La f¨®rmula cient¨ªfica para tranquilizar y dormir a los beb¨¦s cuando lloran

La respuesta al llanto de un beb¨¦ es instintiva: los padres lo cogen en brazos y lo mecen hasta que se calma. El problema es que muchas veces el truco no funciona, o no funciona el tiempo suficiente para que el ni?o se calme y se duerma. Ahora, un estudio realizado en el centro de investigaci¨®n RIKEN de Jap¨®n y publicado este martes en la revista Current Biology, ha encontrado una f¨®rmula para ayudar a los padres a tranquilizar a los ni?os cuando lloran y conseguir que se queden dormidos.

Los resultados de la investigaci¨®n establecen que la mejor t¨¦cnica es pasear con el peque?o en brazos durante cinco minutos, lo que consigue relajarlo, y, una vez que se queda dormido, sentarse de cinco a ocho minutos antes de acostarlo en la cuna. Ese tiempo permite que el beb¨¦ pase de la primera fase del sue?o, que es m¨¢s ligero, a la segunda, en la que se estabiliza, seg¨²n una de las autoras de la investigaci¨®n, Kumi Kuroda, investigadora del centro japon¨¦s. ¡°Con este sistema, un 65% de las madres consegu¨ªan dejar a su hijo sin que se despertase¡±, comenta.

Para realizar el estudio, en el que tambi¨¦n ha participado la Universidad de Trento (Italia), el equipo ha contado con una muestra de 21 beb¨¦s de hasta 7 meses de edad. Es una cifra peque?a que la propia investigadora reconoce como preliminar, por lo que se necesitar¨¢n m¨¢s investigaciones futuras. La investigaci¨®n ha consistido en 32 sesiones en las que han monitorizado a los lactantes mediante electrocardiogramas para medir su frecuencia cardiaca, y c¨¢maras de v¨ªdeo para registrar sus expresiones y movimientos.

Los cient¨ªficos ha comparado cuatro m¨¦todos: pasear con los ni?os en brazos, permanecer sentados mientras los cog¨ªan, dejarlos en una cuna est¨¢tica y utilizar una cuna mecedora. Tanto el primero como el ¨²ltimo m¨¦todo consegu¨ªan calmarlos, por lo que se sugiere que no es suficiente sostener a los ni?os cuando se alteran y es necesario el movimiento. Despu¨¦s de esos cinco minutos de paseo, ninguno lloraba y el 45% se hab¨ªa dormido.

Esto no tiene por qu¨¦ ser fruto de un instinto de conexi¨®n maternofilial. Kuroda explica que no tiene que ser necesariamente la madre la que se encargue de ello para conseguir un resultado exitoso, puede ser el padre o un cuidador. ¡°Lo importante es que sea una persona del entorno a la que est¨¦ acostumbrado y con la que se sienta seguro¡±, aclara. La cient¨ªfica asegura que el estudio solo se ha llevado a cabo con beb¨¦s en el momento en que empezaban a llorar, no cuando estaban tranquilos para dormirlos. Para esto ¨²ltimo no hay datos del efecto de la t¨¦cnica. El movimiento ¨²nicamente sirve en la primera fase para calmar a los ni?os, pero no cuando est¨¢n dormidos. Una vez que ocurre esto y su sue?o se estabiliza, las autoras aseguran que descansan mejor si est¨¢n acostados que si permanecen en los brazos de sus progenitores.

El vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPAP), Pedro Gorrotxategui, es esc¨¦ptico con la investigaci¨®n. ¡°Es una experiencia a tener en cuenta, pero es muy dif¨ªcil extrapolarla a la poblaci¨®n general¡±, expresa. Hace hincapi¨¦ en que las condiciones de un estudio siempre est¨¢n controladas para ser de una determinada manera, ¡°pero luego en la vida real eso puede cambiar mucho¡±, a?ade el doctor.

El experto afirma que el movimiento calma a los peque?os cuando est¨¢n inquietos y lloran, pero desde la AEPAP no recomiendan dormirlos en los brazos. Gorrotxategui explica que de noche ocurren ¡°peque?as interrupciones del sue?o¡± en las que los beb¨¦s pueden despertarse por un momento y, si no han iniciado el sue?o en la cuna por s¨ª solos, extra?ar¨¢n el entorno y ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que se desvelen por completo.

Kuroda explica que, adem¨¢s de ampliar la muestra, el siguiente paso del estudio es medir la frecuencia cardiaca de los beb¨¦s con relojes inteligentes conectados a trav¨¦s de bluetooth a un tel¨¦fono m¨®vil. As¨ª se podr¨¢n recoger las mediciones de manera m¨¢s precisa, dice la investigadora.

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