Las hermosas derrotas de Mart¨ªn
El v¨ªdeo de un ni?o se hace viral por su sencillez en contar sus derrotas, sin mentiras ni subterfugios
¡®Podcast¡¯ | Una dana y una tormenta pol¨ªtica: ?c¨®mo se reconstruye la confianza?
Tras esta crisis, a la tarea de recomposici¨®n de las calles y las casas de Valencia se le sumar¨¢ la de la confianza en las instituciones, en los servicios y en las autoridades
No nos olvid¨¦is
Una vez contada la tragedia de Valencia, es igual de necesario estar atentos a las dilaciones y vicios de la reconstrucci¨®n
Maz¨®n, el s¨ªndrome del falso testigo
El presidente de la Generalitat dijo admitir sus errores, pero en realidad construy¨® una verdad paralela para protegerse. Solo se emocion¨® cuando habl¨® de s¨ª mismo
El trabajo de ser el Gobierno en Valencia
Una jornada con Pilar Bernab¨¦, la delegada del Ejecutivo que cada ma?ana examina la evoluci¨®n de la zona cero: ¡°Emergencias dec¨ªa una cosa y los alcaldes me dec¨ªan otra¡±
El autob¨²s 27 no es el 47, y es una pena
Cuando escampe, no solo habr¨¢ que reconstruir las casas, sino la ilusi¨®n antigua de salir adelante. Materia prima hay
Maz¨®n huye perseguido por s¨ª mismo
La presencia del presidente valenciano despierta ya una ola de animadversi¨®n entre sus vecinos, y su marcha, alivio entre los suyos
Ya no queda esperanza en la Albufera
El guardia civil, el bombero, la doctora y hasta el joven voluntario son el Estado; lo dem¨¢s, solo ruido
El barro se convierte por fin en rabia
Hasta ayer, la ciudad de Valencia parec¨ªa vivir ajena a la tragedia que viven miles de vecinos a solo unos kil¨®metros
Un caf¨¦ con coraz¨®n para salvarnos del barro
Hacer la compra en pueblos como Paiporta se convierte en una odisea, entre barricadas de escombros y mareas de fango
El fango de la corrupci¨®n navega entre dos aguas
La urgencia en la contrataci¨®n de las grandes obras suele ser un reclamo para personajes sin escr¨²pulos
El d¨ªa que la tragedia viene a buscarte, y est¨¢s solo
¡°Nos hemos sentido abandonados¡±, lamenta un vecino de Paiporta afectado por la riada
El adi¨®s a las cosas que no se pueden comprar
La inundaci¨®n no solo se ha llevado por delante vidas y viviendas enteras, sino tambi¨¦n los recuerdos de varias generaciones
Sean valientes, vean la pel¨ªcula de Nevenka
Ic¨ªar Bolla¨ªn retrata a la concejal de Ponferrada, pero tambi¨¦n a los colaboradores necesarios del acoso
Espa?a, un pa¨ªs incre¨ªble
Critica el pacto migratorio de Italia con Libia y T¨²nez, pero deja a los saharauis en manos de Marruecos
Ante la duda, c¨¢llate
La logopeda In¨¦s Rodr¨ªguez ense?a c¨®mo tratar a los discapacitados. Sus consejos pueden aplicarse a todos los ¨¢mbitos
El d¨ªa a d¨ªa de Noelia y sus trillizos
El fot¨®grafo Jos¨¦ Antonio de Lamadrid conoci¨® a Noelia Aguilar y a sus trillizos, afectados por el trastorno del espectro autista, cuando ten¨ªan 17 a?os y los ha acompa?ado con su c¨¢mara hasta ahora, en las v¨ªsperas de su 30? cumplea?os. Esta es la lucha de una madre por que Jaime, ?lvaro y Alejandro tengan una vida buena, m¨¢s all¨¢ del aislamiento y la incomprensi¨®n. ¡°Donde no entran mis hijos no entro yo¡±
Puigdemont, ven en tren
Las redes tratan al expresident catal¨¢n como una figura rid¨ªcula, un pir¨®mano capaz de incendiar la pol¨ªtica por venganza
Terrorismo machista y turra politiquera
Los asesinatos de mujeres ya forman parte del paisaje, la herencia macabra de un pa¨ªs que mira para otro lado
La verg¨¹enza de llevarse bien
La foto del pacto entre Gonz¨¢lez Pons y Bola?os se qued¨® vieja en los kioscos esa misma ma?ana
Tres a?os de la ley de eutanasia: atrapados entre la burocracia y el sufrimiento
La mitad de los solicitantes ve rechazada su petici¨®n y un tercio fallece durante el proceso
La ultraderecha que llevo dentro
Si el sue?o europeo result¨® contagioso en un pa¨ªs tantos a?os encerrado sobre s¨ª mismo, tambi¨¦n puede resultarlo la pesadilla que ya afecta a otras naciones
?Y t¨², qu¨¦ hac¨ªas cuando destru¨ªan Gaza?
La tragedia palestina no obtiene demasiada respuesta m¨¢s all¨¢ de los j¨®venes acampados y las discusiones en redes
M¨¢s viejos, m¨¢s cansados, m¨¢s tristes
La deportaci¨®n masiva de inmigrantes que intenta el primer ministro brit¨¢nico ya la ensay¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en 1996
No hay desahucio en el caser¨ªo
EH Bildu ha evitado durante la campa?a cualquier tipo de pol¨¦mica con el PNV
Los achaques de la sanidad p¨²blica vasca
La contestaci¨®n social por el deterioro de la atenci¨®n primaria del Servicio de Salud explota en plena campa?a?electoral
Euskera y espa?ol conviven en la calle y chocan en la Administraci¨®n
La lengua vasca se conoce m¨¢s que nunca, pero su uso no alcanza la misma proporci¨®n. Las medidas para garantizar su presencia en la ense?anza y el funcionariado provocan desencuentros
Candidatos tranquilos, lucha feroz
La renovaci¨®n en nombres y en juventud de los aspirantes a gobernar Euskadi se produce en un momento hist¨®rico en el que el PNV puede perder la hegemon¨ªa
Malditas sean las guerras y los canallas
La muerte en Gaza de los trabajadores de la ONG del chef Jos¨¦ Andr¨¦s desata un ajuste de cuentas con el famoso cocinero
Apolog¨ªa de la vista gorda
El disfraz de Koldo ha ca¨ªdo, pero ya hay sobre el tapete otro asunto: el del novio de D¨ªaz Ayuso
¡®Podcast¡¯ | 11M: Un conserje, un instituto convertido en hospital y la llamada del presidente
Recordamos los atentados del 11 de marzo de 2004 y el modo en el que la mentira se institucionaliz¨® en la pol¨ªtica
V?DEO | El juez y la fiscal del 11-M: ¡°A quienes m¨¢s da?o hizo la conspiraci¨®n fue a las v¨ªctimas¡±
Javier G¨®mez Berm¨²dez y Olga S¨¢nchez defienden el trabajo de la polic¨ªa y coinciden en que el bulo ¡°revictimiz¨®¡± a los familiares de quienes fallecieron o resultaron heridos en los atentados yihadistas
El gran bulo del 11-M: as¨ª se fabric¨® la teor¨ªa de la conspiraci¨®n tras los atentados
El Titadyn que apuntaba a ETA. La mochila de Vallecas. El ¨¢cido b¨®rico. La tarjeta del grupo Mondrag¨®n. La furgoneta Kangoo. El ¡°ni en desiertos remotos ni en monta?as lejanas¡±. Un recorrido por las insidias, mentiras y personajes que torpedearon la investigaci¨®n
Sumar, el desorden de tu nombre
El gran batacazo de la izquierda en Galicia es una oportunidad para repensar el proyecto m¨¢s all¨¢ del ¡®marketing¡¯
Un tsunami llamado Garc¨ªa-Castell¨®n
El juez de la Audiencia Nacional se ha convertido en una pesadilla constante para el Gobierno
Marlaska escurre el bulto
El ministro del Interior vuelve a ser reconvenido por el Tribunal Supremo, pero la red social se enreda en Urtasun y Bola?os
La valent¨ªa de recobrar una amistad rota por el terrorismo
El m¨¦dico y pianista Ricardo Casas y el profesor y escritor Francisco Uzcanga llevaban 40 a?os sin verse desde su ¨¦poca de estudiantes en San Sebasti¨¢n. Ahora han escrito a cuatro manos un libro en el que, con un fondo de m¨²sica de piano, hablan de la memoria, el perd¨®n y el olvido
No es terror, es terrorismo machista
En 2023 fueron asesinadas 55 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Cuatro de ellas en un solo d¨ªa
Ellos ya somos nosotros
El ¨¦xito de un colegio de Barcelona lleno de inmigrantes nos da la clave. La integraci¨®n es posible, siempre que nos la tomemos en serio
PP y PSOE, aprendan de Bildu
Los abertzales compaginan la pol¨ªtica en Madrid con el apoyo de los presos de ETA en Euskadi. Las v¨ªctimas, en cambio, se sienten solas