Elegir nombres gen¨¦ricos y otros consejos: as¨ª es la gu¨ªa feminista de la lengua del Gobierno aragon¨¦s
Un manual interno para el funcionariado regional fundamenta de forma extensa la defensa de un nuevo uso del lenguaje para promover la igualdad
"El grueso de las recomendaciones no difiere en nada de lo que ya se ha publicado en cientos y cientos de gu¨ªas que circulan en distintas administraciones, es la parte menos original porque esas mismas instrucciones se repiten con mayor o menor fortuna desde hace tiempo". Lo dice Jos¨¦ Luis Aliaga, el autor de esas mismas recomendaciones recogidas en el manual Lenguaje inclusivo con perspectiva de g¨¦nero que ha promovido y enviado de forma interna a sus funcionarios el Gobierno de Arag¨®n. El "plus" de este documento de buenas pr¨¢cticas es otro: teor¨ªa para nutrir y sustentar el discurso a favor de un uso de la lengua que promueva la igualdad entre hombres y mujeres.
Lo que casi todas las gu¨ªas suelen incluir es, casi siempre, una "peque?¨ªsima" parte de los tipos ling¨¹¨ªsticos que generan discriminaci¨®n: "Son aquellos f¨¢ciles de inventariar y consultar" y para los que hay soluciones igualmente f¨¢ciles que Aliaga,?profesor del Departamento de Ling¨¹¨ªstica General e Hisp¨¢nica de la Universidad de Zaragoza, divide entre aquellas ocasiones en las que no se informa del sexo y en las que s¨ª. En las primeras se recomienda el uso de sustantivos epicenos ¡ªutilizar persona en lugar de hombre o mujer¡ª, sustantivos colectivos ¡ªalumnado en vez de alumnos o alumnas¡ª o los abstractos de cargo, titulaci¨®n u organismo ¡ªdirecci¨®n para no tener que usar director o directora¡ª. En las segundas, el desdoblamiento es la soluci¨®n a la que m¨¢s se recurre ¡ªfuncionarias y funcionarios¡ª, pero hay otras como las aposiciones explicativas ¡ªhacer referencia expresa a mujeres y hombres ["se contratar¨¢ personal de limpieza, tanto hombres como mujeres"]¡ª o el uso de barras, sobre todo en formularios ¡ªD./D?a.¡ª.
M¨¢s alla de los consejos, Aliaga explica que la fundamentaci¨®n es precisamente de lo que suelen adolecer estos documentos, "y es una parte esencial" porque "en el universo de la comunicaci¨®n la gama de recursos ling¨¹¨ªsticos para generar significados es ampl¨ªsima. Por lo tanto, es igual de ampl¨ªsima para discriminar". Nada m¨¢s comenzar la introducci¨®n, el experto sale "al paso de los juicios negativos sobre el lenguaje inclusivo que lo consideran una pr¨¢ctica verbal plagada de incorrecciones y quebrantos gramaticales". Asegura que es "radicalmente falso en la inmensa mayor¨ªa de casos y, desde luego, lo es por completo en las propuestas de difusi¨®n m¨¢s generalizada".
Seg¨²n apunta el profesor, "hay unanimidad dentro de la profesi¨®n ling¨¹¨ªstica sobre la discriminaci¨®n que puede producir el uso del lenguaje, ya sea invisibilizando, excluyendo o segregando". Pero dentro de ese consenso hay distintos puntos de vista. Cuenta Aliaga que hay quienes hacen un an¨¢lisis desde lo meramente formal: "A m¨ª y a muchos otros compa?eros nos parece inadecuado, hay que mirar las palabras con relaci¨®n al discurso y los roles de quienes lo emiten". Cree que cada texto tiene unas circunstancias particulares y teniendo en cuenta eso, "habr¨¢ que elegir aquellas palabras que no discriminen y aseguren la presencia equitativa de hombres y mujeres".
Para esto hace falta cierto "esfuerzo" al que no todo el mundo est¨¢ dispuesto. "Es necesaria cierta formaci¨®n t¨¦cnica y despu¨¦s hacer una revisi¨®n de lo que uno mismo escribe o dice cada d¨ªa, a veces sin reparar en ello". Como deja redactado en la gu¨ªa, "una reflexi¨®n consciente y cr¨ªtica sobre h¨¢bitos verbales muy arraigados, propios y ajenos, y una interiorizaci¨®n de las alternativas de uso sustentada en el convencimiento del papel que desempe?a la lengua en el mantenimiento del statu quo (o, en sentido contrario, en su modificaci¨®n)".
A la propuesta de esa modificaci¨®n casi siempre se producen reacciones: "Desde organismos como la ONU hasta el Ayuntamiento del pueblo m¨¢s peque?o han asumido ya que el lenguaje puede generar espacios de discriminaci¨®n, al igual que puede crearlos de convivencia e igualdad". Esto, dice, no es nuevo. Y recuerda el Cantar del M¨ªo Cid: "Sal¨ªanlo a ver mujeres y varones, burgueses y burguesas por las ventanas son, llorando de los ojos, ?tanto sent¨ªan el dolor!".
El feminismo es, desde hace d¨¦cadas, una parte importante de la ling¨¹¨ªstica, que demostr¨® hace d¨¦cadas tambi¨¦n c¨®mo es capaz de generar realidad. "Y luego est¨¢ toda esa divulgaci¨®n intentando desacreditar eso mismo. Pero eso no es diferente de la reacci¨®n en cualquier otro ¨¢mbito cuando hay una propuesta feminista", resume el experto. "Con cada avance, la respuesta contraria de esa parte de la sociedad que rechaza que se camine hacia la igualdad". Y no le sorprende.?
Las palabras rebeldes
El profesor Jos¨¦ Luis Aliaga explica que "hay ciertos usos que presentan controversia, que no son clasificables y pertenecen al margen de creatividad en cada momento concreto". Por ejemplo, el uso de la "e" para hacer referencia al g¨¦nero ¡ª"les alumnes quedaron encantades con la exursi¨®n"¡ª, la arroba para sintetizar el masculino y el femenino ¡ª"vinieron tod@s l@s amig@s¡ª o la equis, "que pone sobre la mesa el problema del binarismo de g¨¦nero y la correlaci¨®n con la gram¨¢tica", ¡ª"colectivo de vegnxs aragonesxs"¡ª. Y hace alusi¨®n a la literatura y la poes¨ªa tambi¨¦n como formas de moldear el lidioma. "La palabra escrita y hablada han sido siempre arma reivindicativa por parte de todos los colectivos, tambi¨¦n como forma para resistirse al cambio o generar arte".
Aunque estas "transgresiones" no pueden tener cabida en los documentos de la Administraci¨®n, "est¨¢n amparadas por la libertad de cualquier hablante para manifestarse de la manera provocadora que consideren adecuada a los fines comunicativos perseguidos". En cualquier caso, concluye que la flexibilidad de la lengua para adaptarse a las nuevas realidades (y conformarlas) es tan necesaria para el progreso como en cualquier otro ¨¢mbito. Como escribe en la gu¨ªa, "los protocolos de la norma culta no son un f¨®sil ni palabra de revelaci¨®n divina, sino que, dentro de su relativa fijaci¨®n, presentan el suficiente grado de flexibilidad para acoger muchas variantes de uso".
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