Conexi¨®n, credibilidad y liderazgo: por qu¨¦ levanta pasiones la incorrecci¨®n pol¨ªtica
Frente al eufemismo que no ofende, hay un lenguaje m¨¢s claro, menos cort¨¦s y con numerosos adeptos. ?Qu¨¦ les mueve de esta inc¨®moda manera de expresarse?
Cambia una sola palabra, convierte una frase pol¨ªticamente correcta en lo contrario, y ganar¨¢s toda la credibilidad que puedas desear. Te ver¨¢n como una persona inmune a las influencias ajenas, como un l¨ªder comprometido, el flautista de Hamelin. Al menos, eso dicen los cient¨ªficos del comportamiento humano de la Escuela de Negocios Berkeley Haas, en California, que han analizado las diferencias entre el modoso lenguaje que huye de la ofensa y su primo gamberro. Pero, ?c¨®mo es posible que una actitud as¨ª genere tantos dividendos?
No te equivoques, no se trata de llamar a las cosas por su nombre, eso quiz¨¢ encajar¨ªa mejor en el pantanoso terreno de la sinceridad. La incorrecci¨®n pol¨ªtica es una cuesti¨®n de conexi¨®n. ¡°Si quieres conectar, tienes que hablar con t¨¦rminos que entienda la mayor¨ªa¡±, se?ala Isaac Hern¨¢ndez, experto en comunicaci¨®n y marketing pol¨ªtico. La din¨¢mica que se pone en marcha se basa en ¡°utilizar palabras y t¨¦rminos que todos podamos comprender de manera f¨¢cil y r¨¢pida. No tenemos tiempo y si lo tenemos lo queremos utilizar en otras cosas¡±, dice Hern¨¢ndez. Piensa en un chiste de bar: o lo clavas en tres frases o pasas el turno.
Y no tienes futuro si los parroquianos no se interesan desde la primera palabra. Hay que destacar desde el primer momento. Como sea. ¡°Al salirse de lo habitual, la comunicaci¨®n que no sigue las normas establecidas consigue el efecto inmediato de llamar la atenci¨®n¡±, se?ala Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Ovejero, experto en comunicaci¨®n no verbal y autor de T¨² habla, que yo te leo. No dejar a nadie indiferente es la estrategia a seguir. Pero para sacar todo el jugo a la carta de la incorrecci¨®n pol¨ªtica, para ponerte en el centro de atenci¨®n tanto de seguidores como de detractores (pi¨¦nsalo bien, ?y si uno puede anular a un adversario haciendo que sus seguidores se centren solo en ¨¦l?), no debes perder nunca las formas: que no dejen de ser las que nadie espera. Y act¨²a deprisa. ¡°Lo primero en lo que nos fijamos es en la imagen que proyecta una persona. En tan solo 10 segundos nos vamos a crear una impresi¨®n dif¨ªcil de cambiar con posterioridad porque nuestro cerebro odia llevarse la contraria a s¨ª mismo¡±.
Ovejero tambi¨¦n destaca la apariencia exterior. Nada de traje y corbata, no. Se refiere, por ejemplo, al pol¨¦mico cartel en el que Albert Rivera se desnud¨® para dar a conocer que hab¨ªa nacido un nuevo partido pol¨ªtico. ?Gr¨¢cil, ofensivo, rid¨ªculo, genial? Elige el adjetivo que prefieras, pero seguro que te acuerdas de la foto.
Hacerse notar para pertenecer a la tribu
La correcci¨®n pol¨ªtica es una norma social t¨¢cita para no herir sensibilidades ni ganarse el reproche p¨²blico. No molestes si no quieres ser molestado. Ir¨®nicamente, es justo el camino contrario el que acaba uniendo a la tribu. Cuando transmitimos emociones fuertes nos salimos del guion, y si las contagiamos con intensidad podemos actuar como un im¨¢n, atrayendo y repeliendo a los observadores, en funci¨®n de sus cargas emocionales. El equipo colchonero de la capital es buena muestra. Dicen que el Atl¨¦tico de Madrid juega con doce jugadores cuando su entrenador argentino, ¡®el Cholo¡¯ Simeone, se vuelve a la grada y agita los brazos arriba y abajo, abajo y arriba, los abre y los cierra, aplaude y, de nuevo, vuelve a empezar (no ahora que los partidos se juegan sin p¨²blico). As¨ª pide el apoyo de la grada y la tribu india responde al un¨ªsono.
De acuerdo con las explicaciones de Ovejero, es un caso de incorrecci¨®n pol¨ªtica manifiesta a trav¨¦s de los gestos, que son una parte imprescindible del carisma. La m¨¢s excelsa reverencia no dar¨ªa mejor resultado. En lugar de una gestualidad de manos o de brazos contenida, que se considerar¨ªa pol¨ªticamente correcta, se dir¨ªa que el argentino recurre a lo que el experto denomina gestos l¨¢tigo, los t¨ªpicos en los que los pol¨ªticos suben y bajan las manos con fuerza, se la llevan al coraz¨®n o estiran el ¨ªndice como queriendo cogerte por la solapa desde el otro lado de la pantalla de televisi¨®n. ¡°Todo ello ¡ªinsiste¡ª transmite mucha implicaci¨®n a nivel emocional con los mensajes que est¨¢n lanzando, en ocasiones incluso agresividad¡±.
La voz tambi¨¦n destaca por su carga emocional, y puede ejercer en los dem¨¢s el efecto de la flauta del flautista de Hamelin. ?C¨®mo tocar este instrumento? ¡°Podr¨ªa considerarse pol¨ªticamente incorrecto transmitir exageradamente a trav¨¦s del volumen de voz, la velocidad del habla, la entonaci¨®n o una pasi¨®n desbordante¡±, dice el experto, pero ¡°habr¨¢ gente que se sienta tocada en lo m¨¢s ¨ªntimo de su ser por esas personas y les sigan ardientemente¡±. En este caso, le viene a la mente Donald Trump. Otra vez Trump, cuando se habla de incorrecci¨®n pol¨ªtica. ¡°Desde los primeros an¨¢lisis que le hice, en sus debates con Hillary Clinton, yo conclu¨ªa con un interrogante: ?El pueblo americano elegir¨¢ a la pol¨ªtica correcta y tradicional o la brutal naturalidad? El resultado ya lo conocemos todos¡±. Despu¨¦s de esto, m¨¢s de uno seguir¨¢ pregunt¨¢ndose lo mismo: ?c¨®mo es posible que la incorrecci¨®n pol¨ªtica genere tantos dividendos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.