El salto mortal de la novela negra
El festival BCNegra re¨²ne en Barcelona a los grandes autores de un g¨¦nero literario que, del ¡®thriller¡¯ vasco al ¡®tartan noir¡¯ escoc¨¦s, se reinventa sin cesar para evitar que explote su burbuja
Frecuentado en masa por p¨²blico y autores, vers¨¢til y capaz de reinventarse cada cierto tiempo, la situaci¨®n actual del g¨¦nero negro es el resultado de una exitosa carrera de obst¨¢culos en la que ha sobrevivido a modas m¨¢s o menos uniformadoras (country noir, domestic noir, romantic noir, todo lo n¨®rdico, cozy crime, etc.) y a sus propios excesos, surgidos muchas veces de la b¨²squeda del nuevo Stieg Larsson o de la caza de la siguiente Reina roja y, de paso, de un trozo del suculento pastel de Netflix. Por el camino, tanto en literatura en espa?ol como en la traducida se ha consolidado un g¨¦nero que, sin perder de vista a los cl¨¢sicos, alumbra nuevos fen¨®menos casi cada a?o en sus m¨²ltiples acepciones, etiquetas, subg¨¦neros, experimentos y que sigue gozando de una presencia no equiparable en el mercado editorial. Buena muestra de ello es el fest¨ªn que cada inicio de a?o se dan autores y lectores con BCNegra como coartada. El festival barcelon¨¦s, que acoger¨¢ a muchos de los citados en estas l¨ªneas, celebra su decimoctava edici¨®n entre el 6 y el 12 de febrero convertido ya en un referente europeo y en escaparate de las editoriales que, ¨¢vidas de espacio medi¨¢tico y exposici¨®n p¨²blica, van poniendo en el mercado los libros con vistas a este encuentro.
Pero la disponibilidad del lector es limitada ¡ªnadie lo dir¨ªa al ver los m¨¢s de 80.000 t¨ªtulos que se publican al a?o en todos los g¨¦neros¡ª y esto no puede ser sino una selecci¨®n razonada y organizada de todo el torrente editorial. Ante la diversidad de estilos, colecciones, editoriales y subg¨¦neros y la falta de cifras del sector hemos optado por analizar las novedades divididas por categor¨ªas que no son sino expresiones de la fluidez con la que los autores se mueven en un g¨¦nero que ha roto todas las barreras.
Bajo una mirada especial
Los siete primeros libros de este repaso est¨¢n unidos por aquello que caracterizaba la obra de Alexis Ravelo, fallecido esta semana: una apuesta por llegar lo m¨¢s lejos posible en lo literario dentro de las costuras, siempre flexibles, del g¨¦nero. Sirva como homenaje al autor de La estrategia del pequin¨¦s (Alrev¨¦s) o Los nombres prestados (Siruela), un referente de la novela negra en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Kate Atkinson vuelve a desplegar su voz particular (que igual sirve en la estupenda serie de novelas de Jackson Brodie que para la historia de esp¨ªas de La mecan¨®grafa) en Los templos del j¨²bilo (AdN), una historia ambientada en los a?os veinte del siglo pasado y con maravillosas cargas de iron¨ªa.
Asegura Laura Lippman que no esperaba que La dama del lago, (Salamandra) se convirtiese en una historia period¨ªstica. Lo es, y de las buenas, pero est¨¢ muy lejos de quedarse ah¨ª. Una novela negra at¨ªpica, con una mujer protagonista, Maddie Schwartz, inolvidable por su fuerza y su capacidad de sorprender, un personaje de hechuras cl¨¢sicas que realiza su viaje hacia la liberaci¨®n y el conocimiento, doloroso, de la verdad de los cr¨ªmenes que investiga. Cuenta, adem¨¢s, con una arquitectura impecable y un duro retrato del Baltimore de los setenta y sus problemas de racismo, clasismo y machismo. Poderosa es tambi¨¦n In¨¦s, la protagonista de Tuya, que vuelve casi 20 a?os despu¨¦s en El tiempo de las moscas (Alfaguara) una nueva vuelta de tuerca de Claudia Pi?eiro al g¨¦nero. Mucho m¨¢s convencional, y no por ello menos apetecible, es ?ltimo autob¨²s a Woodstock, de Colin Dexter (Siruela), la primera historia del inspector Morse, un conjunto de historias de aroma oxoniense protagonizadas por un personaje inolvidable. Si han visto la serie, pasen por los libros, si no, tambi¨¦n.
Y hablando de cl¨¢sicos, el ucraniano Andr¨¦i Kurkov est¨¢ camino de convertirse en uno. El autor de la inquietante y divertida Muerte con ping¨¹ino (Blackie Books) se pasa al g¨¦nero m¨¢s acad¨¦mico con Sams¨®n y Nadiezhda (Alfaguara), una historia ambientada en el Kiev de 1919 y con sus caracter¨ªsticas dosis de humor e ingenio. Atentos al protagonista, un tal Sams¨®n Kolechko, que va a pasar a los altares de muchos lectores.
Para terminar, dos apuestas radicales y extensas. Primero, La edad del vicio, de la india Deepti Kapoor (Alfaguara) un libro del que decir que es un retrato brutal del lado oscuro de la sociedad de Nueva Delhi es quedarse corto; una novela con violencia, acci¨®n, lujo y buenas dosis de literatura que est¨¢ arrasando en medio mundo. Y radical es, aunque de otra manera, la apuesta del brit¨¢nico Ray Celestin por narrar a trav¨¦s de la m¨²sica y la historia una epopeya criminal de la sociedad estadounidense de la segunda mitad del siglo XX. Sunset Swing (Alianza) es la cuarta entrega y est¨¢ centrada en Los ?ngeles, en 1967 y con Louis Armstrong de estrella invitada.
El tesoro del ¡®tartan noir¡¯
La continuaci¨®n de un personaje m¨ªtico en manos de otro escritor ha producido varios desastres. En el caso de Solo la oscuridad (Salamandra) es f¨¢cil explicar por qu¨¦ funciona. Ian Rankin es el encargado de terminar la novela que William McIlvanney no pudo rematar antes de morir en 2015, una precuela de Laidlaw, personaje fundacional del tartan noir, esa suerte de subg¨¦nero escoc¨¦s que tantas alegr¨ªas ha dado al lector. Estamos en 1972 y el detective frisa los 40 a?os, ha salido rebotado de algunas comisar¨ªas y ya es el hombre atractivo, solitario e inteligente que dar¨¢ la fama a su creador. En su escritorio, Unamuno, Kierkegaard y Camus comparten sitio con los informes y atestados porque, como bien dice, sabemos c¨®mo acaba un crimen, pero lo complicado es entender c¨®mo empieza.
La apuesta por lo escoc¨¦s (que tiene en Val McDermid o Peter May otros dos grandes referentes) se completa en esta suerte de mesa de novedades con Muerte en abril, de Alan Parks (Tusquets), la cuarta entrega de la serie de Harry McCoy. Un policial cl¨¢sico en el Glasgow de los setenta, un personaje que marca estilo desde las primeras p¨¢ginas de Enero sangriento (ya ven por d¨®nde va la idea) y una trama muy bien montada son los principales argumentos de Parks. No es escocesa pero lo parece Zona muerta, de M. W. Craven (Roca Editorial), cuarto episodio de las entretenidas desventuras del polic¨ªa Washington Poe, todo un personaje, en el noroeste de Inglaterra.
La gran estirpe italiana
La novela negra mediterr¨¢nea no se entiende sin Andrea Camilleri, escritor tard¨ªo y prol¨ªfico, creador del entra?able Salvo Montalbano, del que nos lleg¨® de forma p¨®stuma en octubre Riccardino (Salamandra) la ¨²ltima de las 33 novelas de la serie. Ahora se publica El precio del honor (Destino) un texto sobre su primer contacto con la mafia. Camilleri muestra la importancia de crear un mercado, unos lectores que luego se han volcado con otros autores aut¨®ctonos o traducidos (Alicia Gim¨¦nez Bartlett, por ejemplo). No es el ¨²nico cl¨¢sico italiano presente en las librer¨ªas. Tusquets publica El caballero y la muerte de Leonardo Sciascia, otra novela breve y contundente del maestro siciliano.
Es probable que Antonio Manzini sea uno de los que mejor ha transitado el camino abierto por Camilleri. De ¨¦l nos llega Hagan juego (Salamandra), s¨¦ptima entrega de la serie del sarc¨¢stico Rocco Schiavone. Por otro lado, la reacci¨®n septentrional a Montalbano viene de la mano de Davide Longo y El caso Bramard (Destino), la primera entrega de una serie muy prometedora. Ambientada en el Piamonte, contiene varios ingredientes muchas veces repetidos (un asesino en serie brillante e implacable, un polic¨ªa torturado por una gran p¨¦rdida) pero retorcidos aqu¨ª con acierto y respeto al lector. Acompa?a a una acci¨®n narrada sin un solo fallo de ritmo un personaje, Corso Bramard, que te atrapa en su b¨²squeda. El lado m¨¢s espectacular lo trae Donato Carrisi con El hombre del laberinto (Duomo) thriller psicol¨®gico de acci¨®n y f¨¢cil lectura, al estilo de Sandrone Dazieri, por ejemplo, con el que comparte ¨¦xito de ventas.
El ¡®thriller¡¯ del norte (de Espa?a)
Coinciden en librer¨ªas tres obras unidas por su ambientaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, todo un subg¨¦nero ya. Dolores Redondo lleva hasta el Bilbao de 1983 la persecuci¨®n del asesino Bible John, un caso real sin resolver que la autora de la Trilog¨ªa del Bazt¨¢n retuerce y ampl¨ªa para convertirlo en un policial eficaz (y con mucha lluvia), Esperando al diluvio (Destino). Con esta obra, Redondo se aleja algo de los misteriosos bosques del norte por los que transitan los protagonistas de El ladr¨®n de rostros, de Ibon Mart¨ªn (Plaza y Jan¨¦s), que ha explotado con ¨¦xito de p¨²blico la f¨®rmula del asesino en serie aderezado con las leyendas, los paisajes y los enclaves aislados de la zona. Y en un caser¨ªo aislado de la zona vive la protagonista de Solas (Grijalbo), un thriller sobre desapariciones escrito por Javier D¨ªez Carmona. Un poco m¨¢s al oeste, en Llanes, sit¨²a Javier Rovira Mala Mar (RBA).
De Lee Child a Carmen Mola
El thriller violento, sin complejos, r¨¢pido y esencialmente masculino tiene en Lee Child uno de sus maestros. La editorial Blatt & R¨ªos tiene el empe?o de ir publicando las 24 novelas protagonizadas por Jack Reacher. Nos llega ahora la cuarta de la serie, una de las mejores y m¨¢s personales, un buen inicio para cualquiera que quiera entrar en el universo de este exmilitar n¨®mada de frase punzante y chuler¨ªa infinita.
Child no ha creado escuela en Espa?a, pero en los ¨²ltimos a?os nos han llegado thrillers con ese estilo desenfadado y a la caza del gran p¨²blico. Ah¨ª est¨¢ como baluartes Juan G¨®mez Jurado (su ¨²ltima novela, Todo arde, publicada por Ediciones B, lleva meses entre lo m¨¢s vendido) o los Carmen Mola, pero tambi¨¦n C¨¦sar P¨¦rez Gellida, Mikel Santiago, o Santiago D¨ªaz, que estrena Indira (Reservoir Books), tercera entrega de la serie protagonizada por Indira Ramos. D¨ªaz es guionista (como otros de este grupo) y es un buen ejemplo de esta tendencia que busca complementar los giros vertiginosos de sus novelas con el salto mortal de llevar luego el libro a la pantalla.
Viajes de ida y vuelta
A veces es complicado explicar por qu¨¦ las comunidades de lectores responden de manera distinta a una misma obra. V¨ªctor del ?rbol tiene cierto reconocimiento en Espa?a (que incluye el Premio Nadal en 2016), gloria que palidece ante el efecto de sus libros en Francia, donde le han otorgado los m¨¢s grandes reconocimientos a un autor de novela negra por obras convertidas en aut¨¦nticos best sellers como La tristeza del samur¨¢i (Alrev¨¦s) o Un mill¨®n de gotas (Destino). Son libros intensos, criminales y sin duda negros, pero siempre en las fronteras del g¨¦nero, en el que se adentra de manera mucho m¨¢s can¨®nica con Nadie en esta tierra (Destino).
Distinto es el periplo de Teresa Cardona, que empez¨® publicando en Francia novelas a cuatro manos y bajo pseud¨®nimo junto a Eric Damien y que demuestra ahora en Un bien relativo que la serie iniciada con Los dos lados (ambas en Siruela) y ambientada en El Escorial va por muy buen camino. Arantza Portabales es el mejor ejemplo de ese camino cl¨¢sico que va del relato y la microficci¨®n a la novela. Suya es la serie de Abad y Barroso de la que llega ahora El hombre que mat¨® a Ant¨ªa Morgade (Lumen), aire fresco en la novela policial en espa?ol con tramas s¨®lidas y buenos personajes.
Dos de esp¨ªas
Este g¨¦nero parad¨®jico, nacido para el espect¨¢culo y con espacio para la introspecci¨®n, en el que hay sitio para 007 o George Smiley, vive un gran momento. James Bond ha desaparecido, de Kim Sherwood (Roca Editorial) contin¨²a con la famosa saga de Ian Fleming y re¨²ne, por tanto, el gusto del lector por el espect¨¢culo y por los grandes ciclos de novelas. Tambi¨¦n brit¨¢nico, pero con un punto castizo es Joseph S¨¢nchez, protagonista de El sue?o del c¨ªclope (Siruela), de Jer¨®nimo Andreu, reciente premio Paco Camarasa, una serie ambientada en Gibraltar con acci¨®n y originalidad.
Conexi¨®n Latam
Llega poco a poco en mayor cantidad a Espa?a la literatura en espa?ol de otros pa¨ªses. A la ya nombrada Pi?eiro se une el cubano Leonardo Padura, que ha culminado en Personas decentes (Tusquets) la mejor novela de la serie del magn¨ªfico Mario Conde; Elmer Mendoza, rey de las narconovelas, pero, sobre todo, creador del inolvidable Zurdo Mendieta; Ernesto Mallo, a caballo entre Buenos Aires y Barcelona; Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz y sus tramas pol¨ªticocriminales y de esp¨ªas en la Argentina contempor¨¢nea; el incombustible Paco Ignacio Taibo, del que ahora recupera Reino de Cordelia todas las historias de Belascoar¨¢n, personaje seminal de la novela negra en espa?ol. Tambi¨¦n nuevos valores como Federico Axat, alistado en las filas del thriller psicol¨®gico como prueba su ¨²ltima novela, La hija ejemplar (Destino) o Nicol¨¢s Ferraro, uno de los ¨²ltimos ganadores del Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gij¨®n, a la espera de desembarco definitivo en el mercado espa?ol.
Coda: un peque?o bucle
A fuerza de renovarse, el g¨¦nero vuelve a veces al punto de partida, sin que sea ni bueno ni malo, m¨¢s bien inevitable entre tanta variedad. Por BCNegra pasar¨¢, por ejemplo, el dan¨¦s Steffen Jacobsen para presentar La cacer¨ªa (Roca Editorial) y a las librer¨ªas llega lo nuevo de Harlan Coben, Solo hay un ganador (RBA), un spin off de la serie de Myron Bolitar de la mano de uno de los escritores m¨¢s prol¨ªficos en Netflix. Por ¨²ltimo, Seix Barral trae La dama, de Ragnar J¨®nasson, un island¨¦s que ha vendido ya 10 veces m¨¢s libros que poblaci¨®n tiene su pa¨ªs.
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