Patricia Tob¨®n Yagar¨ª: ¡°Encontramos un rezago monumental en el cumplimiento a las v¨ªctimas¡±
La directora de la Unidad para las V¨ªctimas, una ind¨ªgena embera, considera que llevar el Estado a los territorios olvidados es uno de los mayores retos del Gobierno
Patricia Tob¨®n Yagar¨ª (Jard¨ªn, 42 a?os) es uno de los rostros m¨¢s visibles de la in¨¦dita participaci¨®n ind¨ªgena en el Gobierno de Gustavo Petro. Abogada constitucionalista, la directora de la Unidad para las V¨ªctimas procede de la comunidad embera cham¨ª ¨Cuno de tantos pueblos golpeados por el conflicto armado que Colombia busca extinguir¨C y vivi¨® sus primeros a?os en el resguardo de Karmatarr¨²a, en el departamento de Antioquia. Viene de ser la m¨¢s joven entre los 11 miembros de la Comisi¨®n de la Verdad, surgida del acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC, que entreg¨® su esperado informe final el pasado junio. El documento, entre otras, reconoce que los pueblos ¨¦tnicos han sufrido la violencia de manera desproporcionada.
¡°La guerra se dio principalmente en lo rural, y much¨ªsimas personas lo vivimos¡±, dice Tob¨®n Yagar¨ª en su nuevo despacho en el occidente de Bogot¨¢, cerca del aeropuerto El Dorado, un enorme y desangelado edificio por el que peregrinan diversos grupos de v¨ªctimas. Le toc¨® ver el territorio ind¨ªgena ocupado por grupos armados, personas que se fueron a la guerra para nunca volver y comunidades enteras confinadas por las minas. ¡°En Colombia las v¨ªctimas no se miden por un hecho victimizante sino por m¨²ltiples hechos victimizantes¡±, suele explicar. Decidi¨® ser abogada porque era una necesidad para su comunidad.
Cuando lleg¨® en agosto a dirigir la Unidad ¨Csurgida en 2012 de una ley sobre v¨ªctimas y restituci¨®n de tierras¨C se encontr¨® con un ¡°rezago monumental¡± de incumplimientos. Algunos informes se?alan que se necesitar¨ªan m¨¢s de 90 a?os para reparar integralmente a las v¨ªctimas del conflicto armado. ¡°Podemos contribuir a que las brechas de ese rezago disminuyan¡±, dice sobre un equipo de trabajo volcado sobre el terreno. ¡°La unidad va a cumplir su funci¨®n de ser el eje articulador de la pol¨ªtica de v¨ªctimas, llevando a las diferentes instituciones del Estado nacional a esos territorios¡±, promete. ¡°Adecuarse a las necesidades del territorio es un ejercicio que nos han pedido a todas las entidades del Estado. Es el reto grande que tiene este Gobierno. Vamos a cumplirle a las v¨ªctimas¡±.
En las cifras oficiales se cuentan 9.379.858 v¨ªctimas registradas, de las cuales la inmensa mayor¨ªa, el 91%, son v¨ªctimas de desplazamiento forzado. La mayor¨ªa tambi¨¦n se encuentra en situaci¨®n de pobreza. Ese n¨²mero no se reduce, por el contrario, aumenta debido a que el conflicto resurge, se lamenta la funcionaria.
De su mano llega tambi¨¦n una nueva sensibilidad a la entidad. ¡°Soy ind¨ªgena, he trabajado toda mi vida en favor de las v¨ªctimas en muchos territorios donde no hay Estado, donde el Estado han sido las propias comunidades, las organizaciones ind¨ªgenas, afrodescendientes, campesinas, de derechos humanos y la iglesia, donde han sido los liderazgos comunales quienes han tenido que intentar resolver, con lo que pueden, la realidad que padecen¡±, rememora sobre su curr¨ªculo, que incluye el proceso de escucha profunda de la Comisi¨®n de la Verdad. ¡°Por muchos a?os hice el seguimiento de las ¨®rdenes que los jueces daban a las entidades, e hice anotaciones sobre el incumplimiento de esta entidad, de la Unidad para las V¨ªctimas, y observaciones de la ausencia de los enfoques de trabajo de la ruralidad, del enfoque ¨¦tnico, de g¨¦nero¡±, detalla.
Eso va a requerir una transformaci¨®n para abrirse a la ruralidad, a los enfoques de g¨¦nero, a lo ¨¦tnico y a la implementaci¨®n del acuerdo de paz. Una de sus grandes tareas, afirma con convicci¨®n, es que la Unidad se ponga al d¨ªa en el cumplimiento de las ¨®rdenes judiciales, de la Contralor¨ªa y la Procuradur¨ªa, as¨ª como articular a la entidad con el Sistema Integral para la Paz, surgido del acuerdo con las FARC, pero tambi¨¦n con el de Justicia y Paz, que sali¨® del proceso con los paramilitares, y con todo lo que se debate ahora mismo en el marco de la paz total que persigue este Gobierno.
Tob¨®n Yagar¨ª es tambi¨¦n la funcionaria de m¨¢s alto nivel que ha llegado hasta el Alto And¨¢gueda, en el departamento de Choc¨®, el territorio de donde salieron desplazados por la violencia muchos ind¨ªgenas embera empujados a la mendicidad en ciudades como Bogot¨¢. En noviembre lleg¨® a esa comunidad, a la cabeza de medio centenar de funcionarios de distintos ministerios, con el prop¨®sito de resolver el problema cr¨®nico del desplazamiento. El retorno de los embera fue tambi¨¦n el motivo del primer acuerdo alcanzado en la mesa de negociaci¨®n del Gobierno con la guerrilla del ELN en Caracas.
Las protestas de los embera que llevan dos a?os en asentamientos en Bogot¨¢ desemboc¨® en una batalla campal en el centro de la capital en octubre. Entonces se inici¨® un di¨¢logo entre el Gobierno y los ind¨ªgenas, en el que ha estado muy involucrada. ¡°Una de las grandes conclusiones de esas reuniones es que era necesario poder dialogar con el ELN sobre el retorno de los embera, y garantizar que ellos pudieran de verdad estar en sus territorios¡±, cuenta. El eventual regreso depende de apaciguar el conflicto. ¡°El nuevo Sistema Integral de Atenci¨®n a las V¨ªctimas se abre a un proceso de articulaci¨®n conjunta con el alto comisionado de Paz, con el Ministerio de Defensa, porque hay muchos territorios confinados¡±, agrega. ¡°La paz no puede significar otra cosa que recuperar para esas poblaciones la posibilidad de reconstruir sus proyectos de vida¡±, enfatiza.
¡°La pol¨ªtica de paz total busca que el alto comisionado de Paz, en aquellos territorios donde hay conflicto armado, dialogue con esos grupos¡±, explica Tob¨®n Yagar¨ª con un tono pausado. ¡°La Unidad para las V¨ªctimas trabaja para que a esos territorios llegue el Estado, articulado para atender a esas v¨ªctimas. Entonces, uno de los asuntos primordiales tambi¨¦n en este di¨¢logo es que en esos lugares realmente cambie la situaci¨®n, y el Estado pueda llegar¡±. Se refiere a una oferta institucional concreta que incluya v¨ªas, salud, educaci¨®n, vivienda o agua potable. ¡°La necesidad es tan grande que vamos a tener que trabajar tambi¨¦n modelos comunitarios de cooperaci¨®n de estas mismas obras¡±, concede.
La directora de la Unidad de V¨ªctimas hace parte de los nombramientos que han roto el techo del poder ind¨ªgena en Colombia. Se suma a Leonor Zalabata, defensora de derechos humanos arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, que se desempe?a como embajadora de Colombia ante la ONU en Nueva York, y al director de la Unidad de Restituci¨®n de Tierras, Giovani Yule, de la comunidad nasa del Cauca. ¡°La Comisi¨®n de la Verdad abri¨® un espacio muy importante de participaci¨®n y escucha a los ¨¦tnicos¡±, valora Tob¨®n Yagar¨ª. ¡°Eso permiti¨® tambi¨¦n visibilizar y generar una conciencia p¨²blica de que los pueblos ¨¦tnicos son sujetos de construcci¨®n de paz, que tienen propuestas y capacidades de ayudar a construir un pa¨ªs distinto¡±.
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