La soledad no deseada que azota a los j¨®venes: ¡°Te sientes invisible¡±
Seg¨²n el primer estudio de prevalencia que se ha hecho en Espa?a, un 25% de los encuestados, de entre 16 y 29 a?os, la padece. Casi la mitad de ellos, de forma cr¨®nica
¡°Es como estar en una caja de cristal desde la que t¨² ves pasar a todo el mundo, pero nadie puede llegar a ti. Y te deja sin energ¨ªa. Entras en un c¨ªrculo vicioso en el que tienes la necesidad de contarlo, pero sientes que no se lo puedes contar a nadie y aunque lo hicieras, nada cambiar¨ªa. La culpabilidad no me dejaba hablar y empec¨¦ a encerrarme en m¨ª misma¡±. As¨ª define la soledad no deseada que sufri¨® durante algo m¨¢s de un a?o Gabriela Delgado, 21 a?os y estudiante de un doble grado de Fisioterapia y Ciencias del Deporte en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Sali¨® con la ayuda de una psic¨®loga y una psiquiatra. Y ahora, dice, quiere contarlo para no convertir este problema en un tema tab¨² y para hacer sentir acompa?ados a los j¨®venes que pasan por lo mismo.
Le hace eco Pio Brando Huaycho, que tiene 29 a?os, es peruano y lleg¨® a Espa?a hace casi dos. Se march¨® de su pa¨ªs, en el que era activista de derechos humanos y de j¨®venes con HIV, por amenazas. ¡°La soledad es un proceso complejo, te das cuenta de que lo sufres cuando ya est¨¢s dentro de ¨¦l. Te sientes incapaz de conectar, hay mucho sentimiento negativista, dudas: vivir en la incertidumbre es mortal porque no sabes donde pisar, no tienes la seguridad de qui¨¦n te recoge si te caes. No terminas sinti¨¦ndote bien, vives de peque?os momentos, pero te agotas. Te fatiga socializar y ya no buscas hacerlo. ?Para qu¨¦?¡±.
En Per¨² era licenciado en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica, aqu¨ª ha dado por perdido ejercer porque, dice, homologar el t¨ªtulo se ha convertido en una pesadilla. ¡°Los que venimos aqu¨ª emigrando nos desligamos de la identidad que tenemos, del espacio donde hemos crecido, mueren nuestros amigos, nuestra familia, nuestro trabajo¡±. En esa b¨²squeda de una nueva identidad empez¨® a sufrir soledad no deseada. Es coordinador del grupo de j¨®venes de COGAM (el colectivo LGTBI+ de Madrid, asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro) y ayudante de cocina en un restaurante. Su caso engrosa la estad¨ªstica de los que m¨¢s vulnerables son a la hora de sufrir soledad no deseada: extranjero o con padre o madre extranjera y perteneciente al colectivo LGTBI+. Su terapia ha sido ayudar a m¨¢s j¨®venes del grupo de COGAM, dice. Cuenta que tard¨® a?o y medio en volver a tener ganas de socializar.
En Espa?a, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro de junio promovido por la fundaci¨®n ONCE en colaboraci¨®n con AXA, realizado en el marco del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, el 34,6% de j¨®venes entre 18 y 24 a?os sufre soledad no deseada (por el 14,5% de los adultos entre 65 y 74 a?os, por ejemplo). Adem¨¢s, el primer estudio de prevalencia que se ha hecho en Espa?a por el mismo Observatorio ¡ªpublicado en febrero con una muestra de 1.800 personas y una franja de edad de encuestados m¨¢s amplia, entre 16 a 29 a?os¡ª, sit¨²a la soledad juvenil en un 25,5% y revela que entre la poblaci¨®n joven que ha declarado sufrirla, el 45,7% la padece de forma cr¨®nica ¡ªdesde hace m¨¢s de tres a?os¡ª y que tres de cada cuatro j¨®venes (el 75,8%) la padecen desde hace m¨¢s de un a?o. Es decir, no se debe a un momento puntual como puede ser una enfermedad, una ruptura o una p¨¦rdida.
Las causas, coinciden los expertos, suelen ser m¨²ltiples: falta de autoestima, haber sufrido bullying, dificultades para relacionarse con los dem¨¢s, sentir que no encajas. Ra¨²l Ruiz, coautor del estudio, explica lo que m¨¢s le ha llamado la atenci¨®n: ¡°Solo por el hecho de ser joven, tu posibilidad de sentirte solo es el triple con respecto al resto de la poblaci¨®n¡±.
La soledad no deseada no es una patolog¨ªa, pero s¨ª puede derivar en ella si no es tratada a tiempo. Los expertos consultados la definen as¨ª: Hay dos tipos de soledad: una es objetiva, cuando necesitas tu tiempo para estar solo contigo mismo. Otra, subjetiva, es la falta de relaciones sociales con la gente: de calidad y cantidad. Somos animales sociales por naturaleza y si no consigues relacionarte o sientes que no tienes a nadie con quien confrontarte lo sufres. El dolor que eso te genera, si perdura en el tiempo, puede derivar en estados de ansiedad, depresivos y a veces incluso en pensamientos suicidas. Se puede tratar pidiendo ayuda y con el apoyo de un psic¨®logo.
Huaycho y Delgado son una muestra de esa soledad no deseada y cr¨®nica. Tambi¨¦n lo es Elisa Fern¨¢ndez, 21 a?os, que la sufri¨® de los 15 a los 17 por unos problemas familiares: ¡°Yo me sent¨ªa sola aun teniendo amigos. Me sent¨ªa obligada a poner buena cara, pero luego no estaba bien. Me encerraba en m¨ª misma porque no me sent¨ªa segura en mi entorno como para explicar lo que me estaba pasando. Sent¨ªa que, si lo contaba, iban a juzgarme, me daba verg¨¹enza expresarme por si me tildaban de dram¨¢tica y entonces me encerraba. Era un bucle que me merm¨®. Empec¨¦ a tener ataques de ansiedad y me autolesionaba. Una amiga me vio los cortes y se lo cont¨® a la psic¨®loga del instituto, ah¨ª empezaron a ayudarme¡±.
Fern¨¢ndez vive en Barcelona, es monitora de patinaje art¨ªstico de ni?os, tiene un ciclo superior de educaci¨®n infantil y en septiembre empieza la carrera de Educaci¨®n Social. Trabaja con j¨®venes y alerta de que cada vez ve a m¨¢s y a edades m¨¢s tempranas que sufren ataques de ansiedad; no es la ¨²nica que reclama que los institutos y los colegios incluyan en sus planes de estudio la educaci¨®n emocional.
El bucle que describen haber sufrido Fern¨¢ndez o Delgado es el patr¨®n que m¨¢s se ha encontrado Pablo S¨¢nchez, psic¨®logo voluntario que lleva siete a?os en el Tel¨¦fono de la Esperanza de Madrid (hay 29 en todo el pa¨ªs). ¡°Si me siento solo, me voy a aislar: como no me creo que haya nadie que haya tenido nunca estos problemas, pues me a¨ªslo. Como soy el raro, me a¨ªslo. Y el sentirse solo te hace sentir invisible¡±, detalla. Solo en Madrid, en 2023, el tel¨¦fono recibi¨® 10.542 llamadas de menores de 25 a?os con la soledad como quinto motivo m¨¢s recurrente. Este psic¨®logo insiste en la importancia de la educaci¨®n emocional. ¡°Hay que ense?arles que todas las emociones son buenas: tambi¨¦n el enfado, la ira, la tristeza. Hay una cultura del Mr Wonderful de que todo va a salir bien, de que tenemos que ser perfectos y no podemos permitirnos fallos. Y s¨ª tengo que permit¨ªrmelos¡±.
Son j¨®venes y con una vida por delante. ¡°Pero los adultos creen que nuestra obligaci¨®n es estudiar y que no tenemos ninguna preocupaci¨®n m¨¢s. Pero nos estamos convirtiendo en personas y tenemos muchas m¨¢s preocupaciones de las que se creen¡±, a?ade Fern¨¢ndez. Existe la creencia equivocada de que la soledad no deseada es algo que sufren ¨²nica o mayoritariamente las personas mayores.
Lo explica as¨ª Sandra Escapa, soci¨®loga, investigadora y profesora de la Universidad de Barcelona, y una de las expertas de consejo asesor cient¨ªfico del Ayuntamiento de Barcelona que en 2020 lanz¨® una estrategia municipal contra la soledad no deseada para 2020-30: ¡°Llevamos muy poco tiempo investigando la soledad no deseada en los j¨®venes porque durante mucho tiempo se vinculaba al estar solo y al aislamiento social. Es un sentimiento que genera malestar y la creencia de que solo lo padecen personas mayores se atribuye a que se asemeja a estar solo. Pero estamos hablando de soledades distintas en funci¨®n de tu ciclo de vida: en personas mayores las investigaciones las atribuyen a p¨¦rdidas de relaciones y capacidades f¨ªsicas, viudedad, jubilaci¨®n. En nuestros estudios de juventud vemos que est¨¢ vinculado a las frustraciones en las transiciones a la etapa adulta. Se esperan de ti en esa etapa ingresos, profesi¨®n, pareja... Y cuando no suceden se sienten m¨¢s solos. Es una soledad m¨¢s vinculada a frustraci¨®n a no alcanzar lo que se espera de ellos¡±.
Delgado, de hecho, tambi¨¦n achaca la soledad que sufri¨® a un s¨ªndrome de perfeccionismo que arrastra desde que era peque?a, ya sea en los estudios o en el deporte. ¡°En mi cabeza se crearon distorsiones, como siempre hab¨ªa sido brillante y excelente, no contemplaba ni aceptaba una nota inferior a 10. En tercero de la ESO saqu¨¦ un siete y medio en historia. Y recuerdo un apunte del profesor debajo ¡°?qu¨¦ ha pasado? Esta no eres t¨²¡±.
Los tres j¨®venes que han accedido a ser entrevistados para este reportaje coinciden en la dificultad que sent¨ªan a la hora de pedir ayuda o encontrar alguien al otro lado, el temor a ser juzgados. Dice Delgado: ¡°Yo me sent¨ªa culpable porque llevo una vida haciendo deporte de equipo, donde te inculcan la idea de que es tu gente y puedes contar con ella. Y no me sal¨ªa. Era parad¨®jico¡±. Pio Huaycho se sent¨ªa perdido pese, reconoce, a tener miles de contactos. ¡°Miraba a la derecha, a la izquierda, en el m¨®vil y no encontraba ayuda. A pesar de tener en las redes sociales miles de amigos, contactos, no encontraba con quien hablar. A veces en mis estados de WhatsApp pon¨ªa ¡®necesito hablar¡¯ y nadie respond¨ªa¡±.
Delgado asegura que, de haber sabido, le¨ªdo, escuchado que m¨¢s j¨®venes sufr¨ªan lo que ella, la hubiera ayudado. Por eso ha decidido contarlo. Tambi¨¦n Huaycho: ¡°Si no le pones cara y voz a una realidad social, la sociedad piensa que no existe. Si no hay nombre ni voz, nos invisibilizan. Y si nos invisibilizan no hay dinero para invertir en talleres o para crear espacios de socializaci¨®n¡±.
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