¡®Primera persona del singular¡¯, de Haruki Murakami: juegos y nostalgia

Un nuevo Murakami siempre constituye un acontecimiento similar al lanzamiento de cada versi¨®n del iPhone, sofisticado, global y misterioso como la narrativa del autor de Kioto. Despu¨¦s de la complejidad de 1Q84 y La muerte del comendador, llegan estos ocho relatos cuyo objetivo no parece ser el de la innovaci¨®n sino el de la recreaci¨®n: Primera persona del singular vale por un breve recorrido por el seductor universo murakamiano y por las variadas cuestiones por las que el autor se siente concernido. Eros y Tanatos bailan sin descanso su danza extravagante. La soledad y el erotismo vuelven a trenzarse. Sigue Kafka entre bastidores consiguiendo que su disc¨ªpulo Haruki explique lo m¨¢s extra?o como si fuese lo m¨¢s natural. Y sigue ese minimalismo en la percepci¨®n de lo cotidiano que la tradici¨®n cultural japonesa y sus lecturas de Carver le han proporcionado.

El sue?o y la fascinaci¨®n de lo on¨ªrico inundan, naturalmente, buena parte del volumen. La idea seminal de que toda ficci¨®n puede ser real no ha perdido ni un ¨¢pice de fuerza. Y trata el recuerdo, ¡°que nunca lograr¨¢ imponerse al intransigente avance del tiempo, que todo lo borra¡±, ¡®Confesiones de un mono de Shinagawa¡¯, de llenar el vac¨ªo existencial, y la anagn¨®risis y la evocaci¨®n siguen muy presentes. El nacimiento de Venus de Botticelli y las Variaciones Goldberg de Bach decoran un debate acerca de la belleza en un breviario incompleto de la historia de la m¨²sica occidental. Consigue una vez m¨¢s el mito de la adolescencia de anular la certeza del envejecimiento. A los gatos de su bestiario se une ahora un mono. Se acuerda de Tolstoi pero le rinde homenaje al gran Akutagawa, siempre a caballo entre Oriente y Occidente. Y a su pasi¨®n por el jazz le a?ade ahora un fantasmag¨®rico encuentro con Charlie Parker y su saxo decr¨¦pito. Por descontado, sus l¨²dicos e ir¨®nicos narradores contin¨²an felices interpelando al lector, ¡°?Me cree usted, fiel lector? Puede creerme. No me he inventado nada¡±, y alcanzando a crear siempre esa atm¨®sfera de m¨¢gica incertidumbre que brota de la ambig¨¹edad.

Uno de los protagonistas de esta nueva entrega de Murakami es el juego: el de las atribuciones err¨®neas de Borges y el de las ucron¨ªas desplegados en ¡®Charlie Parker Plays Bossa Nova¡¯, uno de los mejores cuentos que haya escrito nunca nuestro autor, o el del remedo del desdoblamiento de ¡®Borges y yo¡¯ en ¡®Primera persona del singular¡¯ (¡°qui¨¦n ser¨ªa aqu¨¦l que me observaba desde el espejo¡±). El otro es la nostalgia: de su vida, de sus primeros libros, Tokio Blues o Cr¨®nica del p¨¢jaro que da cuerda al mundo, escritos con la frescura de quien no ha creado a¨²n un estilo ic¨®nico que pueda llegar a constre?irlo, de una imaginaci¨®n desbocada que conquistaba territorios sobre un caballo al galope.

Saciado hace ya tiempo de las urgencias de la originalidad (¡°que es tener un estilo propio¡±, ¡°Sobre la originalidad¡±, De qu¨¦ hablo cuando hablo de escribir), complacido en sus devaneos por una promiscuidad cultural que lo caracteriza y con un dominio extraordinario del estilo de Murakami, Murakami se columpia en sus motivos preferidos. Insiste en sus obsesiones y en su inigualable repertorio de trucos de magia literaria, sigue desperdigando ecos y gui?os, es g¨®tico pero es new age y de cualquier otro g¨¦nero imaginable y, si Primera persona del singular no representa ning¨²n punto de inflexi¨®n en su trayectoria, deja claro que el autor sigue en forma pero consciente del paso del tiempo (¡°me resulta pavoroso observar c¨®mo envejecen los dem¨¢s¡­¡±) y de los escollos de la edad tard¨ªa, y m¨¢s dispuesto a dejar entrever en sus textos que se asoma a ellos desde su condici¨®n de creador y al mismo tiempo desde un apremio autobiogr¨¢fico.

Primera persona del singular

Autor: Haruki Murakami.

Traducci¨®n: Juan Francisco Gonz¨¢lez S¨¢nchez.

Editorial: Tusquets, 2021.

Formato: tapa blanda (288 p¨¢ginas, 18,90 euros) y e-book (9,99 euros).

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