?Leer en impreso o electr¨®nico? Los ¡®lectores anfibios¡¯ dominan el mercado editorial
Una encuesta de Amazon revela que el 72% de los espa?oles cree que ambas modalidades pueden convivir sin problemas en la industria editorial
En Espa?a, ni el libro impreso ha muerto ni el libro electr¨®nico puede consagrarse como el ganador en un mercado tan complejo. Si bien la interrogante sobre el final del papel por la irrupci¨®n de la lectura electr¨®nica siempre seguir¨¢ ah¨ª, por ahora los datos muestran un mercado muy bien repartido con un alto porcentaje de lectores h¨ªbridos que aprecia ambos modelos y ofertas. Esas son, al menos, unas de las conclusiones que arroja una encuesta elaborada por la compa?¨ªa de investigaci¨®n de mercados IPSOS junto con una parte interesada, Amazon Kindle, sobre la relaci¨®n con el presente y el futuro de la lectura y escritura en Espa?a.
El estudio se?ala que el 90% de los espa?oles encuestados ley¨® como m¨ªnimo un libro durante el ¨²ltimo a?o y que este porcentaje podr¨ªa estar relacionado con el hecho de que el 45% de los encuestados afirma haber consumido m¨¢s libros de lo habitual en 2020 por el confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus.
?Pero c¨®mo los leen? La respuesta de m¨¢s de la mitad de los lectores encuestados es simple: les da igual. El 55% lee tanto en versi¨®n papel como en versi¨®n digital. As¨ª la mayor¨ªa se ha adaptado a ambos modelos de lectura frente a un 6% que lee ¨²nicamente en electr¨®nico y un 30% que lo hace exclusivamente en papel. Los datos de IPSOS coinciden con los del ¨²ltimo Bar¨®metro de H¨¢bitos de Lectura de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a, que destaca que solo un 12% de los lectores de libros prefiere el formato digital al impreso. El 79,7% de los espa?oles a partir de los 14 a?os lee alg¨²n tipo de contenido en soporte digital, ratio que contin¨²a su tendencia ascendente, seg¨²n esta ¨²ltima encuesta. Los datos que facilit¨® a finales del pasado a?o el Ministerio de Cultura a EL PA?S sobre el uso de la plataforma eBiblio ¡ªla biblioteca digital p¨²blica, gestionada por Cultura y en colaboraci¨®n con los servicios de bibliotecas de todas las comunidades aut¨®nomas, salvo Pa¨ªs Vasco¡ª revelan un crecimiento del 134% de libros prestados en 2020 respecto a 2019.
¡°La impresi¨®n que tenemos es que, aunque un poco m¨¢s de la mitad de los lectores se maneje bien en ambos formatos, la mayor¨ªa de estos lectores anfibios son animales de vida terrestre (formato papel) con eventuales zambullidas breves en el agua (formato digital)¡±, explica Ricardo Cayuela, director editorial y de mercadeo de Turner Libros. El editor asegura que en Turner han aplicado una pol¨ªtica de lanzamiento simult¨¢neo de libros f¨ªsicos y digitales y de campa?as de mercadotecnia para encontrar lectores en el oc¨¦ano virtual.
Los datos de Bar¨®metro muestran, con respecto a la lectura digital, un ascenso en 2020 sobre 2019, con un porcentaje de lectores digitales que crece de un 29,3% a un 30,1%. ¡°En nuestras editoriales observamos esa misma tendencia al alza respecto a la lectura digital, si bien de forma diferenciada seg¨²n las l¨ªneas editoriales: m¨¢s destacada entre lectores de gu¨ªas de viaje, de libros de empresa, y de novela rom¨¢ntica¡±, reconoce Jes¨²s Badenes, director general de la Divisi¨®n Editorial del Grupo Planeta.
Eso s¨ª, entre los consumidores de libros impresos hay m¨¢s resistencia al cambio que entre los lectores de libros electr¨®nicos. La encuesta de IPSOS revela que cerca del 90% de las personas que leen en formato electr¨®nico tambi¨¦n lo hacen en papel, pero solo el 65% de las personas que leen libros impresos lo hacen en digital. ¡°La relaci¨®n con el libro en papel genera fidelidades dif¨ªciles de romper. No se trata solo de la lectura, sino de una experiencia que implica todos los sentidos¡±, se?ala Valeria Ciompi, directora editorial de Alianza Editorial. Ciompi explica que el libro como objeto resiste, sobre todo ante el exceso de pantallas al que estamos sometidos. ¡°El tiempo de uso de pantallas, tanto por trabajo como por ocio o por necesidades pr¨¢cticas, es cada vez mayor, y para esa fatiga de pantalla, el libro en papel supone una alternativa relajante y que propicia la concentraci¨®n¡±.
Badenes concuerda. ¡°A mi modo de entender, el dato ofrecido es muy consecuente con el proceso de cambio en el que estamos instalados. Parece l¨®gico concluir que la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n todav¨ªa prefiere el formato impreso como forma de lectura prioritaria. Un aspecto a destacar en los mercados tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzados es el crecimiento del audiolibro, que se produce en paralelo al del libro impreso¡±, explica el representante de Grupo Planeta. Espa?a es uno de los cinco pa¨ªses en consumo per c¨¢pita de audios, y durante el ¨²ltimo a?o, empujado por el aumento del ocio digital propiciado por las cuarentenas, ese consumo se ha disparado un 38% m¨¢s. Se estima que en el mundo hay ya 1.000 millones de oyentes de podcast, y los audiolibros son una parte fundamental de ese sector. ¡°Desde luego se abren puertas para explorar nuevas formas de utilizaci¨®n de contenidos. El audiolibro es el nuevo ¡®eBook¡¯, con crecimientos importantes, pero todav¨ªa un alcance limitado¡±, subraya Ciompi.
Convivencia y reinvenci¨®n
No es ning¨²n secreto que las generaciones que nacieron con una pantalla enfrente sean las que m¨¢s libros electr¨®nicos consumen. La encuesta revela que los centennials (nacidos a principios de los 2000) y los ¡®millennials¡¯ (nacidos en los a?os 90) son los grupos de edad que han incrementado a¨²n m¨¢s sus h¨¢bitos de lectura electr¨®nica. Los j¨®venes encuestados leyeron una media de 13 libros el a?o pasado, la mayor¨ªa en formato digital (17 libros de media) que en impreso (8 libros de media). As¨ª, la encuesta revela que quienes leen en electr¨®nico suelen leer m¨¢s cantidad. ?Por qu¨¦?
¡°Hay un factor generacional, sin duda. Los lectores principalmente digitales suelen aducir razones pr¨¢cticas de almacenamiento, transporte, a veces incluso de accesibilidad¡±, se?ala Ciompi, pero advierte no estar ¡°muy segura¡± de que la tecnolog¨ªa digital est¨¦ contribuyendo a crear m¨¢s lectores de libros como tal. Otra explicaci¨®n a los datos de IPSOS podr¨ªa estar en el tipo de dispositivos que utilizan los nuevos lectores. El dispositivo ¡®eReader¡¯ es el m¨¢s com¨²n, con un 59% de preferencia entre los encuestados. Pero a este le siguen las tabletas (41%), los tel¨¦fonos (25%) y los ordenadores (24%), que son aparatos que estas generaciones suelen llevar consigo muy a menudo a casi cualquier parte.
Para Badenas el libro electr¨®nico tambi¨¦n debe su ¨¦xito a otro factor: las compras en l¨ªnea. ¡°Desde nuestra perspectiva de negocio, debemos mencionar que el mayor cambio tecnol¨®gico acaecido en Espa?a no ha venido de la mano del e-book [libro electr¨®nico], sino del e-commerce [comercio electr¨®nico]¡±. Cayuela concuerda, pero destaca el rol de las librer¨ªas. ¡°Lo que ha cambiado mucho es la compra en l¨ªnea de productos f¨ªsicos. Pero la librer¨ªa de barrio no es cualquier librer¨ªa: cumple un rol indispensable en el tejido cultural de las ciudades y la gente lo sabe. El ecosistema del libro es resistente a las crisis y los grandes cambios, sin dejar de ser fr¨¢gil y minoritario¡±, explica.
La relaci¨®n entre el impreso y el electr¨®nico sigue siendo, hasta ahora, cordial. El 72% de los espa?oles est¨¢ de acuerdo con que los libros f¨ªsicos y digitales pueden convivir. ¡°Conviven y deben hacerlo. El libro digital y la lectura en l¨ªnea son herramientas de estudio insoslayables¡±, apunta Cayuela. ¡°Como editores, entendemos que nuestro trabajo consiste en ofrecer alternativas de lectura en todos los formatos y soportes, para cubrir todas las variables en el acceso a los libros por parte de nuestros lectores¡±, explica Badenes.
Si bien la tecnolog¨ªa est¨¢ ayudando a la industria editorial a llegar a nuevas audiencias y generaciones que buscan nuevas maneras de contar historias, tambi¨¦n est¨¢ contribuyendo con el mercado de la nostalgia, ese que jam¨¢s superar¨¢ el tacto y olor del papel. Y es que aunque uno de cada cuatro encuestados por IPSOS considera que los libros digitales son m¨¢s sostenibles, el 51% sigue valorando el tacto del papel por encima de otras cualidades. ¡°El peligro de lo digital es la lectura fragmentaria, breve, sin la carga de profundidad de las tardes de silencio y aislamiento que impone el papel. A¨²n no hay una evoluci¨®n creativa a la altura de la tecnol¨®gica¡±, subraya Cayuela.
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