La niebla en la mente que deja el virus: ¡°Soy fil¨®loga y se me olvidan palabras como sart¨¦n¡±
Afectados por la covid sufren p¨¦rdidas de memoria o problemas de concentraci¨®n meses despu¨¦s de erradicar la infecci¨®n
¡°Todav¨ªa me cuesta recordar¡±. La frase de Roza Milchova, una b¨²lgara de 59 a?os residente en Valladolid, resume una de las secuelas de quienes han superado la covid. Tanto le cuesta acordarse de algunas cosas que no sabe precisar el tiempo que estuvo en la UCI. ¡°Como 15 d¨ªas¡±, dice de su estancia en la unidad de intensivos del Hospital R¨ªo Hortega de Valladolid. Ahora est¨¢ en rehabilitaci¨®n en el hospital Benito Menni de la ciudad: ¡°Aqu¨ª todo es m¨¢s f¨¢cil porque te cuidan. A ver qu¨¦ pasa cuando llegue a casa¡±.
El caso de Milchova podr¨ªa considerarse una secuela de la UCI. Pero otros pacientes tambi¨¦n refieren s¨ªntomas parecidos sin haber sido siquiera ingresados. Silvia Soler, barcelonesa de 52 a?os, miembro de la plataforma LongCovidACTS (Autonomous Communities Together Spain), que ya tienen unos 2.000 miembros, se infect¨® al inicio de la pandemia y tard¨® 89 d¨ªas en tener una PCR negativa. Al tel¨¦fono suena entre ronca y agitada. ¡°Es la disfon¨ªa que me queda¡±, explica. Fue uno de sus s¨ªntomas, con faringitis, febr¨ªcula, diarreas, llagas en la boca, ronchas... ¡°Fui tres veces a urgencias, pero no llegaron a ingresarme. Me dec¨ªan que era una mujer joven, sana, y que no hab¨ªa camas¡±, cuenta. Ahora vive en ¡°una monta?a rusa¡±, donde a d¨ªas m¨¢s normales siguen otros con ¡°febr¨ªcula, dolores articulares, migra?as y niebla cerebral¡±. Soler no ha vuelto a trabajar. ¡°Soy fil¨®loga y hay d¨ªas que se me olvidan palabras b¨¢sicas, como sart¨¦n¡±, expone. Si se cansa, la situaci¨®n empeora. ¡°Me cuesta concentrarme y tengo muchos despistes. Salgo a la calle sin monedero o meto cosas que no deb¨ªa en la nevera¡±, dice. Esta confusi¨®n empez¨® despu¨¦s de superar la infecci¨®n, aunque reconoce que hay d¨ªas de abril y mayo de los que no se acuerda.
Los estudios y medios cient¨ªficos anglosajones ¨DThe Lancet, Science o las revistas de la Asociaci¨®n M¨¦dica Americana y la Asociaci¨®n de Psicolog¨ªa¨D lo llaman brain fog, niebla mental. Pero el propio s¨ªndrome a¨²n no est¨¢ bien definido. En castellano, algunos m¨¦dicos utilizan el t¨¦rmino s¨ªndrome confusional asociado a la covid. En muchos casos lo asocian a otro proceso ya conocido, el s¨ªndrome post UCI, que son los problemas mentales y f¨ªsicos de personas que han estado mucho tiempo en intensivos, pero ese enfoque no cubre todos los casos.
¡°Es casi como un alzh¨¦imer leve un poco exagerado¡±, afirma Socorro Mart¨ªnez R¨ªos, jefa de la Unidad Postcovid del hospital en que est¨¢ Milchova, que recibi¨® recientemente el premio a la Mejor Iniciativa en Hospital Privado de Espa?a. ¡°Puede ser desde no acordarse de lo que pas¨® hace un tiempo a no saber nombrar un elefante dibujado¡±. ¡°La covid potencia el que ser¨ªa el da?o normal de estar ingresado", a?ade el neuropsic¨®logo de la unidad, Isaac Fern¨¢ndez. Este puede manifestarse, seg¨²n Jes¨²s Porta-Etessam, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, (SEN) en forma de ¡°mareos, sensaci¨®n de dificultad para pensar, trastorno orientativo, dolor de cabeza...¡±.
Porta-Etessam vincula la mayor¨ªa de los casos descritos hasta ahora con situaciones que no son espec¨ªficas de la covid, como el tiempo que dura el ingreso ¡ª¡±aunque se puede prolongar m¨¢s que en otras patolog¨ªas", matiza¡ª, o la presencia de cuadros de depresi¨®n y ansiedad. Esa combinaci¨®n de problemas neurol¨®gicos y psiqui¨¢tricos se da en Milchova, por ejemplo. Ella lo verbaliza as¨ª: ¡°El ¨¢nimo depende del d¨ªa. El que no tengo mareos [problema neurol¨®gico] me siento bien [indicador de su estado psiqui¨¢trico]¡±. En una ¡°minor¨ªa, minor¨ªa¡±, dice expresivamente el neur¨®logo, se puede deber a que la propia infecci¨®n cause problemas vasculares (miniictus).
Eva Mateo, directora de la UCI del Hospital General de Valencia, cree que, aunque se parezca a lo ya conocido, ¡°esta brain fog del coronavirus es nueva¡±. ¡°Hay una respuesta inflamatoria brutal que se ve cuando se hacen exploraciones neurol¨®gicas mediante TAC a los afectados en zonas espec¨ªficas del cerebro, como el hipocampo¡±, afirma. Y el hipocampo es la parte del cerebro que regula el aprendizaje, en la que residen la memoria y la capacidad de navegaci¨®n. ¡°Es como si el cerebro hubiera envejecido¡±, dice. En su unidad han calculado que las alteraciones neurocognitivas afectan a la mitad de los ingresados en mayor o menor medida, y la ansiedad y la depresi¨®n aproximadamente a un 18%.
Esta niebla tambi¨¦n nubla la mente de Eugenia D¨ªez, una enfermera madrile?a de 43 a?os, que ni pas¨® por la UCI, ni estuvo siquiera ingresada. Se infect¨® en marzo y 29 d¨ªas despu¨¦s la PCR dio negativa. Pas¨® la enfermedad en su casa. Pero sus problemas no acabaron al curarse. Los mareos y el dolor de cabeza que fueron s¨ªntomas de su infecci¨®n a¨²n siguen meses despu¨¦s. ¡°Se me olvidan las palabras, y a veces escribo al rev¨¦s. Cuando me pasa me digo: ¡®Hoy tengo la dislexia subida¡¯. Me cuesta mucho concentrarme". Alterna altas y bajas. "Antes, en mi trabajo, pod¨ªa estar cargando una medicaci¨®n y hablando con una compa?era, ahora tengo que hacer las cosas de una en una y con mucha concentraci¨®n. Cuando antes me daban una orden verbal, ahora la pido por escrito¡±, cuenta. No le han dado una explicaci¨®n de lo que tiene. Est¨¢ pendiente de que le hagan un TAC despu¨¦s de que la neur¨®loga encontrara que su exploraci¨®n es normal. No sabe si por un cambio en la medicaci¨®n, va mejor: ¡°Antes a lo mejor estaba mal cuatro d¨ªas a la semana, ahora dos¡±.
Los especialistas coinciden en la importancia del factor psicol¨®gico. ¡°Esta enfermedad tiene un componente emocional tremendo¡±, en parte por la notoriedad que tiene, dice Mateo. ¡°Un paciente al que le dicen que tiene covid puede reaccionar mucho peor que al que le comunican que tiene algo mucho m¨¢s grave¡±. Adem¨¢s, muchos pacientes han estado mucho tiempo solos en las habitaciones por cuestiones de seguridad. ¡°No todos tienen mecanismos para luchar con estas situaciones¡±, explica la m¨¦dica.
¡°La parte afectiva y emocional tarda muchas veces m¨¢s tiempo que la puramente f¨ªsica en recuperarse¡±, dice el neuropsic¨®logo Isaac Fern¨¢ndez, que apuesta por un abordaje hol¨ªstico, interdisciplinar, de la enfermedad. Mientras en la parte m¨¦dica cada vez se sabe m¨¢s y se puede tratar mejor ¡ªdentro de las limitaciones por falta de medicamentos espec¨ªficos y saturaci¨®n de servicios¡ª, en la segunda ola los pacientes ¡°vienen m¨¢s tocados¡±, m¨¢s afectados. ¡°No lo aceptan¡±, y ya llegan con el rechazo a ingresar, a estar mucho tiempo, corrobora Mart¨ªnez R¨ªos. Y el alta a veces tampoco es el final: ¡°No quiere decir que se est¨¦ completamente curado; salen sin secuelas graves pero tienen que aprender a convivir con las peque?as¡±. Secuelas que no se sabe si ser¨¢n reversibles, ni cu¨¢nto durar¨¢n. ?Se disipar¨¢ la niebla? Milchova es optimista: ¡°Espero que con el tiempo pase¡±.
152 estudios
Con apenas ocho meses de pandemia, los investigadores est¨¢n a¨²n intentando definir si existe un s¨ªndrome postcovid espec¨ªfico y a cu¨¢ntos afecta. En abril, en plena primera ola, la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) calculaba que m¨¢s del 30% de los afectados ten¨ªa alg¨²n tipo de trastorno. Pero entonces era pronto para saber su evoluci¨®n y en aquellos d¨ªas, con el sistema sanitario sobrecargado, mantener un registro con rigor era dif¨ªcil. En la web clinicaltrials.gov, de la sanidad estadounidense, repositorio mundial de datos sobre ensayos cl¨ªnicos, hay ya 152 estudios si se busca ¡°postcovid¡±, prueba del inter¨¦s en los efectos a medio y largo plazo del coronavirus en quienes han superado lo que es propiamente la enfermedad, pero no est¨¢n sanos. De ellos, poco m¨¢s de una decena han concluido, y se refieren a aspectos muy concretos (efecto de la infecci¨®n en embarazos, la utilidad o no de alg¨²n medicamento). Para tener otras conclusiones habr¨¢ que esperar.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Desc¨¢rguese la aplicaci¨®n de rastreo para Espa?a
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.