Un feminismo generoso
Creer que la causa de las mujeres es ajena a la voluntad de mejora de un mundo cada d¨ªa m¨¢s amenazado por la codicia y el nihilismo de quienes no piensan ni en el futuro de sus nietos es empobrecerla
Es escritora y guionista. Trabaj¨® en RNE toda la d¨¦cada de los 80. Gan¨® el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A coraz¨®n abierto'. Su ¨²ltimo libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PA?S y la Cadena SER.
Creer que la causa de las mujeres es ajena a la voluntad de mejora de un mundo cada d¨ªa m¨¢s amenazado por la codicia y el nihilismo de quienes no piensan ni en el futuro de sus nietos es empobrecerla
Me sorprendi¨® la vehemencia con que S¨¦mper, este hombre bienhumorado, quiso denunciar el puritanismo izquierdil. El problema es que sus ejemplos concretos no se ajustaban a lo que se llama censura, prohibici¨®n o cancelaci¨®n
No pude evitar pensar en nuestra campa?a electoral como una muestra extraordinaria de esa incontenible vanidad que nos lleva a ser golosamente autorreferenciales
Habr¨ªa que revisitar los singulares m¨ªtines del Alfonso batallador y falt¨®n para tranquilizar a estos viejos socialistas que temen por la deriva radical populista del PSOE
No era a¨²n el presidente Berlusconi, pero ya hab¨ªa conseguido dinamitar la cultura popular en Italia; ahora, se dispon¨ªa a hacerlo con alegr¨ªa en Espa?a
En ¡®La mala costumbre¡¯, Alana S. Portero habla de una adolescente marica que, llegada del barrio obrero de San Blas a Chueca, pod¨ªa permitirse el lujo de acariciarse con un chico por vez primera en p¨²blico
Garz¨®n, el que ha sido ministro de una cartera sin dinero, trajo al debate p¨²blico asuntos que ya est¨¢n en la agenda de pa¨ªses m¨¢s avanzados que el nuestro en materia medioambiental
Esta estrategia de acabamiento del adversario en la que todo vale, tanto la mentira como la siembra de la sospecha, no sale del todo gratis a quien se acoge a ella
La insidia pol¨ªtica tiende a distraernos de lo urgente y enfangarnos en debates tramposos
Lo parad¨®jico es que el empe?o por esconder los desmanes del monarca haya acabado por destapar el marrullerismo y la nula transparencia del r¨¦gimen que se dec¨ªa proteger
Hay en el relato de Carme Elias que se mueve entre los recuerdos de acero del pasado y los ingr¨¢vidos de la memoria reciente una generosidad incomparable, una conciencia de dejar por escrito la esencia de una misma antes de perderse en las brumas
Habitando como lo har¨¢n en la era de las restricciones, maldecir¨¢n la forma de vida de sus antepasados
Qu¨¦ desperdicio cuando alguien tiene delante a una persona experimentada y en vez de atender, juzga. Luz Casal fue una diosa en el escenario y lo sigue siendo
Es desolador que a¨²n no se haya creado una mesa a la que se siente el Gobierno andaluz, el de Espa?a y cient¨ªficos y t¨¦cnicos que sit¨²en el problema en sus verdaderas proporciones sin esperar a que venga Europa a multarnos
Abundan esos nost¨¢lgicos de pacotilla que rememoran aquella libertad que dejaba sitio a los chulos para rob¨¢rsela a los d¨¦biles o socialmente excluidos
Hay en nuestra memoria alg¨²n recuerdo inquietante de la ni?ez: ese momento en el que nos separ¨¢bamos del grupo para acudir d¨®ciles al requerimiento de un adulto que nos llevaba a un aparte, ?qu¨¦ habr¨ªa ocurrido si finalmente no hubi¨¦ramos sentido el impulso de salir corriendo?
El ciudadano Tamames est¨¢ mayor porque lo es, pero lo que yo escuch¨¦ de su boca est¨¢ al alcance de los o¨ªdos de cualquiera no solo dicho por Vox sino por la derecha
No hay un plan trazado o no se nos cuenta c¨®mo atajar esta violencia porque cuando quien agrede es un menor nos quedamos sin discurso
Es triste que se piense que la poblaci¨®n, en su conjunto, es incapaz de obtener placer y darlo, incluso de sentirse en la gloria si el amor se da cita en el encuentro
Siguiendo la estela de Grace Paley debi¨¦ramos tambi¨¦n las escritoras encontrar nuestra propia forma de expresi¨®n para no estar cautivas de una jerga que apela m¨¢s a un grupo privilegiado que a la diversidad
Hoy percibo a mi alrededor una obsesi¨®n enfermiza por preparar a los ni?os para la gran competici¨®n futura en el mercado laboral.
La buena literatura infantil debe tener algo transgresor, subversivo y no pedag¨®gico, para que los ni?os sientan que entran en un terreno de plena soberan¨ªa
Observo a un Gobierno que asegura no querer romper su coalici¨®n, al tiempo que no cesa de lavar los trapos sucios a los ojos de cualquiera, incluidos sus posibles votantes
Era un hombre de un prodigioso talento visual, un artista que se entreg¨® como solo los ni?os saben hacerlo a sus juegos
Parece que hemos establecido una divisi¨®n insalvable entre pecadores e inocentes, as¨ª que m¨¢s vale apuntarse al se?alamiento de cualquier chivo expiatorio para situarnos en el bando de los libres de pecado
Es necesario ver ahora el caso del pub sevillano para observar de qu¨¦ manera particip¨® un pa¨ªs en el linchamiento de Javier Gurruchaga, Jes¨²s V¨¢zquez, Manuel Rico Lara y Jorge Cadaval
Como siguiendo los consejos de un libro de psicolog¨ªa baratuna estamos dispuestos a creer que comerciar con cualquier asunto privado nos alivia y nos empodera
Las que no tuvimos educaci¨®n sexual, las que nos buscamos la vida en soledad, no vamos a permitir que un se?or que dice no saber mucho de embarazos quiera estrechar los derechos de las mujeres
Al no conseguir el puesto que ambicionaban, los hombres de poder se sienten arrinconados y buscan cobijo en el adversario. ?Responde esta reacci¨®n a una ideolog¨ªa o al despecho?
Nunca es tarde para animarse a la rebeli¨®n contra los caminos predeterminados: que ni las modas ni las obsesiones propias ni lo que se espera de nosotros decidan los libros que vamos a leer o las pel¨ªculas que vamos a ver este a?o que empieza
Debemos saber de d¨®nde diablos surge ese tipo, c¨®mo fue educado, si tiene un entorno que lo apoya, si creci¨® aprendiendo a despreciar a las mujeres. Para luchar contra la violencia hay que conocer su naturaleza
La familia ha tenido que ir asumiendo que la naturaleza de sus miembros no era la misma en que aquel cine, espejo de la realidad franquista, la retrataba en los sesenta
Cierto sector de la poblaci¨®n est¨¢ convencido de que Espa?a se derrumba y que solo se salvar¨¢ si acude en su auxilio la derecha que patrimonializa el manual del buen espa?ol
Choca que en estos tiempos en los que las mujeres tratamos de dignificar las diferentes fases a las que nos somete la fisiolog¨ªa, siga siendo tab¨² lo que les ocurre a los hombres en esa zona sagrada de su anatom¨ªa
Dicen que cuando se muere un ser querido te acabas acordando de sus caracter¨ªsticas m¨¢s irritantes, y eso debe sucederme cuando creo que falta la voz del hombre iracundo que hac¨ªa tiempo que sent¨ªa hacia la realidad una profunda extra?eza
La ridiculizaci¨®n de las mujeres es un arma eficaz porque desconsuela, pero no hay que achantarse y menos en unos tiempos en que nos sentimos y estamos m¨¢s acompa?adas
Es esta una triste historia, en parte porque al hecho de no ser aceptado por una enfermedad latente, se suma el desconsuelo de sentirse moralmente rechazado
Es cierto que las lectoras venimos reclamando con toda justicia nuestro leg¨ªtimo espacio como creadoras, pero resulta dif¨ªcilmente soportable que esta reivindicaci¨®n del espacio est¨¦ inspirada por un esp¨ªritu revanchista
Dejando a un lado las peculiaridades culturales de cada pa¨ªs, la mentira es hoy una manera de ganar elecciones
Se esfuerzan los cr¨ªos, mucho, pero su realidad no les respalda. Y es a los que carecen de voz a quienes debemos prestarles la nuestra