Karlos Argui?ano: ¡°En esta vida, o das pena o das envidia. Yo prefiero dar envidia¡±
El popular chef, Premio Nacional de Televisi¨®n, no piensa en la retirada despu¨¦s de 32 a?os en la tele: ¡°Me veo cocinando alb¨®ndigas mucho tiempo¡±
A punto de cumplir 73 a?os, a Karlos Argui?ano (Beasain, Gipuzkoa) le cuesta llevar la cuenta del n¨²mero de programas de cocina que ha dirigido desde su debut, en 1990. ¡°Creo que son m¨¢s de 6.500¡±, calcula. Tampoco sabe la cifra exacta de libros publicados tras 53 a?os como cocinero: ¡°Unos 56 o 57, pero me puedo equivocar¡±, dice. Cuenta por decenas los premios y homenajes. ¡°Tengo el Ondas, el TP de Oro y un porr¨®n de premios en Espa?a y Argentina¡±. Pero no disimula la alegr¨ªa que sinti¨® cuando el Ministerio de Cultura y Deporte le comunic¨® la concesi¨®n del Premio Nacional de Televisi¨®n 2021: ¡°Me ha emocionado, de verdad. Todos los premios agradan, pero este es especial porque reconoce mi labor como cocinero y comunicador durante 32 a?os. Estoy abrumado por la cantidad de felicitaciones que estoy recibiendo, desde Joan Manuel Serrat, I?aki Gabilondo o Karra Elejalde hasta el duque de Alba. Me paran en la calle, la Polic¨ªa Armada me tocaba el claxon en Madrid¡¡±.
Los 30.000 euros del premio no van a ir a su bolsillo. Antes de cobrarlos, ya ha ordenado que vayan para las ONG Zaporeak, una asociaci¨®n que da de comer a los refugiados en la isla griega de Chios, y al Banco de Alimentos de Gipuzkoa. ¡°Dono todo lo que gano por la publicidad, que es bastante dinero. Ayudo al pueblo saharaui, a Aldeas Infantiles, hace 25 a?os abr¨ª una guarder¨ªa en Caracas y he fundado con [el cocinero] Gast¨®n Acurio un comedor social para ni?os en Pachac¨²tec (Per¨²), donde se dan 300 desayunos al d¨ªa. Lo que m¨¢s me duele es que haya ni?os que no tengan comida para llevarse a la boca y ancianos que pasen fr¨ªo en invierno¡±.
Recibi¨® la llamada del ministro de Cultura, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, mientras iba en coche al dentista y le respondi¨® desde el manos libres. ¡°Me dio la enhorabuena y me dijo que estaba totalmente de acuerdo con el jurado¡±, comenta el chef, que debut¨® en la tele en 1989, cuando dirigi¨® en Euskal Telebista (ETB) un programa dedicado a cocineros vascos. En febrero de 1990 inici¨® en la misma cadena Men¨² del d¨ªa, hasta que en octubre de 1991 dio el salto a TVE tras la marcha de Elena Santonja. Despu¨¦s fich¨® por Telecinco y, tras una aventura en la televisi¨®n argentina, dirige desde 2010 el programa Cocina abierta de Karlos Argui?ano, en Antena 3. ¡°A la tele le debo mucho, porque pas¨¦ muchos apuros econ¨®micos. Compr¨¦ una casa y un hotel y me endeud¨¦ de una manera fatal, con seis hijos. Pero lo que ganaba en la televisi¨®n me permiti¨® pagar todas las deudas¡±, rememora.
De conversaci¨®n fluida y amena, muy dado a los comentarios jocosos, siempre con un chiste preparado y una an¨¦cdota que compartir, se sincera cuando confiesa que ¨¦l no es un personaje, sino ¡°el mismo t¨ªo campechano que sale todos los d¨ªas en la tele¡±. El secreto, dice, est¨¢ en ¡°hacer las cosas con cari?o¡±. Cumpli¨® 50 a?os como chef en 2018 y asegura que, ahora, con m¨¢s de 70, ya no puede hacer tonter¨ªas. ¡°Por salir en la tele no soy m¨¢s que nadie. En esta vida todos medimos lo mismo. A m¨ª no me ha costado mucho aguantar la presi¨®n medi¨¢tica durante este tiempo, porque siempre he ejercido de Karlos Argui?ano. Hablo mucho delante de la c¨¢mara, he metido la pata m¨¢s de 10 veces, pero siempre he pedido perd¨®n¡±.
No le ver¨¢n preparando grandes elaboraciones culinarias. Para qu¨¦ va a enredarse con esferificaciones, deshidrataciones o men¨²s liofilizados, si el ¨¦xito lo tiene garantizado con un marmitako, unas croquetas, una menestra de verduras o un flan. ¡°Al principio pens¨¦ que se me iba a agotar el recetario. Cuando di el paso a TVE me empezaron a temblar las piernas porque me ve¨ªa toda Espa?a, m¨¢s que un Madrid-Bar?a. Pero ca¨ª bien a la gente y de pronto me segu¨ªan tres millones de espectadores. All¨ª estaba yo, m¨¢s joven, con un conejo, cebolla, zanahoria y un chorrito de vino¡±, recuerda.
Argui?ano es un devoto de los huevos, da igual que sean fritos, revueltos, rotos, en tortilla¡ Tiene 100 gallinas sueltas y su regalo preferido son los huevos. Cada pocos d¨ªas sale a la calle con un cesto con 50 o 60 y los va repartiendo entre sus amigos y conocidos: ¡°No hay bol¨ªgrafo de oro que supere como regalo a unos huevos¡±, dice. Y no tiene duda: si tuviese que irse a una isla desierta se llevar¨ªa una docena de gallinas¡ ¡°y un gallo¡±. ¡°As¨ª disfrutan todos¡±, suelta entre carcajadas.
La popularidad ganada durante m¨¢s de tres d¨¦cadas en la televisi¨®n le ha proporcionado ¡°miles de sucedidos¡±. Recuerda el d¨ªa en que una mujer le pidi¨® un aut¨®grafo para su abuela, ya fallecida, porque quer¨ªa ¡°llev¨¢rselo a la tumba¡±. Le pregunt¨® el nombre de la abuela y escribi¨® la siguiente dedicatoria: ¡°A mi amiga Felisa, con todo mi perejil. Pronto nos veremos. Tu amigo Karlos¡±. O aquella ocasi¨®n en que una se?ora mayor de Tucum¨¢n (Argentina) clav¨® sus rodillas frente a ¨¦l y le espet¨®: ¡°Bendito sea. Hoy le ped¨ª a Dios que no quer¨ªa morirme sin conocer a Karlos Argui?ano¡±.
Miembro del grupo de talentos de la gastronom¨ªa que a mediados de los a?os setenta revolucion¨® la cocina, junto a Juan Mari Arzak o Pedro Subijana, entre otros, sigue doli¨¦ndole que le quitaran la estrella Michelin que logr¨® en 1985 para su restaurante de Zarautz (Gipuzkoa). ¡°Ahora no cocino peor, porque s¨¦ mil veces m¨¢s que hace 30 a?os y hago las cosas much¨ªsimo mejor. Me la quitaron porque estaba en televisi¨®n, pero no importa. En esta vida, o das pena o das envidia. Yo prefiero dar envidia¡±, comenta. Le encanta escuchar que es muy limpio y ordenado y que sus comidas son variadas, aunque tambi¨¦n encaja las cr¨ªticas, como las que le hac¨ªa su madre, fallecida el a?o pasado con 94 a?os: ¡°Vio todos mis programas. Se trag¨® unos 6.500. Y me dec¨ªa que era el mejor, pero que a veces dec¨ªa tonter¨ªas¡±.
Argui?ano se ha movido siempre entre muchas salsas, porque adem¨¢s de cocinar y presentar programas de recetas ha creado un entramado empresarial con inversiones en la pelota vasca o la producci¨®n televisiva, adem¨¢s de fundar en 1996 la escuela de cocina Aiala e inaugurar en 2010 la bodega K5, que produce un txakoli que se exporta a EE UU, Jap¨®n, M¨¦xico, Reino Unido y China. Son 15 hect¨¢reas de vi?edo que dirige su hija Amaia. Tiene seis m¨¢s, y 12 nietos, y siempre aprovecha para elevar a los altares a su mujer, Luisi Ameztoy. El relevo medi¨¢tico tambi¨¦n parece asegurado con su hijo Joseba (¡°gran cocinero, repostero y muy buen panadero¡±, dice su padre), que ya est¨¢ fogue¨¢ndose en varios programas. Pero al Argui?ano original le queda cuerda para rato: ¡°Me encuentro bien y este premio me da fuerza. Espero que sirva para que me renueven el contrato con Antena 3. No estoy pensando en la retirada, porque si Biden tiene 78 a?os y es capaz de dirigir un pa¨ªs como EE UU, yo tambi¨¦n me veo cocinando alb¨®ndigas mucho tiempo¡±.
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