Jenny Odell, escritora: ¡°Es como si corri¨¦ramos a contrarreloj hacia el fin de los tiempos¡±

Cada vez sentimos que tenemos menos tiempo. Es un problema. Para remediarlo, hay dos opciones: entrar en una librer¨ªa y escoger un volumen de autoayuda que ense?e a optimizar las horas del d¨ªa, o dirigirse a la secci¨®n de historia cultural y encontrar un libro que explique c¨®mo hemos llegado a entender el tiempo de la manera en que lo hacemos hoy. Esto es lo que propone Jenny Odell (38 a?os, Estados Unidos) en su libro ?Reconquista tu tiempo! (Ariel, 2024), una obra que critica la obsesi¨®n por la productividad constante: ¡°Es ir¨®nico que nunca dispongamos del tiempo suficiente para dedicarnos a algo tan inactivo como reflexionar sobre la propia naturaleza del tiempo¡±, sostiene la autora en una cafeter¨ªa madrile?a.

Este es el segundo libro que publica. El primero, C¨®mo no hacer nada: Resistirse a la econom¨ªa de la atenci¨®n (Ariel, 2021), examina el impacto negativo de la tecnolog¨ªa y las redes sociales en el d¨ªa a d¨ªa, y defiende que estamos constantemente bombardeados por est¨ªmulos que nos alejan de la contemplaci¨®n y la conexi¨®n aut¨¦ntica con el entorno. Este nuevo libro funciona casi como una secuela. De hecho, parte del texto proviene de las anotaciones que Odell no pudo incluir inicialmente en su primer trabajo. ¡°Muchos de los lectores del primer libro estaban de acuerdo con las ideas expuestas, pero sent¨ªan que no ten¨ªan tiempo para ponerlas en pr¨¢ctica. Me di cuenta de que yo conviv¨ªa con la misma sensaci¨®n¡±.

Hay algo muy atrevido en la elaboraci¨®n del libro: la idea principal es cuestionar la optimizaci¨®n del tiempo y, por la manera en que est¨¢ escrito, el texto es en s¨ª mismo imposible de resumir u optimizar. Lejos de ofrecer soluciones concretas, Odell teje una narrativa sinuosa y digresiva, donde hay espacio, y sobre todo tiempo, para divagar entre historias personales, referencias eruditas a tratados sobre el tiempo, y citas de p¨®dcast conducidos por quienes la autora llama ¡°productivity bros¡±¡ªindividuos que se jactan de vivir tres d¨ªas en uno, y cosas similares. ¡°Es intencionado a medias¡±, explica Odell. ¡°Empiezo con un tema y, de pronto, todo lo que sucede en mi vida empieza a relacionarse con ese tema de manera natural. Adem¨¢s, quer¨ªa darle al libro una dimensi¨®n espacial, para reforzar mi argumento de que espacio y tiempo son inseparables¡±.

El momento en el que empez¨® a escribir el libro fue la pandemia de la covdi-19. En ¨¦l reflexiona sobre c¨®mo durante ese periodo se alter¨® la percepci¨®n temporal de algunas personas, especialmente de aquellos que trabajaban desde casa. ¡°La distinci¨®n clara entre el hogar y el trabajo se desvaneci¨®, eliminando muchas de las referencias externas que tradicionalmente marcan el paso del tiempo¡±, defiende. Sin embargo, tambi¨¦n menciona que este cambio llev¨® a las personas a notar detalles m¨¢s peque?os y cotidianos que antes pasaban desapercibidos, como el comportamiento de los p¨¢jaros o el crecimiento diario de un beb¨¦, que introduce una nueva forma de medir el tiempo debido a su cambio constante. ¡°En mi b¨²squeda descubr¨ª algo que no esperaba: si bien existe un sentido del tiempo que puede hacer que sientas que est¨¢s muerta antes de tiempo, hay otra alternativa que puede hacerte sentir inconfundiblemente viva¡±.

El libro de Odell ofrece herramientas conceptuales para reconsiderar la relaci¨®n con la temporalidad. La autora argumenta que muchas personas ven el tiempo como dinero no por elecci¨®n, sino porque el sistema econ¨®mico no ofrece alternativas. ¡°Si no examinamos las ra¨ªces sociales y materiales que fundamentan la idea de que el tiempo es dinero, corremos el riesgo de perpetuar un lenguaje sobre el tiempo que es, en s¨ª mismo, parte del problema.¡± Odell se?ala que este enfoque contempor¨¢neo del tiempo est¨¢ profundamente vinculado a la relaci¨®n laboral, y aunque pueda parecernos natural y universal, es en realidad un constructo hist¨®ricamente espec¨ªfico. ¡°El origen de nuestro actual sistema de medir y valorar el tiempo, trat¨¢ndolo como una mercanc¨ªa intercambiable, se remonta al colonialismo y la actividad comercial europea¡±.

Odell describe una forma moderna de agotamiento, el s¨ªndrome del burn out, que combina la presi¨®n constante del tiempo con una creciente conciencia de la crisis clim¨¢tica. Se?ala que incluso las personas con privilegios, capaces de evitar los efectos m¨¢s inmediatos del cambio clim¨¢tico, experimentan una sensaci¨®n de disonancia al alternar entre tareas diarias, ¡°como tener 30 ventanas de Slack abiertas¡±, y leer informes alarmantes sobre el futuro inhabitable del planeta. Este choque entre la rutina diaria y la grave realidad ambiental puede llevar a una sensaci¨®n de ¡°n¨¢usea espiritual y nihilista¡±: ¡°Es como si estuvi¨¦ramos corriendo a contrarreloj hacia el final de los tiempos¡±.

La escritora asegura que la sensaci¨®n de no tener tiempo para nada no se debe a un aumento real en las ocupaciones, sino m¨¢s bien a un sentimiento de urgencia. Este sentimiento se ve exacerbado por la percepci¨®n de falta de control sobre el propio tiempo. Seg¨²n Odell, el uso intensivo de las redes sociales contribuye significativamente a esa sensaci¨®n de urgencia y agotamiento. ¡°Est¨¢ demostrado que, debido a la gran cantidad de est¨ªmulos y al cambio constante de atenci¨®n, uno tiene la sensaci¨®n de estar agotado despu¨¦s de haber gastado mucha energ¨ªa.¡± Adem¨¢s, el tiempo de actividad en estas plataformas hace a los usuarios menos conscientes del paso de las horas, e intensifica la sensaci¨®n de no tener tiempo suficiente.

Odell tambi¨¦n critica la superficialidad de la lentitud y el autocuidado cuando se presentan como estrategias para mejorar la eficiencia dentro del capitalismo. ¡°En Instagram, elementos del slow living, la desconexi¨®n y el autocuidado se han convertido en productos estrella de la econom¨ªa de la experiencia.¡± Seg¨²n ella, en este contexto, la lentitud es un valor que ¡°se consume en lugar de practicarse¡±, lo que refuerza la misma l¨®gica capitalista de la que se intenta escapar. Argumenta que el verdadero sentido del ocio no es simplemente proporcionar descanso f¨ªsico o recreaci¨®n espiritual para recuperar fuerzas y volver a trabajar. ¡°Aunque esto puede ser un efecto secundario, el ocio deber¨ªa representar algo m¨¢s profundo: una vida, identidad y fuente de significado que trasciendan el mundo del trabajo y el beneficio econ¨®mico¡±.

En cuanto a los horarios de trabajo, Odell reconoce que es complicado decantarse entre un modelo de flexibilidad laboral, frente a un horario de trabajo tradicional y r¨ªgido. Se?ala que, aunque a veces un horario fijo puede resultar innecesario y las personas pueden estar presentes sin ser productivas, la flexibilidad tambi¨¦n presenta algunos problemas. ¡°La falta de un horario estructurado y la ausencia de una oficina f¨ªsica pueden llevar a que los empleados piensen en el trabajo constantemente, lo que puede resultar en una expectativa de disponibilidad continua¡±. Por lo tanto, Odell subraya la necesidad de aplicar los derechos laborales con mayor cuidado y de asegurar que, aunque la flexibilidad sea beneficiosa, se proteja a los trabajadores de estar disponibles las 24 horas del d¨ªa.

Un aspecto parad¨®jico del libro que resulta dif¨ªcil ignorar es que las actividades que Odell propone para escapar de la obsesi¨®n por la productividad, como el avistamiento de p¨¢jaros y los largos paseos, terminan siendo material para su obra. ¡°No siento que est¨¦ utilizando esas actividades de la misma manera que alguien que hace un esquema para optimizar su productividad¡±, aclara. Adem¨¢s, describe su m¨¦todo de trabajo como un proceso natural y sin prisas: ¡°Es como esperar a que una fruta madure. A pesar de tener fechas de entrega, mi enfoque no es el de una f¨¢brica, sino uno que permite que las ideas y las conexiones surjan de manera org¨¢nica. Todo lo que ocurre en mi vida tiene el potencial de ser parte de mi escritura¡±.

Casi a diario surge un nuevo formato dise?ado para ahorrar tiempo, ya sea mediante aplicaciones de productividad, dispositivos inteligentes o m¨¦todos organizativos m¨¢s eficaces. Sin embargo, Odell mantiene un cierto optimismo hacia el futuro. ¡°Aunque en la superficie nuestra cultura parezca obsesionada con la velocidad y la eficiencia, creo que bajo esa superficie hay un deseo profundo de significado y de experiencias que requieren tiempo y paciencia. En otras palabras, aunque la sociedad presione por la rapidez, las cosas que realmente conmueven a las personas son aquellas que exigen un ritmo m¨¢s lento y reflexivo¡±.