Casi la mitad de los espa?oles cree que la vacunaci¨®n contra la covid deber¨ªa ser obligatoria
El 47,7% considera que se debe forzar la inmunizaci¨®n, frente al 25,4% que rechaza esta opci¨®n. Los m¨¢s j¨®venes son los m¨¢s reacios a la exigencia del f¨¢rmaco, seg¨²n una encuesta del CIS
¡°Habr¨ªa que obligar a todos y a todas a vacunarse aunque no quieran hacerlo¡±. El 47,7% de los espa?oles dan esta respuesta al ser cuestionados por la inmunizaci¨®n forzosa contra la covid, seg¨²n el Bar¨®metro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS). Son casi la mitad de los encuestados, frente al cuarto (25,4%) que sostiene que ¡°no habr¨ªa que obligar a nadie a vacunarse¡±. Un 21,8% considera que depende de los casos y un 4,8% no lo tiene claro.
El porcentaje asciende considerablemente si se acotan las profesiones en las que deber¨ªa ser obligatorio el pinchazo: un 81,5% de los encuestados opina que deber¨ªa ser inevitable para el personal sanitario, el que trabaja en las residencias de mayores y para los que tienen relaciones profesionales directas con el p¨²blico en general. Dentro de ese 81,5% se incluye el 47,7% que ya apoyaba la vacunaci¨®n para toda la poblaci¨®n.
El CIS ha hecho la misma pregunta excluyendo a los partidarios de la inmunizaci¨®n general y tambi¨¦n gana la vacunaci¨®n para esos trabajadores: un 64,5% de los que contestaron en contra de la vacunaci¨®n para todos, que lo condicionaban a los casos o no lo ten¨ªan claro apoyan que se vacune forzosamente a sanitarios o trabajadores de residencias.
Medidas similares se han tomado en varios pa¨ªses europeos, como Francia ¡ªel personal esencial en contacto con el p¨²blico que no est¨¦ inmunizado se enfrenta a suspensi¨®n de empleo y sueldo¡ª. Italia se plantea ir m¨¢s all¨¢, exigiendo a todos los trabajadores p¨²blicos y privados el certificado covid (que acredita la vacunaci¨®n, haber pasado la enfermedad o un test negativo de coronavirus). Esto no es lo mismo que la vacunaci¨®n obligatoria, pero casi lo es en la pr¨¢ctica, ya que es muy complicado que un empleado se someta constantemente a pruebas de covid para poder acudir a su puesto de trabajo. 21 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea exigen este documento para acceder a conciertos, espect¨¢culos, bares o piscinas. En Espa?a lo intentaron poner en marcha varias comunidades para la hosteler¨ªa o el ocio nocturno, pero la justicia lo rechaz¨®. Solo Galicia ha conseguido aval judicial, aunque no est¨¢ en vigor y solo se plantea para los municipios con peor situaci¨®n epid¨¦mica.
El CIS realiz¨® este estudio con 3.780 entrevistas entre el 1 y el 13 de septiembre. Justo el primer d¨ªa de septiembre Espa?a alcanz¨® el 70% de poblaci¨®n inmunizada contra la covid. Es una de las campa?as de vacunaci¨®n m¨¢s exitosas del mundo, por delante de otros pa¨ªses de peso demogr¨¢fico similar: este jueves Espa?a ya ha inmunizado con la pauta completa al 75% de su poblaci¨®n, frente al 60% de media de la Uni¨®n Europea.
Mayor aceptaci¨®n entre los mayores
¡°Espa?a part¨ªa con alguna ventaja respecto a pa¨ªses de nuestro entorno, como una mayor confianza en el sistema sanitario y mejor aceptaci¨®n de las vacunas¡±, explicaba el soci¨®logo Josep Lobera, profesor en la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), cuando alcanzamos ese 70% de inmunizados. La aceptaci¨®n superior de los espa?oles del sistema p¨²blico de salud y las vacunas se remonta a los tiempos del franquismo, cuando la polio a¨²n golpeaba con fuerza a los ni?os mientras al norte de los Pirineos la enfermedad ya hab¨ªa remitido. ¡°Ese retraso respecto a otros pa¨ªses y la importancia de la sanidad p¨²blica es un recuerdo generacional que pervive en nuestros mayores¡±, explicaba Lobera.
Esa ¨²ltima idea se aprecia con nitidez en la encuesta del CIS: los mayores apoyan mucho m¨¢s la vacunaci¨®n obligatoria que los j¨®venes. Un 63,3% de los mayores de 65 defiende la inmunizaci¨®n forzosa y solo el 12,8% la rechaza frontalmente. El apoyo a la medida va cayendo cuanto m¨¢s joven es el encuestado, pero sigue ganando en el tramo de 35 a 64 a?os. Los que m¨¢s en contra est¨¢n de esta posibilidad son las personas de 25 a 34 a?os (un 38,6% rechaza la vacunaci¨®n obligatoria y un 31,5% la apoya). En el tramo de 18 a 24, un 36,7% rechaza que el f¨¢rmaco sea un mandato y s¨ª lo ve con buenos ojos el 32,9%.
Por otro lado, las mujeres son ligeramente m¨¢s proclives a la vacuna obligatoria. Un 48,5% de las encuestadas aprueba la medida, frente a un 46,8% de hombres. Entre ellas la rechaza un 22,9% y entre ellos, un 28,1%.
Por nivel acad¨¦mico, los m¨¢s partidarios de la vacunaci¨®n obligatoria son aquellos sin estudios: un 80,4% apoya la obligaci¨®n y la rechaza un 9,7%. La defensa de esta obligaci¨®n decrece cuanta m¨¢s formaci¨®n tiene el entrevistado. Hay un 56,5% de aceptaci¨®n entre aquellos que terminaron sus estudios en la ESO y un 39,8% entre los que cursaron estudios superiores. Y por clases sociales, un 57,2% de los que se identifican como clase baja lo apoya, frente al 44% que se cataloga como clase alta y media alta. El mayor respaldo se da entre los que se denominan clase trabajadora (en la clasificaci¨®n del CIS es la pen¨²ltima, por encima de la clase baja), un 38,5%.
La medida tambi¨¦n tiene algo m¨¢s de respaldo en los pueblos que en las ciudades, precisamente donde se re¨²ne m¨¢s poblaci¨®n mayor. Un 52,4% de los habitantes de localidades con menos de 2.000 habitantes apuestan por la vacunaci¨®n obligatoria, frente al 44% en los municipios de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, es decir, Madrid y Barcelona.
Los votantes de PP y PSOE, los m¨¢s partidarios
Atendiendo a creencias religiosas, los que consideran mejor idea la vacunaci¨®n obligatoria son los cat¨®licos practicantes (62%), seguidos de los creyentes en esta fe pero no practicantes (50,7%). Un 39,3% de los que se declaran agn¨®sticos, ateos o indiferentes apoyan esta opci¨®n. Entre los creyentes en otras religiones es mayoritario el rechazo a la vacunaci¨®n obligatoria: solo lo defiende el 29,2% y lo rechaza el 47%.
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