¡°No hay que correr a comprar medicamentos sin utilidad probada¡±
Entrevista a Hugo Sigman, director ejecutivo de Insud. ¡°Cient¨ªficos e industria famac¨¦utica se sienten directamente afectados por esta crisis¡±, dice
Hugo Sigman, nacido en Buenos Aires hace 75 a?os, es director ejecutivo del grupo Insud, un conglomerado de empresas que empez¨® en el sector farmac¨¦utico pero que ahora se ha extendido al mundo editorial y de la producci¨®n cinematogr¨¢fica (financi¨®, junto a Pedro Almod¨®var, la premiada Relatos salvajes, entre otras). Ahora vive confinado en su vivienda de la capital argentina. ¡°Estoy con mi esposa, Silvia Gold [directora de la Fundaci¨®n Mundo Sano, que el grupo Insud financia casi al 90%], y es una prueba comprobar que despu¨¦s de 50 a?os juntos nos llevamos bien¡±, dice en uno de los pocos momentos en que se desv¨ªa durante la entrevista de la explicaci¨®n del raudal de proyectos que ha puesto en marcha para hacer frente a la pandemia de la covid-19.
Con f¨¢bricas en Espa?a ¨Cdonde abri¨® las primeras con el nombre comercial de Chemo¨C , Italia, China, India y Argentina, Sigman intenta estar presente en el mayor n¨²mero de frentes posibles contra el coronavirus: tratamientos, prevenci¨®n e incentivaci¨®n de la vacuna. ¡°Le dedico a este asunto el 80% de mi tiempo ahora¡±, afirma. Se trata de un terreno econ¨®micamente complicado. Hay muchos grupos de investigaci¨®n e industriales trabajando en el mismo campo, pero a ¨¦l no le importa. ¡°Si otros nos adelantan, bienvenidos¡±, dice, aunque Sigman ve m¨¢s ¡°la enorme colaboraci¨®n que ha habido entre los grupos cient¨ªficos, empezando por los propios chinos que pusieron a disposici¨®n p¨²blica el genoma del coronavirus y la informaci¨®n sobre su receptor celular". ¡°Los cient¨ªficos, en general, tienen un esp¨ªritu altruista, quieren resolver los problemas que son importantes, aunque tambi¨¦n tengan intereses econ¨®micos y piensen en la medalla cient¨ªfica¡±, dice. Pero ¨¦l cree que en este caso ¡°cient¨ªficos e industria se sienten directamente afectados por esta crisis y eso aumenta su altruismo¡±. ¡°Este virus no entiende de clases sociales ni de fronteras; a todos nos puede tocar¡±.
No es la primera vez que Sigman se mueve empujado por crisis sanitarias. Por ejemplo, ante una epidemia de Chagas en Latinoam¨¦rica en 2015, y de la mano de Mundo Sano, estableci¨® pautas de tratamiento y, adem¨¢s, fabric¨® el medicamento correspondiente, donando gran parte de su producci¨®n. Y es que, dice, cuando sucede algo as¨ª ¡°uno no se puede quedar al margen y tiene que ayudar".
Ahora se encuentra en la misma situaci¨®n. Por un lado, y ante la posibilidad de que los estudios sobre la hidroxicloroquina (un antipal¨²dico que tambi¨¦n se usa en algunas enfermedades reum¨¢ticas) den resultados positivos, ha movilizado sus centros de I+D para que se preparen para producir el medicamento. ¡°Hace ya 25 a?os que en Alcal¨¢ [de Henares, Madrid] fabric¨¢bamos amodiaquina, otro tratamiento contra la malaria¡±, afirma, lo que les da un conocimiento previo que pueden aprovechar. Incluso antes de que se haya comprobado su utilidad, ¡°la demanda mundial es de entre 6 y 7 veces de la que era antes, y muchos Gobiernos temen que la cantidad que se produce, pr¨¢cticamente toda en China e India, no sea suficiente¡±, dice Sigman, quien expone que si antes de la crisis del coronavirus un kilo de este producto costaba 120 d¨®lares (unos 110 euros), ¡°ahora puede costar 700, 1.000 e incluso 1.200¡± (de 640 a 1.100 euros).
¡°La demanda de hidroxicloroquina es seis o siete veces la que hab¨ªa antes¡±
Sus plantas ahora est¨¢n desarrollando los pasos para la s¨ªntesis de la mol¨¦cula, pero Sigman calcula que ¡°en dos o tres meses se podr¨ªan tener los primeros 100 kilos. Y pro bono [gratis]¡±, insiste, ¡°vamos a ofrecer 200 kilos de producto terminado¡±. Teniendo en cuenta que las pastillas actuales son de 200 miligramos, y que los tratamientos que se est¨¢n ensayando son de 12 comprimidos (2,4 gramos), esto se traduce en unos 83.000 tratamientos, hace r¨¢pido el c¨¢lculo de cabeza el empresario.
Aparte de la producci¨®n de estos tratamientos, el grupo de Sigman tambi¨¦n quiere aprovechar la experiencia que tiene en fabricar plasma con propiedades antibi¨®ticas a partir del de caballos expuestos a virus inactivados, algo similar a como produjeron otro para la llamada enfermedad de la carne, una infecci¨®n por una bacteria, la Escherichia coli, ¡°la misma que hubo en Alemania [en 2011] y que al principio se achac¨® a los pepinos espa?oles y luego result¨® que se deb¨ªa a unos brotes de soja¡±, explica.
Pero donde a Sigman se le nota ¨Ca¨²n m¨¢s¨C el entusiasmo es cuando habla de un abordaje que ¨¦l asimila ¡°a la PrEP [profilaxis preexposici¨®n], el tratamiento preventivo del VIH¡±. Se trata de un ensayo con ivermectina. Este producto ¡°fue tan novedoso que mereci¨® un Nobel y tiene un uso veterinario frecuente como antiparasitario¡±, dice, pero ¡°en Australia se ha visto in vitro [en un cultivo celular, no en un ser vivo] que a dosis muy altas inhibe la replicaci¨®n viral porque impide la entrada del material gen¨¦tico del coronavirus al n¨²cleo de la c¨¦lula¡±. De esta manera el pat¨®geno no puede reproducirse, porque necesita de la maquinaria de su anfitri¨®n para hacerlo, explica. En este caso, su grupo tiene una ventaja: ¡°Tenemos mucha experiencia en su uso y somos los ¨²nicos que tenemos ya estudios de seguridad en humanos a dosis altas¡±. Con ello se evitan un paso en los ensayos. Ello se debe a que el medicamento se ha probado y utilizado para tratar enfermedades parasitarias como la llamada ceguera de r¨ªo en ?frica.
Su idea es que ¡°si es cierto que la ivermectina inhibe la replicaci¨®n viral, y se da a alguien que acaba de infectarse, no va a enfermar, porque el virus va a desaparecer. Y se puede usar como preventivo¡± de manera que cuando se produzca el contagio el coronavirus se encuentre con el medicamento ya en organismo del afectado, con lo que no le dar¨ªa ocasi¨®n a instalarse y provocar una infecci¨®n.
No se puede hablar de una infecci¨®n v¨ªrica sin mencionar la vacuna. La relaci¨®n de Sigman con esta es m¨¢s indirecta. Junto a un grupo de empresarios ha creado un fondo para ayudar a cient¨ªficos j¨®venes y, dentro de sus financiados, hay tres que trabajan en este campo. De todas formas, ¨¦l cree que esa diversificaci¨®n que hace de sus esfuerzos es la l¨®gica. ¡°Este virus no es como el del SARS [2003], el H5N1 [2005], o el coronavirus de Arabia [2014]; este ha venido a quedarse, como ha hecho el de la gripe A [2009]¡±, dice, ¡°y todo esto ser¨¢ necesario: la vacuna, el tratamiento y, si lo conseguimos, la prevenci¨®n. De la vacuna hay 100 ensayos en el mundo, pero si apareciera algo que al tomarlo preventivamente inhibiera la infecci¨®n o hiciera que no fuera grave tambi¨¦n ser¨ªa un recurso terap¨¦utico importante¡±.
¡°En cualquier caso hay que ir con mucho entusiasmo, pero tambi¨¦n con mucha precauci¨®n. No hay que correr a comprar tratamientos que no tienen ninguna utilidad demostrada¡±, dice. Y a?ade otro factor: ¡°Es importante contar con buenos sistemas diagn¨®sticos, porque una de las causas por las que el coronavirus se ha desbocado es que cuando empez¨® no se percibi¨® que hab¨ªa mucha gente que era infectada pero asintom¨¢tica, y eso hizo que se extendiera la enfermedad¡±.
La suerte de Argentina
Despu¨¦s de 40 d¨ªas de confinamiento (la entrevista se hizo por tel¨¦fono el 9 de abril), Hugo Sigman suena tranquilo cuando se refiere al encierro. "Argentina tuvo suerte porque el coronavirus le lleg¨® despu¨¦s", dice. "Se tomaron medidas cuando la enfermedad estaba empezando". No es que las autoridades decretaran algo novedoso; simplemente, hicieron lo que otros pa¨ªses, pero antes. "Se comenz¨® con el cierre de fronteras r¨¢pidamente, y casi desde el principio se suspendieron las actividades educativas. Luego se enviaron a los empleados p¨²blicos a casa, y, por ¨²ltimo, lleg¨® la cuarentena", explica el director ejecutivo del grupo multinacional Insud. "Eso permiti¨® aplanar la curva", a?ade.
Se trata de reducir el da?o, tambi¨¦n el econ¨®mico en "un pa¨ªs que ya ten¨ªa una situaci¨®n muy complicada", dice. Porque sobre a evoluci¨®n sanitaria no tiene dudas: a mayor o menor velocidd, "al final todos pasaremos por el SARS-Cov-2".
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