La universidad p¨²blica argentina, un referente en Latinoam¨¦rica en riesgo
La educaci¨®n gratuita y las reformas lideradas por estudiantes argentinos han inspirado otros movimientos. Ahora las instituciones est¨¢n en jaque por los recortes presupuestarios
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En Argentina la ense?anza universitaria es p¨²blica, gratuita y de calidad. Hay 115 universidades y en las 63 p¨²blicas estudia el 80% de los 2,5 millones de estudiantes, seg¨²n los datos oficiales del Departamento de Informaci¨®n Universitaria. La Universidad de Buenos Aires (UBA), la mayor del pa¨ªs, con 385.048 estudiantes, est¨¢ entre las 100 mejores del mundo y lidera la lista latinoamericana, seg¨²n el QS World University Rankings 2025, por delante de la Universidad de S?o Paulo (USP), la Pontificia Universidad Cat¨®lica de Chile (UC) y la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Los cinco premios Nobel argentinos se educaron en la UBA, y le siguen en tama?o la Nacional de C¨®rdoba y la Nacional de La Plata.
La primera de estas dos es, incluso, m¨¢s antigua que Argentina. La fundaron los jesuitas en 1613, cuando C¨®rdoba era capital de la Provincia del Paraguay de la Compa?¨ªa de Jes¨²s. Es tambi¨¦n una de las universidades m¨¢s antiguas de Am¨¦rica, que ha funcionado ininterrumpidamente desde hace 411 a?os, dos siglos m¨¢s que la de Buenos Aires, de 1821. Para ponerle perspectiva, Harvard, la primera de Estados Unidos, es de 1636.
Por el otro lado, la sede original de la de C¨®rdoba est¨¢ en la Manzana Jesu¨ªtica, un conjunto de edificios declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¡°Convirti¨® a C¨®rdoba en epicentro cultural y educativo hasta hoy. Por eso la ciudad se conoce como La Docta¡±, explica Gloria Palacio en el patio principal del Antiguo Rectorado, ahora Museo Hist¨®rico de la Universidad. Experta en patrimonio cultural material, Palacio trabaja en el museo desde que se inaugur¨® hace 24 a?os. Ense?a la colecci¨®n de mapas americanos desde el siglo XVI y la de libros incunables, las primeras producciones de imprenta. ¡°En el Sal¨®n de Grados, se defend¨ªan las tesis doctorales¡±, dice, y abre la puerta de una sala abovedada con las paredes decoradas con sedas y boiseries. Del techo cuelgan l¨¢mparas de ara?a y en el centro est¨¢ la c¨¢tedra, el balc¨®n para el director de tesis, por encima del estudiante candidato a doctor. Hasta hace un siglo, este tipo de estructura jer¨¢rquica era absoluta, los estudiantes no ten¨ªan voz ni voto, y tampoco exist¨ªa libertad de c¨¢tedra.
¡°Hombres de una Rep¨²blica libre, acabamos de romper la ¨²ltima cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominaci¨®n mon¨¢rquica y mon¨¢stica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. C¨®rdoba se redime. Desde hoy contamos para el pa¨ªs una verg¨¹enza menos y una libertad m¨¢s¡±, recita Palacio en el centro del Sal¨®n de Grados. Es el inicio del Manifiesto Liminar, texto base de la reforma universitaria de 1918. El 15 de junio de aquel a?o, un grupo de estudiantes invadi¨® este sal¨®n para evitar la elecci¨®n del rector y comenzar una huelga general definitiva.
El manifiesto se titulaba: La Juventud argentina de C¨®rdoba a los Hombres Libres de Sudam¨¦rica y traspas¨® fronteras. Inspir¨® reformas universitarias en la regi¨®n y movimientos estudiantiles como el de Mayo de 1968 en Francia o las revueltas de los a?os sesenta en Estados Unidos. En Argentina, la reforma de 1918 acab¨® en una ley universitaria que estableci¨® la libertad de c¨¢tedra e incluy¨® a docentes y estudiantes en el cogobierno de las universidades. En 1949, durante el Gobierno de Juan Domingo Per¨®n, empez¨® la gratuidad. ¡°He estudiado gracias a que la educaci¨®n sea p¨²blica¡±, afirma Palacio, primera graduada universitaria de su familia y que a sus 57 a?os est¨¢ inmersa en un doctorado en Estudios Sociales de Am¨¦rica Latina. ¡°Quiero finalizar mi carrera profesional haciendo un aporte original a la ciencia vinculado a mi trabajo desarrollado aqu¨ª¡±, dice.
¡°Mi hijo el doctor¡±, la identidad de la clase media argentina
¡°En Argentina, la educaci¨®n p¨²blica ha sido el principal movilizador social. Es un pa¨ªs de inmigrantes europeos. Como el t¨ªtulo de la obra teatral M¡¯hijo el dotor, del dramaturgo uruguayo Florencio S¨¢nchez, todos quer¨ªan que sus hijos progresaran a trav¨¦s de la universidad. Eso es la reforma universitaria de C¨®rdoba¡±, explica el cirujano, docente y exrector Hugo Juri en un despacho del actual campus de la Universidad Nacional de C¨®rdoba, dos kil¨®metros al sur de la Manzana Jesu¨ªtica. Hasta 2022 fue rector en tres mandatos y ahora es rector de la Universidad del Sentido, la primera civil del Vaticano. El m¨¦dico formado entre C¨®rdoba y Estados Unidos tiene 75 a?os y es experto en crisis universitarias. Fue ministro de Educaci¨®n de Argentina en 2001, durante el Gobierno de Fernando de la R¨²a, sucesor de Carlos Menem. ¡°Dimit¨ª porque intentaban hacer un ataque liberal a la universidad, como ahora¡±, afirma. Ha ido a muchas marchas en defensa de la educaci¨®n p¨²blica, la ¨²ltima en abril, contra los ajustes implementados por el Gobierno de Milei.
Juri piensa que la universidad es m¨¢s necesaria que nunca. ¡°El 100% de la poblaci¨®n debe tener educaci¨®n superior. Para saber c¨®mo votar, qu¨¦ significan algoritmos, fake news, etc., y para reconvertir los conocimientos o buscar nuevos trabajos¡±. Pero tambi¨¦n cree que la universidad debe adaptarse a los nuevos tiempos. ¡°Como dec¨ªa el soci¨®logo Alain Touraine, somos muy progresistas para fuera, pero muy conservadores para dentro. Ya no es tan necesario el t¨ªtulo, excepto en dos o tres carreras. Se necesita interdisciplinariedad y actualizaci¨®n permanente¡±, apunta. Y a?ade que, adem¨¢s de la universidad cl¨¢sica, hay formaci¨®n online y por tramos.
El docente pone como ejemplos el proyecto EDX impulsado por Harvard, Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Khan Academy, que proponen clase invertida. ¡°Se da el material a los estudiantes y se nivelan entre ellos. El profesorado tiene rol de conductor. Si no lo hacen las universidades, lo har¨¢n otros. Hoy, el mayor proveedor de educaci¨®n superior del mundo es YouTube¡±, pondera.
Pero no todo es rapidez y ajustarse al mercado. A unos metros del despacho de Juri est¨¢ la facultad de Filosof¨ªa y Humanidades, una de las m¨¢s reflexivas del campus. Pablo Requena, profesor de Historia Argentina Contempor¨¢nea, explica que ¡°la identidad nacional argentina se construy¨® a trav¨¦s de la universidad p¨²blica. El peso enorme que tiene respecto a otras latinoamericanas tiene que ver con los dos grandes hitos que convirtieron a la universidad en p¨²blica y de masas: la reforma de 1918 y la gratuidad de 1949¡å. Piensa que los sectores conservadores hacen cr¨ªticas de forma. ¡°Como no pueden criticar la excelencia, dicen que est¨¢ sucia¡±, opina.
Requena lleva 20 a?os trabajando en la Universidad y nunca ha visto carencias como las actuales, donde no llegan fondos ni para el papel higi¨¦nico. ¡°Afectan a salarios de trabajadores, funcionamiento cotidiano y sistema cient¨ªfico. Se limita la labor investigativa, tambi¨¦n la del Conicet [Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas]. Es un ataque global a la universidad p¨²blica¡±, critica. Cree que la idea del Gobierno de que hay que auditar las universidades fue una respuesta apresurada a la marcha federal del pasado 23 de abril por la educaci¨®n p¨²blica. ¡°Es no saber c¨®mo funcionan las universidades, que son entes aut¨¢rquicos, tienen autonom¨ªa y mecanismos de control y fiscalizaci¨®n¡±. Las auditan dos organismos: AGN y SIGEN, y cada universidad tiene su auditor¨ªa interna y p¨²blica, como la Auditor¨ªa General de la UBA. ¡°La manera de hacer pol¨ªtica de las nuevas ultraderechas es desviar la atenci¨®n¡±, opina Requena.
Pero la crisis contempor¨¢nea de la universidad no es la ¨²nica del ¨²ltimo siglo: en 1930, la reforma retrocedi¨® con el golpe de Estado del general Uriburu y, en 1966, con el del general Ongan¨ªa, cuando sufri¨® uno de los momentos m¨¢s tr¨¢gicos que pas¨® a conocerse como La noche de los bastones largos. En ese entonces, la guardia de infanter¨ªa entr¨® en facultades y golpe¨® con bastones a docentes, alumnos y graduados que las ocupaban para que se respetara el estatuto universitario. Adem¨¢s, durante la dictadura c¨ªvico-militar (1976-1983) hubo una persecuci¨®n sistem¨¢tica. El 21% de los desaparecidos en ese per¨ªodo fueron estudiantes universitarios, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional sobre la Desaparici¨®n de Personas (Conadep).
Para 1983, sin embargo, la universidad empez¨® a recuperarse con la vuelta de la democracia. En los noventa pas¨® una crisis financiera durante el Gobierno liberal de Carlos Menem y, a partir de los 2000, se abrieron decenas de universidades y aument¨® el n¨²mero de matr¨ªculas. Siguieron los vaivenes financieros, hasta que en 2024, ya con el Gobierno de Javier Milei, vive una crisis grave que est¨¢ derivando en protestas multitudinarias.
El ataque de Milei a la universidad p¨²blica
El 23 de abril de 2024 fue un d¨ªa del libro peculiar en Argentina, con la Feria del Libro vac¨ªa por la crisis econ¨®mica y por las protestas en defensa de la universidad p¨²blica que movilizaron al pa¨ªs. La de Buenos Aires lider¨® las marchas, con 800.000 manifestantes en las calles, seg¨²n la UBA. ¡°La patria no se vende, la patria se defiende¡±, coreaba una multitud en la plaza del Congreso a las seis de la tarde. Laura Larrache, de 21 a?os, sobresal¨ªa entre las miles de cabezas, sentada en una valla de dos metros. Estudia piano cl¨¢sico en la UBA, donde adem¨¢s trabaja como administrativa. Lleg¨® de la Patagonia al igual que Felipe Urretabizkaya, de 23 a?os, que quiere ser periodista. ¡°Vinimos a estudiar para hacernos una vida, romper el techo¡±, explican aferrados a la valla para no caer. Estudiantes, docentes y no docentes de p¨²blicas y privadas, profesorado de villas ¡ªbarrios informales¡ª, menores y jubiladas, marchaban pac¨ªficamente por el tridente de avenidas que confluyen en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del gobierno al que piden cuentas.
En Mendoza, una de las provincias donde Milei arras¨® en las ¨²ltimas elecciones, con un 71% de los votos, tambi¨¦n hubo una movilizaci¨®n grande. ¡°Es sorprendente que tanta gente se convocara aqu¨ª¡±, reconoce Julia Neglia Da Pr¨¢, de 22 a?os. Es presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Nacional de Cuyo. En el campus, al pie de los Andes, todav¨ªa quedan pintadas de Milei 2023 en pavimentos y muros. Un grupo de estudiantes prepara carteles en la puerta de la facultad de Pol¨ªticas. ¡°Es propaganda para las elecciones. Elegimos representantes estudiantiles para los ¨®rganos de gobierno de la universidad que, como es p¨²blica, sigue un proceso muy democr¨¢tico¡±, explica Neglia, que pertenece a la Agrupaci¨®n Rodolfo Walsh, con ideolog¨ªa cercana al peronismo. ¡°En nuestra facultad no se han consolidado a¨²n frentes pro-Milei, pero est¨¢n form¨¢ndose. S¨ª hay en Derecho y Ciencias Econ¨®micas, donde tiene muchos adeptos¡±.
Cuenta c¨®mo el viernes previo a la segunda vuelta electoral, los simpatizantes de Milei se hicieron notar: ¡°La facultad amaneci¨® llena de pintadas con mensajes de odio: ¡®antro marxista, se les termina la joda, zurdos adoctrinadores¡¯... Se arm¨® un revuelo gigante, hicimos una asamblea y fue muy desgarrador porque quienes vivieron la dictadura dec¨ªan que as¨ª empez¨®, que no fue de un d¨ªa para el otro¡±. Neglia no tiene miedo. Da la vuelta al edificio para mostrar el mural en el que han resignificado una de las pintadas a?adiendo tres letras. De ¡°No ense?an, adoctrinan¡± ha pasado a: ¡°Nos ense?an, no adoctrinan¡±, junto a referencias a Rosa Luxemburgo y Pablo Freire, que dec¨ªan que ense?ar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producci¨®n o construcci¨®n.
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