fue aprobada por unanimidad en la Comisi¨®n de Sanidad como proposici¨®n no de ley.

Nieves consigui¨® que la muerte de Luc¨ªa no fuera en vano y se implic¨® en salvar a otros ni?os. Como ella, 36 mujeres, tres m¨¢s que hombres, han conseguido entrar en el top 100 de victorias de la plataforma web Change.org por frenar alguna injusticia en este 2017. El resto de las recogidas de firmas no fueron iniciadas por particulares. Ninguna de ellas quer¨ªa protagonizar la historia que les toc¨® vivir. Protestas, juicios, rechazos... Pero tampoco quer¨ªan pasar p¨¢gina y quedarse calladas. Supieron transformar su dolor en fuerza para luchar por la causa en la que cre¨ªan.

Mar¨ªa Luisa Goikoetxea era m¨¦dico y trataba a discapacitados, pero un d¨ªa se despert¨® siendo una de ellos. ¡°Fue como una broma pesada¡±, recuerda. Tras una hemorragia cerebral y veinte d¨ªas en coma pas¨® a depender de una silla de ruedas. Y por si la vida no le hubiera puesto ya suficientes obst¨¢culos, descubri¨® que tambi¨¦n se hab¨ªa vuelto dependiente de su marido para desplazarse. La l¨ªnea de Renfe que une su casa, en Ordu?a, con Bilbao, donde va a rehabilitaci¨®n, no estaba adaptada. Mar¨ªa Luisa no es la ¨²nica discapacitada que va en tren, pero se enfrent¨® a las adversidades. Su estado f¨ªsico ha mejorado, su petici¨®n ha conseguido m¨¢s de 120.000 apoyos, y Renfe ha comenzado las obras para hacer accesible la estaci¨®n de Ordu?a.

¡°Cuando las personas, sin conocernos, desean nuestro bien se crea un v¨ªnculo, es como una conexi¨®n¡±, explica Brenda Kelleher. Sobre sus piernas, el peque?o Lennon es ajeno a lo que sus dos madres han tenido que pelear para lograr algo tan sencillo como ser una familia. ¡°Guardamos los recortes de los peri¨®dicos para que cuando sea mayor vea que merece la pena luchar por lo que t¨² crees que es justo y que se pueden cambiar las cosas¡±, cuenta Mar¨ªa Jos¨¦ Torres. Tras superar muchas trabas, lograron inscribir legalmente a su hijo con dos mam¨¢s. Sentaron un precedente legal en Espa?a. ¡°Solo quer¨ªamos que nos trataran igual que a una pareja heterosexual¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦.

¡°Todos me dec¨ªan que un cambio en el C¨®digo Penal era imposible... Y al final se consigue¡±, asegura Anna Gonz¨¢lez. Su marido muri¨® atropellado por un cami¨®n mientras circulaba en bicicleta por el arc¨¦n. Los hechos fueron considerados una imprudencia leve y por tanto una falta en lugar de un delito penal. ¡°No m¨¢s muertes impunes en la carretera¡± es la lucha de Anna. Hab¨ªa perdido a su marido y ning¨²n juez iba a devolv¨¦rselo, pero aun as¨ª decidi¨® hacer algo para que nadie sufriera la misma injusticia. Ahora una ley lleva su nombre.

Adem¨¢s de en la constancia y en la lucha, todas coinciden en una palabra: gracias. Aseguran que es lo ¨²nico que pueden decirles a quienes les han ayudado a conseguir sus objetivos. Por otro lado, tambi¨¦n es una palabra que reciben a menudo de quienes se han beneficiado de su iniciativa.

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¡°Descubres que la generosidad de la gente no tiene l¨ªmites y que si nos unimos podemos conseguir cosas muy grandes¡±, reflexiona Mar¨ªa Jos¨¦ Mu?oz, funcionaria de instituciones penitenciarias. Mar¨ªa Jos¨¦ pidi¨® una excedencia para cuidar de sus hijas y cuando se incorpor¨® descubri¨® que la Administraci¨®n hab¨ªa decidido penalizar en el concurso de traslados a quienes se hab¨ªan acogido a este derecho laboral. Recopil¨® m¨¢s de 65.000 firmas y consigui¨® que la Administraci¨®n rectificara.

A Beatriz Herranz le bast¨® con menos de 1000 apoyos para conseguir su objetivo. Su hijo Iker fue el ni?o m¨¢s votado en un casting para desfilar con el portal de moda Privalia, pero las marcas de ropa lo rechazaron ¡°por sus caracter¨ªsticas¡±. Es decir, por ir en silla de ruedas y tener par¨¢lisis cerebral. ¡°En cuanto vi el apoyo que estaba teniendo la petici¨®n supe que ser¨ªa una victoria¡±, rememora su madre, ¡°ninguna marca quiere una publicidad as¨ª¡±. Y efectivamente, en horas la firma se puso en contacto con Beatriz: quer¨ªan a Iker en el desfile. Madre e hijo demostraron que ning¨²n objetivo es inalcanzable y que todos tenemos derecho a so?ar.

El sue?o de Marta era ser madre, pero una enfermedad rara, un quiste de Tarlov, se lo pon¨ªa un poco m¨¢s dif¨ªcil que a otras mujeres. Por eso cuando se qued¨® embarazada quer¨ªa tomar todas las precauciones para no correr riesgos. Y decidir sobre su cuerpo. No hab¨ªa precedentes de partos con su dolencia en Espa?a y en el hospital le suger¨ªan dar a luz de forma natural, pero ella sab¨ªa que necesitaba anestesia general. ¡°Yo sab¨ªa que no me iba a rendir, porque me importaba demasiado, estaba poniendo en riesgo mi vida y la de mi hija¡±, asegura mientras acaricia la cara de Alma, que por fin duerme en los brazos de su madre.

Nieves, Mar¨ªa Luisa, Anna, Mar¨ªa Jos¨¦ y Brenda, Beatriz, Mar¨ªa Jos¨¦ y Marta no se conoc¨ªan hasta hace una semana, cuando la plataforma Change.org las reuni¨® para su campa?a anual. Todas ellas se han convertido en representantes de muchos ciudadanos que se enfrentan cada d¨ªa a un nuevo reto. Pero antes de encontrarse, ya ten¨ªan otra cosa en com¨²n. Una motivaci¨®n que las un¨ªa y a la que pone palabras Mar¨ªa Luisa: "Si a m¨ª me va a cambiar la vida, creo que puede cambi¨¢rsela a muchas otras personas".