El extra?o silencio del papa Francisco ante la pederastia en Espa?a
El mutismo del pont¨ªfice ante el informe del Defensor del Pueblo es ins¨®lito, pues se ha venido pronunciando tras estudios cr¨ªticos con la Iglesia en otros pa¨ªses. Su mensaje es que respalda la gesti¨®n de Omella
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Espa?a es una excepci¨®n para el papa Francisco. A pesar de sus declaraciones cr¨ªticas con la gesti¨®n del esc¨¢ndalo de la pederastia en la Iglesia cuando se han publicado estudios e informaciones en pa¨ªses como Estados Unidos, Francia, Portugal o Italia, el Papa guarda silencio sobre la situaci¨®n en Espa?a desde que hace cinco a?os empezaron a surgir la mayor¨ªa de los casos con la investigaci¨®n de este diario. Ha pasado un mes desde que el Defensor del Pueblo present¨® su informe sobre los abusos en la Iglesia ¡ªque estima que el 1,13% de la poblaci¨®n adulta espa?ola ha sufrido abusos en su infancia en ¨¢mbitos religiosos, porcentaje equivalente a 440.000 personas¡ª y Francisco no ha pronunciado una palabra al respecto, aunque la cuesti¨®n ya ha tomado un cariz pol¨ªtico, cuando el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, anunci¨® en su discurso de investidura que instar¨¢ a la Iglesia a reparar a las v¨ªctimas y a asumir su responsabilidad. El pont¨ªfice tambi¨¦n eludi¨® el tema la semana pasada, seg¨²n refirieron los obispos espa?oles, en la ins¨®lita convocatoria a todo el episcopado espa?ol que hizo tras la publicaci¨®n del informe del Defensor, y en dos horas solo debatieron la situaci¨®n de los seminarios, que era oficialmente el ¨²nico asunto a tratar.
En realidad, pese a la expectaci¨®n creada, en el Vaticano no fue ninguna sorpresa que circunscribiera la reuni¨®n con la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) a un tema tan marginal como la restructuraci¨®n de los seminarios. Hac¨ªa ya algunos d¨ªas que ¨¦l mismo lo hab¨ªa contado a determinadas personas. No pensaba tocar el tema de los abusos. Ni ning¨²n otro alejado del asunto de los centros formativos. La visita formaba parte del apoyo al cardenal Juan Jos¨¦ Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, para llevar adelante su plan de restructuraci¨®n de los seminarios. Pero m¨¢s all¨¢ de que fuera esperado, s¨ª desilusion¨® a muchas personas encargadas de la lucha contra esta lacra, que consideraron que una reuni¨®n con 80 obispos espa?oles justo cuando en Espa?a comienzan a aflorar unas cifras nunca antes admitidas por la Iglesia pod¨ªa considerarse una oportunidad perdida. Este peri¨®dico ha pedido sin ¨¦xito y en dos ocasiones a la oficina de prensa de la Santa Sede una valoraci¨®n sobre el informe.
La explicaci¨®n que aportan fuentes vaticanas es que el Papa apoya plenamente a Omella, su hombre de confianza en Espa?a y el tipo de purpurado que Francisco quiere para su Iglesia (m¨¢s de parroquia y calle que de palacio). Y que la posici¨®n que el cardenal y arzobispo de Barcelona mantiene respecto a este tema es la que asume el pont¨ªfice. ¡°Esa es la versi¨®n que le han contado al Papa y ¨¦l conf¨ªa en ellos¡±, se?alan fuentes vaticanas. Adem¨¢s, abordar el asunto de los abusos y re?ir a los obispos hubiera supuesto debilitar a Omella en un momento crucial para la CEE y a las puertas de elegir a un nuevo presidente, apuntan.
La ¨²nica manifestaci¨®n desde la Santa Sede sobre la eclosi¨®n de casos en Espa?a fue en diciembre de 2021, despu¨¦s de que EL PA?S entregara, tanto al pont¨ªfice como al presidente de los obispos espa?oles, su primer informe con testimonios de v¨ªctimas contra 251 cl¨¦rigos y seglares. Mientras la CEE se cerraba en banda y se negaba a investigar, el Vaticano expres¨® de inmediato la ¡°atenci¨®n¡± y ¡°cercan¨ªa¡± del Papa a las v¨ªctimas de la pederastia ¡°con las palabras, la oraci¨®n y con tantos gestos¡±. Pero luego esa divergencia inicial se ha ido superando, porque la Iglesia espa?ola ha ido rectificando totalmente su posici¨®n de negaci¨®n total del problema. A los dos meses, por ejemplo, la CEE encarg¨® una auditor¨ªa externa a un despacho de abogados, que se cerrar¨¢ este mes. Y acaba de anunciar que est¨¢ dispuesta a indemnizar a todas las v¨ªctimas.
La sensaci¨®n interna en el tema de los abusos es que, en un contexto de grandes crisis internacionales en las que el Vaticano ha buscado tener un papel relevante, ha habido un cierto relajamiento en los ¨²ltimos tiempos. Especialmente visto el tratamiento, tambi¨¦n por parte del Papa, de ciertos casos como el del padre Marko Ivan Rupnik, un sacerdote jesuita esloveno de 68 a?os, acusado de abusar de varias monjas y protegido durante mucho tiempo hasta que la presi¨®n medi¨¢tica oblig¨® a reabrir una investigaci¨®n. O tambi¨¦n algunas de las reformas llevadas a cabo en el dicasterio de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (CDF), que no acaban de aportar la agilidad en la gesti¨®n de casos que se hab¨ªa propuesto Francisco cuando la remodel¨® en febrero de 2022 y que probablemente se deban a la falta de recursos humanos.
Entre las personas dolidas, se encuentran las v¨ªctimas. Javier es una de ellas. En 2014 escribi¨® a Francisco para pedirle ayuda: hab¨ªa sufrido abusos en el seminario leon¨¦s de La Ba?eza y a pesar de haber pedido auxilio en su d¨ªa, tanto el director del centro como el obispo encubrieron el asunto. El Papa orden¨® reabrir el caso can¨®nicamente, pero Javier no encontr¨® justicia: el proceso estuvo lleno de irregularidades, no recibi¨® una reparaci¨®n y el pederasta confeso no cumpli¨® su pena. Desde entonces, ha denunciado el encubrimiento de los abusos por los obispos espa?oles y su deficiente gesti¨®n del problema. El silencio del Papa, tras los datos oficiales de una instituci¨®n p¨²blica como es el Defensor del Pueblo, le resulta decepcionante. ¡°Las v¨ªctimas est¨¢n muy enfadadas con que el jefe de los pederastas no haya sacado el tema de los abusos. No le debe importar demasiado¡±, dice.
A Miguel Hurtado, activista y v¨ªctima que destap¨® el esc¨¢ndalo de pederastia en la abad¨ªa benedictina de Montserrat (Barcelona), no le resulta ¡°sorprendente, pero s¨ª decepcionante la pasividad del Papa ante la grave crisis de credibilidad de la Iglesia espa?ola¡±. ¡°El Vaticano repite como un disco rayado la importancia de los protocolos, pero se niega en la pr¨¢ctica a monitorizar que se apliquen correctamente a nivel local, mejorando la vida de las v¨ªctimas. Como Juan Pablo II y Benedicto XVI, [Francisco] solo reacciona cuando el problema le estalla en la cara tomando las m¨ªnimas medidas imprescindibles¡±, afirma Hurtado.
Juan Cuatrecasas, presidente de la Asociaci¨®n Nacional Infancia Robada (ANIR), est¨¢ convencido de que los prelados espa?oles s¨ª han conversado con el papa sobre el tema. ¡°Pero no quieren que se sepa, por lo que sea¡±, argumenta. Cuatrecasas es padre de la v¨ªctima del caso Gaztelueta, colegio vizca¨ªno del Opus Dei. A pesar de que en 2020 el Supremo conden¨® al profesor pederasta, can¨®nicamente la Iglesia espa?ola sentenci¨® que era inocente. Como respuesta, el Papa dio la raz¨®n a la v¨ªctima y orden¨® el a?o pasado reabrir el proceso. ¡°A nivel personal, mi experiencia con el Papa es muy positiva. Yo nunca he hablado mal de ¨¦l. Tuvo una intervenci¨®n directa en nuestro caso para que se investigara de verdad¡±, dice el presidente de ANIR.
El Papa guarda silencio sobre Espa?a, pero s¨ª ha intervenido de forma personal en algunos casos concretos. El de Gaztelueta no es el ¨²nico. Tambi¨¦n lo hizo en el llamado caso Romanones. La v¨ªctima escribi¨® al pont¨ªfice en 2014 para relatarles unos presuntos abusos que sufri¨® en Granada y este le llam¨® por tel¨¦fono para pedirle perd¨®n. La noticia caus¨® un terremoto medi¨¢tico: el afectado denunci¨® en los tribunales y se abri¨® un proceso can¨®nico en el que se vieron involucrados 13 cl¨¦rigos y dos laicos, que fueron apartados. La mayor¨ªa de los delitos estaban prescritos, aunque no los del principal acusado, el sacerdote Rom¨¢n Mart¨ªnez. Pero la justicia lo declar¨® inocente en 2018. El Papa pidi¨® perd¨®n al cura y lo recibi¨® en el Vaticano.
La pol¨ªtica contra los abusos a menores del papa Francisco supuso un cambio absoluto en la Iglesia cat¨®lica universal. La promulgaci¨®n de nuevas y contundentes leyes ¡ªcomo la importante Vos estis lux mundi, que obligaba a investigar todos los casos de los que se tuviera noticia¡ª fue acompa?ada de medidas disciplinarias y punitivas nunca vistas antes. Bergoglio lleg¨® a desposeer del estado a Theodore McCarrick, un cardenal estadounidense, por un esc¨¢ndalo de abusos que lleg¨® a salpicar al propio Francisco. Liquid¨® a la c¨²pula entera de la Conferencia Episcopal Chilena, convoc¨® en 2019 una gran cumbre sobre esta cuesti¨®n en Roma y constituy¨® una Pontificia Comisi¨®n para la Tutela de Menores. La revoluci¨®n estaba en marcha. Francisco entendi¨® por primera vez en enero de 2018, durante su viaje a Chile, que el asunto constitu¨ªa un problema de m¨¢xima gravedad para la Iglesia, muy tocada ya cuando ¨¦l aterriz¨® en la silla de San Pedro: para su imagen y para su supervivencia. Siempre dio la impresi¨®n tambi¨¦n de que hab¨ªa lugares en los que el problema le preocupaba m¨¢s que en otros.
Por ejemplo, cuando se dieron a conocer en 2018 los resultados de la investigaci¨®n que llev¨® a cabo la Fiscal¨ªa del Estado de Pensilvania, en EE UU, y en la que particip¨® un gran jurado, Francisco escribi¨® una carta p¨²blica en la que ped¨ªa perd¨®n a las v¨ªctimas. ¡°Con verg¨¹enza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde ten¨ªamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del da?o que se estaba causando en tantas vidas¡±, aparece en el documento.
En octubre de 2021, tras conocerse las cifras del informe franc¨¦s sobre pederastia eclesial, Francisco conden¨® la constante incapacidad de la Iglesia para gestionar las agresiones sexuales de curas pederastas. ¡°Es el momento de la verg¨¹enza¡±, dijo en una de sus audiencias semanales. Lo mismo hizo con el estudio portugu¨¦s, donde incidi¨® que ¡°es el momento de purificarse¡±. Incluso se reuni¨® con 13 v¨ªctimas portuguesas durante su visita este verano al pa¨ªs luso.
Las declaraciones m¨¢s recientes fueron la semana pasada, cuando la Conferencia Episcopal Italiana public¨® los resultados de su propio informe, en las que Francisco subray¨® la importancia del esclarecimiento de la verdad y el restablecimiento de la justicia dentro de la comunidad eclesial¡±. Fue contundente: ¡°Ning¨²n silencio u ocultaci¨®n puede ser aceptado sobre el abuso. Esto no es negociable¡±. Pero ante las constantes informaciones desde hace cinco a?os sobre el esc¨¢ndalo de abusos en la Iglesia espa?ola, Francisco calla.
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