Los usuarios carecemos de garant¨ªas de la privacidad en la Red
Los gigantes tecnol¨®gicos facilitan la vida, pero recopilan a cambio una cantidad ingente de datos
Google sabe todo lo que un usuario compra por Internet, los lugares que visita, las apps que utiliza e incluso el porno que ve ¡ªaunque lo haga en modo inc¨®gnito¡ª. Amazon conoce cada pedido a la plataforma, su direcci¨®n y las conversaciones que mantiene con Alexa. Y Facebook recopila sus publicaciones y likes, las veces que pincha en un anuncio de publicidad y, en ocasiones, hasta el historial detallado de llamadas y SMS. Los gigantes tecnol¨®gicos facilitan en gran medida la vida de sus usuarios, pero a cambio recopilan una cantidad ingente de sus datos. Y no se trata de una excepci¨®n. En un contexto en el que miles de compa?¨ªas tratan de conocer mejor a los usuarios, salvaguardar la privacidad se ha convertido en un desaf¨ªo dif¨ªcil de conseguir.
?Qu¨¦ garant¨ªas tenemos como usuarios de que lo que es privado siga siendo privado? ¡°Lamentablemente ninguna¡±, reconoce Jorge Campanillas, delegado de protecci¨®n de datos y especialista en privacidad deIurismatica Abogados. El anonimato ya no depende de que alguien averig¨¹e nuestro nombre o tel¨¦fono. Cada vez es m¨¢s sencillo identificarnos individualmente a partir de lo que hacemos o lo que somos. Un estudio reciente publicado por Nature Communication revela que es posible desanonimizar a alguien con multitud de variables si el n¨²mero de datos es suficiente. Por ejemplo, con el uso de redes sociales, los datos gen¨¦ticos, la localizaci¨®n, el gasto de tarjeta de cr¨¦dito, el estilo de escritura o el historial de navegaci¨®n.
Tener una vida privada en el mundo digital ¡°cada vez es m¨¢s dif¨ªcil, por no decir imposible¡±: ¡°Desde que nos conectamos, nuestros operadores mantienen los datos de conexi¨®n, utilizamos sistemas gratuitos y aceptamos esos rastreos. Existen las cookies, los asistentes de voz, c¨¢maras de videovigilancia¡¡±. Y en muchas ocasiones es el propio usuario el que aporta ¡°una mayor riqueza de datos al publicar todo lo que hace en redes sociales y participar en retos como el #10yearschallenge o descargar aplicaciones como FaceApp¡±.
Aunque se denieguen los permisos
Para evitar que las aplicaciones puedan acceder a cualquier informaci¨®n, el usuario puede dar o denegar una serie de permisos. Por ejemplo, para acceder a su ubicaci¨®n, contactos o archivos almacenados en el tel¨¦fono. Pero hasta cuando niega el permiso expl¨ªcitamente, miles de aplicaciones han encontrado la forma de seguir recopilando informaci¨®n privada. As¨ª lo revela una investigaci¨®n reciente de un equipo de expertos en ciberseguridad, cuyos hallazgos potencialmente afectan a ¡°cientos de millones¡± de usuarios. Entre las aplicaciones que realizar¨ªan estas pr¨¢cticas, hay algunas muy populares como el navegador de Samsung o el buscador chino Baidu.
No solo se trata de los datos a los que las apps acceden y recopilan, sino de su uso posterior. El usuario no es consciente en muchas ocasiones de c¨®mo las empresas tratan dicha informaci¨®n. Esto ocurre, por ejemplo, con los asistentes de voz. El n¨²mero de este tipo de dispositivos en uso a nivel mundial no para de crecer. Statista prev¨¦ que en 2019 habr¨¢ un total 3.250 millones de asistentes virtuales y espera que se alcancen los 5.110 millones en 2021 y 8.000 millones en 2023.
Los gigantes tecnol¨®gicos no han sido transparentes al explicar c¨®mo se utilizan las conversaciones guardadas entre un usuario y el dispositivo. Diferentes medios han revelado en los ¨²ltimos meses que Amazon, Apple y Google cuentan con empleados que escuchan a diario conversaciones aleatorias que los usuarios mantienen con los asistentes con el objetivo de mejorar el sistema.
Las tres compa?¨ªas solo han reconocido realizar estas pr¨¢cticas una vez publicada la informaci¨®n. Ni Samsung ni Microsoft han explicado todav¨ªa si tambi¨¦n lo hacen. ¡°De alguna manera este tipo de pr¨¢cticas da?an la reputaci¨®n de las empresas debido a que puede producir rechazo saber que pueden espiarnos, de manera que maquillan la necesidad de recabar todos los datos que sean posibles, cuantos m¨¢s mejor, sin respetar el principio de minimizaci¨®n del dato, con la promesa de mejorar la calidad de nuestros servicios¡±, afirma Ram¨®n Ynat, director de compliance de Entelgy Innotec Security.
De hecho, Andr¨¦s Leonardo Mart¨ªnez, responsable de relaciones con desarrolladores para Espa?a de Google, dijo en junio a este peri¨®dico que las escuchas solo se realizaban cuando un usuario aceptaba previamente ¡°participar en un grupo de experimentaci¨®n para mejorar los sistemas¡±. A principios de julio, Google reconoci¨® tras una filtraci¨®n de un millar de grabaciones que contaba con trabajadores que escuchaban el 0,2% de las conversaciones de los usuarios con su asistente virtual. La compa?¨ªa de Mountain View public¨® entonces una entrada en su blog en la que no se hac¨ªa ninguna referencia a estos supuestos "grupos de experimentaci¨®n".
"Escalofriante"
Google, Facebook y Apple insisten en que solo escuchan un n¨²mero extremadamente peque?o de interacciones y que, en ning¨²n caso, las grabaciones se asocian con un usuario concreto. Pero algunos empleados de Amazon pueden acceder a la direcci¨®n exacta de los usuarios, seg¨²n Bloomberg. ¡°Me resulta escalofriante imaginar que alguien pueda acceder a la intimidad de mi hogar y escuchar las conversaciones que pertenecen a mi espacio personal. Ser¨ªa como vivir expuestos, algo as¨ª como vivir en una casa transparente, de cristal¡±, afirma Laura Burillo, consultora de seguridad y protecci¨®n de datos de Entelgy Innotec Security.
Los gigantes tecnol¨®gicos aseguran que los asistentes solo se activan al pronunciar un comando determinado. Pero ha habido varios casos en los que han almacenado conversaciones privadas. Transcriptores de estas compa?¨ªas afirman haber escuchado a personas teniendo sexo, hablando acerca de detalles privados como nombres o datos bancarios o pronunciando frases comprometidas como la siguiente: ¡°Lo siento, cari?o. No puedo hablar m¨¢s porque ya est¨¢ mi pareja en casa¡±.
Campanillas insta a los usuarios a hacerse la siguiente pregunta: ¡°?Qu¨¦ pasar¨ªa si saliesen a la luz nuestras conversaciones? ?Ser¨ªamos capaces de superarlo?¡±. ¡°Tristemente nos acercamos a un mundo en el que tenemos que presuponer que cualquier intimidad puede divulgarse con el impacto que ello tiene¡±, afirma. Y recuerda lo que ocurri¨® en 2015 con la web de b¨²squeda de sexo extramatrimonial Ashley Madison y ¡°los dr¨¢sticos finales que tuvo para muchas personas una vez que sus secretos fueron revelados¡±. Unos piratas inform¨¢ticos publicaron la informaci¨®n personal de m¨¢s de 30 millones de infieles registrados en la plataforma. La filtraci¨®n de la informaci¨®n provoc¨® una oleada de chantajes a los usuarios y algunos derivaron incluso en suicidios. ¡°Estamos llegando al punto de no retorno en el mundo del gran hermano", sostiene.
El perfilado de los usuarios
Pero no hace falta esconder grandes secretos para darle importancia a la privacidad. De hecho, los expertos consultados se?alan el riesgo de que las compa?¨ªas hagan un perfilado preciso de cada usuario teniendo en cuenta desde las conversaciones que mantiene con el asistente al uso de diferentes aplicaciones. As¨ª lo explica Juan Pablo Pe?arrubia, presidente del Consejo de Colegios de Ingenier¨ªa Inform¨¢tica: ¡°Cuando una empresa conoce nuestras agendas detalladas desde hace a?os, sabe quienes son nuestros conocidos y amigos, y los amigos de nuestros amigos. Tambi¨¦n nuestras preferencias, incluidas las sexuales, pol¨ªticas y religiosas. E incluso en qu¨¦ y c¨®mo gastamos nuestro dinero¡¡±. En definitiva, ¡°llegan a saber m¨¢s de nosotros que nosotros mismos¡±.
Esto lleva al usuario no solo a renunciar a su privacidad, sino tambi¨¦n ¡°al control de su propia vida¡±. De esta forma, las compa?¨ªas pueden llegar a venderle en el momento oportuno una idea, un pensamiento o incluso una ideolog¨ªa pol¨ªtica. Facebook analiz¨® datos de m¨¢s de seis millones de adolescentes australianos y neozelandeses para determinar su estado de ¨¢nimo y facilitar a los anunciantes informaci¨®n sobre los momentos en los que se sent¨ªan m¨¢s vulnerables, seg¨²n un documento de la compa?¨ªa en Australia filtrado en 2017 por el peri¨®dico The Australian.
Adem¨¢s, la compa?¨ªa de Mark Zuckerberg jug¨® un papel importante en el Brexit o las ¨²ltimas elecciones presidenciales estadounidenses. ¡°Al final no deja de ser una forma de control o de manipulaci¨®n con la intenci¨®n de interferir en nuestras decisiones, en nuestra libertad para poder elegir libremente, sin injerencias o controles externos¡±, sostiene Burillo, que recuerda que ¡°el dato est¨¢ monetizado¡±.
Pese al estallido de diferentes esc¨¢ndalos, los gigantes tecnol¨®gicos aseguran que la privacidad es uno de sus pilares y que el usuario debe poder controlar en todo momento qu¨¦ datos cede a la compa?¨ªa. Para ello, le ofrecen la posibilidad de consultar y borrar la informaci¨®n que almacenan sobre ¨¦l. Pero, en ocasiones, ni esta opci¨®n le garantiza la eliminaci¨®n total del contenido. Por ejemplo, el vicepresidente de Pol¨ªtica P¨²blica de Amazon, Brian Huseman, reconoci¨® en una carta enviada al senador de Estados Unidos Christopher Coons que la compa?¨ªa guarda de forma indefinida algunas transcripciones de conversaciones que los usuarios mantienen con Alexa incluso despu¨¦s de que las hayan eliminado.
Sin Google
Este tipo de pr¨¢cticas han llevado a algunos usuarios a dejar de utilizar redes sociales como Facebook o cualquier aplicaci¨®n desarrollada por Google. Pero en la actualidad puede resultar dif¨ªcil realizar tareas cotidianas sin estas compa?¨ªas. La periodista Kashmir Hill pas¨® una semana sin Google como parte de un experimento para vivir sin los gigantes de la tecnolog¨ªa, tal y como cont¨® en Gizmodo. Durante ese tiempo, no pudo buscar informaci¨®n en Google, acceder al calendario para consultar su agenda o escribir sus textos en Google Docs. Y para su sorpresa, tampoco fue capaz de utilizar aplicaciones como Uber o Lyft ¡ªempresa de transporte estadounidense¡ª, ya que ambas dependen de Google Maps, o Spotify, ya que su m¨²sica estaba alojada en Google Cloud.
Lo ideal, seg¨²n los expertos consultados, es que los usuarios sean conscientes de los riesgos y jueguen un papel activo para salvaguardar su privacidad en la medida de lo posible. Campanillas subraya que deben preocuparse por lo que instalan en sus smartphones y controlar los permisos que dan a las apps. Tambi¨¦n aconseja que si se desinstala una aplicaci¨®n, se borre tambi¨¦n la cuenta de la misma: ¡°De nada sirve desinstalar una aplicaci¨®n si siguen pudiendo tratar sus datos¡±. ¡°En definitiva, hay que preocuparse un poco m¨¢s de la privacidad e intimidad sin caer en la tentaci¨®n de decir: ¡®Total, no tengo nada que esconder¡¯. No podemos perder derechos fundamentales que tanto nos ha costado ganar por un poco de comodidad en nuestra vida o simplemente por el hecho de alimentar nuestro ego en redes sociales¡±, concluye.
As¨ª se entrena un asistente de voz
Un asistente de voz est¨¢ constituido principalmente por dos sistemas: el reconocimiento de voz, que reconoce qu¨¦ est¨¢ diciendo el usuario y el procesamiento natural del lenguaje, que interpreta el texto reconocido y lo transforma en acciones. Juan Manuel Esp¨ªn L¨®pez, investigador de la empresa especializada en herramientas de biometr¨ªa de voz Biometric Vox, afirma que al principio el entrenamiento de ambos sistemas se realiza mediante un gran conjunto de muestras que incluyen el audio y su transcripci¨®n, as¨ª como el texto y su acci¨®n. Despu¨¦s, se contin¨²a entrenando a ambos sistemas de forma continua y automatizada a partir de los propios datos que va generando su uso.
"No es imprescindible la escucha de las grabaciones para la mejora del sistema en general, que puede hacerse de manera completamente autom¨¢tica. Pero s¨ª lo es, desgraciadamente, para el an¨¢lisis de determinados casos l¨ªmite", afirma. De esta forma, "si se observa que el sistema falla con determinados usuarios o en una situaci¨®n concreta, la inspecci¨®n de las muestras puede revelar que el motivo es un acento particularmente fuerte o que el sistema falla al entender determinadas expresiones coloquiales".
El futuro de los asistentes, seg¨²n Esp¨ªn, ¡°pasa por reentrenar el sistema para su mejora en el propio dispositivo¡±: ¡°De este modo, los datos [la voz del usuario], nunca abandonan su propia casa [el dispositivo] y lo que se env¨ªa a la nube es una versi¨®n actualizada de los par¨¢metros matem¨¢ticos¡±. El investigador explica que ya se usan t¨¦cnicas de este tipo en muchos sistemas de los tel¨¦fonos m¨®viles como el teclado predictivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.