El consumo de aceite de oliva cae entre j¨®venes por los precios y el cambio de h¨¢bitos

El aceite de oliva no es un producto barato y cab¨ªa esperar que, pasada la crisis, su consumo en los hogares se recuperara. Pero la carencia de recursos econ¨®micos no es el ¨²nico factor que est¨¢ sacando el oro l¨ªquido poco a poco de las cocinas espa?olas: se imponen nuevos h¨¢bitos alimentarios. En diez a?os su consumo dom¨¦stico ha disminuido casi un 20%. En 2008, entraron 425 millones de litros en los hogares frente a los 342 de 2017. Es una de las conclusiones del informe sobre el sector oleico que present¨® ayer la escuela de negocios EAE y que utiliza datos del Ministerio de Agricultura y de su Agencia de Informaci¨®n y Control Alimentario. El motivo, seg¨²n el economista Mariano ??igo, uno de los autores del estudio, es el cambio en los h¨¢bitos de consumo que alejan a los j¨®venes de la dieta mediterr¨¢nea.

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A este alejamiento contribuye tambi¨¦n la ¡°subida continuada¡± del precio del aceite de oliva, tomando la media de todas sus calidades. El ministerio se?ala que un litro de aceite ha pasado de 2,47 euros a 4,02 en el periodo analizado; un 63% m¨¢s caro. El incremento se ha producido en la d¨¦cada en la que los hogares sufrieron con m¨¢s crudeza los efectos de la crisis, debido a malas cosechas y mayor demanda exterior. En este tiempo, las familias m¨¢s vulnerables disminuyeron el consumo de ciertos productos propios de la dieta mediterr¨¢nea por su ¡°mayor precio o la percepci¨®n de que son m¨¢s caros¡±, arguye el catedr¨¢tico de Nutrici¨®n de la Universidad CEU San Pablo (Madrid), Gregorio Varela.

Pero no todo es dinero, o no solo.La ¨²ltima Encuesta Nacional de Alimentaci¨®n, que elabora el Ministerio de Sanidad, pone de manifiesto que quienes tienen entre 18 y 39 a?os ingieren de media 13,9 gramos diarios, frente a los 17,06 de aquellos entre los 40 y los 64. Adem¨¢s, los j¨®venes lo consumen en menor medida (el 86,08% de los encuestados) que los mayores (90,6%). ¡°Ahora se cocina menos y se recurre m¨¢s a comidas precocinadas. Eso aleja a los j¨®venes de recetas t¨ªpicas de la dieta mediterr¨¢nea en las que el aceite de oliva es b¨¢sico¡±, comenta por tel¨¦fono Manuel Mo?ino, miembro de la Fundaci¨®n Espa?ola de Dietistas-Nutricionistas y presidente del colegio oficial de Baleares.

Otro estudio elaborado en 2018 por la Consejer¨ªa de Agricultura de Andaluc¨ªa sobre la imagen del aceite, demuestra que los menores de 35 tienen una peor percepci¨®n de este. No est¨¢n satisfechos con el producto el 12,5% frente al 6,2% de los mayores de 50. Y lo que menos les gusta es ¡°el precio, los sabores fuertes o amargos y las dudas sobre la veracidad del etiquetado¡±.

Econom¨ªa o salud

Adem¨¢s, el profesor de Marketing de la Universidad de Ja¨¦n Manuel Parras, experto en el comercio del aceite, se?ala que los j¨®venes ¡°tienden a dar m¨¢s importancia a la econom¨ªa que a la salud al hacer la compra¡±. Otros interpretan que es la salud y su reducci¨®n de grasas lo que les aleja del aceite, dicen en la OCU.

Algunas investigaciones m¨¦dicas se?alan ¡°la baja adherencia a la dieta mediterr¨¢nea observada en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, en especial entre la poblaci¨®n universitaria y el alumnado de educaci¨®n secundaria; as¨ª lo destaca un estudio publicado en 2017 por el Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria Galicia Sur. En cambio, en otros pa¨ªses con menos tradici¨®n, el consumo est¨¢ elev¨¢ndose y eso tira de los precios. El estudio de la EAE se?ala un aumento de la demanda mundial donde no hay olivares, lo que mueve la exportaci¨®n. Este a?o se prev¨¦ que lleguen a 1.200.000 toneladas, un nuevo r¨¦cord.

En Estados Unidos el consumo de aceite de oliva se ha triplicado en los ¨²ltimos 25 a?os hasta llegar a las 300.000 toneladas en 2017. Y en Alemania (64.000) y Reino Unido (61.000) se ha multiplicado por cinco. ¡°La difusi¨®n internacional de las bondades del aceite de oliva¡± es el principal motivo, seg¨²n el informe, en el que se recuerda que los beneficios de esta dieta fueron formulados por primera vez por fisi¨®logos estadounidenses, ¡°lo que proporcion¨® mayor credibilidad a las evidencias cient¨ªficas de sus ventajas nutricionales¡±. El problema, recoge el informe, es que en pa¨ªses como Espa?a la econom¨ªa manda.?

¡°Los espa?oles lo percibimos como alimento b¨¢sico, por eso somos sensibles a las variaciones en el precio; si aumenta, consumimos menos¡±, comenta por tel¨¦fono Manuel Parras. Algo que corrobora el estudio del Gobierno andaluz, que concluye que ¡°el precio sigue suponiendo el factor absoluto de compra para casi el 25% de los encuestados, y que casi el 45% compra, de las marcas conocidas, la que est¨¢ en promoci¨®n¡±.