La mala ortograf¨ªa lastra las oposiciones a profesor
Los errores de los aspirantes fueron determinantes en Arag¨®n, Castilla y Le¨®n, Madrid y Murcia
Unas 200.000 personas compitieron en junio para lograr una de las 20.698 plazas de profesor de secundaria, FP o escuela de idiomas (la mayor oferta p¨²blica desde que comenz¨® la crisis) y, para sorpresa general, el 9,6% de los puestos quedaron vacantes. El debate sobre el grado de exigencia de estas pruebas persiste y se sabe que las faltas de ortograf¨ªa y errores gramaticales, aunque nunca sea algo generalizado, lastraron la calificaci¨®n de un n¨²mero no despreciable de opositores. Fue determinante en comunidades como Arag¨®n, Madrid o Murcia, seg¨²n las fuentes consultadas. En Castilla y Le¨®n, donde se examinaron de forma oral, el problema detectado fue un bajo nivel de redacci¨®n. Otro motivo para restar nota, quiz¨¢ hasta el suspenso, afirman los correctores, fue contestar largo y tendido a algo que no se preguntaba.
En algunos casos, cuentan tres correctores de ex¨¢menes, algunos candidatos redactaron como lo hacen en sus mensajes de m¨®vil, acortando las palabras, por ejemplo un ¡°tb¡± en vez de ¡°tambi¨¦n¡± o un ¡°x q¡± en lugar de ¡°por qu¨¦¡±. Otros utilizaron expresiones adolescentes propias de un registro coloquial como ¡°en plan¡± o ¡°rollo de¡±.
Una prueba de comprensi¨®n con la¨ªsmos
La pol¨¦mica por la formaci¨®n de los docentes explot¨® en 2013. Entonces, el 86% de los aspirantes a maestro de primaria en Madrid ¡ªquienes ense?an a los ni?os a leer y escribir¡ª suspendi¨® el examen de conocimientos y las faltas de ortograf¨ªa entraron al debate. Tres a?os m¨¢s tarde, Educaci¨®n envi¨® a los colegios una prueba de comprensi¨®n lectora para ni?os de cinco a?os plagada de la¨ªsmos. La consejer¨ªa explic¨® que no era m¨¢s que era ¡°un documento interno¡± y el texto fue retirado.
Algunas regiones han comenzado a penalizar ahora estos errores. ¡°Las faltas de ortograf¨ªa no estaban en los criterios generales de Arag¨®n, pero el tribunal de Lengua y Literatura determin¨® que puntuase en esa especialidad. Es un m¨ªnimo exigible que un profesor de Lengua no cometa faltas¡±, sostiene una portavoz de su consejer¨ªa de Educaci¨®n. Los aspirantes se enteraron en el momento del examen y cundieron los nervios, pero Educaci¨®n no ha recibido quejas formales. El departamento reconoce que tambi¨¦n ellos cometieron una falta en el enunciado del examen ¡ª¡°comente el tratamiento de la plasticidad a lo largo de el poema¡±, aparec¨ªa escrito¡ª y Twitter atiz¨® fuerte. En Arag¨®n se presentaron a la primera fase de Lengua y Literatura 437 personas y pasaron a la segunda 126 para 91 plazas. Se cubrieron todos los puestos.
Las faltas de los docentes suponen un tema espinoso y casi nadie quiere manifestarse en p¨²blico. Salvo en Murcia, donde el 85% de los aspirantes a profesor no super¨® la primera fase, la de conocimientos, y donde su consejera de Educaci¨®n, Adela Mart¨ªnez-Cach¨¢, afirm¨®: ¡°Ning¨²n padre ni madre quiere tener un docente para su hijo con faltas de ortograf¨ªa¡±. Los suspendidos cargaron contra ella en la Red, corrigiendo alg¨²n que¨ªsmo o falta de preposici¨®n en sus tuits.
Amparo Medina Bocos, profesora jubilada de Lengua del instituto madrile?o Ramiro de Maeztu, es pesimista: ¡°En Espa?a no entendemos que la lengua es un patrimonio que debemos cuidar. Es un pez que se muerde la cola, porque a estos profesores de ni?os no les exigieron ortograf¨ªa y ahora ellos no saben ense?arla. No hay que tener miedo a que suspendan las oposiciones, de otro modo no se atajar¨ªa el problema. Que sigan un curso de claves de expresi¨®n escrita¡±. A? la profesora jubilada de la Complutense Flor Salazar le preocupa tambien la prosodia.?Muchos de sus alumnos, potenciales profesores de Lengua hoy, no empleaban puntos finales ni interrogaciones. "Solo si manejas bien la ortograf¨ªa llegas a la esencia de lo que est¨¢ escrito", sostiene Salazar.
En Castilla y Le¨®n se han quedado desiertas 129 plazas de 996. Desde Educaci¨®n no entran a valorar, pero reconocen que alg¨²n tribunal se quej¨® del nivel de redacci¨®n de los concurrentes. Fuentes educativas de la Comunidad Valenciana, donde se celebraron oposiciones a maestro, admiten que tambi¨¦n hubo en ellas ¡°muchas faltas¡±.
En Madrid, los aspirantes sab¨ªan que perder¨ªan 0,50 por cada falta y 0,25 por cada tilde en cualquiera de las especialidades, menos en Lengua que puntuaba en negativo el doble. Un miembro de un tribunal le quita hierro: ¡°Es comprensible que en un examen de ocho folios se escape alguna tilde¡±, pero reconoce que hab¨ªa ¡°cinco o seis ex¨¢menes que rayaban la tomadura de pelo¡±. De 88 aspirantes en su tribunal pasaron 11 a la segunda fase y aprobaron la oposici¨®n cinco. ¡°Lo que pasa es que se presenta mucha gente por probar, que no ha estudiado¡±, prosigue esta correctora. Pero lo cierto es que la mayor¨ªa de los concurrentes son interinos ¡ªcon experiencia ya en la docencia¡ª y han tenido que superar una prueba de capacitaci¨®n (CAP) o un m¨¢ster de formaci¨®n de profesorado.
Tras la publicaci¨®n de esta informaci¨®n Mar¨ªa Pilar Mart¨ªnez, que oposit¨® en Castilla-La Mancha, argumenta: "La inmensa mayor¨ªa de la gente que nos presentamos a esta oposici¨®n vamos muy preparados y no puede utilizarse una minor¨ªa que utiliza malas expresiones para justificar el tan p¨¦simo proceso que hemos sufrido este a?o".
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