Costa Rica, un destino diferente por el coronavirus
La epidemia genera una gran preocupaci¨®n sobre todo por sus efectos en el turismo. La laxitud de Nicaragua frente a la enfermedad tambi¨¦n inquieta
Al mediod¨ªa de este viernes, un hombre en bicicleta lleg¨® a una fruter¨ªa a comprar una rodaja de pi?a. Hab¨ªa pedaleado bajo el sol toda la ma?ana repartiendo casa a casa los encargos de un alcohol que produce en monopolio y en cantidades insuficientes la f¨¢brica estatal de licores de Costa Rica, y que distribuyen los empleados de la empresa p¨²blica de correos. Sudaba y por el ment¨®n le corr¨ªan gotas del jugo de la pi?a, pero sac¨® un pa?uelo que ya no es blanco y se limpi¨® la cara de una manera que habr¨ªa hecho enfadar a cualquier vir¨®logo en estos tiempos del Covid-19.
¡°Espero que no me pase nada, porque yo me cuido, pero si me pasara, ah¨ª est¨¢n los m¨¦dicos, que son de lo mejor¡±, dec¨ªa ?lvaro Montero sin esconder orgullo por el sistema sanitario que, con m¨¢s de 50.000 funcionarios (1 por cada 100 habitantes), permite a Costa Rica tener la mayor expectativa de vida de Am¨¦rica Latina, de 79,6 a?os. Es el mismo sistema que atiende en esta crisis a afiliados y no afiliados y que acondiciona un hospital exclusivo para atender casos complicados del virus global cuya llegada se confirm¨® el 6 de marzo. En 16 d¨ªas se ha diagnosticado en 134 personas, incluidos los dos octogenarios que murieron en la ¨²ltima semana. Dos turistas se curaron y volvieron a casa en Nueva York. La esperanza est¨¢ fijada en ¡°aplanar la curva¡±, el mantra del Gobierno.
Este mismo viernes el Ministerio de Educaci¨®n anunciaba que distribuir¨¢ alimentos a 850.000 estudiantes en todo el mes de suspensi¨®n de lecciones, mientras la empresa estatal telecomunicaciones duplicaba la velocidad de Internet en los hogares. El instituto p¨²blico de seguros decidi¨® cubrir el coronavirus como un riesgo laboral; el presidente Carlos Alvarado prohibi¨® cortes en el servicio de agua en las casas (todo en manos estatales y comunales) o en electricidad (p¨²blico y cooperativo), y se redujo a la mitad la tarifa comercial para los pr¨®ximos tres meses, para cobrarla despu¨¦s, cuando esto pase. ¡°Es una respuesta excepcional e innovadora¡±, dijo la representante de Naciones Unidas, Alice Shackelford. El Estado de Costa Rica hace lo que le permite su lentitud burocr¨¢tica y la crisis financiera que ya bull¨ªa antes de esta emergencia; pero si mantener bajo control la salud es dif¨ªcil, hacerlo con la econom¨ªa es imposible.
El primer porrazo vino por cuenta del turismo, la industria estrat¨¦gica que mejor balance hace entre generaci¨®n de divisas y de empleos, con m¨¢s de 10% de trabajadores del pa¨ªs y la coletilla de ser el m¨¢s influyente en la econom¨ªa. Hace solo tres semanas las cuentas mostraban que ser¨ªa un a?o maravilloso y ahora se convierte en una pesadilla con el desplome casi total de reservas, despu¨¦s de que este jueves Costa Rica cerr¨® sus fronteras a extranjeros por primera vez en la historia. Ya hay cientos de trabajadores desocupados nuevos en un pa¨ªs donde el desempleo rondaba en febrero el 12%, y cierre de negocios en los sectores m¨¢s vulnerables. Aqu¨ª poco puede hacer el Estado para evitar el descalabro, aunque Ejecutivo y oposici¨®n negociaban bajo urgencia una reforma legal para relajar el ajuste de jornadas, al menos.
La crisis no ha estado exenta del debate entre la capacidad real del Estado frente a los m¨¢rgenes de acci¨®n del sector privado, pero nadie duda de que la ecuaci¨®n funciona mejor que en otros pa¨ªses, sobre todo si se compara con el vecino del norte, Nicaragua. Ese es un problema, porque a la crisis pol¨ªtica que arrastran los nicarag¨¹enses desde 2018 se suma ahora la emergencia del coronavirus y la manera laxa en que ha respondido el Gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. Llamados a concentraciones masivas ¡°con la fuerza de la fe¡± y abrazar al turismo internacional fueron las primeras acciones contra el virus al que los registros oficiales acreditan solo dos enfermos, pese a que las autoridades costarricenses sospechan son muchos m¨¢s.
Ahora la pol¨ªtica de puertas abiertas a refugiados nicarag¨¹enses queda en suspenso. La suspensi¨®n de ingreso de turistas hasta el 13 de abril tambi¨¦n alcanza a cientos de nicarag¨¹enses que cada semana entran a Costa Rica por la porosa frontera bilateral para guarecerse, trabajar o reunirse con familiares. El Gobierno de Alvarado ejecuta un fuerte dispositivo policial en la frontera norte para permitir solo a residentes o nacionales o comerciantes. En esta vez la solidaridad con el pueblo vecino est¨¢ sometida a la necesidad de Costa Rica de mantener el control de la epidemia.
Con una in¨¦dita declaratoria de estado de emergencia nacional y el cierre de playas, parques nacionales, bares, cines e iglesias, el presidente pide a la poblaci¨®n quedarse en sus casas, s¨ª, pero no apagar la econom¨ªa. Sean inteligentes, qu¨¦dense en sus casas, pero con precauciones pueden ir incluso a la peluquer¨ªa o a los mercados, ha dicho el ministro de Salud, Daniel Salas, el m¨¦dico joven que ha liderado la emergencia y ha recibido aplausos de unos y otros en un pa¨ªs poco dado a consensos en tiempos recientes.
La respuesta ha sido parcial. Una parte de la poblaci¨®n se ha enclaustrado en casa. Otra apenas reduce actividades y una tercera, la menor, sigue como si nada. Otros tienen temor. ¡°Nadie puede estar m¨¢s cagada del miedo que yo¡±, dijo en el plenario la diputado Zoila Volio por su condici¨®n de asm¨¢tica y por mantenerse en sesiones extra tramitar para los proyectos urgentes que el Ejecutivo env¨ªa en su intento por mitigar el desplome econ¨®mico. Otro grupo de legisladores propuso suspender las libertades constitucionales de tr¨¢nsito y de reuni¨®n, pero la idea no cuela en este pa¨ªs garantista y, en cualquier caso, sin fuerzas militares que apliquen nada. ¡°Ser¨ªa una imprudencia. No podemos salir con el rifle chocho (averiado) que tira para todo lado y causar m¨¢s p¨¢nico¡±, dijo a la prensa la diputada Volio, descendiente directa de los ¨²ltimos militares que tuvo el pa¨ªs, antes de 1948.
Miedo ya tienen muchos y hay que alimentar el esp¨ªritu, ha pensado las autoridades de la Iglesia Cat¨®lica, a la que siguen casi seis de cada diez costarricenses. Por eso decidieron subir a una avioneta del Gobierno a la imagen de la Virgen de los ?ngeles, s¨ªmbolo de uni¨®n para los cat¨®licos y de Costa Rica en general, para pasearla por todo el pa¨ªs entre s¨¢bado y domingo, con combustible pagado por el instituto estatal de seguros. Las im¨¢genes mostraban a dos l¨ªneas de agentes de la Polic¨ªa de Vigilancia A¨¦rea haciendo el honor a la figura de piedra de 20 cent¨ªmetros guardada en una caja de manera de menos de medio metro, en manos del sacerdote encargado de la Bas¨ªlica de los ?ngeles (Cartago, al este de San Jos¨¦). En redes sociales no todos digieren bien estas combinaciones, pero la mayor¨ªa entiende que la emergencia amerita todo tipo de fuerzas, incluso las sobrenaturales.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
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