Los agujeros negros del discurso oficial mexicano frente a la pandemia
Ante la ambig¨¹edad de ciertos puntos que se repiten en las comunicaciones del Gobierno, EL PA?S ha consultado con expertos y examinado reportes y estudios recientes para tratar de ponerlos en perspectiva
Las crisis colectivas in¨¦ditas suponen un serio problema de comunicaci¨®n para los Gobiernos personalistas: en una situaci¨®n que excede las capacidades t¨¦cnicas conocidas en todo el mundo, la figura ret¨®rica de un l¨ªder habituado a relativizar los problemas o atribuir los cuestionamientos a intereses pol¨ªticos atenta contra la necesidad de transmitir un sentido de urgencia y responsabilidad a toda la poblaci¨®n. Y potencia una polarizaci¨®n que puede afectar la respuesta de la sociedad mexicana, como ya ocurre en Estados Unidos.
Frente al brote global de Covid-19, el Gobierno mexicano ha quedado por momentos atrapado en esta din¨¢mica. Mientras el epidemi¨®logo Hugo L¨®pez-Gatell, subsecretario de Salud de M¨¦xico, encabeza la tarea de comunicar los aspectos t¨¦cnicos de la estrategia oficial contra la pandemia, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha contravenido alegremente, durante semanas, las recomendaciones m¨¢s elementales de la OMS y de su propio Gobierno. En ocasiones, esta situaci¨®n ha llevado a L¨®pez-Gatell o a su equipo de especialistas a justificar al presidente con afirmaciones que chocan de frente con los conocimientos o los consensos que se han podido extraer de la crisis en otros lugares.
¡°La probabilidad de que una persona en el periodo previo a los s¨ªntomas, es decir, el periodo de incubaci¨®n, sea contagiosa, es muy baja¡±, dijo L¨®pez-Gatell el pasado 28 de marzo, cuando los periodistas le preguntaron si el presidente se iba a hacer la prueba de Covid-19, despu¨¦s de que un gobernador con quien hab¨ªa compartido espacios confirmara que hab¨ªa dado positivo. Al d¨ªa siguiente, el m¨¦dico infect¨®logo Gustavo Reyes Ter¨¢n, parte del equipo de funcionarios a cargo del operativo frente a la pandemia, ofreci¨® una respuesta similar: ¡°El presidente no es un caso sospechoso. No cumple la definici¨®n. Si no tiene s¨ªntomas es muy poco probable que haya sido contagiado¡±.
?Qu¨¦ dicen los estudios existentes sobre los casos asintom¨¢ticos o en fase presintom¨¢tica en la propagaci¨®n del virus? ?Por qu¨¦ el Gobierno asegura que realizar pruebas masivas no tiene ninguna utilidad para controlar el contagio? ?Qu¨¦ significa la afirmaci¨®n de que los recursos para enfrentar la crisis est¨¢n garantizados?
El Gobierno mexicano ha adoptado una estrategia muy diferente a la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la regi¨®n y del mundo para enfrentar la pandemia y L¨®pez-Gatell ha dicho claramente que se busca un equilibrio entre la protecci¨®n de la salud y las econom¨ªas m¨¢s debilitadas. Pero adoptar un enfoque propio no anula las dudas ni las realidades que lo cuestionan. Ante la ambig¨¹edad de ciertos puntos que se repiten en el discurso oficial, EL PA?S ha consultado con expertos y examinado reportes y estudios recientes para tratar de ponerlos en perspectiva.
?Las personas asintom¨¢ticas representan un riesgo m¨ªnimo de contagio?
Los esfuerzos cient¨ªficos para determinar las din¨¢micas de contagio del nuevo coronavirus, de hecho, indican lo contrario, y cada vez de forma m¨¢s contundente. Esta semana, el director de los Centros para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en ingl¨¦s) advirti¨® que, de acuerdo con los ¨²ltimos datos, hasta un 25% de las personas infectadas con el nuevo coronavirus podr¨ªan no mostrar s¨ªntomas, y que ¡°esto podr¨ªa ayudar a explicar la rapidez con la que este virus contin¨²a propag¨¢ndose en todo el pa¨ªs¡±. Dos d¨ªas despu¨¦s, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud alert¨® sobre la urgencia de detectar los casos asintom¨¢ticos para frenar el avance de la pandemia.
¡°Los estudios m¨¢s recientes, incluyendo uno en el que particip¨¦ analizando los datos del brote que ocurri¨® a bordo del crucero ¡®Diamond Princess¡¯, que estuvo en Jap¨®n, indican que, aproximadamente, al menos un 20% de las infecciones son asintom¨¢ticas, completamente asintom¨¢ticas¡±, explica el cient¨ªfico mexicano Gerardo Chowell-Puente, doctor en Biometr¨ªa y profesor de Epidemiolog¨ªa y Bioestad¨ªstica en la Universidad de Georgia, en Estados Unidos. ¡°Lo cual es muy preocupante, obviamente, porque tienes una fracci¨®n de los casos en la comunidad que est¨¢n potencialmente transmitiendo el virus sin saberlo¡±, a?ade.
La advertencia tan categ¨®rica de la OMS ¡ªque ha cambiado su posici¨®n sobre este punto¡ª probablemente responde al conjunto reciente de evidencias que apuntan a la importancia de los casos asintom¨¢ticos en la propagaci¨®n del virus. Pero los planteamientos cient¨ªficos serios en esa direcci¨®n, incluyendo la capacidad de contagio de aquellos que a¨²n no han desarrollado s¨ªntomas o que presentan s¨ªntomas muy leves, circulan desde hace m¨¢s de un mes. A mediados de marzo, la revista Science public¨® un art¨ªculo en el que se estimaba que el 79% de los casos positivos documentados en China antes de que se aplicaran las restricciones para viajar el 23 de enero, se habr¨ªan contagiado de personas que estaban infectadas, pero no fueron diagnosticadas (no documentadas) porque sus s¨ªntomas eran leves, limitados o nulos. Estos casos eran la mitad de contagiosos que aquellos que s¨ª fueron diagnosticados, se?ala la investigaci¨®n, pero, debido a que eran muchos m¨¢s en cantidad, fueron la principal fuente de contagio de los casos registrados.
¡°La otra parte es que tambi¨¦n hay casos que van a ser sintom¨¢ticos, pero que empiezan a ser infecciosos uno o dos d¨ªas antes de que aparezcan los s¨ªntomas. Entonces, claro, esos tambi¨¦n complican el control de la epidemia¡±, detalla Chowell-Puente. Con los datos m¨¢s recientes, el CDC ha replanteado sus lineamientos y ahora recomienda el uso de mascarillas a la poblaci¨®n en general y no solo a las personas que presenten s¨ªntomas, porque eso podr¨ªa ser clave para prevenir la transmisi¨®n a otros; una medida que tambi¨¦n eval¨²a Espa?a, seg¨²n las ¨²ltimas declaraciones del ministro de Sanidad espa?ol.
¡°Es un nuevo virus y es la primera pandemia causada por un coronavirus. Hay muchas cosas desconocidas y cosas que antes no sab¨ªamos y ahora s¨ª¡±, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuando advirti¨® sobre la urgencia de detectar los casos asintom¨¢ticos para frenar el avance de la Covid-19. El hecho de que esta enfermedad tenga apenas 90 d¨ªas en el mundo, y que todo lo que se sabe sobre ella es lo que se ha podido aprender en este per¨ªodo, puede explicar los cambios de rumbo y de l¨ªneas a medida que se desarrollan nuevos conocimientos.
Sin embargo, esta flexibilidad tal vez resulte m¨¢s complicada en el caso de M¨¦xico, porque los nuevos datos parecen comprometer uno de los preceptos centrales y a la vez m¨¢s discutidos del enfoque del Gobierno desde un inicio: que las pruebas masivas para detectar la mayor cantidad de casos posibles no tienen ninguna utilidad.
Las pruebas masivas y el avance de la pandemia
L¨®pez-Gatell ha dicho que no hay una propuesta cient¨ªfica seria que indique por qu¨¦ es mejor tener una mayor cantidad de pruebas, que la vigilancia epidemiol¨®gica no se trata de contar casos, y, en una entrevista con EL PA?S, cuestion¨® a la OMS ¡ªque a mediados de marzo implor¨® a los pa¨ªses hacer ¡°pruebas, pruebas, pruebas¡± para frenar el avance del virus¡ª y calific¨® el ejemplo de Corea del Sur como un mito: ¡°En todo proceso de vigilancia epidemiol¨®gica, esto es algo que se sabe, uno tiene una se?al visible y una parte que no lo es¡±, dijo el funcionario, y explic¨® que detectar los casos implica, entre otras cosas, que las personas acudan a consulta, que los m¨¦dicos lo detecten y que lo notifiquen.
Lo cierto es que Corea del Sur, que se evoca en el mundo como ejemplo de control del contagio y de la letalidad, puso en marcha desde el primer momento un agresivo plan para hacer pruebas y fue en busca de esa parte invisible: no solo hicieron pruebas diagn¨®sticas a los que mostraban s¨ªntomas, sino tambi¨¦n a todos aquellos que hab¨ªan entrado en contacto directo con ellos. ¡°En lugar de esperar que los pacientes vinieran, hemos ido a por ellos¡±, explic¨® a la CNN Park Neughoo, ministro de Sanidad coreano. Tambi¨¦n es cierto que M¨¦xico no es Corea del Sur y que, a pesar de la solidez de su red de diagn¨®stico, es posible que no cuente con los recursos para aplicar un plan tan ambicioso como el de el pa¨ªs asi¨¢tico, que ha llegado a realizar m¨¢s de 15.000 pruebas diarias. Pero eso no significa que una mayor cantidad de pruebas sea in¨²til.
¡°Los tests tienen utilidades diferentes en diferentes momentos de la epidemia¡±, explica Pedro Gull¨®n Tosio, vocal de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa especializado en Medicina Preventiva y Salud P¨²blica. Los expertos consultados coinciden en que, en la fase m¨¢s temprana del brote, la importancia cr¨ªtica de hacer test a la mayor cantidad de personas posible es que permite detectar los casos infecciosos, aislarlos a ellos y a sus contactos, y romper lo que se llaman ¡°cadenas de transmisi¨®n¡± antes de que sigan creciendo de manera alarmante.
En vez de hacer pruebas masivas, el plan de M¨¦xico consiste en monitorear el avance del virus con lo que se conoce como vigilancia centinela: un sistema con el que, desde 2006, el pa¨ªs vigila cada a?o los casos de influenza a trav¨¦s de m¨¢s de 400 centros de salud en todo el territorio. Es un monitoreo centrado m¨¢s en el comportamiento de la epidemia que en el conteo exacto de casos, lo que en principio le permite, a trav¨¦s de un muestreo, inferir d¨®nde est¨¢n aumentando los casos, d¨®nde la situaci¨®n exige un mayor control, etc¨¦tera.
Claro que, este enfoque, parece depender de una premisa que casi nadie sostiene ya con la misma seguridad que los funcionarios mexicanos lo hicieron el ¨²ltimo fin de semana: que los infectados que no tienen s¨ªntomas, o a¨²n no los han desarrollado, no representan un riesgo considerable de contagio. Si los centros de salud del sistema centinela solo registran a las personas que est¨¢n lo suficientemente mal como para acudir a consulta, la ¡°parte invisible¡± de las proyecciones del Gobierno podr¨ªa ser mucho mayor. El equivalente a alimentar una encuesta con un muestreo defectuoso, pero con efectos muchos m¨¢s sombr¨ªos.
¡°En la medida en que personas infectadas asintom¨¢ticas, presintom¨¢ticas o con s¨ªntomas leves sean contagiosas, es important¨ªsimo conocer d¨®nde est¨¢n, qui¨¦nes son, y cu¨¢ntos son. Esas son las preguntas centrales¡±, asegura el doctor Jaime Sep¨²lveda, director ejecutivo del programa Ciencias Globales de la Salud de la Universidad de California y ex director general de Epidemiolog¨ªa de M¨¦xico. ¡°Si no podemos perseguir al virus a partir de las personas que lo portan, entonces el virus va a seguir expandi¨¦ndose¡±.
Los insumos para enfrentar la crisis
Cuando se pregunta a cient¨ªficos, especialistas, exfuncionarios y periodistas de ciencia si creen que el sistema de salud mexicano est¨¢ preparado para afrontar la crisis, la primera respuesta suele ser id¨¦ntica, ecu¨¢nime y desalentadora: ¡°Ning¨²n pa¨ªs est¨¢ preparado¡±. El impacto de un virus desconocido, altamente contagioso, que se multiplica mucho m¨¢s y en un tiempo mucho menor que su familiar cercano, el SARS, ha noqueado a algunos de los sistemas sanitarios m¨¢s robustos y avanzados del mundo.
El 17 de marzo, en el informe diario del Gobierno sobre la situaci¨®n de covid-19, el director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy L¨®pez Ridaur, explic¨® que los c¨¢lculos de la ¡°carga de enfermedad¡± que podr¨ªa tener que soportar el sistema sanitario mexicano, que fueron los que se usaron para definir los insumos que iban a necesitar, se hab¨ªan realizado con base en c¨®mo hab¨ªa atacado el virus en distintas regiones, particularmente en la provincia de Hubei, en China, primer epicentro de la pandemia. De all¨ª surgi¨® la estimaci¨®n de que, durante ¡°toda la curva epid¨¦mica¡±, un 0,2% de la poblaci¨®n mexicana podr¨ªa verse afectada por la covid-19; esto es, alrededor de 250.000 personas. La estimaci¨®n oficial calcula que solo un 20% de ese total va a requerir hospitalizaci¨®n, y que un porcentaje menor de ellos, unas 10.500 personas, van a requerir cuidados intensivos.
Los pa¨ªses a los que el virus ha llegado m¨¢s tarde, como M¨¦xico, tienen la ventaja relativa de poder basar sus previsiones en la experiencia previa de otros lugares. Pero este hecho tambi¨¦n hace temer que los c¨¢lculos sobre el impacto del virus y los recursos necesarios para atender la emergencia puedan estar te?idos de optimismo: las diferencias entre China y M¨¦xico, tanto por las caracter¨ªsticas de su poblaci¨®n como por su reacci¨®n ante la crisis, son enormes. Hasta hace 15 d¨ªas, incluso, cuando las predicciones generales de la OMS situaban en un 5% la cantidad de afectados graves por poblaci¨®n (un n¨²mero que arrasar¨ªa con todas las previsiones del Gobierno), la cifra para M¨¦xico se elevaba a un 7% debido a la alta incidencia de la diabetes y la obesidad en el pa¨ªs.
¡°De ninguna manera tenemos la capacidad instalada como para hacer frente a un escenario como el que ellos mismos est¨¢n planteando¡±, se?ala Miguel Betancourt, doctor en Salud P¨²blica y presidente de la Sociedad Mexicana de Salud P¨²blica, organizaci¨®n que ya est¨¢ previendo una saturaci¨®n del sistema hospitalario. Por un lado, dice Betancourt, la reacci¨®n del Gobierno ha sido demasiado lenta, tanto para implementar medidas de contenci¨®n como para asegurar insumos cr¨ªticos con antelaci¨®n. Por otro, en M¨¦xico hay un ¡°personal de salud muy comprometido y con mucha experiencia en la atenci¨®n de emergencias¡± como la de la influenza de 2009, asegura Betancourt, pero ¡°est¨¢ haciendo falta proteger a ese recurso humano¡±.
El martes 24 de marzo, el mismo d¨ªa que el Gobierno anunciaba que el pa¨ªs hab¨ªa entrado a la fase 2 del contagio, personal del Hospital General de la Raza, en Ciudad de M¨¦xico, y de la Cl¨ªnica 89 de Saltillo, en Coahuila, pararon sus actividades para reclamar insumos b¨¢sicos como mascarillas con filtros N95, gafas de seguridad, guantes y batas. Las protestas ven¨ªan desde antes y alcanzaban a 12 estados del pa¨ªs, reconocieron las autoridades del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS). D¨ªas despu¨¦s, la noticia de un brote de covid-19 entre el personal de un hospital del IMSS que ya hab¨ªa dejado dos muertos y al menos 26 contagios, circulaba por el pa¨ªs.
Cuando el Gobierno asegura que est¨¢ preparado para afrontar la crisis, y sostiene que los cuestionamientos que se le hacen se deben a intereses pol¨ªticos o econ¨®micos, tal vez est¨¢ pasando por alto un hecho b¨¢sico: lo que m¨¢s desean quienes hacen las preguntas es que el Gobierno tenga raz¨®n.
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