El presidente de los farmac¨¦uticos: ¡°Las farmacias y sus profesionales est¨¢n desaprovechados en Espa?a¡±

Jes¨²s Aguilar (Burgos, 63 a?os) acaba de ser reelegido presidente del Consejo General de Farmac¨¦uticos sin ninguna candidatura en contra. Tras nueve a?os en el cargo, se queja de que ha tenido nueve ministros de Sanidad distintos: ¡°En una profesi¨®n tan regulada, necesitamos estabilidad pol¨ªtica¡±. En los tres que le quedan de mandato, quiere potenciar lo que hasta ahora ha sido su hoja de ruta: ¡°Una farmacia asistencial, social y digital¡±. Hasta donde la administraci¨®n (ministerio y comunidades) se lo permita.

Pregunta. ?C¨®mo es su relaci¨®n con la ministra M¨®nica Garc¨ªa?

Respuesta. Muy buena. Esa parte social nuestra, que es sustancial, est¨¢ muy alineada [con su pol¨ªtica]. Cuando nos reunimos con ella nos dijo que ¨¦ramos los primeros que le cont¨¢bamos lo que ella trataba de decirles a otros sectores. En la pandemia vimos muy claras cosas que est¨¢bamos detectando antes: la soledad no deseada, la salud mental¡­ estamos intentando trabajar en torno a eso, y el ministerio tambi¨¦n est¨¢ muy enfocado en esas problem¨¢ticas.

P. ?C¨®mo puede la farmacia abordar estos problemas?

R. Trabajamos ofreci¨¦ndonos, siempre ofreci¨¦ndonos. Entendemos que la profesi¨®n farmac¨¦utica y las oficinas de farmacia, esa red asistencial tan potente que hay en Espa?a, no est¨¢n siendo utilizadas de la manera que se deber¨ªa.

P. ?C¨®mo podr¨ªan aprovecharse m¨¢s?

R. Deber¨ªamos ayudar al sistema mucho m¨¢s, integrando las funciones de la farmacia comunitaria con la Atenci¨®n Primaria, no solamente en el papel, sino usarla en la realidad, con una mayor relaci¨®n con los m¨¦dicos. Tenemos unas herramientas estupendas y ¨²nicas en Europa, como son las recetas electr¨®nicas. No solo deber¨ªan servir para la dispensaci¨®n y la prescripci¨®n de medicamentos, sino tambi¨¦n como v¨ªa de comunicaci¨®n con las administraciones y los propios m¨¦dicos.

P. ?Por ejemplo?

R. Por ejemplo, en la adherencia a los medicamentos [el correcto seguimiento del tratamiento que receta el m¨¦dico], donde hay graves problemas: el 50% de los pacientes no son adherentes. Lo que ocurre con ellos es que acaban m¨¢s en los hospitales y los servicios de urgencias. Ah¨ª deber¨ªamos tener un trabajo m¨¢s colaborativo con los compa?eros m¨¦dicos y con todo el resto de los de los profesionales sanitarios. Y eso tiene que estar potenciado por la Administraci¨®n p¨²blica, porque nosotros hacemos lo que nos pide la Administraci¨®n.

P. ?Puede poner un ejemplo concreto de c¨®mo la farmacia puede mejorar la adherencia o la comunicaci¨®n con los m¨¦dicos?

R. Deber¨ªamos estar ayudando a los m¨¦dicos para saber si los tratamientos se est¨¢n cumpliendo o no. A trav¨¦s de los sistemas de receta electr¨®nica conocemos qu¨¦ personas est¨¢n haciendo el tratamiento, si est¨¢n recogiendo los medicamentos cada 28 d¨ªas¡­ por tanto, sabemos si se cumplen. Y no solo por eso, tenemos una comunicaci¨®n directa con los ciudadanos: las farmacias que recibimos todos los d¨ªas 2,3 millones de personas conocemos su entorno, su familia. Por comparar, las consultas de primaria reciben cada d¨ªa 700.000 pacientes, tres veces menos. Cuando hacemos pruebas piloto sobre este tipo de cosas, son un ¨¦xito, pero las administraciones no quieren implementarla.

P. Tambi¨¦n reivindican un papel m¨¢s protagonista en cuestiones de salud p¨²blica.

R. Por ejemplo, con la vacunaci¨®n. Si se incluye en la receta electr¨®nica qu¨¦ personas de riesgo deber¨ªan estar vacunadas y cu¨¢les no lo est¨¢n, cuando lleguen a la farmacia le puedes decir: ¡°Oye, Paquita, ?t¨² no crees que deber¨ªas vacunarte?¡± O cuando te hacen un cribado de c¨¢ncer de colon: te mandan una carta, la recibes, tienes que llamar al centro de salud, te dan hora, recoges el kit, te vas a casa, tomas la muestra, la entregas, y ya te llaman para el resultado. Todo eso se podr¨ªa hacer en la farmacia.

P. Algunas comunidades lo est¨¢n haciendo.

R. El problema es que se hace en unos sitios s¨ª y otros no. Cada vez tenemos m¨¢s diferencias de servicios seg¨²n el c¨®digo postal. Cada d¨ªa vamos peor en el sentido de que los ciudadanos tienen unas u otras prestaciones en funci¨®n de d¨®nde viven.

P. En la pandemia, incluso se ofrecieron para vacunar.

R. Como lo hacen en much¨ªsimos pa¨ªses europeos. Pero nosotros no queremos abrir guerras con nadie [esa propuesta suscit¨® un rechazo frontal del Consejo de Enfermer¨ªa]. Lo que decimos es nos utilicen donde hagan falta estos servicios, porque los farmac¨¦uticos son profesionales que estudian cinco a?os de carrera, que est¨¢n m¨¢s que formados y los estamos desaprovechando.

P. ?Qu¨¦ lecciones sac¨® la farmacia de la pandemia?

R. Nos dimos cuenta, todav¨ªa m¨¢s, de la importancia de la relaci¨®n directa con el ciudadano. No la podemos perder. Muchas veces la telemedicina se lleva al extremo, la persona sustituye el contacto por la pantalla y acaba viniendo a la farmacia. Sobre todo esa poblaci¨®n de edad m¨¢s elevada.

P. Ustedes reivindican especialmente esta labor asistencial en las zonas rurales, donde algunas farmacias est¨¢n sufriendo problemas econ¨®micos.

R. En una zona donde desaparecen los habitantes, tiene crisis todo el mundo. El m¨¦dico no va porque no hay suficientes pacientes, la enfermer¨ªa, igual, y la farmacia, que es la ¨²nica que queda, tiene el riesgo de desaparecer. Tenemos que pensar c¨®mo mantenemos esa prestaci¨®n farmac¨¦utica a los ciudadanos: que si una farmacia desaparece se convierta en un botiqu¨ªn, que no es lo que mucha gente puede entender con tiritas y vendas, sino una farmacia que abre menos horas, o menos d¨ªas. O dar un papel m¨¢s activo al farmac¨¦utico en colaboraci¨®n con las administraciones para la formaci¨®n en salud, por ejemplo, para que no desaparezcan.

P. Hay un problema de sobremedicaci¨®n en la poblaci¨®n, ?qu¨¦ responsabilidad tiene ah¨ª la farmacia?

R. Esto tambi¨¦n es la adherencia de la que habl¨¢bamos. Nuestro inter¨¦s no es que haya cuanta m¨¢s prescripci¨®n mejor. Los primeros interesados en un uso racional del medicamento somos nosotros. Por ejemplo, en desprescripci¨®n de f¨¢rmacos en salud mental, no puede ser que haya que partir las pastillas 33 veces, cuando tenemos la formulaci¨®n magistral para hacer dosis mucho m¨¢s reducidas. El farmac¨¦utico ah¨ª es un aliado.

P. Europa trabaja en una Uni¨®n Europea de la Salud. ?Hacia d¨®nde deber¨ªa ir?

R. Nos hemos desarmado desde el punto de vista del arsenal f¨¢rmaco terap¨¦utico y tenemos una dependencia tremenda [de otros pa¨ªses]. No es normal que tengamos que dedicar uno de cada cinco d¨ªas de trabajo a buscar los medicamentos que necesitan los ciudadanos.

P. ?Por los problemas continuos de desabastecimiento que estamos viendo?

R. Los medicamentos que llegan se reparten a las 22.000 oficinas de farmacia, y nosotros estamos todos los d¨ªas buscando como locos d¨®nde encontrar esa medicaci¨®n. Hemos creado dos aplicaciones para eso. A veces dicen que solo afecta a un porcentaje muy peque?o de las mol¨¦culas que hay en el mercado. Y es verdad. Pero algunas de ellas afectan a much¨ªsimos pacientes.

P. ?Qu¨¦ piensa del proyecto para eliminar los prospectos en papel?

R. El 80% de los ciudadanos que va a las farmacias es mayor de 70 a?os y todav¨ªa existe una brecha digital. La medida puede ir contra la seguridad de los pacientes. Una cosa es que a partir de ma?ana en un producto aparezca un QR, que est¨¢ muy bien, pero no puede desaparecer el prospecto, porque t¨² no lo usas cuando abres el producto, sino cuando tienes dudas. Y muchos ciudadanos, por su edad, por la brecha digital, no van a ser capaces de verlo.

P. ?C¨®mo es que la mayor¨ªa de las farmacias siguen vendiendo homeopat¨ªa, que no se ha demostrado efectiva en ning¨²n caso?

R. La Agencia Espa?ola de Medicamentos los clasifica como medicamentos, no nosotros. Y las farmacias tienen la obligaci¨®n de dispensar el medicamento que viene prescrito por un m¨¦dico. Si ma?ana esos productos dejan de ser medicamentos porque lo dice la autoridad competente, estaremos hablando de otro tema.