Una plaga de hongos amenaza a los pinos del Pa¨ªs Vasco
Expertos de Nueva Zelanda y Canad¨¢ asesoran al sector forestal y a las instituciones para atajar la epidemia que puede acabar matando a los ¨¢rboles
Una gran mancha de tono rojizo se extiende por los montes de Euskadi. La foresta vasca no luce el verde intenso que le caracteriza durante esta ¨¦poca del a?o. Una plaga de hongos que ha atacado con virulencia al pino insigne (Pinus radiata), una de las especies arb¨®reas m¨¢s extendidas de la regi¨®n, ha alterado por completo el paisaje.
La enfermedad afecta a cerca de un tercio de la plantaci¨®n total de pinos, unas 32.300 hect¨¢reas en el conjunto de la regi¨®n, y tiene en vilo al sector forestal y maderero: "El problema es grave y estamos muy preocupados", reconoce ?scar Azkarate, director general de la Asociaci¨®n de la Madera de Euskadi (Baskegur). El centro de investigaci¨®n Neiker, dependiente del Gobierno vasco, colabora con expertos de Nueva Zelanda y Canad¨¢ en la b¨²squeda de tratamientos eficaces que consigan frenar y controlar la epidemia.
La detecci¨®n de tres especies de hongos, Dothistroma septosporum, Lecanosticta acicola y Dothistroma pini, causantes de la enfermedad conocida como "banda marr¨®n" y "banda roja" por la tonalidad que adoptan los ¨¢rboles infectados, ha puesto en alerta a todos los agentes implicados por el fuerte impacto producido en los pinares. La aparici¨®n de este pat¨®geno comenz¨® da?ando los pinos de la comarca de San Sebasti¨¢n, fue propag¨¢ndose desde mayo pasado por el resto de Gipuzkoa, el territorio m¨¢s castigado por la epidemia, y ha alcanzado ya a Bizkaia y, en menor medida, a partes de ?lava.
"En estos momentos afecta con distinta intensidad el 36% de los pinos radiata de Gipuzkoa", afirma la diputada foral de Medio Rural de Gipuzkoa, Ainhoa Aizpuru. Baskegur prefiere no ofrecer datos sobre la magnitud del problema (la pr¨®xima semana se podr¨ªa conocer la masa forestal afectada), aunque confiesa que el ataque es "masivo". La asociaci¨®n que agrupa a toda la cadena industrial de la madera tampoco ha cuantificado las p¨¦rdidas que este fen¨®meno habr¨ªa ocasionado en el sector.
Euskadi tiene una superficie arbolada que abarca el 54% del territorio, 397.223 hect¨¢reas seg¨²n el ¨²ltimo inventario oficial, uno de los ratios m¨¢s altos de la UE. Las con¨ªferas y en particular el pino radiata constituyen el grueso de estas plantaciones, unas 130.000 hect¨¢reas en total, la mayor¨ªa de propietarios particulares (un 80% aproximadamente). La epidemia provocada por la banda marr¨®n y banda roja habr¨ªa afectado, a falta de datos oficiales, a cerca de un tercio de la masa de pino radiata del Pa¨ªs Vasco, seg¨²n varias fuentes consultadas. El impacto es visible en la mayor¨ªa de los bosques, que han adoptado una tonalidad ocre.
"Las condiciones ambientales de alta humedad y temperaturas suaves favorecen su desarrollo, y este a?o est¨¢ siendo especialmente favorable para el desarrollo de estos pat¨®genos", explica Eugenia Iturritxa, investigadora principal de Neiker. "El cambio clim¨¢tico ha favorecido la propagaci¨®n del hongo", a?ade Azkarate. El agente par¨¢sito se deposita en las ac¨ªculas (las hojas del pino) y penetra en su interior, provocando el deterioro de la hoja y su enrojecimiento. Las ac¨ªculas acaban cayendo, el ¨¢rbol se queda pelado y pierde su capacidad fotosint¨¦tica, lo que termina frenando su crecimiento.
Propietarios, empresas forestales, las instituciones (las tres diputaciones y el Gobierno auton¨®mico) y centros de investigaci¨®n han creado una mesa de seguimiento que analiza la problem¨¢tica y trata de encontrar un remedio eficaz para evitar que la difusi¨®n de la enfermedad vaya a m¨¢s. Entre las medidas, la Diputaci¨®n de Gipuzkoa cita la "b¨²squeda de ejemplares resistentes a la enfermedad, la realizaci¨®n de ensayos con tratamiento fitosanitarios contra el mal y las subvenciones a los trabajos de tala de ¨¢rboles severamente afectados y su posterior repoblaci¨®n con variedades m¨¢s resistentes", cita la diputada Aizpuru.
El hongo causante de la enfermedad fue localizado por primera vez en el Pa¨ªs Vasco en la d¨¦cada de los sesenta, asegura Iturritxa, pero no se hab¨ªa manifestado con tanta agresividad hasta ahora. Es originario de EE UU y est¨¢ muy extendido en Europa, "con presencia en zonas de Arag¨®n, Catalu?a y toda la cornisa cant¨¢brica", apunta la investigadora. Sus efectos tambi¨¦n se han dejado notar con la misma fuerza en regiones de Chile, ?frica central, Australia y Nueva Zelanda.
La explotaci¨®n comercial del pino radiata, oriundo de la costa sur de California, es uno de los principales sustentos de la industria de la madera. Esta variedad de con¨ªfera representa el 80% de las talas autorizadas. El inventario forestal de Euskadi cifra las existencias de madera en 62,6 millones de metros c¨²bicos, con un crecimiento interanual de 3,4, frente a los 2,1 millones de metros c¨²bicos que se cortan en el mismo periodo. "No hay problemas de suministro de madera a corto plazo. Hay excedente suficiente para cubrir la carencia que puede provocar esta enfermedad", garantiza Azkarate. Baskegur sostiene que la aportaci¨®n del sector forestal-madera al PIB vasco es del 1.5%, con unos ingresos a las administraciones p¨²blicas de "m¨¢s de 309 millones de euros". Emplea a alrededor de 18.000 personas.
Azkarate aclara que el problema que padecen los pinos "no ataca al ¨¢rbol, sino a la hoja", por lo que "no tiene incidencia en la comercializaci¨®n de la madera, ni tiene efectos en la salud", aunque admite que "si esta enfermedad se prolonga durante mucho tiempo, los ¨¢rboles dejar¨¢n de crecer y pueden llegar a morir". Los cient¨ªficos desaconsejan por ahora las talas masivas y se empe?an en dar con estrategias y tratamientos exitosos para controlar la plaga, una tarea que "no est¨¢ siendo f¨¢cil".
Tras identificar las especies invasoras y analizar c¨®mo se comporta la enfermedad, Neiker colabora con la Universidad de Jena (Alemania) en la elaboraci¨®n de un "mapa de riesgo" y recibe el asesoramiento de expertos forestalistas de Nueva Zelanda y Canad¨¢ para dar con productos capaces de combatir el mal. Iturritxa confirma que ya se han comenzado a testar sustancias sint¨¦ticas (¨®xido cuproso) utilizadas en la agricultura ecol¨®gica, as¨ª como estimulantes nutricionales y bioestimuladores para aplicarlos al pino radiata da?ado.
El parlamentario de Podemos Jos¨¦ Ram¨®n Becerra, de Equo Euskadi, ha registrado una pregunta en la C¨¢mara vasca en la que advierte de que "la enfermedad avanza imparable y se ha convertido en un problema medioambiental y econ¨®mico muy importante". A su grupo le preocupan las decisiones que se adopten para sustituir a los pinos afectados, informa Esther S¨¢nchez. "Tenemos miedo de que se apueste por la posici¨®n de los forestalistas que plantean cambiarlos por eucaliptos, y eso ser¨ªa mucho peor", advierte. El parlamentario, ingeniero industrial, defiende que, ya que ser¨¢ necesario talarlos, se aproveche para sustituirlos por especies aut¨®ctonas como el casta?o, el roble o el cerezo. Explica que son especies de m¨¢s lento crecimiento que los pinos, pero la madera es de mucha mayor calidad. "Porque", puntualiza, "el corto plazo es incompatible con la buena gesti¨®n de los bosques".
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