La m¨²sica que naci¨® de los versos de Baudelaire
La obra del poeta franc¨¦s, cuyo bicentenario se celebra el 9 de abril, ha servido de inspiraci¨®n m¨²sicos de toda clase, desde Debussy hasta Stereolab
![Baudelaire](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DJVRAVNNV5C3BMNE4AMM35BGWQ.jpg?auth=dd222e5f60e3149bc4ec6af5027e43f7893205918dad2c05ea5d071b87cf1045&width=414)
Muchos artistas han puesto m¨²sica a los versos de Charles Baudelaire, de cuyo nacimiento se cumplen 200 a?os el 9 de abril. La canci¨®n baudelairiana m¨¢s antigua de esta lista data de alrededor de 1871 y es la versi¨®n de Gabriel Faur¨¦ de La ran?on ?poema incluido en el libro de 1866 Les ¨¦paves, que tambi¨¦n conten¨ªa los poemas censurados en la primera edici¨®n de Las flores del mal?, donde el poeta explica el sencillo pero endemoniado rescate que debemos pagar para salvarnos: solo lo podemos hacer a trav¨¦s del arte o del amor. La vie ant¨¦rieure, de 1884, es la ¨²ltima canci¨®n que compuso Henri Duparc. Es uno de los primeros poemas de Spleen et id¨¦al, la primera parte del libro. Entre 1887 y 1889, un joven Debussy que empezaba su carrera le compuso cinco canciones para voz y piano, entre ellas la Harmonie du soir que aparece aqu¨ª y que es uno de los poemas que se suele utilizar para explicar la teor¨ªa de las correspondencias de Baudelaire. De 1898 es la canci¨®n Les hiboux, de D¨¦odat de S¨¦verac. Los b¨²hos (¡°¡ como dioses extranjeros / que clavan su mirada roja¡¡±), al igual que los gatos, son animales de cuya actitud extrae Baudelaire una ense?anza para la vida.
Ya en el siglo XX, Baudelaire sigui¨® ejerciendo su influjo en multitud de m¨²sicos que consideraban la m¨²sica como una rama de la poes¨ªa. Cuesta imaginar qu¨¦ habr¨ªa sido de la canci¨®n francesa, y de Francia misma, si Baudelaire no hubiese paseado por Par¨ªs d¨¦cadas antes. L¨¦o Ferr¨¦ le dedic¨® un disco entero, y en sus composiciones propias se puede rastrear la influencia maldita. A su versi¨®n de A une malabaraise le ha dotado de un ritmo antillano y cabaretero que recuerda a Jeanne Duval, la amante de Baudelaire y probable inspiraci¨®n para La serpent qui danse, que cant¨® Serge Gainsbourg con ritmos igual de c¨¢lidos. En la versi¨®n de Juliette Noureddine de Franciscae meae laudes, el poema que Baudelaire escribi¨® en lat¨ªn en honor de una modista, esa lengua demuestra una sorprendente simpat¨ªa por la percusi¨®n. Sed non satiata es una locuci¨®n sacada de una s¨¢tira de Juvenal, pero gracias a Baudelaire evoca m¨¢s a Jeanne (y a Proserpina, por uno de sus versos) que a Mesalina; Georges Chelon interpret¨® el poema en 2009?sus grabaciones de Las flores del mal ocupan 7 LPs?.
Jean-Louis Murat y Morgane Imbeaud interpretan a d¨²o y un poco m¨¢s intensamente la versi¨®n de Ferr¨¦ de L¡¯H¨¦autontimoroum¨¦nos, el himno al harto de s¨ª mismo. De entre La muerte de los amantes, La muerte de los pobres, y La muerte de los artistas, Carla Bruni elige la primera para cantarla con toda la expresi¨®n fugitiva y lejana que ya est¨¢ en los versos. Benoit Dayrat, consagrado a musicar a los grandes poetas franc¨®fonos y angl¨®fonos, interpreta el exaltado Hymne, dedicado ¡°A la muy querida, a la muy hermosa¡¡±, a la que el poeta saluda en la eternidad. Y dos versiones m¨¢s raras. El grupo ingl¨¦s Stereolab pone una narc¨®tica banda sonora a ?nivrez-vous, quiz¨¢ el m¨¢s citado de los peque?os poemas en prosa porque contiene la exhortaci¨®n que nos puede salvar del horroroso tedio: ?Hay que estar siempre ebrio, de vino de poes¨ªa o de virtud! Y la versi¨®n de Franco Battiato y Manlio Sgalambro de L¡¯Invitation au voyage es la m¨¢s libre pero, curiosamente fiel, recoge el esp¨ªritu de enso?aci¨®n y eternidad del poema (y del peque?o poema en prosa de mismo t¨ªtulo que tambi¨¦n aparece en Le Spleen de Paris) y con la m¨²sica ahonda en la promesa de fuga que late en el fondo del original.
Y para aplacar el probable disgusto que se hubiese llevado Baudelaire al verse objeto de una playlist, lo acompa?an aqu¨ª dos de sus amigos m¨¢s queridos. Th¨¦ophile Gautier, ¡°poeta impecable¡±, ¡°perfecto mago de las letras francesas¡±, ¡°querido y muy venerado maestro y amigo¡±, a quien est¨¢n dedicadas Las flores del mal, escribi¨® los seis poemas de las Nuits d¡¯?t¨¦ a los que puso m¨²sica Hector Berlioz en 1841, el primero de los cuales es esta Villanelle. Por ¨²ltimo, una versi¨®n de 1964 del poema de Edgar Poe The Bells. Baudelaire tradujo a Poe al franc¨¦s y fue su introductor en Francia. Siempre lo consider¨® un alma hermana. A pesar de su propio desgarro y del de estos hermanos suyos, Phil Ochs supo darle a su versi¨®n un tono exultante, y rescatar del mundo el murmullo que lo anima, como hacen los poetas.
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